La envidia

Excelente tema que trae mi estimada hermana Consagración India, La Envidia es el origen (en un alto porcentaje) de las maldades y daños espirituales que nos causamos unos a otros, es evidente si lo analizamos bien, de hecho está íntimamente ligada al Mal de Ojo.

No todo el tiempo es consciente, a veces si nos descuidamos y nos molesta que una persona le haya ido bien en determinado momento, podemos caer en el rango de ese sentimiento, es un sentimiento muy negativo, que está allí como una emisora de radio, casi todos los sentimientos se podrían ilustrar con esa analogía, así que queda de nuestra parte controlar a que nos sintonizamos y no permitir simplemente que esas emisoras lleguen al azar, nosotros tenemos el poder de controlarlas y cambiarlas, si nos sintonizamos en ese sentimiento pues estamos trayendo a este mundo energías muy dañinas que perjudican a nuestros semejantes y automáticamente a nosotros mismos.

Una buena práctica para no permitir que nos invada ese sentimiento es acostumbrarse a bendecir los logros y el éxito de nuestros semejantes, bendecir su prosperidad, su suerte, sus avances. Si sentimos que nos quedamos atrás, pues hagamos de ello una motivación, no para ser mejor que X, sino para encontrar una mejor versión de nosotros mismos cada día, ser agradecidos es una gran vacuna contra el sentimiento de la envidia.

Los niños a pesar de la gran protección innata con que vienen al mundo son propensos a esas malas energías, los viejitos de antes nos recomendaban que acostumbremos a que si un niño nos llama la atención por su viveza, su energía, su ternura o X, digamos “Dios lo cuide” para cortar cualquier patrón de mal de ojo involuntario.

También si tienes un bebe y notas que alguna persona hace contacto visual y no dice “Dios lo cuide” pues en nuestra mente concentrémonos en nuestro bebe y digamos 3 veces “Dios te cuide y te proteja”. Los viejitos de antes y los Espíritus recomiendan bautizar temprano a los bebes para fortalecerlos contra las influencias negativas de la envidia y el mal de ojo.

Los envidiosos no son un grupo exclusivo de determinado número de personas, todos somos propensos en determinados momentos y situaciones de caer en este sentimiento negativo, por ello es que de todas partes nos recomiendan siempre mantener la oración, ser agradecidos todos los días, agradecerle a Dios por la vida, por los alimentos que recibimos, por el solecito que nos calienta, por el agua que nos refresca y calma la sed, por nuestros Padres que nos han traído a este mundo, por nuestros hermanos, por la bendición que recibimos con nuestros hijos, por nuestro cuerpo, nuestros sentidos que nos permiten aprender, conocer, sentir, probar, oler, tantas cosas por las que podemos agradecer, no dejemos que los problemas o circunstancias nos nublen la visión y dejemos de apreciar las cosas buenas en el mundo.

Deseando el bien a otros lo obtenemos también automáticamente, eso lo trasmite sabiamente Facundo Cabral cuando dice "Si los malos supieran que buen negocio es ser bueno, serían buenos aunque sea por negocio", para crear bendiciones en nuestra vida debemos empezar por desearlas y traerlas a los demás, hay que sembrarlas, si usted siembra limón no puede esperar cosechar mangos.