De color difícil de definir, pero… Podríamos decir que es escarlata, color sangre o incluso, color púrpura. En cuanto a su sabor… Tampoco es fácil, pues a muchas personas no les gusta y lo evitan. Quizá si se detuvieran a ver los beneficios que sus nutrientes nos pueden brindar, le darían una oportunidad. Estamos hablando del betabel, verdura de grandes propiedades y color llamativo; también lo conocemos como remolacha o betarraga, pertenece a la especie botánica Beta marítima y es originaria de la zona central del norte de África.
Según datos existentes, su cultivo se remonta al siglo II A.C. En los inicios, las antiguas civilizaciones solo consumían las hojas de la remolacha, y la raíz de la planta la utilizaban como remedio para combatir los dolores de cabeza y de muelas. Fue hasta el siglo XVI cuando su consumo se incorporó a la dieta de ingleses y alemanes. Con el paso de los años su cultivo fue creciendo y en la actualidad su consumo se ha extendido alrededor del mundo.
Existen varios tipos de remolacha, aunque las más comunes son:
• Remolacha común o roja: es la que conocemos y comemos como hortaliza.
• Remolacha forrajera: se utiliza sobre todo para alimentación animal.
El betabel posee hojas comestibles en la parte superior, las cuales contienen beta carotenos, calcio y hierro; para su consumo las puedes cocer al igual que las espinacas.
Es importante saber que es uno de los vegetales más energéticos y nutritivos para la sangre y el organismo en general, trata de incluirlo en tu dieta diaria pues contiene muchas propiedades y valores medicinales.
Dentro de sus propiedades podemos encontrar:
Alto contenido de Hierro.
Alto contenido en caroteno.
Energético.
Ric en sacarosa (azúcar vegetal).
Contiene vitamina C y B (B1, B2, B3 y B6).
Tiene cualidades antioxidantes.
Alto en fibra soluble e insoluble.
Es diurético.
Ric en ácido fólico.
Contiene potasio, yodo y magnesio.
Rico en hidratos de carbono.
En cuanto a las propiedades medicinales que se le atribuyen:
• Combate la anemia, pues es un excelente constructor de sangre; ayuda a la formación de glóbulos rojos y blancos.
• Ayuda contra el estreñimiento y hemorroides.
• Su consumo es muy útil durante la menopausia.
• Refuerza el sistema inmune.
• Ayuda a limpiar riñones, hígado y vesícula biliar.
• Útil para tratar infecciones de la vejiga.
• Aunque aun no esta comprobado, se estudian sus propiedades para tratar cáncer de mama y otros tipos.
La puedes consumir de manera variada, en sopas, ensaladas, guisados, jugos, postres, crudo o cocido, dale color a tus platillos.
Cuando lo consumas en jugo, es recomendable mezclarlo con jugo de naranja, pues solo es un limpiador muy fuerte y puede ocasionar molestias estomacales y náuseas.
Un detalle importante, es posible que cuando consumas betabel, tu orina o heces fecales adquieran una coloración roja, sin embargo no es motivo de preocupación, esto solo indica una incapacidad genéticamente heredada para metabolizar la betacianina; este pigmento es inofensivo, simplemente pasa por el sistema digestivo sin sufrir cambios.
Aquí te dejo una deliciosa receta de ensalada de betabel:
Ingredientes: 3 betabeles, 1 limón, cebollas de cambray, orégano deshidratado, sal, aceite de oliva y queso fresco rayado.
Modo de preparar: lava bien los betabeles y ponlos a cocer; una vez listos, pélalos y pícalos en cuadritos, agrega la cebolla finamente rebanada, condimenta con sal, orégano, aceite de oliva, unas gotas de limón y finalmente decora con el queso fresco.
Según datos existentes, su cultivo se remonta al siglo II A.C. En los inicios, las antiguas civilizaciones solo consumían las hojas de la remolacha, y la raíz de la planta la utilizaban como remedio para combatir los dolores de cabeza y de muelas. Fue hasta el siglo XVI cuando su consumo se incorporó a la dieta de ingleses y alemanes. Con el paso de los años su cultivo fue creciendo y en la actualidad su consumo se ha extendido alrededor del mundo.
Existen varios tipos de remolacha, aunque las más comunes son:
• Remolacha común o roja: es la que conocemos y comemos como hortaliza.
• Remolacha forrajera: se utiliza sobre todo para alimentación animal.
El betabel posee hojas comestibles en la parte superior, las cuales contienen beta carotenos, calcio y hierro; para su consumo las puedes cocer al igual que las espinacas.
Es importante saber que es uno de los vegetales más energéticos y nutritivos para la sangre y el organismo en general, trata de incluirlo en tu dieta diaria pues contiene muchas propiedades y valores medicinales.
Dentro de sus propiedades podemos encontrar:
Alto contenido de Hierro.
Alto contenido en caroteno.
Energético.
Ric en sacarosa (azúcar vegetal).
Contiene vitamina C y B (B1, B2, B3 y B6).
Tiene cualidades antioxidantes.
Alto en fibra soluble e insoluble.
Es diurético.
Ric en ácido fólico.
Contiene potasio, yodo y magnesio.
Rico en hidratos de carbono.
En cuanto a las propiedades medicinales que se le atribuyen:
• Combate la anemia, pues es un excelente constructor de sangre; ayuda a la formación de glóbulos rojos y blancos.
• Ayuda contra el estreñimiento y hemorroides.
• Su consumo es muy útil durante la menopausia.
• Refuerza el sistema inmune.
• Ayuda a limpiar riñones, hígado y vesícula biliar.
• Útil para tratar infecciones de la vejiga.
• Aunque aun no esta comprobado, se estudian sus propiedades para tratar cáncer de mama y otros tipos.
La puedes consumir de manera variada, en sopas, ensaladas, guisados, jugos, postres, crudo o cocido, dale color a tus platillos.
Cuando lo consumas en jugo, es recomendable mezclarlo con jugo de naranja, pues solo es un limpiador muy fuerte y puede ocasionar molestias estomacales y náuseas.
Un detalle importante, es posible que cuando consumas betabel, tu orina o heces fecales adquieran una coloración roja, sin embargo no es motivo de preocupación, esto solo indica una incapacidad genéticamente heredada para metabolizar la betacianina; este pigmento es inofensivo, simplemente pasa por el sistema digestivo sin sufrir cambios.
Aquí te dejo una deliciosa receta de ensalada de betabel:
Ingredientes: 3 betabeles, 1 limón, cebollas de cambray, orégano deshidratado, sal, aceite de oliva y queso fresco rayado.
Modo de preparar: lava bien los betabeles y ponlos a cocer; una vez listos, pélalos y pícalos en cuadritos, agrega la cebolla finamente rebanada, condimenta con sal, orégano, aceite de oliva, unas gotas de limón y finalmente decora con el queso fresco.