Reflexion...

Una vez un campesino chino, pobre y muy sabio, trabajaba la tierra duramente con su hijo.
Un día el hijo le dijo: "Padre, ¡qué desgracia! Se nos ha ido el caballo."
"¿Por qué le llamas desgracia? - respondió el padre, veremos lo que trae el
tiempo..."


A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo. "¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho, nuestro caballo ha traído otro caballo."
"¿Por qué le llamas suerte? - repuso el padre, veamos qué nos trae el tiempo."

En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se enfurecio y lo arrojó al suelo. E muchacho se quebró una pierna.
"Padre, qué desgracia! - exclamó ahora el muchacho - ¡Me he quebrado la pierna!"
Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció:
"¿Por qué le llamas desgracia? Veamos lo que trae el tiempo!"

El muchacho no se convencía de la filosofía del padre, sino que se quejaba en su cama. Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo.

El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno.

La moraleja de este antiguo consejo Tibetano es que la vida da tantas vueltas, y es tan paradójico su desarrollo, que muchas veces lo malo se hace bueno, y lo bueno, malo. Lo mejor es esperar siempre el día de mañana, pero sobre todo confiar en que todo sucede con un propósito positivo para nuestras vidas.



Paz y bendiciones a todos amen

roberto salas escribió:

Una vez un campesino chino, pobre y muy sabio, trabajaba la tierra duramente con su hijo.
Un día el hijo le dijo: "Padre, ¡qué desgracia! Se nos ha ido el caballo."
"¿Por qué le llamas desgracia? - respondió el padre, veremos lo que trae el
tiempo..."


A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo. "¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho, nuestro caballo ha traído otro caballo."
"¿Por qué le llamas suerte? - repuso el padre, veamos qué nos trae el tiempo."

En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se enfurecio y lo arrojó al suelo. E muchacho se quebró una pierna.
"Padre, qué desgracia! - exclamó ahora el muchacho - ¡Me he quebrado la pierna!"
Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció:
"¿Por qué le llamas desgracia? Veamos lo que trae el tiempo!"

El muchacho no se convencía de la filosofía del padre, sino que se quejaba en su cama. Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo.

El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno.

La moraleja de este antiguo consejo Tibetano es que la vida da tantas vueltas, y es tan paradójico su desarrollo, que muchas veces lo malo se hace bueno, y lo bueno, malo. Lo mejor es esperar siempre el día de mañana, pero sobre todo confiar en que todo sucede con un propósito positivo para nuestras vidas.



Paz y bendiciones a todos amen

Excelente relato

La diferencia entre bueno y malo es muy profunda.......y se requiere de mucho tiempo para determinar si afecta o no nuestra percepción de las cosas....

Muy buen relato! Es importante saber que toda cosa negativa tiene algo positivo que en el momento no podemos apreciar, el sabio tiempo es quien nos demuestra que nada es absoluto, excelente! Saludos! Bendiciones!

saludos mi estimo hermano robertoSalas;

Buen consejo Tibetano, profundo y muy acertado.

Dicen poraí que "el tiempo de Dios es perfecto" y las cosas pasan porque son los designios de Dios y la vida misma. Cada cosa en su lugar y en el momento preciso, asi es todo en la vida.

Este relato me recuerda un viaje que hice hace tiempo a la tierra de Don Nicanor Ochoa Pinto, en Nirgua, resulto que tome un carro desde Portuguesa a Barquisimeto y cuando estaba alli en la parada de los Leones paso una ruta que decia Chivacoa San Felipe y le dije al señor yo voy al terminal de Chivacoa y me dice el colector "bueno montese yo la dejo por fuera del terminal", pues me monte y era la primera vez que hacia ese viaje a Nirgua, resulto que el colector olvido dejarme en Chivacoa y paso de largo a San Felipe y empece a reclamar muy molesta "estaba sobre la hora de paso",y un viejito sentado a mi lado me dijo "hija no se moleste que el tiempo de Dios es muy perfecto y usted va ver que llegara a tiempo a su destino"... me sente y respire profundo y dije "que sea lo que Dios y los hermanos quieran, pues lo que es para mi alli estara aguardando por mí a la hora que sea" , de pronto y se acerca el colector y me dice "no se preocupe señora en el terminal de San Felipe toma uno para Nirgua y no le cobro el pasaje para que no se moleste tanto", bueno asi hice y cuando ya venia atravesando las curvas de Nirgua estaba trancado el paso..."habia un accidente", resulto que el bus que salio de Chivacoa cayo en unos de los voladeros y habian varios muertos y heridos. Eso me dejo muy mal y sorprendida, porque era el bus que tomaria yo para seguir mi camino y ve lo que paso.

Asi como paso con lo del relato, pues es muy verdadero en nuestra vida; las cosas que nosotros creemos que son mal resultan bien y asi sucesivamente, hasta que terminamos de entender que nos equivocamos y debemos aceptar los designios de la vida que al final son mejores de lo que creemos.

Buen relato hermano, que la Madre Reina le bendiga

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CHAMAN TIMOTOCUICA escribió:

Buenas y santas Lunas.

Excelente relato hermano Roberto. Mis respetos y saludos.
Definitivamente todo tiene su proposito y su tiempo bajo el sol.... Todo obedece a un plan y con referencia a ese, plan muchas veces nuestros deseos no esan alineados para ello. La contradicción arroja en si misma la sabiduría de podernos enseñar que hay hechos que no podemos controlar pero que si pueden estar aliados a seres invisibles que nos protegen para el cumplimiento de nuestra misión en la tierra.

Tal vez sean antiguas alianzas antes de la presente encarnación, tal vez sean nuestros protectores, tal vez sea el destino o muchos otros tal vez, de lo que si estoy seguro es que no se trata de la simple casualidad, ya que la reunión de factores para el cumplimiento de la misión, estan previstos aunque a veces las situaciones contradigan nuestra comodidad

.

*Mis respetos para usted hermano Chaman muchas gracias por sus palabras, total y absolutamente de acuerdo con usted...

paz y bendiciones a todos amen