Compartiendo documento, espero que para el disfrute de todos.
1. Ndumbo a Nzinga fue compuesta a finales del siglo XIX y pertenecía a Saturnino Gómez, descendiente de algún esclavo de la nombre de esta prenda devino en Ngundu Batalla Sacara Empeño.
2. El nkisi Mananga servía a los esclavos congos de la hacienda "Candelaria" de Don Francisco Javier Pedroso, alrededor de 1806.
La hacienda lindaba con la Sierra del Cuzco, y en sus terrenos, donde hoy se ubica el pueblo de Candelaria, está la loma de Juan
Ganga, famoso cimarrón que montó la prenda. Esta recibió el nombre de Manawanga o Mariwanga, que corresponde a Oyá, dueña
de centellas y remolinos, identificada con la Virgen de la Candelaria.
En La Habana:
3. Mboma Ndongo fue el nkisi compuesto por los bakongo, por el año 1812, en el antiguo caserío de Guanabo, en Guanabacoa. En
esa localidad de la provincia habanera ocurrió un importante levantamiento de esclavos congo y yoruba de la dotación del ingenio
"Peñas Altas". Casi todos los insumisos fueron masacrados por el mayoral Antonio Orihuela. El reducido grupo de sobrevivientes
pudo escapar llevándose la krillumba de una de sus compañeras asesinadas. Se llamaba ella Regla Ngola. En lengua, Mboma es la
Virgen de Regla.
En Matanzas se crearon los nkisi Nanga y Mankunku:
4. Nanga recibió el nombre de Mundo Catalina, Manga o Nanga Nsaya. Su dueña era la familia de los Melgarez, que radicara, a
finales del siglo XIX, junto a la laguna sagrada de San Agustín de Ibañez en Pedro Betancourt. Fue montada por esclavos del
ingenio "Diana de Soler", propiedad del potentado español Juan Soler. El ingenio fue quemado poco después.
5. Mankunku se convirtió en Mayimbe Nkunku Sacara Empeño, y procede de las lomas de Quimbámbilas, en Perico. Fue
fundamentada por cimarrones, huidos del ingenio "Tinguaro" en esa jurisdicción. De esta prenda, famosa por su movilidad,
nacieron otras muchas que, a su vez, se propagaron por toda la isla. Come gallo negro y hierbas en forma peculiar.
En Santa Clara:
6. Makaba, Mbumba Kuaba o Kaba creada por los esclavos cimarrones del ingenio "Buena Vista" propiedad de Justo Germán
Cantero, los que prepararon una prenda con el nombre de Makaba, Mbumba Kuaba o Kaba. Esos cimarrones deambulaban por las
montañas de Trinidad y las Alturas del Muerto, hasta el río Ay de los Negros, e identificaban su fundamento en la Ocha con Yewá.
Makaba es una prenda de extrema sensibilidad, hecha con la krillumba de una joven negra que fuera atacada y descuartizada por
las jaurías de los rancheadores durante su fuga.
De Camagüey es oriunda
7. Ngumbi o Nkindi, quien encierra el espíritu de Ngumbi, nombrado en vida Ciríaco. Era éste un negro bozal cuyo cimarronaje
tuvo como escenario la periferia del poblado camagüeyano de Santa Cruz del Sur. Los negros entrados por las costas de esa
provincia aún después de suprimida la trata, pronto formaron grupos cimarrones los cuales, según las crónicas de la época,
atacaron a Santa Cruz varias veces en el año 1851, ocasionando nada desdeñables pérdidas humanas y materiales.
Y de Oriente, antigua provincia cubana:
8. Una responde al nombre de Mbudi Yamboaki Nzinga, preparada en el pueblo de Yara. La importancia histórica de esa localidad
radica, entre otros hechos no menos trascendentes, en que allí se asentó el cacicazgo indio de Macaca, donde fue quemado vivo el indio Hatuey el 10 de octubre de 1513. Yara fue fundada alrededor de 1730. Para 1871, su población no blanca estaba integrada
por 182 libres de color y 44 esclavos. El esclavo dueño de esta prenda era Baltasar Yamboaki, de quien se dice era así llamado
porque su prenda contenía la krillumba de un yamboaki, que en congo significa indio.
9. La otra nganga creada fue Mbenza-Bana, en el punto conocido por Peralejo, situado entre Manzanillo y Bayamo, donde se libró
una de las más cruentas batallas de la guerra de 1895-98. Allí fue emboscado por las fuerzas mambisas al mando de Antonio
Maceo la columna del Brigadier Fidel Alonso de Santocildes, quien escoltaba al general en jefe del ejército español en Cuba,
Capitán General Arsenio Martínez Campos. Este logró a duras penas romper el cerco insurrecto y dirigirse hacia Bayamo, dejando
pertrechos y heridos en poder de los mambises. Pero Santocildes y muchos de sus hombres cayeron en combate. En
reconocimiento al coraje de las huestas españolas, mambises descendientes de congos y ngolas que blandieron sus machetes en
esa batalla, fundamentaron sus prendas, a fines del siglo XIX, nombradas Mbenza-Bana por su guía, en recuerdo de Santocildes y
sus hombres.