Feliz noche para todos y todas,
Motivado por el post que publico Ngando Batalla en el 2013 y que lamentablemente no tuvo ningún comentario, cosa que ya hice yo hace unos minutos dejo aquí para el debate si cave la posibilidad o como informacion de los que no tienen informacion o no saben nada de la trata de esclavos en Venezuela donde hay muy pocos registro de la procedencia de los negros Africanos que llegaron a nuestro país desde el 1528, entre los grupos que llegaron se encontraban Congos, Yorubas, Carabali, Arara y muchos otros.
Dejo entonces informacion al respeto en el siguiente escrito, donde resalto en negrilla y en color rojo las partes donde mencionan los yorubas y los Bantú. (hubiese preferido resaltar en color amarillo pero no ubique en el panel de control dicha opción.)
Procedencia de los Esclavos Negros de Venezuela
Bibliografía:
Pollak Eltz, Angelina. Procedencia de los esclavos negros traídos a Venezuela. -- En: Vestigios africanos en la cultura del pueblo Venezolano. -- Caracas : Universidad Católica Andrés Bello, Instituto de investigaciones Históricas, 1972. -- p. 23 - 32
Motivado por el post que publico Ngando Batalla en el 2013 y que lamentablemente no tuvo ningún comentario, cosa que ya hice yo hace unos minutos dejo aquí para el debate si cave la posibilidad o como informacion de los que no tienen informacion o no saben nada de la trata de esclavos en Venezuela donde hay muy pocos registro de la procedencia de los negros Africanos que llegaron a nuestro país desde el 1528, entre los grupos que llegaron se encontraban Congos, Yorubas, Carabali, Arara y muchos otros.
Dejo entonces informacion al respeto en el siguiente escrito, donde resalto en negrilla y en color rojo las partes donde mencionan los yorubas y los Bantú. (hubiese preferido resaltar en color amarillo pero no ubique en el panel de control dicha opción.)
Procedencia de los Esclavos Negros de Venezuela
"Para estudiar el aporte cultural de los africanos a la cultura popular venezolana es preciso ocuparse del problema de la procedencia de los esclavos. Este problema no es tan fácil de resolver, porque las estadísticas no mencionan sino muy esporádicamente el origen de los negros importados. Por eso hay que reconstruir los hechos a base de unas pocas anotaciones disponibles. La esclavitud destruyó las culturas africanas en el Nuevo Mundo. La posición social y económica de los negros cambió fundamentalmente. Los esclavos sufrieron cambios profundos en sus valores humanos y culturales. Otros factores importantes son la mezcla de razas y la aculturación forzada. Los afro americanos lograron crear una cultura nueva, original, basándose en raíces africanas, europeas e indígenas.
Los análisis de los pocos documentos accesibles para determinar el origen de los esclavos revela que aproximadamente la mitad de los negros vinieron de la costa del Golfo de Guinea (entre la Costa de Oro y Benin) y la otra mitad de la región del Congo-Angola.
Los primeros esclavos negros traídos a Tierra Firme por los portugueses eran naturales de Cabo Verde y Guinea (Archivo de Indias, en Academia de Historia, Caracas, Tomo VI. En 1570 llegaron a Cumaná unos 500 esclavos de Cabo Verde y Guinea (Archivo Nacional, Relaciones de Hacienda, 1575, Tomo VII. En el siglo XVII los portugueses trajeron esclavos de Guinea, Angola y Benguela. Los franceses buscaban su carga humana en Senegal y Dahomey (Liscano, 1950.- 60). En cambio los ingleses importaban esclavos de Sierra Leona, Whydah (Dahomey), Gambia y Lagos (Nigeria), (Ramos, 1943- 25).
Liscano opina que los Fon de Whydah vendieron a los europeos miembros de las siguientes tribus. (Liscano, 1950: 74 s): Wida, Arda, Popo, Arara, Adja, Ketou, Ewe, Mahi. Más tarde los Fon del Dahomey conquistaron algunas ciudades yoruba, vendiendo los prisioneros de guerra a los portugueses. Así en las últimas décadas de la Trata en el siglo XIX ante todo llegaron muchos yoruba que dejaron sus huellas en Cuba y Brasil. En Venezuela donde la Trata fue suprimida por 1800 hay pocos yoruba. En el siglo XVIII negros de la Costa de Marfil y de la Costa de Oro fueron traídos a Barlovento (Sojo: 1943, 1947 a y b). Como el puerto más importante de esta región se llamó San Jorge de Mina, los negros que vinieron de allí fueron denominados "mina". Todavía hay un tambor conocido con el mismo nombre en el Barlovento venezolano.
Los ingleses tenían en la desembocadura del río Congo una factoría llamada Banana. Los franceses se establecieron en Loango y Dahomey. Los portugueses comerciaban en Nigeria, Dahomey, Benguela y Angola, más tarde también en Mozambique. En el siglo XVIII los ingleses importaron Ganga, Tembe de Sierre Leone y Mandinga, Fula, Serere, Sosa, Timneos y Wolof del Senegal (Acosta Saignes, 1960; Liscano, 1950).
Los documentos de la Real Hacienda en el Archivo Nacional (226-230, Tomo 360) nos facilitan una lista de 114 negros con sus respectivas nacionalidades, que menciona también Acosta Saignes. En "Manifestaciones y composiciones de negros, hechas por Don Juan Angel de la Rea, en la ciudad de Nueva Segovia, de Barquisimeto el 28. 11. 1729" (Archivo Nacional, Diversos XIV, Nº 10, página 106) se encuentran también algunos nombres de, tribus africanas.
He aquí una lista alfabética de todos los nombres de tribus africanas que pude encontrar en documentos dispersos. Para identificar estas tribus utilicé el libro Africa de Murdock (1959): Anagachi, Angola, Arara, Arache, Arobi - Bambi, Beñon, Barila, Binga, Bemba, Bran - Cachanga Cafo, Cambindo, Cabuta, Camoanda, Camaconda, Camojunda, Candala, Carabali, Casimba, Catangala, Cataloaqui, Catende, Congo, Cyle - Chalala, Chara - Ebia, Embuila, Fulo, Folopo, -Ganga, Guachi, Guaza, Guinea, Guunga, - Jerrero, Jiri - Luango-Mabala, Malemba, Mandele, Mandinga, Mina, Mobangombe, Mojinga, Monda, Mondongo, Mosanga, Matoangombe, Mugunchi - Nago - Popo - Quiboto, Quinene, Quisongo, Quisulo - Sape, Soso, Suchi, Sundi - Tacanga, Tari.
[Es difícil identificar las tribus según las listas de Murdock, puesto que muchos nombres están escritos en fonética española y otros están mutilados. Sin embargo, se podría identificar la mayor parte de estos nombres con tribus africanas modernas.
Los análisis de los pocos documentos accesibles para determinar el origen de los esclavos revela que aproximadamente la mitad de los negros vinieron de la costa del Golfo de Guinea (entre la Costa de Oro y Benin) y la otra mitad de la región del Congo-Angola.
Los primeros esclavos negros traídos a Tierra Firme por los portugueses eran naturales de Cabo Verde y Guinea (Archivo de Indias, en Academia de Historia, Caracas, Tomo VI. En 1570 llegaron a Cumaná unos 500 esclavos de Cabo Verde y Guinea (Archivo Nacional, Relaciones de Hacienda, 1575, Tomo VII. En el siglo XVII los portugueses trajeron esclavos de Guinea, Angola y Benguela. Los franceses buscaban su carga humana en Senegal y Dahomey (Liscano, 1950.- 60). En cambio los ingleses importaban esclavos de Sierra Leona, Whydah (Dahomey), Gambia y Lagos (Nigeria), (Ramos, 1943- 25).
Liscano opina que los Fon de Whydah vendieron a los europeos miembros de las siguientes tribus. (Liscano, 1950: 74 s): Wida, Arda, Popo, Arara, Adja, Ketou, Ewe, Mahi. Más tarde los Fon del Dahomey conquistaron algunas ciudades yoruba, vendiendo los prisioneros de guerra a los portugueses. Así en las últimas décadas de la Trata en el siglo XIX ante todo llegaron muchos yoruba que dejaron sus huellas en Cuba y Brasil. En Venezuela donde la Trata fue suprimida por 1800 hay pocos yoruba. En el siglo XVIII negros de la Costa de Marfil y de la Costa de Oro fueron traídos a Barlovento (Sojo: 1943, 1947 a y b). Como el puerto más importante de esta región se llamó San Jorge de Mina, los negros que vinieron de allí fueron denominados "mina". Todavía hay un tambor conocido con el mismo nombre en el Barlovento venezolano.
Los ingleses tenían en la desembocadura del río Congo una factoría llamada Banana. Los franceses se establecieron en Loango y Dahomey. Los portugueses comerciaban en Nigeria, Dahomey, Benguela y Angola, más tarde también en Mozambique. En el siglo XVIII los ingleses importaron Ganga, Tembe de Sierre Leone y Mandinga, Fula, Serere, Sosa, Timneos y Wolof del Senegal (Acosta Saignes, 1960; Liscano, 1950).
Los documentos de la Real Hacienda en el Archivo Nacional (226-230, Tomo 360) nos facilitan una lista de 114 negros con sus respectivas nacionalidades, que menciona también Acosta Saignes. En "Manifestaciones y composiciones de negros, hechas por Don Juan Angel de la Rea, en la ciudad de Nueva Segovia, de Barquisimeto el 28. 11. 1729" (Archivo Nacional, Diversos XIV, Nº 10, página 106) se encuentran también algunos nombres de, tribus africanas.
He aquí una lista alfabética de todos los nombres de tribus africanas que pude encontrar en documentos dispersos. Para identificar estas tribus utilicé el libro Africa de Murdock (1959): Anagachi, Angola, Arara, Arache, Arobi - Bambi, Beñon, Barila, Binga, Bemba, Bran - Cachanga Cafo, Cambindo, Cabuta, Camoanda, Camaconda, Camojunda, Candala, Carabali, Casimba, Catangala, Cataloaqui, Catende, Congo, Cyle - Chalala, Chara - Ebia, Embuila, Fulo, Folopo, -Ganga, Guachi, Guaza, Guinea, Guunga, - Jerrero, Jiri - Luango-Mabala, Malemba, Mandele, Mandinga, Mina, Mobangombe, Mojinga, Monda, Mondongo, Mosanga, Matoangombe, Mugunchi - Nago - Popo - Quiboto, Quinene, Quisongo, Quisulo - Sape, Soso, Suchi, Sundi - Tacanga, Tari.
[Es difícil identificar las tribus según las listas de Murdock, puesto que muchos nombres están escritos en fonética española y otros están mutilados. Sin embargo, se podría identificar la mayor parte de estos nombres con tribus africanas modernas.
Los siguientes grupos pertenecen a los Nuclear Mande: Canga, Mandele, Mandinga, Soso. Hablan un idioma Mandé nigrítico. Su estructura social es caracterizada por familias extendidas patrilocales; existen patriclanes totémicos; viven en casas cónicas en aldeas fortificadas. Hay fraternidades esotéricas. La esclavitud era importante. Antes de ponerse en contacto con los europeos los Mandé fueron parcialmente convertidos al Islam. También fundaron algunos imperios importantes, que se basaban económicamente en el comercio transsahariano con los barberos (Murdock, 1959: 64 s).
Del sur del río Níger hasta la cuenca del río Volta y en el norte de Nigeria viven los Pueblos Voltáicos; a este grupo pertenecen las siguientes tribus de nuestra lista: Agachi (Ngaga), Barila (Bariba), Caobanga (Shanga), Mojinga (Moshi), Mosanga (Shanga), Quibito, Quinene, Quisongo, Quisulo. Los últimos cuatro pertenecen al grupo Guin-Senufo.
Los Moshi pertenecen a los Molé y los Ngaga a los Gurma. Los Bariba son Bargu, mientras que los Shanga llegaron más tarde a esta región y pertenecen al grupo Mandé (Murdock, 1959:70s). La cultura de esta región africana es bastante uniforme, a pesar de la multitud de tribus diferentes. Existen patri-clanes totémicos, la residencia es patrilocal y encontramos patri-familias extendidas. Las casas son cónicas y a veces rectangulares. Las familias viven en casas aisladas. Había esclavos casi hasta nuestros días. Las mujeres se ocupan del comercio en los mercados locales. Los Senufo tienen clanes matrilineales.
En las partes altas de Nigeria y Camerún viven los Plateau Nigerians (Murdock, 1959: 91 s). Hablan idiomas bantús. A ese grupo pertenecen las siguientes tribus de nuestra lista. Bambi (Mbemba), Chara, Aroba (Roba), Camoanda (Camba), Cataloaqui (Talok), Cule (Kulu), Embuila (Mbula), Guunga (Guungawa), Jiri (Guri), Monda (Munga), Muguchi (Munga). Hay familias patrilincales y patrilocales extendidas; esporádicamente encontramos también alguna residencia avunculocal. Viven en aldeas fortificadas en casas rectangulares o cónicas. Murdock piensa que esta región es la cuna de los bantús.
Los Nigerianos del Sur tenían contacto con los europeos desde hace muchos siglos (Murdock, 1959: 242 s). Entre ellos encontramos- Carabalí, Ebia y Nago (Yoruba). Los yoruba llegaron a América en gran número después de 1800. Por tal razón su cultura se conservó mejor en Brasil y Cuba, donde la esclavitud duró más tiempo y donde gran número de Yoruba llegaron en todo el siglo XIX. Otros nombres para los Yoruba son: Lucumí o Ayo. Ayo deriva de Oyo, capital del imperio yoruba que hacia 1900 todavía tenía importancia. Lucumí proviene de Ulkumia o Ulkami, nombre de una tribu mencionada por Dapper (1668):
El reino poderoso Ulkuma se encuentra entre Arda y Benin y llega hasta el mar. Desde ahí se exportan muchos esclavos vía Little Arda y Porto Novo a las Indias Occidentales en buques holandeses y portugueses.
A menudo se confunden los Minas, Arara, Fanti y Ashanti y los habitantes de Dahomey con los Lucumí (Lachataure, 1961: 4 s). De todos modos llegaron Yoruba a las Américas ya en el siglo XVI, pero la mayor parte sólo entre 1790 y 1875. El contrabando con esclavos procedentes de la costa de Nigeria y Dahomey prosperaba aún hasta las últimas décadas del siglo pasado a pesar de la vigilancia por parte de la Marina Británica.
La cultura en el sur de Nigeria es bastante uniforme. Las tribus hablan idioma Kwa. Hay patri-clanes y a veces también matri-clanes. Viven en casas rectangulares con techo o caballete, como las casas que encontramos en el Barlovento venezolano. Las aldeas se extienden a lo largo de un camino o un río. En las casas se encuentra a menudo un patio central, en el que se desenvuelve la vida cotidiana de la familia. Encontramos una estratificación social. El status social depende de títulos que se pueden comprar. Los Yoruba viven en ciudades y tienen sus plantaciones a alguna distancia de sus casas. Los Yoruba y Bini (Benin) fundaron grandes imperios, en donde floreció la artesanía y el arte.
La religión de los Yoruba se conservó en los cultos sincretistas afroamericanos, y por eso tiene importancia para nuestros estudios (Idowu, 1962). Creen en un Ser Supremo, ocioso, que era el creador del mundo y de los hombres y que está por encima de las deidades llamadas Orichas. Muchas Orichas son deidades de tribus o clanes, otras son espíritus acuáticos o de la naturaleza. Cada Oricha tiene sus atributos, emblemas, colores sagrados, festividades anuales, sus templos, sacerdotes y adeptos iniciados en el culto.
Entre las Orichas principales hay que mencionar a Obatalá u Orisanlá, ejecutara de la voluntad del Ser Supremo; Orunmila, deidad de la sabiduría y protectora del oráculo Ifá, venerada por los Babalaos. Ogún es el protector de los herreros, y hoy en día también de los choferes de taxi. Otra Oricha importante es Changó, deidad del trueno, que según la leyenda era Rey de Oyo. Shakpana es la deidad de la viruela, muy temida por los nigerianos. Echú es un dios "trickster", llamado también Elegbara o Elegua. Es el mensajero de los demás dioses. Además hay deidades femeninas conectadas con el culto del agua. Como veremos más adelante, estas deidades continúan viviendo en los cultos afroamericanos. La teología yoruba es un sistema religioso bien organizado, basado en una rica mitología.
Al oeste de los Yoruba viven los Twi, a quienes pertenecen los Fon del Dahomey, los Ewe de Togo, como también los Akan, Ashanti y Fanti de Ghana y algunos grupos de la Costa de Marfil (Murdock, 1959: 252 s).
De toda esta región salieron miles y miles de esclavos durante los tres siglos de la Trata. El aporte cultural de estos pueblos a las culturas afroamericanas es importante. La religión Fon sobrevive en el vudú de Haití (Herskovits, 1937, 1938). Los Fanti y Ewe dejaron sus huellas en las Antillas y en Surinam (Dark, 1954; Líndblohm, 1923).
A este grupo pertenecen las tribus siguientes de nuestra lista: Arara, Arache (Araya), Guachi (Wachi), Ewe, Fon, Guaza (Wasa), Akan, Ashanti, Mina (Popo, Gege), Popo, Tari. Los Twi hablan idiomas nigríticos.
Los Ewe tienen familias extendidas patrilineales; los Akan son matrilineales. Viven en casas cónicas o rectangulares. El reino de los Ashanti y el imperio Fon (Dahomey) tienen importancia histórica. La esclavitud era una institución bien conocida en toda esta región. El Rey de Dahomey debía su poder al comercio de esclavos con los europeos. En el siglo XVIII su influencia se extendió hasta Arda y Whydah, puertos de exportación de muchos esclavos. Los Fon luchaban con los Yoruba vecinos, vendiendo los prisioneros de guerra a los europeos. Estas guerras fueron atizadas por los blancos para estimular el comercio con esclavos y armas. Los puertos de exportación fueron Arda, Whydah, Porto Novo, Badagry y Lagos (Lachataure, 1961: 5). Herskovits (1938) escribió una monografía sobre Dahomey. Los Fon tienen patriclanes, pero cada mujer de una familia poligínica tiene su propia casa dentro del "compound" donde vive con sus hijos. En las aldeas los hombres forman brigadas de trabajo para labrar la tierra en común. Este sistema se llama "dokpwe" y recuerda a las "cayapas" venezolanas. El Ser Supremo de los Fon es Mawu-Lisa. El panteón está estructurado casi como entre los Yoruba. Hay también sectas de adeptos para cada deidad (vodún). Hay dioses telúricos y celestiales, espíritus de la naturaleza y acuáticos. Hay sacerdotes y mediums que reciben los espíritus en ocasión de las grandes fiestas. El culto de las culebras sagradas en el templo de Whydah tenía cierta importancia, pero cayó en desuso ya en el tiempo de Ellis (1890: 54 s).
Entre los Ashanti y Akan el nombre del Ser Supremo es Nyankopon (Ellis, 1887: 26-28). El mismo nombre se conservó entre los Bushnegroes de Surinam. En Ghana se veneran también deidades inferiores, son los Srahmantum y Sasabosum, que a menudo moran en ceibas. Anteriormente se hacía sacrificios humanos a las deidades. También se cree en deidades acuáticas (Ellis, 1887. 34).
En la Costa de Liberia, Sierra Leona y la Costa de Marfil viven los siguientes grupos: Kru y Mande Periféricos. Ngere (Jerero) y tribus que en las Américas se conocían con el nombre genérico "Guinea", importados a las colonias españolas por los ingleses durante el siglo XVIII. La cultura de esta región es uniforme. Hay patrifamilias, sociedades secretas de hombres y clases de edad. Viven en casas rectangulares. Las aldeas se forman alrededor de una plaza central. La esclavitud era omnipresente. Se practicaba la circuncisión en ambos sexos (Murdock, 1959: 259 s).
Los siguientes grupos de nuestra lista se encuentran entre los Senegambios: Bañon (Banyun), Bran, Catende (Tenda, Tende), Folopo (Wollof), Fulo (Wollof), Sape (Zape, Baga). Estos pueblos viven a lo largo de la costa atlántica entre Guinea Portuguesa y Río de Oro. La mayor parte de los esclavos de esta región fueron traídos a las Américas por los franceses y portugueses, muchos vía Gorée. Las tribus son matrilineales. Desde hace muchos siglos están en contacto comercial con el Norte de Africa a través de Mauritania (Murdock, 1959: 265 s).
El otro grupo africano importante en las Américas es el congolés. Los bantús trabajaban en las plantaciones mientras que los esclavos de Guinea eran domésticos y artesanos en la "Casa Grande". Los "guineos" eran más refinados, más inteligentes y más urbanos; tenían más libertad para reunirse y así les fue más fácil conservar sus costumbres. Parece que en Venezuela hay muchos descendientes de congoleses. Eso se comprueba en el gran número de nombres de tribus congoleses en nuestra lista. También se conservaron algunas palabras bantús y tambores congoleses.
Entre los Bantús del Noroeste entre Camerún y la República Central Africana contamos los grupos siguientes: Bafo (Cafo), Candala (Manda), Casimba (Simba), Catagala, Catende (Tende), Mobangombe (Mbang). Viven en aldeas a la orilla de los caminos en casas rectangulares con paredes de adobe y techos de paja. Falta una estratificación social. Los jefes no tienen mucho poder, y el consejo de los viejos decide en todos los asuntos de importancia. Las sociedades secretas son Poderosas. Tienen conucos en la selva donde plantan ñame, yuca y maíz. La residencia es virilocal, pero la descendencia es matrilineal (Murdock, 1959: 259 s). Los Bantús Ecuatoriales viven en la cuenca del Río Congo. Estas tribus tienen rasgos culturales semejantes a los pueblos de la costa de Nigeria. A ellos pertenecen los Babinga (Binga), Bemba (Babemba), Camajunda, Mondongo, Motoangombe (Ngombe), Tacanga (Bacongo), los grupos llamados "congos" simplemente. Como los ingleses tenían una fábrica en Banana en la desembocadura del Río Congo, entre 1715 y 1730, muchos bantús llegaron a las colonias españolas. La estructura social es parecida a la de los pueblos de la costa de "Guinea". Hay clanes patrilineales; pero falta una estructura política más allá de la aldea (Murdock, 1959: 278 s).
Del Congo Central sólo llegaron los Babindi (Bindi) y los Mongo y Luba a Venezuela. En esta región hay descendencia matrilineal. Los Lunda fundaron un reino despótico (Murdock, 1959: 284 s).
La religión de todos estos grupos bantús congoleses es bastante parecida. Según Anderson (1958) los congoleses creen en un Ser Supremo, Nzambi, que vive en el cielo y es, creador del mundo. No hay culto institucionalizado para él; en cambio veneran las deidades de la tierra y de la naturaleza. El culto por los antepasados tiene importancia primordial. Creen también en una fuerza vital -bilongo- que puede entrar en un objeto. De esta creencia se deriva el "fetichismo". Pero es falso pensar que los congoloses veneran objetos como meros objetos; siempre es la fuerza que se encuentra en el objeto lo que cuenta. Se cree en una vida eterna para las almas. La magia tiene mucha importancia. Creen que los brujos se pueden transformar en animales. Son comunes los ritos extáticos y de posesión. Los portugueses convirtieron al Rey del Congo y a muchos de sus súbditos en el siglo XV, pero luego se perdió el catolicismo. Sin embargo ciertos rasgos se conservan hasta nuestros días, tales como la cruz que se utiliza en ciertos ritos mágicos y algunas esculturas de madre e hijo.
En Río de Janeiro se conservan ciertos aspectos de la religión congolesa en el culto de la Macumba, pero ya transformada por influencias yoruba y espiritistas.
La cultura de los Bantús Centrales de la región del Congo y de Angola (Benguela) es muy semejante. Los portugueses exportaron miles y miles de esclavos de esta región hacia Brasil y las colonias españolas. Contamos en nuestra lista a los Angola, Cambuta (Camba), Camaconda (Baconda), Baconga, Congo, Chalala (Kalanga), Luango, Mabala, Malemba, Suchi (Basuchi), Sundi (Asundi). Predomina la descendencia matrilineal. Encontramos aldeas con casas rectangulares. Es frecuente el totemismo. Los pueblos tienen agricultura de conuco; pero también la pesca y la cacería son importantes. Tenemos que mencionar el reino despótico de Congo (Murdock, 1959: 290 s). Su historia está ligada a los esfuerzos de los portugueses por colonizar esta región en los siglos XV y XVI. Ribas (1958) describe la religión de las tribus de Angola en la actualidad. Él Ser Supremo se llama Zambi, es el creador del mundo y dueño de la vida y de la muerte. Hay deidades inferiores: los Miondas, dueños de los ríos; los Quiandas, espíritus buenos que ayudan a los adivinadores; los Malungas, espíritus de la selva, los Quitutas, espíritus de la naturaleza y los Calundus, almas de los antepasados que se aparecen en forma de espectros. El Quimbamba o Quimbanda -el sacerdote- practica también la brujería y el curanderismo. Se pone en contacto con el mundo espiritual por trance y sueños. Los Muloji son brujos que ejercen la magia negra; son frecuentes las sesiones espiritistas. Hoy en día veneran a los Olapilas, deidades congolesas que se confunden con los santos católicos. Surge un sincretismo parecido a los cultos afroamericanos.
Para obtener más informes sobre los negros de Venezuela fue preciso consultar otras fuentes. Acosta Saignes (1960: 14) dice que el Rey de Angola fue llamado Ngola. Reinaba sobre los Ndongo. Los portugueses confundieron el nombre del Rey con el nombre del territorio "Angola". Los esclavos exportados vía Calabar se llamaban Carabalí en Cuba México y Venezuela. Creo que se trataba de Ibo, Ekoi, Ibibio e Ijo, tribus de esta región. Aguirre Beltrán (1940: 120) señala que los Ganga formaban parte del grupo Mandinga, porque los árabes llamaron Gangara a los Mandé. Ortiz habla también de los Ganga (1924), pero cree que ellos pertenecen más bien a los Loango, porque en esta región llaman a los brujos "nganga".
Entre los primeros esclavos traídos a las Américas había muchos Mandinga. Eran muy temidos porque tenían fama de ser grandes brujos. Ramos (1943) piensa que una parte de los Mandinga que llegaron a las Américas eran musulmanes, y tenían una cultura más elevada que muchos blancos de Brasil en aquella época. Los hacendados no querían tener negros musulmanes entre sus esclavos por su espíritu rebelde.
Ramos (1943: 60) piensa que los Mina eran congoleses. Por otra parte los autores están de acuerdo en que los esclavos procedentes de la Costa de Ghana y Togo fueron conocidos con este nombre, lo que parece más lógico. En Venezuela el tambor "mina" proviene por cierto de esta región. Ramos identifica los Ga, Tshi, Ewe y Yoruba con los Nagos (1943: 377). Otros autores sólo designan los Yoruba con este nombre. Ramos dice que el idioma Nago llegó a ser "Lengua franca" entre los negros brasileros, Todavía el yoruba es idioma litúrgico entre los Candomblés de Bahía.
Había muchos Tari en Venezuela. En el Estado Yaracuy hay una región que se llama Tari. Durante la época colonial los Tari tenían cofradías importantes en Caracas (Acosta Saignes, 1961 a: 21). Según Aguirre Beltrán (1940: 139) pertenecen al grupo Ewe-Fon, y vinieron de Ghana vía Elmina.
Resumiendo este análisis se puede decir que en las Américas encontramos tres grupos de negros africanos: a) la cultura de la Costa Occidental o "de Guinea" (Ghana, Costa de Esclavos, Nigeria). Fanti, Ashanti, Ewe, Fon, Yoruba, Tari, Carabalí, etc.; b) la cultura bantú de la región del Congo y Angola; c) la cultura de los Malinke islamizados (Mandinga).
El elemento bantú es omnipresente, pero a menudo mezclado con elementos del grupo a. En las colonias inglesas y holandesas (Jamaica, Guayana, Antillas) como también en el sur de los Estados Unidos predomina la cultura Fanti-Ashanti. En Trinidad hay rasgos yoruba.
En los territorios franceses (Haití, Martinica) y Louisiana se notan aportes de la cultura Ewe-Fon, pero también el aporte del Congo es importante. En Brasil se manifiesta el elemento yoruba ante todo en los cultos sincretistas y la música brasilera. Hay también aportes importantes de los Fon (en cultos en Marañón), de los congoleses (ciertas manifestaciones folkl6ricas asociadas a los "Reyes del Congo") y de los Mandinga (amuletos). En Cuba predomina la religión yoruba (Lucumí) en la Santería, pero hay rasgos Carabalí (el ñañagismo) y aportes congoleses (fiestas para los "Reyes del Congo").
En Venezuela es difícil identificar culturas enteras. Se habla más bien de rasgos y elementos. Como era costumbre distribuir los esclavos entre los hacendados, los negros perdieron contacto con sus compañeros de la misma tribu. En la hacienda fueron puestos junto con esclavos de otras regiones o con negros criollos. Esta dispersión facilitaba la aculturación y disminuía el peligro de una sublevación organizada. Por otra parte en las cofradías se unieron negros de la misma tribu o de la misma región. En Venezuela nunca hubo predominio de una cultura africana sobre otra. Además, el aporte cultural indígena siempre jugaba un papel importante".
Del sur del río Níger hasta la cuenca del río Volta y en el norte de Nigeria viven los Pueblos Voltáicos; a este grupo pertenecen las siguientes tribus de nuestra lista: Agachi (Ngaga), Barila (Bariba), Caobanga (Shanga), Mojinga (Moshi), Mosanga (Shanga), Quibito, Quinene, Quisongo, Quisulo. Los últimos cuatro pertenecen al grupo Guin-Senufo.
Los Moshi pertenecen a los Molé y los Ngaga a los Gurma. Los Bariba son Bargu, mientras que los Shanga llegaron más tarde a esta región y pertenecen al grupo Mandé (Murdock, 1959:70s). La cultura de esta región africana es bastante uniforme, a pesar de la multitud de tribus diferentes. Existen patri-clanes totémicos, la residencia es patrilocal y encontramos patri-familias extendidas. Las casas son cónicas y a veces rectangulares. Las familias viven en casas aisladas. Había esclavos casi hasta nuestros días. Las mujeres se ocupan del comercio en los mercados locales. Los Senufo tienen clanes matrilineales.
En las partes altas de Nigeria y Camerún viven los Plateau Nigerians (Murdock, 1959: 91 s). Hablan idiomas bantús. A ese grupo pertenecen las siguientes tribus de nuestra lista. Bambi (Mbemba), Chara, Aroba (Roba), Camoanda (Camba), Cataloaqui (Talok), Cule (Kulu), Embuila (Mbula), Guunga (Guungawa), Jiri (Guri), Monda (Munga), Muguchi (Munga). Hay familias patrilincales y patrilocales extendidas; esporádicamente encontramos también alguna residencia avunculocal. Viven en aldeas fortificadas en casas rectangulares o cónicas. Murdock piensa que esta región es la cuna de los bantús.
Los Nigerianos del Sur tenían contacto con los europeos desde hace muchos siglos (Murdock, 1959: 242 s). Entre ellos encontramos- Carabalí, Ebia y Nago (Yoruba). Los yoruba llegaron a América en gran número después de 1800. Por tal razón su cultura se conservó mejor en Brasil y Cuba, donde la esclavitud duró más tiempo y donde gran número de Yoruba llegaron en todo el siglo XIX. Otros nombres para los Yoruba son: Lucumí o Ayo. Ayo deriva de Oyo, capital del imperio yoruba que hacia 1900 todavía tenía importancia. Lucumí proviene de Ulkumia o Ulkami, nombre de una tribu mencionada por Dapper (1668):
El reino poderoso Ulkuma se encuentra entre Arda y Benin y llega hasta el mar. Desde ahí se exportan muchos esclavos vía Little Arda y Porto Novo a las Indias Occidentales en buques holandeses y portugueses.
A menudo se confunden los Minas, Arara, Fanti y Ashanti y los habitantes de Dahomey con los Lucumí (Lachataure, 1961: 4 s). De todos modos llegaron Yoruba a las Américas ya en el siglo XVI, pero la mayor parte sólo entre 1790 y 1875. El contrabando con esclavos procedentes de la costa de Nigeria y Dahomey prosperaba aún hasta las últimas décadas del siglo pasado a pesar de la vigilancia por parte de la Marina Británica.
La cultura en el sur de Nigeria es bastante uniforme. Las tribus hablan idioma Kwa. Hay patri-clanes y a veces también matri-clanes. Viven en casas rectangulares con techo o caballete, como las casas que encontramos en el Barlovento venezolano. Las aldeas se extienden a lo largo de un camino o un río. En las casas se encuentra a menudo un patio central, en el que se desenvuelve la vida cotidiana de la familia. Encontramos una estratificación social. El status social depende de títulos que se pueden comprar. Los Yoruba viven en ciudades y tienen sus plantaciones a alguna distancia de sus casas. Los Yoruba y Bini (Benin) fundaron grandes imperios, en donde floreció la artesanía y el arte.
La religión de los Yoruba se conservó en los cultos sincretistas afroamericanos, y por eso tiene importancia para nuestros estudios (Idowu, 1962). Creen en un Ser Supremo, ocioso, que era el creador del mundo y de los hombres y que está por encima de las deidades llamadas Orichas. Muchas Orichas son deidades de tribus o clanes, otras son espíritus acuáticos o de la naturaleza. Cada Oricha tiene sus atributos, emblemas, colores sagrados, festividades anuales, sus templos, sacerdotes y adeptos iniciados en el culto.
Entre las Orichas principales hay que mencionar a Obatalá u Orisanlá, ejecutara de la voluntad del Ser Supremo; Orunmila, deidad de la sabiduría y protectora del oráculo Ifá, venerada por los Babalaos. Ogún es el protector de los herreros, y hoy en día también de los choferes de taxi. Otra Oricha importante es Changó, deidad del trueno, que según la leyenda era Rey de Oyo. Shakpana es la deidad de la viruela, muy temida por los nigerianos. Echú es un dios "trickster", llamado también Elegbara o Elegua. Es el mensajero de los demás dioses. Además hay deidades femeninas conectadas con el culto del agua. Como veremos más adelante, estas deidades continúan viviendo en los cultos afroamericanos. La teología yoruba es un sistema religioso bien organizado, basado en una rica mitología.
Al oeste de los Yoruba viven los Twi, a quienes pertenecen los Fon del Dahomey, los Ewe de Togo, como también los Akan, Ashanti y Fanti de Ghana y algunos grupos de la Costa de Marfil (Murdock, 1959: 252 s).
De toda esta región salieron miles y miles de esclavos durante los tres siglos de la Trata. El aporte cultural de estos pueblos a las culturas afroamericanas es importante. La religión Fon sobrevive en el vudú de Haití (Herskovits, 1937, 1938). Los Fanti y Ewe dejaron sus huellas en las Antillas y en Surinam (Dark, 1954; Líndblohm, 1923).
A este grupo pertenecen las tribus siguientes de nuestra lista: Arara, Arache (Araya), Guachi (Wachi), Ewe, Fon, Guaza (Wasa), Akan, Ashanti, Mina (Popo, Gege), Popo, Tari. Los Twi hablan idiomas nigríticos.
Los Ewe tienen familias extendidas patrilineales; los Akan son matrilineales. Viven en casas cónicas o rectangulares. El reino de los Ashanti y el imperio Fon (Dahomey) tienen importancia histórica. La esclavitud era una institución bien conocida en toda esta región. El Rey de Dahomey debía su poder al comercio de esclavos con los europeos. En el siglo XVIII su influencia se extendió hasta Arda y Whydah, puertos de exportación de muchos esclavos. Los Fon luchaban con los Yoruba vecinos, vendiendo los prisioneros de guerra a los europeos. Estas guerras fueron atizadas por los blancos para estimular el comercio con esclavos y armas. Los puertos de exportación fueron Arda, Whydah, Porto Novo, Badagry y Lagos (Lachataure, 1961: 5). Herskovits (1938) escribió una monografía sobre Dahomey. Los Fon tienen patriclanes, pero cada mujer de una familia poligínica tiene su propia casa dentro del "compound" donde vive con sus hijos. En las aldeas los hombres forman brigadas de trabajo para labrar la tierra en común. Este sistema se llama "dokpwe" y recuerda a las "cayapas" venezolanas. El Ser Supremo de los Fon es Mawu-Lisa. El panteón está estructurado casi como entre los Yoruba. Hay también sectas de adeptos para cada deidad (vodún). Hay dioses telúricos y celestiales, espíritus de la naturaleza y acuáticos. Hay sacerdotes y mediums que reciben los espíritus en ocasión de las grandes fiestas. El culto de las culebras sagradas en el templo de Whydah tenía cierta importancia, pero cayó en desuso ya en el tiempo de Ellis (1890: 54 s).
Entre los Ashanti y Akan el nombre del Ser Supremo es Nyankopon (Ellis, 1887: 26-28). El mismo nombre se conservó entre los Bushnegroes de Surinam. En Ghana se veneran también deidades inferiores, son los Srahmantum y Sasabosum, que a menudo moran en ceibas. Anteriormente se hacía sacrificios humanos a las deidades. También se cree en deidades acuáticas (Ellis, 1887. 34).
En la Costa de Liberia, Sierra Leona y la Costa de Marfil viven los siguientes grupos: Kru y Mande Periféricos. Ngere (Jerero) y tribus que en las Américas se conocían con el nombre genérico "Guinea", importados a las colonias españolas por los ingleses durante el siglo XVIII. La cultura de esta región es uniforme. Hay patrifamilias, sociedades secretas de hombres y clases de edad. Viven en casas rectangulares. Las aldeas se forman alrededor de una plaza central. La esclavitud era omnipresente. Se practicaba la circuncisión en ambos sexos (Murdock, 1959: 259 s).
Los siguientes grupos de nuestra lista se encuentran entre los Senegambios: Bañon (Banyun), Bran, Catende (Tenda, Tende), Folopo (Wollof), Fulo (Wollof), Sape (Zape, Baga). Estos pueblos viven a lo largo de la costa atlántica entre Guinea Portuguesa y Río de Oro. La mayor parte de los esclavos de esta región fueron traídos a las Américas por los franceses y portugueses, muchos vía Gorée. Las tribus son matrilineales. Desde hace muchos siglos están en contacto comercial con el Norte de Africa a través de Mauritania (Murdock, 1959: 265 s).
El otro grupo africano importante en las Américas es el congolés. Los bantús trabajaban en las plantaciones mientras que los esclavos de Guinea eran domésticos y artesanos en la "Casa Grande". Los "guineos" eran más refinados, más inteligentes y más urbanos; tenían más libertad para reunirse y así les fue más fácil conservar sus costumbres. Parece que en Venezuela hay muchos descendientes de congoleses. Eso se comprueba en el gran número de nombres de tribus congoleses en nuestra lista. También se conservaron algunas palabras bantús y tambores congoleses.
Entre los Bantús del Noroeste entre Camerún y la República Central Africana contamos los grupos siguientes: Bafo (Cafo), Candala (Manda), Casimba (Simba), Catagala, Catende (Tende), Mobangombe (Mbang). Viven en aldeas a la orilla de los caminos en casas rectangulares con paredes de adobe y techos de paja. Falta una estratificación social. Los jefes no tienen mucho poder, y el consejo de los viejos decide en todos los asuntos de importancia. Las sociedades secretas son Poderosas. Tienen conucos en la selva donde plantan ñame, yuca y maíz. La residencia es virilocal, pero la descendencia es matrilineal (Murdock, 1959: 259 s). Los Bantús Ecuatoriales viven en la cuenca del Río Congo. Estas tribus tienen rasgos culturales semejantes a los pueblos de la costa de Nigeria. A ellos pertenecen los Babinga (Binga), Bemba (Babemba), Camajunda, Mondongo, Motoangombe (Ngombe), Tacanga (Bacongo), los grupos llamados "congos" simplemente. Como los ingleses tenían una fábrica en Banana en la desembocadura del Río Congo, entre 1715 y 1730, muchos bantús llegaron a las colonias españolas. La estructura social es parecida a la de los pueblos de la costa de "Guinea". Hay clanes patrilineales; pero falta una estructura política más allá de la aldea (Murdock, 1959: 278 s).
Del Congo Central sólo llegaron los Babindi (Bindi) y los Mongo y Luba a Venezuela. En esta región hay descendencia matrilineal. Los Lunda fundaron un reino despótico (Murdock, 1959: 284 s).
La religión de todos estos grupos bantús congoleses es bastante parecida. Según Anderson (1958) los congoleses creen en un Ser Supremo, Nzambi, que vive en el cielo y es, creador del mundo. No hay culto institucionalizado para él; en cambio veneran las deidades de la tierra y de la naturaleza. El culto por los antepasados tiene importancia primordial. Creen también en una fuerza vital -bilongo- que puede entrar en un objeto. De esta creencia se deriva el "fetichismo". Pero es falso pensar que los congoloses veneran objetos como meros objetos; siempre es la fuerza que se encuentra en el objeto lo que cuenta. Se cree en una vida eterna para las almas. La magia tiene mucha importancia. Creen que los brujos se pueden transformar en animales. Son comunes los ritos extáticos y de posesión. Los portugueses convirtieron al Rey del Congo y a muchos de sus súbditos en el siglo XV, pero luego se perdió el catolicismo. Sin embargo ciertos rasgos se conservan hasta nuestros días, tales como la cruz que se utiliza en ciertos ritos mágicos y algunas esculturas de madre e hijo.
En Río de Janeiro se conservan ciertos aspectos de la religión congolesa en el culto de la Macumba, pero ya transformada por influencias yoruba y espiritistas.
La cultura de los Bantús Centrales de la región del Congo y de Angola (Benguela) es muy semejante. Los portugueses exportaron miles y miles de esclavos de esta región hacia Brasil y las colonias españolas. Contamos en nuestra lista a los Angola, Cambuta (Camba), Camaconda (Baconda), Baconga, Congo, Chalala (Kalanga), Luango, Mabala, Malemba, Suchi (Basuchi), Sundi (Asundi). Predomina la descendencia matrilineal. Encontramos aldeas con casas rectangulares. Es frecuente el totemismo. Los pueblos tienen agricultura de conuco; pero también la pesca y la cacería son importantes. Tenemos que mencionar el reino despótico de Congo (Murdock, 1959: 290 s). Su historia está ligada a los esfuerzos de los portugueses por colonizar esta región en los siglos XV y XVI. Ribas (1958) describe la religión de las tribus de Angola en la actualidad. Él Ser Supremo se llama Zambi, es el creador del mundo y dueño de la vida y de la muerte. Hay deidades inferiores: los Miondas, dueños de los ríos; los Quiandas, espíritus buenos que ayudan a los adivinadores; los Malungas, espíritus de la selva, los Quitutas, espíritus de la naturaleza y los Calundus, almas de los antepasados que se aparecen en forma de espectros. El Quimbamba o Quimbanda -el sacerdote- practica también la brujería y el curanderismo. Se pone en contacto con el mundo espiritual por trance y sueños. Los Muloji son brujos que ejercen la magia negra; son frecuentes las sesiones espiritistas. Hoy en día veneran a los Olapilas, deidades congolesas que se confunden con los santos católicos. Surge un sincretismo parecido a los cultos afroamericanos.
Para obtener más informes sobre los negros de Venezuela fue preciso consultar otras fuentes. Acosta Saignes (1960: 14) dice que el Rey de Angola fue llamado Ngola. Reinaba sobre los Ndongo. Los portugueses confundieron el nombre del Rey con el nombre del territorio "Angola". Los esclavos exportados vía Calabar se llamaban Carabalí en Cuba México y Venezuela. Creo que se trataba de Ibo, Ekoi, Ibibio e Ijo, tribus de esta región. Aguirre Beltrán (1940: 120) señala que los Ganga formaban parte del grupo Mandinga, porque los árabes llamaron Gangara a los Mandé. Ortiz habla también de los Ganga (1924), pero cree que ellos pertenecen más bien a los Loango, porque en esta región llaman a los brujos "nganga".
Entre los primeros esclavos traídos a las Américas había muchos Mandinga. Eran muy temidos porque tenían fama de ser grandes brujos. Ramos (1943) piensa que una parte de los Mandinga que llegaron a las Américas eran musulmanes, y tenían una cultura más elevada que muchos blancos de Brasil en aquella época. Los hacendados no querían tener negros musulmanes entre sus esclavos por su espíritu rebelde.
Ramos (1943: 60) piensa que los Mina eran congoleses. Por otra parte los autores están de acuerdo en que los esclavos procedentes de la Costa de Ghana y Togo fueron conocidos con este nombre, lo que parece más lógico. En Venezuela el tambor "mina" proviene por cierto de esta región. Ramos identifica los Ga, Tshi, Ewe y Yoruba con los Nagos (1943: 377). Otros autores sólo designan los Yoruba con este nombre. Ramos dice que el idioma Nago llegó a ser "Lengua franca" entre los negros brasileros, Todavía el yoruba es idioma litúrgico entre los Candomblés de Bahía.
Había muchos Tari en Venezuela. En el Estado Yaracuy hay una región que se llama Tari. Durante la época colonial los Tari tenían cofradías importantes en Caracas (Acosta Saignes, 1961 a: 21). Según Aguirre Beltrán (1940: 139) pertenecen al grupo Ewe-Fon, y vinieron de Ghana vía Elmina.
Resumiendo este análisis se puede decir que en las Américas encontramos tres grupos de negros africanos: a) la cultura de la Costa Occidental o "de Guinea" (Ghana, Costa de Esclavos, Nigeria). Fanti, Ashanti, Ewe, Fon, Yoruba, Tari, Carabalí, etc.; b) la cultura bantú de la región del Congo y Angola; c) la cultura de los Malinke islamizados (Mandinga).
El elemento bantú es omnipresente, pero a menudo mezclado con elementos del grupo a. En las colonias inglesas y holandesas (Jamaica, Guayana, Antillas) como también en el sur de los Estados Unidos predomina la cultura Fanti-Ashanti. En Trinidad hay rasgos yoruba.
En los territorios franceses (Haití, Martinica) y Louisiana se notan aportes de la cultura Ewe-Fon, pero también el aporte del Congo es importante. En Brasil se manifiesta el elemento yoruba ante todo en los cultos sincretistas y la música brasilera. Hay también aportes importantes de los Fon (en cultos en Marañón), de los congoleses (ciertas manifestaciones folkl6ricas asociadas a los "Reyes del Congo") y de los Mandinga (amuletos). En Cuba predomina la religión yoruba (Lucumí) en la Santería, pero hay rasgos Carabalí (el ñañagismo) y aportes congoleses (fiestas para los "Reyes del Congo").
En Venezuela es difícil identificar culturas enteras. Se habla más bien de rasgos y elementos. Como era costumbre distribuir los esclavos entre los hacendados, los negros perdieron contacto con sus compañeros de la misma tribu. En la hacienda fueron puestos junto con esclavos de otras regiones o con negros criollos. Esta dispersión facilitaba la aculturación y disminuía el peligro de una sublevación organizada. Por otra parte en las cofradías se unieron negros de la misma tribu o de la misma región. En Venezuela nunca hubo predominio de una cultura africana sobre otra. Además, el aporte cultural indígena siempre jugaba un papel importante".
Fuente:
Bibliografía:
Pollak Eltz, Angelina. Procedencia de los esclavos negros traídos a Venezuela. -- En: Vestigios africanos en la cultura del pueblo Venezolano. -- Caracas : Universidad Católica Andrés Bello, Instituto de investigaciones Históricas, 1972. -- p. 23 - 32
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