¡AUXILIO, AUXILIO, SUFRIMOS MUCHO!
I: Nunca llegaremos a comprender lo suficientemente claro que una limosna, pequeña o grande, dada en favor de las almas sufrientes, se la damos directamente a Dios. El acepta y recuerda como si se la hubieran dado directamente a Él mismo. Así, todo lo que hagamos por ellas, Dios lo acepta hecho para El. Es como si lo aliviáramos o liberáramos a Él mismo del Purgatorio. En qué manera nos pagará!
II. No hay mayor famelia, sed, pobreza, necesidad, pena, dolor, sufrimiento que se compare a los de las Almas del Purgatorio, por lo tanto no hay limosnas más merecidas, ni más placenteras a Dios, ni mérito mas alto para nosotros, que rezar, pedir celebraciones de Misas, y dar limosnas en favor de las pobres Santas Almas.
III. Es muy posible que algunos de nuestros más cercanos y queridos parientes estén todavía sufriendo las purificantes penas del Purgatorio y llamándonos entre lastimosos gemidos para que los ayudemos y aliviemos.
IV. ¿¿No es terrible que seamos tan duros que no podamos pensar en ellos, ni tampoco podemos ser tan crueles que deliberadamente los olvidemos??!!!
Por el amor de Cristo, hagamos todo, pero todo, lo que podamos por ellas.
cita textual del libro las almas del purgatorio.
Buenas noches hermanos hoy vengo a pedirles su opinión ustedes creen que las almas benditas nos puedan ayudar en la vida diria, en un trabajo, a sacar un espíritu malo, ustedes realmente creen en el poder de las almas del purgatorio.
Bendiciones.... Feliz noche