La energía sexual se divide en tres tipos distintos.
Primero: La energía que se halla relacionada con la reproducción de la raza y la salud del cuerpo físico en general.
Segundo: La energía que se halla relacionada con las esferas del pensamiento sentimiento y voluntad.
Tercero: La energía que se halla relacionada con el Espíritu Divino del hombre.
La energía sexual es realmente y sin duda alguna, la energía más sutil y poderosa que normalmente se produce y conduce a través del organismo humano.
Todo lo que es el hombre, incluyendo las tres esferas del pensamiento, sentimiento y voluntad, no es sino el resultado exacto de las distintas modificaciones de la energía sexual.
Debido al aspecto tremendamente sutil y poderoso de la energía sexual resulta ciertamente difícil el control y almacenamiento de esta energía. Además, su presencia representa una fuente de inmenso poder, que si no se sabe manejar puede llegar a producir una verdadera catástrofe.
(...)
La energía sexual es peligrosamente volátil y potencialmente explosiva. Durante el acto secreto, durante el éxtasis sexual, la pareja está rodeada de esta tremenda energía terriblemente divina. En estos instantes de dicha suprema y de besos ardientes que incendian las profundidades del Alma, podemos retener esa luz maravillosa para purificarnos y transformarnos absolutamente.
Cuando se derrama el Vaso de Hermes, cuando viene el derrame, la luz de los dioses se retira dejando abiertas las puertas para que entre en el hogar la luz roja y sanguinolenta de Lucifer. Entonces el encanto desaparece y viene la desilusión y el desencanto. Después de poco tiempo el hombre y la mujer inician el camino del adulterio, porque su hogar se ha convertido en un infierno.
Es una característica de la naturaleza el movilizar enormes reservas de energía creadora para crear cualquier cosmos. Empero sólo emplea de sus enormes reservas una cantidad infinitesimal para realizar sus creaciones. Así, pues, el hombre pierde en una eyaculación seminal seis o siete millones de espermatozoos; sin embargo, se necesita un infinitesimal espermatozoo para engendrar un hijo.
Es absurdo derramar seis o siete millones de espermatozoides cuando sólo se necesita uno para crear. Un solo espermatozoide se escapa fácilmente de las glándulas sexuales sin necesidad de derramar el semen.
La energía sexual es la energía más fina del cosmos infinito. La energía sexual puede convertirse en ángeles o en demonios. La imagen de la verdad, se halla depositada en la energía sexual. El diseño cósmico del Adam Cristo se halla depositado en la energía sexual.
Primero: La energía que se halla relacionada con la reproducción de la raza y la salud del cuerpo físico en general.
Segundo: La energía que se halla relacionada con las esferas del pensamiento sentimiento y voluntad.
Tercero: La energía que se halla relacionada con el Espíritu Divino del hombre.
La energía sexual es realmente y sin duda alguna, la energía más sutil y poderosa que normalmente se produce y conduce a través del organismo humano.
Todo lo que es el hombre, incluyendo las tres esferas del pensamiento, sentimiento y voluntad, no es sino el resultado exacto de las distintas modificaciones de la energía sexual.
Debido al aspecto tremendamente sutil y poderoso de la energía sexual resulta ciertamente difícil el control y almacenamiento de esta energía. Además, su presencia representa una fuente de inmenso poder, que si no se sabe manejar puede llegar a producir una verdadera catástrofe.
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La energía sexual es peligrosamente volátil y potencialmente explosiva. Durante el acto secreto, durante el éxtasis sexual, la pareja está rodeada de esta tremenda energía terriblemente divina. En estos instantes de dicha suprema y de besos ardientes que incendian las profundidades del Alma, podemos retener esa luz maravillosa para purificarnos y transformarnos absolutamente.
Cuando se derrama el Vaso de Hermes, cuando viene el derrame, la luz de los dioses se retira dejando abiertas las puertas para que entre en el hogar la luz roja y sanguinolenta de Lucifer. Entonces el encanto desaparece y viene la desilusión y el desencanto. Después de poco tiempo el hombre y la mujer inician el camino del adulterio, porque su hogar se ha convertido en un infierno.
Es una característica de la naturaleza el movilizar enormes reservas de energía creadora para crear cualquier cosmos. Empero sólo emplea de sus enormes reservas una cantidad infinitesimal para realizar sus creaciones. Así, pues, el hombre pierde en una eyaculación seminal seis o siete millones de espermatozoos; sin embargo, se necesita un infinitesimal espermatozoo para engendrar un hijo.
Es absurdo derramar seis o siete millones de espermatozoides cuando sólo se necesita uno para crear. Un solo espermatozoide se escapa fácilmente de las glándulas sexuales sin necesidad de derramar el semen.
La energía sexual es la energía más fina del cosmos infinito. La energía sexual puede convertirse en ángeles o en demonios. La imagen de la verdad, se halla depositada en la energía sexual. El diseño cósmico del Adam Cristo se halla depositado en la energía sexual.