Esta figura se usaba como protección desde tiempos remotos, especialmente los pobladores de Portugal y Galicia.
Características que debe tener como amuleto:
La figa debe ser tallada en azabache o coral negro para que funcione como protección excelente. Debe ser pequeña para poder llevarla colgada al cuello y así cubrirla con la ropa para que, en caso de ser víctima de un ataque de mala energía, puedas echar mano de ella y de esta manera protegerse.
Funciona también como protección para los niños y evitar que sean víctimas del mal de ojo, hay que colgar al cuello esta figura, preferentemente de coral. Hay que consagrarla para uso personal.
Si posees una figa como amuleto debes cuidarlo, si se cae al suelo, se rompe o se daña, no solo supone el fin de sus poderes sino que también señala que has sido víctima del mal de ojo.