El Tai Chi es una forma de movimientos suaves que desarrollan de manera natural nuestra energía. Esta circula y se distribuye a través de nuestros meridianos con naturalidad y fluidez por todo nuestro "SER" y hace que mantengamos el cuerpo en armonía con la mente y el espíritu. Tanto la filosofía como la técnica del Tai Chi van unidas en una meditación en movimiento.
El Tai Chi se conoce desde hace miles de años, aunque los expertos no se ponen de acuerdo para fijar su aparición en una fecha determinada, pero es natural, como sucede con el Taoísmo, cuyo desarrollo es paralelo a la Naturaleza. De todas maneras achacar a una sola persona su descubrimiento es como decir que alguien descubrió el arroz; es mas bien el trabajo de un conjunto de personas que estaban en armonía.
Estas técnicas (Tai Chi, Chi Kung) se han ido transmitiendo de generación en generación. Se cuenta que la creación se debe a un monje llamado Chan San Fenos, en su retiro en el monte Wu-Tang; mientras observaba como una grulla y una serpiente entraban en combate para salvar sus vidas, el monje se dió cuenta de que, al revés que el hombre, que pelea para vencer, lo que intentaban aquellos animales era salvar sus vidas, salir ilesos. Vió como creaban círculos de entrada (ataque) y círculos de salida (defensa) y solamente de esta manera había una compensación de los opuestos en movimiento, el Ying y el Yang.
El Wu-Wei es una manera de definir estos movimientos; significa "No-hacer". Estas técnicas en las que no hay odio ni pensamientos de castigo, sino armonía y movimiento,tienen sobretodo en cuenta que el combate no se trata de vencer o ser vencido. El practcante de Tai Chi, es capaz de proyectar el Chi (energía) en cualquier momento, donde y cuando sea preciso. De él depende si la energía sea para curar o dañar, porque el Tai Chi es ante todo un extraordinario método terapéutico (para sanar) pero a su vez es un Arte Marcial muy poderoso.
La observación de la naturaleza es fundamental para realizar con armonía estos movimientos. La naturaleza nos enseña que la energía se mueve en espiral; una espiral que nunca se crea y nunca se destruye, simplemente se transforma. Las estaciones nos enseñan que todo está vivo y en movimiento. Cuando todo se mueve pero nadie lo empuja, sentimos el fluído de Energía Vital.
Energéticamente hablando el Tai Chi es considerado como la unión entre el Cielo y la Tierra; el Cielo es transmitido por la cabeza y la Tierra por los pies. De esta manera tan simple, al realizar los ejercicios se consigue un orden interno y externo, con el que se adquiere conocimiento para alcanzar la armonía.
Los ejercicios del Tai Chi y del Chi Kung (Qi Gong) se basan en la respiración, que es equivalente a la fuerza vital, con su polaridad vertical del espíritu y horizontal de la materia; coincide también con los lados derecho e izquierdo de nuestro sistema corporal. La respiración es la vida y si la realizamos lentamente es mucho mas profunda. Una respiración mal realizada pone en tensión a todo el cuerpo y deteriora a la mente. No se puede respirar bien por los "meridianos" sin haber comprendido la respiración natural para equilibrar el cansancio en cualquier ejercicio físico.
La energía es ilimitada, somos nosotros quienes limitamos la vida con nuestros pensamientos de miedo y negatividad. La evolución de una persona es su capacidad de entrega; cuando damos entrega, cuando damos energía fluye nueva vida para llenarlo todo.
Cada movimiento de Tai Chi nace, se desarrolla y declina y no está separado del que le precede ni del que le sigue, es parte intengrante de un movimiento mas amplio que se desarrolla sin rupturas en un flujo contínuo. Este flujo nos pone en relación con el gran ciclo de la vida y nos ayuda a dirigir la energía sin esfuerzo hacia la estabilidad.
El sentido del ejercicio no es la realización rígida y automática de un gesto o postura ya conocidos, sino el desarrollo mediante la práctica de una nueva sensibilidad en relación con el espacio y la energía cósmica.
Practiquen con el corazón y sientan el equilibrio y la estabilidad que es el silencio del movimiento, Meredith
Autor: Alfredo Tucci Fuente: Revista de Artes Marciales "Cinturón Negro". Año XII Nº136.
El Tai Chi se conoce desde hace miles de años, aunque los expertos no se ponen de acuerdo para fijar su aparición en una fecha determinada, pero es natural, como sucede con el Taoísmo, cuyo desarrollo es paralelo a la Naturaleza. De todas maneras achacar a una sola persona su descubrimiento es como decir que alguien descubrió el arroz; es mas bien el trabajo de un conjunto de personas que estaban en armonía.
Estas técnicas (Tai Chi, Chi Kung) se han ido transmitiendo de generación en generación. Se cuenta que la creación se debe a un monje llamado Chan San Fenos, en su retiro en el monte Wu-Tang; mientras observaba como una grulla y una serpiente entraban en combate para salvar sus vidas, el monje se dió cuenta de que, al revés que el hombre, que pelea para vencer, lo que intentaban aquellos animales era salvar sus vidas, salir ilesos. Vió como creaban círculos de entrada (ataque) y círculos de salida (defensa) y solamente de esta manera había una compensación de los opuestos en movimiento, el Ying y el Yang.
El Wu-Wei es una manera de definir estos movimientos; significa "No-hacer". Estas técnicas en las que no hay odio ni pensamientos de castigo, sino armonía y movimiento,tienen sobretodo en cuenta que el combate no se trata de vencer o ser vencido. El practcante de Tai Chi, es capaz de proyectar el Chi (energía) en cualquier momento, donde y cuando sea preciso. De él depende si la energía sea para curar o dañar, porque el Tai Chi es ante todo un extraordinario método terapéutico (para sanar) pero a su vez es un Arte Marcial muy poderoso.
La observación de la naturaleza es fundamental para realizar con armonía estos movimientos. La naturaleza nos enseña que la energía se mueve en espiral; una espiral que nunca se crea y nunca se destruye, simplemente se transforma. Las estaciones nos enseñan que todo está vivo y en movimiento. Cuando todo se mueve pero nadie lo empuja, sentimos el fluído de Energía Vital.
Energéticamente hablando el Tai Chi es considerado como la unión entre el Cielo y la Tierra; el Cielo es transmitido por la cabeza y la Tierra por los pies. De esta manera tan simple, al realizar los ejercicios se consigue un orden interno y externo, con el que se adquiere conocimiento para alcanzar la armonía.
Los ejercicios del Tai Chi y del Chi Kung (Qi Gong) se basan en la respiración, que es equivalente a la fuerza vital, con su polaridad vertical del espíritu y horizontal de la materia; coincide también con los lados derecho e izquierdo de nuestro sistema corporal. La respiración es la vida y si la realizamos lentamente es mucho mas profunda. Una respiración mal realizada pone en tensión a todo el cuerpo y deteriora a la mente. No se puede respirar bien por los "meridianos" sin haber comprendido la respiración natural para equilibrar el cansancio en cualquier ejercicio físico.
La energía es ilimitada, somos nosotros quienes limitamos la vida con nuestros pensamientos de miedo y negatividad. La evolución de una persona es su capacidad de entrega; cuando damos entrega, cuando damos energía fluye nueva vida para llenarlo todo.
Cada movimiento de Tai Chi nace, se desarrolla y declina y no está separado del que le precede ni del que le sigue, es parte intengrante de un movimiento mas amplio que se desarrolla sin rupturas en un flujo contínuo. Este flujo nos pone en relación con el gran ciclo de la vida y nos ayuda a dirigir la energía sin esfuerzo hacia la estabilidad.
El sentido del ejercicio no es la realización rígida y automática de un gesto o postura ya conocidos, sino el desarrollo mediante la práctica de una nueva sensibilidad en relación con el espacio y la energía cósmica.
Practiquen con el corazón y sientan el equilibrio y la estabilidad que es el silencio del movimiento, Meredith
Autor: Alfredo Tucci Fuente: Revista de Artes Marciales "Cinturón Negro". Año XII Nº136.