[quote="argenisxd"]A mi nunca me haber pasado eso, soy una persona buena y respetuosa, después q me paso eso me daba pena salir ya que ese día la calle estaba ful de gente y fui la atracción de la noche, a la segunda sesión q asisti me colocaron el collar de eleggua
, he tenido 3 sueños donde me veo en la montaña, y tengo muchas ganas de ir.[/quote
DISCERNIMIENTO:
Cada ser humano tiene su luz interna; pero lo importante no es tenerla, sino saberla utilizar. Esa luz, es la voz de la inteligencia superior y del Divino Discernimiento que procede del Padre (Presencia Crística). El hijo (ser humano) la ha ido atesorando a lo largo del tiempo en su cuerpo mental, instrumento de luz cada vez más perfeccionado. Nadie está solo en la vida ni carece de Divina Presencia que lo proteja.
El discernimiento es una antorcha que hace ver claro e ilumina las tinieblas del camino. Esa antorcha debe llevarse en la mano bien alta, firmemente, no dejarla caer, para abrirse paso en las tinieblas de la vida y no equivocarse en las decisiones.
Discernir significa comprender, darse cuenta de lo mejor, ver la diferencia entre lo bueno y lo malo, distinguir la verdad del error, lo que conviene, lo acertado y lo equivocado. Para eso, hay que saber elevar el nivel de comprensión, abrir la mente a mayores horizontes de verdad. El ignorante tiene muy poco discernimiento o carece de él totalmente por lo cual se equivoca.
Dice el diccionario que cerner es pasar la harina y otra materia, reducida a polvo, a través de un cedazo para separar el salvado, lo más grueso. Ese salvado son los desperdicios del trigo, lo que no sirve y así, dejar la harina limpia para hacer el pan.
Los buscadores de oro también utilizan un cedazo, ellos meten sus pies en las aguas del río, se adentran algo en la corriente para recoger el barro del fondo mezclado con algunas piedritas. Todo eso lo pasan por le cernidor o cedazo. Arriba de la tela entretejida, queda lo pesado e inútil, el polvo se va filtrando.
Ese es también el natural proceso que se utiliza en el discernimiento, porque “discernir” es sacar la verdad de entre lo confuso y equivocado, saber distinguirla claramente, seleccionarla, aceptarla. Para ello, hay que separar los pensamientos correctos de los errados.
Una vez que se discierne la verdad, ha de ser apreciada y no ponerla a un lado, lo que supondría dejar la antorcha para volver a quedar en las tinieblas. Quien sabe discernir avanza, se puede superar mucho, sale de sus dificultades. El que no discierne se hunde en el error, comete muchos desaciertos que lo perjudican a él, y a quienes los rodean. Otro de los peligros del no discernir es el estancamiento.
El ser humano tiene libertad. La libertad consiste, fundamentalmente en elegir lo que se quiere por sí mismos, lo que gusta o interesa. En esa elección consciente, está el peligro porque se puede elegir entre lo bueno y lo malo, lo acertado y lo equivocado. Es un derecho por Ley de Libre Albedrío, y mucho depende de la sabiduría que se tenga. Como dice un conocido refrán: “el que no sabe se confunde, se equivoca bastante”. Conocer, entender y saber abre puertas grandísimas.
Con ese tesoro de elegir en las manos, es como el oro de los mineros, hay que tener mucho cuidado. También se precisa gran claridad mental; no creer que el polvo de hierro o de plomo es el oro mismo, De ahí, vienen los buenos o malos resultados.
En la vida, siempre hay que tomar decisiones y todo es elegir. Sabemos que se presentan pruebas y dificultades como oportunidad de superior crecimiento, de mayor adelanto. Para saber distinguir bien, hay que tener claridad interna, dar el mando a la Divina Presencia, no permitir los bloqueos de la personalidad. El yo humano es quien interfiere con sus razonamientos errados. Está también la efluvia del plano que confunde mucho y perturba. Las sugerencias negativas de las otras personas, si son aceptadas y se cree en ellas, penetran en el aura individual y distorsionan el discernimiento. Lo fundamental es no creer ni aceptar lo perturbador, decretar que no es verdad. De esta manera, no puede influenciar ni causar perturbación.
Es preciso centrarse en lo interno y conservar la calma porque, sin paz, no hay discernimiento. La serenidad es la clave del discernimiento correcto, pues quien se altera se sobresalta, no puede ver claro en las situaciones de conflicto. Para saber discernir, es preciso apartar el razonamiento discutidor. Discutir y pelear no conduce a nada bueno. La verdad más se descubre con el corazón, en la paz de lo interno, que en indagaciones razonadas, las cuales proceden del intelecto.
Los sentimientos de satisfacción y alegría indican un proceder correcto, acertado. Si quedan la duda y el desasosiego es porque hay peligro de mal discernir y está delante una grave equivocación o ya se ha cometido anteriormente. Cuando realizan algo, si se sienten contentos, es porque está bien hecho.
El discernimiento es una herramienta que se debe usar para todo en la vida, no para lo espiritual tan solo. Cuando se compra un carro, una casa, se eligen los estudios de una profesión, se prefiere una novia a la otra, etc., hace falta bastante discernimiento. De lo contrario, las personas se perjudican mucho por no haber sabido elegir entre lo mejor, lo regular y lo peor. Igual pasa cuando se va a realizar un viaje en vacaciones. Por no saber discernir, se escoge un país donde hay hambre, conflictos, aburrimiento o la moneda está muy alta. Luego, al llegar allí, se encontrarán con las dificultades que no supieron ver.
En asuntos espirituales, también sucede lo mismo; Discernir es la clave. Si no lo saben hacer, se irán por caminos de espiritualidad desviada, perderán el tiempo en leer libros confusos, asistirán a conferencias de enredada filosofía con pérdida de bastante dinero, tomarán cursos muy costosos que nada claro les dejarán en sus mentes, etc. Lo peor de todo esto es caer en las garras del psiquismo oscuro con graves consecuencias.
AE/pch
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"Que el Gran AMOR Infinito de el DIOS UNO Padre-Madre te envuelvan en la Suprema LUZ Divina. "