Hola @Lady Meredith Scandinavia; la verdad es que usted hace una pregunta que es la base de filosofías y doctrinas espirituales que es el tratar de explicar el después de la muerte tomando en cuenta las circunstancias. Así mismo, varia el abordaje por lo que sería útil que usted aclare si le interesa lo que dice un camino por encima de otro ya que incluso los Espíritus parecen tener su propia concepción de ello, aunque guardan en algunos temas una totalidad de concordancia. En general aquellos que mueren calmados por causas naturales como lo es la enfermedad o muerte súbita (rápido deceso) el alma que animaba ese cuerpo se sienta, luego se levanta y se retira del lugar y se desplaza a otros lugares confundido por las percepciones amplificadas. Los que mueren abruptamente y de manera rápida tienden a desprenderse rápido del cuerpo, tanto que pueden pensar que siguen vivos o quedar muy confundidos con respecto a su estado; los que mueren lentamente, prolongan su agonía y tienen un desprendimiento lento y penoso del cuerpo junto al cual llegan a permanecer mientras se descompone y es digerido por las enzimas propias y bacterianas. Acá entra en juego el propósito, ya que mucha gente muere prematuramente a nuestro parecer y también al parecer del alma de esas personas, lo que constituye una prueba o un castigo para esa alma por algo que no conocemos bien pero que a veces se revela la sabiduría de ese tipo de muerte.
Los suicidas, impulsados por su propia debilidad a la hora de afrontar las angustias de la vida atentan contra su oportunidad de vivir entrando prematuramente al mundo espiritual donde conservan las penosas percepciones de su muerte, el tormento del funeral y algunos se quejan de sentir lo que le sucede a su cadáver con el paso del tiempo lo que es una manifestación psicológica ya que el nexo se deshizo. Algunos permanecen en el cementerio dormidos en automático como zombis, sin registrar consciencia del entorno ni pensamiento alguno, sólo deambulan sin norte repitiendo incesantemente la pregunta: ¿qué pasó? Otros duermen. Los abortados pueden o bien renacer en otro cuerpo o pueden llenarse de resentimiento y arremeter contra el destino de quienes le impidieron nacer y construir su propia felicidad a partir del afrontamiento de una nueva vida. En este dinamismo hay de todo, incluso los que siguen teniendo la misma rutina de todos los días y no se enteran de lo que sucede con los vivos tal cual señala la Biblia, pues, en su propia mente crean las condiciones para vivir eternamente ese ciclo rutinario hasta que despiertan a su realidad. Otros enloquecen atemorizados o perturbados por los malos Espíritus, señal de que han sido castigados y abandonados, y se adhieren a las personas causando problemas y otros en gran porcentaje son engañados y explotados por los brujos; otros que duermen y estaban plenos son despertados por los brujos y quedan en penosa expiación porque no consiguen restablecer ese estado de letargo o sueño que los aislaba de la grisácea realidad que experimentan cuando no han sido criaturas puras relativamente.
En experiencias en funerales, entre amistades personales, el Espíritu de alguien que murió calmado y resignado pese a que la causa de muerte fue violenta, se le percibió calmado y sereno con plena aceptación de su estado. Otro muerto en accidente, de manera súbita, tal era su agitación que producía fuertes dolores de cabeza y en el cuerpo sólo por el hecho de pensar en él. Otro que se suicidó se le notaba perturbado y arrepentido, agitado intentando dar señales de su supervivencia inútilmente. Y así con cada caso, algunas muertes violentas pero súbitas entre personas nobles no dejaron siquiera la sensación de su alma, es decir, se elevaron rápidamente por lo que se sabe que la forma de morir sólo fue un medio a través del cual desprenderlo de la vida una vez terminó su tiempo.
¿Qué pueden hacer para su redención? Las oraciones que hacemos les consuelan pero no los exoneran de tener que padecer su agonía existencial, al final de cuenta, el mito del purgatorio es una alegoría que describe el estado del Espíritu penoso tras la muerte hasta que consigue estabilizarse. Buscan el auxilio entre los hombres cuando entienden que nada que hagan los exonerará de lo que desean evitar y en su propia ignorancia creen que la misa pagada en la Iglesia los sacará tal cual las mentiras de la indulgencia y otras promesas que procuraban poner al hombre como regente del mundo espiritual que le permitía modificar a cada rato el orden de las cosas de ultratumba, pero que era ingenuidad pura. La verdad es que los malos Espíritus atacan incesantemente a los vivos y procuran ante todo hacerlos errar y llenarse de faltas, infelicidades y desperdicien el tiempo porque sólo estando vivos el progreso del alma puede avanzar a paso agigantado como para redimir los errores del ayer (que justifican los sufrimientos que venimos a padecer como hombres infortunados) y si ellos consiguen entorpecer tu progreso, habrán ganado porque te harán volver entre ellos donde podrán tenerte atormentado e infeliz por siglos e incluso milenios hasta que otra vez surja la oportunidad de la vida. Esto es un resumen de lo que hasta ahora he recopilado, hay más pero por la hora creo que no puedo extenderme más; en tal caso creo que es suficiente, ¿o no?
