Tomado de la web.

Yoga y Cristianismo

El Yoga es dominante, el Yoga está en el oriente y está en el occidente. Las clases de Yoga se ofrecen en África Central, en Rusia, en Australia. Los volantes de Yoga están en los boletines de las universidades, en las tiendas naturistas, en los elevadores de edificios en el Centro de Los Ángeles, inclusive en los programas de educación física del YMCA.

¿Es el Yoga un mero ejercicio físico?

Con relación al yoga asanas o posturas físicas, Swami Vivekananda escribe en su libro Raja Yoga: “Cada día hay que realizar una serie de ejercicios físicos y mentales hasta llegar a obtener ciertos estados más elevados. Deben ser despachadas corrientes nerviosas por un nuevo canal. Nuevas vibraciones comenzarán: toda la constitución será remodelada, como era”

En el libro de Yoga El Método de Re-Intergation de Alain Danielou, un erudito francés en yoga, escribe que la importación del yoga es como “un proceso de control del cuerpo bruto que apunta hacia la liberación del cuerpo sutil”. El cuerpo sutil es considerado como extremadamente complejo que consiste de 72.000 canales psíquicos invisibles llamados nadis que corresponden a lo físico o cuerpo bruto. El cuerpo sutil y el cuerpo físico están conectados en siete puntos principales o chakras desde el tope de la cabeza hasta la base de la columna.

Se cree que los chakras controlan la conciencia de un individuo. También se cree que manipulando la columna a través de varias posturas se aumenta el flujo de energía del cuerpo sutil alterando la conciencia del individuo. El yoga Kundalini y el yoga hatha manipulan directamente los chakras a través de ejercicios de respiración y a través de varias posturas.

En la relación mente sobre cuerpo, el yoga mantra también busca alterar la conciencia de un individuo a través de repeticiones de mantras, los cuáles, según Gurú Dev, el gurú de Maharishi Mahesh Yogi, son considerados como los nombres favoritos de dioses. Los mantras son repetidos silenciosamente o audiblemente por varias horas y produce estados alterados de conciencia.

El yoga está conectado inseparablemente a las religiones metafísicas orientales y no es una forma inocente de relajar el cuerpo y la mente. La meta del yoga es la misma que la del hinduismo, la cuál es darse cuenta que uno es Bracmán, el subyacente dios impersonal del universo en el hinduismo. Según el libro “Fuerzas Psíquicas y el Impacto Oculto” (Psychic Forces and Occult Shock) de Wilson y Weldon), “Los ejercicios físicos de Yoga están diseñados para preparar el cuerpo para el cambio psico-espiritual necesario para inculcar esta idea – el darse cuenta que uno es Bracmán – en la conciencia y ser de la persona. A partir de aquí, no tiene ningún sentido hablar de separar la práctica de yoga de la teoría. Desde la perspectiva cristiana es dudoso que ambos (yoga e hinduismo) puedan ser separados sin uno equivocarse. Es incorrecto afirmar “yo hago yoga pero eso no implica que practico el hinduismo”.

Una publicación “Un Proyecto de Imitaciones Espirituales” (A Spiritual Counterfeits Project, Berkeley, California) sobre el yoga afirma que: “Mientras pueda acomodar el capricho secular para abrazar la idea de ese aspecto seleccionado (lo físico) del yoga que encaja la noción burguesa de lo que se supone que hace el yoga (por ejemplo, hacer un cuerpo hermoso), todavía permanece el hecho que aún el yoga físico está intrincadamente ligado con las religiones metafísicas orientales. Es más, podemos decir de manera precisa que el yoga físico y la metafísica hindú son mutuamente interdependientes; usted no puede tener uno sin tener el otro”.

En la tradición Shankara que permea casi todo el hinduismo contemporáneo, la gota de lluvia es vista como el símbolo del yo individual y el océano como el símbolo del alma universal (J. Isamu Yamamoto, Publicación SCP). “La absorción de la gota de lluvia hacia el océano es simbólico de la absorción de la persona hacia el universo impersonal. Luego que la gente alcanza la iluminación, pierde su identidad y se transforma uno con el todo. La absorción es la meta del monismo hindú”, (J. Isamu Yamamoto, Publicación SCP, Marzo-Abril 1983).

“La llama de la vela es una imagen budista de un individuo; es la luz de la vida la que parpadea en la oscuridad del lamento. La búsqueda de cada budista ferviente es extinguir su propia llama. Ellos no buscan simplemente una muerte física sino una muerte que los librará de ambas muertes, la física y la espiritual. La extinción es la meta del budista tradicional” (J. Isamu Yamamoto, Publicación SCP, op.cit.)”.

Para este autor es más persuasiva la experiencia personal en el yoga mantra, yoga hatha y el yoga Kundalini que la de cualquier otra autoridad. Los estados alterados de conciencia, definidos, son producidos por el yoga. Sin embargo, con la práctica progresiva del yoga esos estados de conciencia inicialmente anestesiados, se vuelven más opresivos resultando en una disociación del mundo exterior. Las entradas sensoriales son acentuadas y producen una reacción exagerada al estímulo externo resultando en la ansiedad. En los cursos intensivos de meditación asana, este autor experimentó varios desmayos durante las sesiones de meditación mantra, desmayos de hasta de hora y media. Luego de esa experiencia, no hay recuerdos de lo que sucedió durante ese tiempo de desmayo, ni conciencia del tiempo transcurrido.

Copar con esos estados alterados de conciencia fue sumamente difícil, produciendo una creciente tensión haciendo que lo más mínimo, las cosas más elementales lo molestaran, el cierre de una puerta, el sonido de un avión, el tráfico, etc. La experiencia de la meditación / yoga es en muchas maneras la experiencia clásica del sufrimiento de ansiedad y está muy bien documentado por la doctora australiana Claire Weekes en su libro clásico “Esperanza y Ayuda para sus Nervios” (Hope and Help For Your Nerves), que también ofrece el mejor método no clínico para curar el sufrimiento de ansiedad, donde los ataques de pánico son síntomas comunes.

La meditación y el yoga ocasionan en muchas instancias el sufrimiento de ansiedad. La experiencia de este autor es que las técnicas resultaron en sentimientos de irrealidades, sentimientos de desintegración de la personalidad y depresión. Es la creencia de este autor que muchos de los llamados “estados avanzados de conciencia” no son más que el resultado de una extrema sensibilización, un estado en el que nuestros nervios reaccionan de una manera exagerada al esfuerzo inducido por las técnicas de yoga / meditación, produciendo una irrealidad sensorial difusa similar a aquella inducida por las drogas que alteran la conciencia.

El Yoga es comercializado bajo la careta de una técnica saludable e inocente. Sin embargo está muy lejos de eso. H. Rieker advierte que: “El yoga no es ningún juego insignificante si consideramos que cualquier mala interpretación en la práctica del yoga puede llevar a la muerte o a la locura” y que si la respiración es “prematuramente acabada” existe el peligro inmediato de muerte para el yogi” (Rieker, “El Yoga de Luz” “The Yoga of Light”, Los Angeles: Dawn House 1974, p. 135).

Los bloqueos mentales – desmayos – los extraños estados de trance, la locura, están en la lista de “los errores más elementales …” de la práctica del yoga. El libro Yoga y Misticismo de Swami Prabhavananda lista como peligros potenciales de la mala práctica de yoga el daño cerebral, las enfermedades incurables, y la locura.

Si una persona experimenta presión o estrés y necesita relajarse, más que hacer posturas de yoga, existen muchas formas de relajarse, como salir a dar un paseo, asistir a una exposición de cuadros, practicar deportes, salir a cenar, tomar unas vacaciones, etc. Para fortalecer el cuerpo puede levantar pesas, correr, nadar, etc.

En el libro “Fuerzas Psíquicas y el Impacto Oculto”, Psychic Forces and Occult SOC, Wilson y Weldon se afirma lo siguiente: “El yoga es realmente puro ocultismo, tal como lo comprueban numerosos textos (Yoga Sutras y Fundamentos de Yoga de R.S Mishra, Puertas Astrales (Astral Doorways) de J. Brennan y Filosofía de Meditación (Philosophy of Meditation) de H. Chaudhuri, los cuales son referenciados).

Resulta evidentes de muchos estudios que las fuerzas de lo oculto son muy comunes en la práctica del yoga así como los numerosos peligros del ocultismo (se indica referencia de Consejería Cristiana y Ocultismo, “Christian Counseling and Occultism”, de K. Koch). Mishra, el erudito del yoga y autoridad en Sánscrito afirma: “En conclusión, podemos decir que detrás de cada investigación psíquica, misticismo, ocultismo, etc., a sabiendas o no, el sistema yoga está presente. (Mishra, op.cit.)”. También Kurt Koch en sus varios excelentes libros, correlaciona el incurrir con lo oculto con las consecuentes experiencias de ansiedad y depresión, algunas veces llevando al suicidio.

La Biblia nos informa que Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz hálito de vida (Génesis 2:7). El hombre es un ser creado, individual. El hombre puede esTablecer una relación con el Dios viviente al aceptar a su hijo Jesucristo, la encarnación física de Dios. La Biblia no enseña que el hombre puede alcanzar niveles más altos de conciencia a través del yoga para que el hombre se de cuenta que es uno con Dios y unirse con Bracmán tal como lo enseña el hinduismo, o que la personalidad del hombre puede extinguirse como una llama como lo enseña el budismo. La Biblia no menciona ni reconoce el yoga ni ningún otro sistema donde el hombre puede llegar a ser uno con Dios.

Dios está muy por encima del hombre y el hombre no puede llegar a Dios a través de sus propias acciones. Por causa del pecado original de Adán y Eva el hombre está herido de muerte, es imperfecto. Es nacido en pecado. Pero Dios amó de tal manera al hombre que ha provisto un plan de redención, Dios mismo se hizo hombre (Juan 1:14) para ofrecer el sacrificio perfecto para limpiar al hombre del pecado. El sacrifico perfecto tenía que ser Dios mismo y solo Dios está sin pecado. Al aceptar la provisión de Dios por el pecado, a su Hijo, el hombre recibe la vida eterna en presencia de Dios. El cuerpo terrenal se acaba y es reemplazado por un cuerpo eterno al momento de la muerte. El hombre ni se convierte en Dios ni se une a Dios. La salvación es un don gratuito dado por gracia y no algo para lo cual el hombre se tiene que esforzar.

Tanto el hinduismo como el budismo creen en la reencarnación, la trasmigración de almas de un cuerpo a otro en el tiempo. Uno reencarna para sobrellevar su karma y su apego al mundo material y sus patrones recurrentes que atan al individuo al mundo material. Solamente elevando la conciencia del individuo a través del yoga y rompiendo el “velo de ilusión” el cuál es el mundo material, el individuo puede elevarse y unirse con Bracmán o desvanecer su llama y alcanzar nirvana.

La Biblia enseña que está esTablecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después venga el juicio (Hebreos 9:27). Para aquellos que ya han aceptado a Cristo no hay juicio porque la decisión ya fue tomada para pasar a la eternidad con aquél que es la fuente de toda bondad, gozo y pureza, el Dios personal del universo. Para quienes nunca han conocido a Cristo, Dios les juzgará con absoluta justicia, pero aquellos que han rechazado a Cristo, estarán en la eternidad en un terrible lugar donde no está Dios, un lugar al cual hizo referencia Jesús más que nadie en la Biblia, un lugar de agonía eterna … el infierno (Marcos 9:48).

El yoga no es la panacea, es un sistema donde el hombre trata de esforzarse para llegar a Dios. El yoga no es necesario y las obras de los hombres no son sino trapos de inmundicia ante la justicia de Dios. ¿Por qué desperdiciar la vida en esclavitud siguiendo un espejismo, desperdiciando innumerables horas haciendo ejercicios de yoga y meditación, esperando desprenderse de samsara, la rueda de reencarnación? El hombre nunca podrá convertirse en Dios. Por el pecado de Adán el hombre muere. ¿Qué hombre puede siquiera compararse con un ángel de Dios? Daniel vio al ángel Gabriel y aquí tenemos su fascinante descripción:

“Levanté los ojos y vi ante mí a un hombre vestido de lino, con un cinturón de oro refinado. Su cuerpo brillaba como el topacio, y su rostro resplandecía como el relámpago: sus ojos eran dos antorchas encendidas, y sus brazos y piernas parecían de bronce bruñido; su voz resonaba como el eco de una multitud. Yo, Daniel, fui el único que tuvo esta visión. Los que estaban conmigo, aunque no vieron nada, se asustaron y corrieron a esconderse. Nadie se quedó conmigo cuando tuve esta gran visión. Las fuerzas me abandonaron, palideció mi rostro, y me sentí totalmente desvalido (Daniel 10: 5-Cool”.

El hombre no tiene que llegar a ser Dios. Dios extiende su mano (Apocalipsis 3:20) y todo lo que usted tiene que hacer es tomar una decisión consciente de aceptar a Jesucristo. Pídale en humildad que tome control de su vida con palabras sencillas. Entonces el Espíritu Santo morará en usted y usted tendrá paz, gozo y seguridad. De esa manera usted se desprenderá de su viejo capullo y experimentará la metamorfosis de Dios.