La concepción de Èsù por la osha sea en la Santería afrocubana o por el Candomblé y otras religiones afro-brasileñas es la de un Orixá en la suposición que se lleva relaciones directas con el Orixá el cual es despachado en virtud de mantenerse alejado y apaciguado debido a su naturaleza que se le parece mucho a la de Satanás al ser un ser engañoso, tramposo, causante de polémica, lo que en resumen lo pone como un tentador y eso se refleja muy claramente en las leyendas que giran entorno a la deidad en particular. En el caso de la Quimbanda se trata de Espíritus que se mueven dentro de una faja particular vibratoria que se asocia al Orixá y por consiguiente, actúan como subordinados de esa figura ejerciendo las funciones que compete como mensajeros y mediadores de los Orixás puesto que éstos están distribuidos cada uno ejerciendo funciones asociadas a los demás Orixás de acuerdo a las capacidades que tengan, por lo que, hay Exú subordinado a Oxossi, Ogum, Xangó, etc., que operan como vigilantes y regentes ejecutores de la Causa y Efecto. Es decir, el Orixá es el mismo comprendido por cualquier credo yoruba, no obstante, no es el objeto de adoración en la Quimbanda ni en la Umbanda sino que son las almas de los difuntos que representan sus funciones como las otras falanges que se mueven dentro de una vibración particular, por ejemplo, los que se mueven dentro de la vibración de Oxossi son subordinados de Oxossi y así respectivamente. No sé de dónde el concepto de que no tenga libre albedrío ya que sí lo tiene, generalmente ignorando más de lo que atendiendo los llamados de las personas dejando que los Espíritus frívolos y mentirosos se ocupen de acercarse a los que los llaman cuando sus solicitudes no despiertan el interés de los que están por encima de él, con ese fin, cuando él intercede por alguien lo hace como trabajo y no por vocación ya que son Espíritus que no han desarrollado el concepto de caridad como lo han hecho los fundadores de las falanges que son quienes están en lo más alto de la escala evolutiva, y así, hasta que no llega alguien de arriba y le dé orden de liberar a fulano no representa para él preocupación alguna el estado en que se encuentre fulano que puede convertirse en objeto de entretenimiento si teniendo carácter débil puede instalar discordia, pleitos y dramatismo que les haga carcajear como es costumbre en ellos. En la osha ocurren situaciones bien diversas ya que al encontrar un subordinado vinculado al fetiche que representa a la deidad éste según sus escrúpulos puede ejercen bien su papel de mediador considerando el merecimiento como lo hace un Exú de Ley, en caso contrario, por una ofrenda brinda cualquier cosa a la persona que no merezca y que luego le será motivo de grandes sufrimientos como lo hace también un Exú pagano. En resumen, la diferencia gira entorno a la mitología que envuelve a la deidad/entidad y las formas de culto que existen.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.