Deje fluir naturalmente… ser médium

¿Y ahora?
Soy médium

Se inicia una jornada de aprendizaje, practica, perseverancia, desenvolvimiento y principalmente, es uno de los atributos que los médiums más deberían apreciar, pero acaban por olvidar, la calma, la tranquilidad y principalmente la paciencia.

Nadie precisa correr contra el reloj. Una vez yo estaba trabajando en la gran casa a la que le tengo mucho cariño y respeto, que me acogió en Curitiba /PR, el terreiro Pai Maneco, e incorporado con el amado Negro Viejo con quien trabajo, nos deberíamos sentar del otro lado para iniciar los atendimientos. Como médium consciente, recuerdo bien la situación, una capitán de la casa conducía al Pai João a su lugar a pasos normales, pero el Pai João caminaba curvado, paso a paso, bien despacio, y la capitán con toda cordialidad dijo al Pai João: vamos hasta allí padrecito, y él calmado y tranquilo, curvado como todo Padre Viejo, debido al peso de la irradiación de los Orixás que imantan a esta corriente sonrió y completó: no tenga prisa hija mía, la prisa es de ustedes, no es nuestra.

Exactamente. Estaba en lo cierto mi amado Pai João, somos nosotros, seres humanos encarnados en el plano material que tenemos prisa y necesidades que no son las mismas de los espíritus.

El médium iniciante no ve la hora de comenzar a incorporar y hacer de todo para girar.

Claro que acaba por tropezar en sus propios pasos y en vez de dejarse llevar con la tranquilidad y a los pasos lentos de un Padre Viejo, coloca su tiempo cronológico al frente de la manifestación mediumnica.

Básicamente, debemos tener en mente que hoy, gran parte de las incorporaciones son conscientes o semi-conscientes, con raros casos de apagón general. Apagón general, hoy en día, solo en la red eléctrica.

El médium consciente o semi, también aprende con las orientaciones, consejos, direccionamientos y con la sabiduría de los Exus, de las hermosas Pomba Giras, de los Erês, de los Exus Mirins, de los Caboclos, Marineros, Boiadeiros, Gitanos, de los Padres y Madres Negros Viejos.

Más de lo que “atender” mediumnicamente, el médium tiene que mirar hacia dentro y ser una persona mejor cada día. ¿Porqué no aprovechar los momentos de sabiduría de los Maestros y Guías Espirituales para mirar hacia adentro de si y corregir aquel pensamiento sombrío que todavía pueda habitar el corazón del médium?

Otro día, un alumno mio de magia del fuego, que es médium dijo: tenemos que trabajar para que nuestros Guías evolucionen.

Gente, entiendo así. Si ellos son Guías Espirituales, ellos tienen una misión y es con cariño que practican la caridad. Nunca oí a un Guía diciendo: ¡ay no!. ¡No creo que estoy aquí de nuevo!.

Claro que cuando un Guía Espiritual actúa en beneficio de otro hermano encarnado o no, él también está culminando en su senda personal de evolución, pero, más de lo que los Guías Espiritualesevolucionen” quien tiene que evolucionar somos nosotros, médiums.

Para ser médium no basta incorporar. Tiene primero que limpiarse, es eso mismo, y no estoy hablando de tomar baños, sahumar, vestir de blanco. Estoy hablando de limpiar esa suciedad que habita nuestros pensamientos, sentimientos, actitudes, acciones, mente, cuerpo y corazón.

Las suciedades astrales y energéticas adentran nuestros cuerpos vibratorios y mediúmnicos debido a nuestras propias suciedades que son empujadas hacia debajo del tapete. Son nuestros propios despojos personales que hacen que puertas terminen entreabiertas y permitan que la suciedad externa entre y ensucie todavía más nuestros propios templos (cuerpo, mente, espíritu).

El médium tiene que levantar el tapete y recoger toda la suciedad. No ayuda recoger y colocarlo en sacos de basura. Tiene que recoger, colocar en sacos de basura y transmutar ese despojo todo en energías positivas, pues, si así no lo hiciera, ese despojo volverá hacia dentro de nuestros hogares, hora más, hora menos.

El médium tiene que mirar hacia dentro más de lo que hablar sobre reforma intima, tiene que practicar.

Cuando está incorporando o está incorporado, tiene que anular su mental y dejarse fluir. Debe olvidar que allá está y que en aquel momento tan especifico y tan único, él sirve de medio y no es él que debe pensar, manifestarse o actuar en aquel momento.
Es eso mismo, el médium tiene que aprender a anularse por completo y ser sincero consigo mismo y con el prójimo.

El médium tiene que honrar la ropa blanca, tiene que honrar con la responsabilidad y tiene que anularse; dejar de ser él mismo, en su cuerpo carnal, para dejar a sus Guías manifestarse y realizar todo el trabajo, pues ser médium, es ser un medio por donde los espíritus se manifestarán y auxiliarán a sus semejantes. Al asumir la condición de médium, ha de asumirse con responsabilidad y luz, la condición de ser MEDIO y anular su mental por una, dos, tres horas por semana. Si así no fuera, será mistificación.

Médium es un ser, un espíritu en evolución y como decía el Caboclo de las Siete Encrucijadas, con los espíritus evolucionados aprenderemos. El médium no es un ser supremo y debe por obligación entender y asimilar esta condición, y consecuentemente, aprender, aprender y colocar todas las enseñanzas de los Guías Espirituales más evolucionados, para dentro de su corazón.

Nadie es mejor de lo que nadie. Ni el dirigente espiritual es mejor, ni el médium, ni el más rico, ni el más pobre. Somos todos seres encarnados humanos, y si aquí estamos, es porque todavía tenemos mucho a aprender y superar.

¡Cuando no siente a su Guía Espiritual aproximarse y tomar las riendas, el médium no debe bajo ninguna hipótesis, fingir, mistificar, pasar al frente y confundir! ¿Dónde queda la responsabilidad? ¿Dónde quedan las enseñanzas de los Guías si así hiciera? Si no incorpora, va a tomar un pase y quédese allí en la corriente, participando como enlace de protección y energía. Aproveche el momento para mirar hacia dentro de si e investigar lo que le está ocurriendo.

Simplemente deje fluir. Si no fluye, pare lo que está haciendo y vaya a consultarse con un Guía Espiritual.

Para que la energía fluya, para que el Guía se coloque en tierra, el médium tiene que anularse, olvidar que es un ser humano con problemas, con deudas, con deseos, con voluntades, con mucho o con poco dinero.

El médium tiene que ser dentro y fuera del terreiro, un ejemplo de conducta para si mismo y para sus semejantes. El médium es médium dentro y fuera del terreiro.

Cuando está dentro del terreiro, su responsabilidad es triplicada, es infinitamente mayor, pues las personas que allí frecuentan, no quieren hablar con usted, pero sí, con sus Guías Espirituales.

Deje fluir con responsabilidad, con firmeza y con la certeza que usted también es un ser en evolución.

No pase al frente, no sea quien usted no es. Calma, tranquilidad, amor al prójimo, a sí mismo y principalmente a los amados Orixás, son los principales atributos que un médium debe tener para consigo mismo y para con sus Guías Espirituales.

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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal? 
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.