¿Quién no ha pasado por esta situación?... Ha estudiado toda la noche una materia difícil y luego cuando se presenta para realizar el examen, la mente queda en blanco.

Estudiar para poder ingresar en la vida laboral, no es una tarea fácil Se requiere invertir una gran cantidad de tiempo para el aprendizaje de conceptos y técnicas. Sin embargo, si ya se está trabajando y lo que se pretende es obtener un título para consolidar los conocimientos y lograr un mejoramiento salario, la faena es mucho más difícil, ya que se debe cumplir también con las exigencias laborales.

Por otro lado, si se tiene un problema personal que no se va de la cabeza, puede repercutir, de forma negativa, en el rendimiento educativo. Por ello, resulta conveniente contar con varios hechizos, rituales y oraciones que ayudan a mejorar la memoria, la capacidad analítica y de razonamiento y la tranquilidad frente al examen.



Hechizo para aprobar un examen

Este hechizo tiene como propósito producir un estado interior óptimo para enfrentarse a un examen y deberá ser realizado por la persona que presentará el examen. Naturalmente, no funcionará en caso de no haberse estudiado la materia. Deberá realizarse dos días antes de que tenga lugar el examen, por la noche.

Ingredientes
2 hojas de salvia
1 llave que no tenga uso
1 cordón azul
5 velas azules
7 granos de café
1 tiza blanca
1 paño azul del tamaño de un pañuelo normal

Ritual
Usar la tiza para trazar sobre el paño una estrella de cinco puntas y colocar en cada una de ellas una vela azul. Poner en el centro los granos de café, las hojas de salvia, el cordón y la llave.
Tomar el cordón y pasarlo por el ojo de la llave; y decir en voz alta: «Deseo que esta llave guarde mis conocimientos». Luego tomar los granos de café y las hojas de sal y decir: «Por el poder de la tierra, que mi sentido práctico me guíe». Después de eso, se apaga las velas y poner todos los elementos que contiene, al aire libre durante la noche. El día del examen, colocar una hoja de salvia dentro de cada zapato y llevar en un bolsillo la llave y los granos de café.

Talismán escrito para los estudios

Tanto la palabra escrita como la hablada tienen poder. Este talisman tiene como objetivo lograr que la persona que lo posee tenga suficiente confianza y claridad mental para presentar un examen siempre y cuando se haya estudiado.

Se debe elegir un lugar tranquilo donde no haya interrupciones. Se debe sentar con la hoja en frente y pensar por un momento lo que se desea. Se tiene que sentir como si ya estuviera ocurriendo en el presente, como si ya fuese una realidad. Ahora se tiene que hacer la formulación mágica, se tiene que escribir en presente.

Escriba las palabras sabiduría, poder, equilibrio, control, razón y don en un pergamino pequeño con tinta azul, luego enrolle el papel y átelo con una cinta violeta, introdúzcalo en una cañita de bambú, séllelo con cera de abejas y llévelo colgado al cuello o guardado cerca a su cuerpo.

Esto le permitirá tener éxito en todas las actividades educativas como los exámenes o una presentación . Realice este ritual los días lunes y viernes a las 6 de la mañana o de la tarde. Repítalo cuantas veces sea necesario.

Santos para los estudios

Para no estar nervioso cuando se afronta un examen, puede pedirse ayuda a san Aquiles: se celebra el 7 de noviembre; obispo de Alejandría, murió en 313. Bueno será tomar contacto con él varios días antes del examen.

Los estudiantes que se enfrentan a un examen oral pueden recabar la ayuda de san Ambrosio de Siena: se celebra el 20 de marzo. Compañero de santo Tomás de Aquino, vivió de 220 a 287; predicador fogoso, era capaz de responder a cualquier pregunta.

Para despertar la indulgencia del jurado, se dirigen oraciones a san Gaudencio: obispo de Novara, se celebra el 22 de enero; muerto en 417.

Para estar inspirado cuando se realiza un examen, se invoca a san Juan de Alverna: se celebra el 9 de agosto; eremita en Italia, vivió de 1259 a 1322. Se afirma que poseía ciencia infusa y que cuando se le hacía una pregunta correspondiente a un campo que nunca había estudiado, hallaba inmediatamente la respuesta.

También para recibir la inspiración durante un examen Podemos dirigir una plegaria a san José de Copertino, sacerdote italiano que vivió de 1602 a 1663. Era capaz de leer en la conciencia de los penitentes que iban a confesarse y, ante su gran confusión, les recordaba los pecados que habían omitido. San José de Copertino es patrono de los aviadores.

San Pablo de la Cruz: se celebra el 19 de octubre; vivió en el Piamonte de 1694 a 1775. Fundó la orden de los Pasionis-tas, para la formación de predicadores y misioneros. Pese a su avanzada edad, mantuvo hasta el final todas sus facultades intelectuales. Puede ayudar a los candidatos que se examinan de una lengua extranjera.

San Serapión: obispo de Antioquía muerto en 211, se celebra el 30 de octubre. Se le pide ayuda cuando hay que enfrentarse a un problema de redacción.

Oración para los estudios

Oh sí; mi enemigo persigue mi alma, abatió hasta el polvo mi vida, me colocó en tinieblas como a los muertos de siglos.
Mi espíritu desfallece en mí, mi corazón se paralizó en el pecho.
Me acuerdo de tiempos antiguos, medito en todas tus obras, considero las obras de tus manos.
Extiendo mis manos hacia ti; mi alma, como tierra árida, tiene sed de ti.
(Pausa)
Óyeme pronto, Señor, pues mi espíritu desfallece; no me escondas tu rostro, pues sería semejante a los que bajan a la tumba.
Haz que pronto sienta tu benignidad, pues confío en ti; hazme conocer por qué camino he de ir, porque a ti levanto mi alma.
Líbrame de mis enemigos, Señor; en ti me refugio; enséñame a hacer tu voluntad, pues tú eres mi Dios.
Tu espíritu es benigno; él me guía por tierra llana; por tu nombre, Señor, consérvame en vida, por tu clemencia sácame de las angustias, y por tu bondad destruye a mis enemigos y aniquila a todos los que atribulan mi vida, pues soy tu siervo.
Oración para recobrar la memoria
Escucha, oh Dios, con tus oídos mi plegaria, y no te apartes de mi
súplica, atiéndeme y respóndeme. Me agito alrededor gimiendo, perturbado por las amenazas del
enemigo, por la opresión del inicuo; porque me sobrevienen
males y con furia me asaltan. Mi corazón se conturba en mi pecho, y pavor de muerte cae sobre mí.
Temor y espanto vienen sobre mí, y me cubre el horror. Y digo: «¡Oh, si tuviera alas como la paloma, volaría y descansaría!
¡Cómo huiría lejos, lejos, y permanecería en el desierto!» (Pausa)
Me buscaría pronto un refugio contra el torbellino y la tormenta. Disipa, oh Señor, y divide sus lenguas, pues veo riñas y discordias
en la ciudad, que día y noche merodean en torno a sus muros,
y dentro de ella hay iniquidad y opresión. En sus calles hay asechanzas, y de sus plazas no se apartan la
injuria y la falsía. Si me hubiera afrentado el enemigo, en verdad lo hubiera sobrellevado; si se hubiera levantado contra mí el que me odia, me hubiera guardado de él. Pero era, por el contrario, un igual, amigo y familiar mío, con
quien tuve dulce trato, anduvimos en la casa de Dios con dulce
consorcio.
Caiga la muerte sobre ellos, desciendan vivos a los infiernos, pues hay maldades en sus habitaciones, en medio de ellos.
Yo, en cambio, clamo al Señor, y el Señor me salvará.
Por la tarde y por la mañana y al mediodía, me lamento y gimo, y escuchará mi voz:
«Redime para la paz mi alma de los asaltos, pues muchos van contra mí».
(Pausa)
Me escuchará Dios y les humillará, el sentado desde la eternidad,
pues no cambian, ni temen a Dios. Todos levantan sus manos contra aquéllos con los que habían
jurado paz y violan el pacto. Su rostro es más blando que la manteca, pero su corazón es
belicoso: sus palabras son más suaves que el aceite, pero son
espadas desenvainadas: «Confía tu cuidado al Señor. El te sostendrá; no permitirá jamás
que el justo vacile». Y tú, oh Dios, los precipitarás en la tumba de la perdición. Los criminalesy fraudulentos no llenarán la mitad de sus días; mas
yo espero en ti, Señor.