Las velas son uno de los elementos que vamos a encontrar más comunmente, tanto en rituales completos, como en hechizos individuales. Además de la obvia función mundana de proveer iluminación, las velas pueden cumplir una o varias de las siguientes funciones al mismo tiempo:
representación de elementos durante el ritual
representación de Deidades
ofrenda a los Dioses
foco energético
material para fabricar talismanes personales
adivinación
Las velas son poderosas fuentes de poder para los hechizos. A continuación te presentamos la lista de los colores de velas, como utilizarlas y sus correspondientes propiedades mágicas;
NEGRO :
Rituales de meditación, trabajo de hechizos, desbaratadores de rituales y hechizos destinados a eliminar entidades malvadas y fuerzas negativas.
AZUL :
Magia que implica el honor, la lealtad, la paz, la tranquilidad, la verdad, la sabiduría, la protección durante el sueño, la proyección astral y los hechizos para inducir los sueños proféticos.
CAFE :
Hechizos para localizar objetos perdidos, mejorar los poderes de concentración y de telepatía, así como la protección de familiares y de animales domésticos.
ORO :
Hechizos que atraen el poder de las influencias cósmicas y los rituales para honrar a las deidades solares.
GRIS :
Hechizos para neutralizar las influencias negativas.
VERDE :
Hechizos que implican la fertilidad, el éxito, la buena suerte, la prosperidad, el dinero, el rejuvenecimiento y la ambición, así como los rituales para luchar en contra de la avaricia y los celos.
NARANJA :
Hechizos que estimulan la energía.
ROSA :
Hechizos para el amor y los rituales que implican la amistad o la femenidad.
PURPURA :
Manifestaciones psíquicas, curaciones y hechizos que implican el poder, el éxito, la independencia y la protección del hogar.
ROJO :
Ritos de fertilidad, afrodisiacos y hechizos que implican la pasión sexual, el amor, la salud, la fuerza física, la venganza, la rabia, el poder de voluntad, el valor y el magnetismo.
PLATA :
Hechizos y rituales para eliminar la negatividad, estimular la estabilidad y atraer las influencias benéficas de la Diosa.
BLANCO:
Rituales de consagración, meditación, adivinación, exorcismo y hechizos que implican la curación, la clarividencia, la verdad, la paz, la fuerza espiritual y la energía lunar.
AMARILLO :
Hechizos relacionados con la confianza, la atracción, el encanto y la persuación.
INDIGO :
Curación, dormir y armonía interior.
OLIVA :
Enfermedad, inseguridad y cobardía.
Representación de elementos durante el ritual
Algunos practicantes gustan de usar una vela para marcar cada cuadrante del círculo ritual. Estas pueden ser de un color específico asociado a cada elemento, o todas del mismo color (generalmente un color neutro). Usualmente, de usarse ésta metodología, se van a ir prendiendo durante el llamado a cada Cuadrante. Los colores para cada elemento varía de acuerdo a las tradiciones, pero algunos posibles son:
Este - Aire: amarillo o celeste
Sur - Fuego: rojos
Oeste - Agua: azul profundo, turquesa
Norte - Tierra: negro, verde, marrón
De utilizarse otro orden en los elementos (ya sea por cuestiones geográficas de tradiciones), obviamente las equivalencias y colores deben ajustarse.
Una variante de ésto es el uso de una vela para representar el elemento fuego en el Altar, y como substituto de una hoguera en situaciones en que debamos quemar artículos, como ser pequeños papeles, etc. De ser así, es preferible utilizar una vela pequeña dentro de un caldero o recipiente a prueba de incendios, ya que una llama descubierta puede ser peligrosa. La vela que se utiliza en el altar representando al fuego es usualmente roja.
Representación de Deidades
Es posible utilizar velas en el altar en vez de (o acompañando a) imágenes del Dios y la Diosa, o de Dioses específicos. Pueden prenderse al comenzar el ritual, o como parte de las Invocaciones, para representar la presencia de la Divinidad en el círculo. En éste caso, es posible usar colores opuestos para representar la polaridad, o si vamos a trabajar con deidades específicas, ver de averiguar por colores asociaciados específicamente con las Deidades con las que vamos a trabajar.
Ofrenda a los Dioses
De la misma forma que se utilizan dentro del Catolicismo popular, es posible usar velas (particularmente aromáticas) como parte de ofrendas a los Dioses. Para éste fin, es bueno trabajar asociando tanto colores como aromas.
Foco Energético
Una vela cargada con nuestra intención mágica puede usarse como el foco central de hechizos. El procedimiento en general es similar sea cual sea la intención: la vela se elige de un color y/o aroma determinado, se carga energéticamente (ver más abajo), se "asocia" con el fin perseguido de alguna forma -sea vía inscripciones en la cera, unción con aceites o hierbas relacionados, atado de exvotos o similares, o hasta escultura- y luego se quema, en general hasta que se consume totalmente. Algunos practicantes utilizan los restos de cera/parafina como ingrediente en la fabricación de talismanes personales, o revisan los restos -de existir- como una forma de mancia.
Material para fabricar talismanes personales
Si necesitamos un talismán por alguna situación específica, pero no en forma permanente sino por un tiempo relativamente corto, es posible utilizar cera de una vela (previamente cargada) como parte del mismo. Las ventajas que éste método tiene sobre el uso de papel es que de ésta forma se pueden incorporar hierbas, cristales, u otros elementos dentro del mismo, y luego de solidificado, inscribirlo con símbolos o signos si así lo deseáramos.
Adivinación
Algunos practicantes observan las velas durante el período en el que se consumen, y luego observan los restos, para intentar predecir el futuro o develar detalles del presente. Como toda mancia, ésta necesita de práctica, y en general no es un método que todos puedan utilizar por igual: habrá gente que esté más cómoda utilizando otros métodos. La forma de observación varía, desde una observación directa de la cera en la forma en que cae naturalmente, hasta el derramado adrede de cera sobre un cuenco de agua para obtener formas individuales más concretas.
Carga, disposición y uso
Los métodos de carga de velas varían de acuerdo al practicante, pero en general encontramos dos versiones. Ambas utilizan una combinación de movimiento y visualización, frotando la vela a utilizar mientras se visualiza la intención mágica que deseemos "pasando" hacia la vela. La diferencia existe en la forma: alguna gente frota la vela desde la base hacia el pabilo (para "ayudar a la liberación de energía"), otra desde el pabilo hacia la base (para "ayudar a la concentración de energía") y finalmente otra gente lo hace desde el centro hacia los extremos. Es posible utilizar aceites durante ésta fase; pueden ser tanto aceites específicos para una deidad en particular (si vamos a trabajar de ésta forma) o relacionados con la función que deseamos que cumpla la vela. De utilizar las velas para representar ideales dentro de nuestro trabajo mágico, lo más común es grabar una palabra o símbolo en las mismas.
Las velas que se usen ritualmente para representar/invocar/evocar deidades, o para marcar los cuadrantes del círculo, pueden reutilizarse en el ritual siguiente, siempre y cuando se utilicen para el mismo fin (es decir, la vela del Este en el Este, la vela de la Diosa nuevamente para la Diosa, etc). Las velas utilizadas para conjuros deben consumirse por completo, si es necesario en varias "sesiones". Es recomendable también que "velemos" la vela, concentrando nuestra intención mágica y energía en la misma mientras se consume, para poder obtener mejores resultados. No es recomendable bajo ningún aspecto la reutilización de velas utilizadas como foco energético, excepto si se usan exactamente para la misma función, como continuación del uso inicial.
Una vez que la vela se haya consumido, tendremos algunos restos, dependiendo del material que la compone. Los restos pueden observarse dentro de una sesión adivinatoria, y deben disponerse con respeto, de la misma forma que se dispone de otros restos mágicos. Lo ideal es enterrarlos, pero hay quienes tiran los restos junto con los desechos de la casa.