DECRETO (decretar):
El decreto es una orden que se le da a la vida para que se cumplan nuestros deseos en positivo o en negativo, pues el poder está para lo uno y para lo otro. Esa orden debe ser firme, determinante, dada con plena convicción y seguridad.
En el decreto, han de estar unidos pensamientos, sentimiento y palabra (Poder del Verbo Creador); es decir: pensar, sentir y hablar o expresar lo mismo porque quien piensa una cosa pero siente y dice otra, más aún, si tiene creencias distintas, no obtendrá los debidos resultados. La unión con la Divina Presencia al decretar, la aceptación consciente de ese poder conducen a la victoria. Es preciso saber y realizar que el Yo Divino en uno mismo es quien produce los resultados. No hay milagros como consecuencia del poder separado personal, ni esos milagros los produce la mente, pues ella solo viene siendo un instrumento sin poder alguno por si misma. Este es el mayor error de todas las escuelas externas de Mentalismo que enseñan, actualmente el principio creativo: “Pensar es Crear”. Creen que todo lo que produce la mente por sí misma con un mágico poder, y no hay nada tras de eso ya que, al ignorar la Divina Presencia, no se obtienen los debidos resultados y lo hacen con un criterio racionalista.
Cuando están decretando, hagan conciencia de lo que se dice, que no sean palabras rutinarias, repetitivas, lo cual viene siendo “letra muerta”. Deben de tener paciencia, preservar hasta el logro de la manifestación deseada, no dudar, mantenerse en paz, en gozosa expectativa y dar las gracias.
Es preciso hacer buen uso de la palabra, del pensamiento y sentimiento para decretar en positivo, con el objetivo de obtener buenos resultados; pero, también, se producen consecuencias si decretan en negativo, lo cual es desastroso porque el Poder está para lo uno y para lo otro. Como la mayoría de las personas ignoran que tienen ese Poder, al mal hablar, mal sentir, erradamente creer e incorrectamente pensar, llenan su vida de sufrimientos y calamidades. Por ejemplo, la maldición significa “maldecir”.
Esta poderosa bomba de energía acumulada causan grandes desgracias. Los decretos deben ser siempre positivos, correctos, bien canalizados, para obtener resultados satisfactorios en la vida, superar situaciones y abrir caminos a la esperanza.
AE.
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"Que el Gran AMOR Infinito de el DIOS UNO Padre-Madre te envuelvan en la Suprema LUZ Divina. "
El decreto es una orden que se le da a la vida para que se cumplan nuestros deseos en positivo o en negativo, pues el poder está para lo uno y para lo otro. Esa orden debe ser firme, determinante, dada con plena convicción y seguridad.
En el decreto, han de estar unidos pensamientos, sentimiento y palabra (Poder del Verbo Creador); es decir: pensar, sentir y hablar o expresar lo mismo porque quien piensa una cosa pero siente y dice otra, más aún, si tiene creencias distintas, no obtendrá los debidos resultados. La unión con la Divina Presencia al decretar, la aceptación consciente de ese poder conducen a la victoria. Es preciso saber y realizar que el Yo Divino en uno mismo es quien produce los resultados. No hay milagros como consecuencia del poder separado personal, ni esos milagros los produce la mente, pues ella solo viene siendo un instrumento sin poder alguno por si misma. Este es el mayor error de todas las escuelas externas de Mentalismo que enseñan, actualmente el principio creativo: “Pensar es Crear”. Creen que todo lo que produce la mente por sí misma con un mágico poder, y no hay nada tras de eso ya que, al ignorar la Divina Presencia, no se obtienen los debidos resultados y lo hacen con un criterio racionalista.
Cuando están decretando, hagan conciencia de lo que se dice, que no sean palabras rutinarias, repetitivas, lo cual viene siendo “letra muerta”. Deben de tener paciencia, preservar hasta el logro de la manifestación deseada, no dudar, mantenerse en paz, en gozosa expectativa y dar las gracias.
Es preciso hacer buen uso de la palabra, del pensamiento y sentimiento para decretar en positivo, con el objetivo de obtener buenos resultados; pero, también, se producen consecuencias si decretan en negativo, lo cual es desastroso porque el Poder está para lo uno y para lo otro. Como la mayoría de las personas ignoran que tienen ese Poder, al mal hablar, mal sentir, erradamente creer e incorrectamente pensar, llenan su vida de sufrimientos y calamidades. Por ejemplo, la maldición significa “maldecir”.
Esta poderosa bomba de energía acumulada causan grandes desgracias. Los decretos deben ser siempre positivos, correctos, bien canalizados, para obtener resultados satisfactorios en la vida, superar situaciones y abrir caminos a la esperanza.
AE.
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"Que el Gran AMOR Infinito de el DIOS UNO Padre-Madre te envuelvan en la Suprema LUZ Divina. "