La Estrella representa el destino, momento de la verdad, donde se obtendrá aquello que se merece, si se es capaz de defenderlo. Simboliza la luz.

Ideas claves
Arquetipo: rayo de esperanza.
Lección: reconocer los aspectos internos más oscuros y eliminar las proyecciones. Vencer las tentaciones basados en verdades y no en temores.
Meta: enfrentar los desafíos. Iniciar un nuevo ciclo esperanzador. Entregarse a la sabiduría del cosmos.
Disposición psico-emocional: confiar en el futuro manteniendo frescura y optimismo. Habilidad reconstructora. Sintonía con la vida.
Principio
Liberado y vacío por la acción demoledora de La Torre, el ser percibe la energía de la esperanza, basado en la íntima certeza que le brinda su intuición. Guiado por ella arriba a las apacibles playas de la pureza y la acción reconstructiva.

Como situación
Superadas las pruebas de La Torre, y habiendo aprendido sus lecciones, inicia un período de autoconfianza y fe en los nuevos comienzos. La experiencia vivida nos orienta y guía. Algo nos inspira e impulsa con seguridad hacia logros positivos.

Una sensación reconfortante despierta nuevas esperanzas y un sentimiento de integración, realización y disposición para emprender el nuevo trayecto. Hay un justificado optimismo y capacidad renovadora. Es tomar iniciativas con la confianza de lograr desenlaces favorables.

La vida nos abre las puertas cuando logramos identificar necesidades, potencialidades y metas. De esta manera el éxito está garantizado ya sea para logros materiales e intelectuales, como afectivos y espirituales.

Como persona
La Estrella señala a alguien bien orientado e intencionado, que puede desarrollar con éxito su potencial creativo y dar inicio a un proyecto o actividad. Es la persona inspiradora y creativa que todos quisieran ser.

Independientemente de cuáles sean las expectativas de su entorno, la comprensión de sus motivaciones, metas y objetivos, hará que evalúe y administre mejor sus recursos para avanzar en al dirección correcta.

Una sensación de paz y quietud emerge desde lo más profundo de su ser y le facilita las condiciones para realizar tareas ineludibles para la consecución de sus metas. Es tiempo de renovación positiva, cuando todo se acopla perfectamente y el avance parece propicio.

Si esta energía está mal canalizada
Los cambios y pruebas vividos llenan de dudas y temores a la persona. Prevalece la inseguridad, la inestabilidad, y no se ve recuperación posible. La vida parece estancada, pero no se puede compensar esta parálisis (que es sólo aparente) acelerando o haciendo esfuerzos por aparentar moverte.

Será inútil y torpe pues detrás de esas acciones deliberadas no hay una sincera transformación interior, un aprendizaje auténtico, ni una motivación genuina. Urge revisar las motivaciones de nuestros actos y encontrar los enfoques errados a fin de superarlos.

Es preciso centrare en los objetivos y, basados en la experiencia vivida, establecer nuevas estrategias para reiniciar el camino. Se requiere aceptar que todo cambia, llenarse de valor y paciencia y dejarse guiar por las señales del universo. Sólo así logramos la movilidad que necesitamos para reiniciar el viaje.

La inestabilidad que se manifiesta conduce al cansancio, depresión y estancamiento. Con lo cual no podemos liberarnos de los miedos y dependencias, ni alcanzar la verdadera realización.

Quienes no superan las pruebas y se dejan abatir, se detienen y se estancan o perpetúan su estado de inconformidad y sensación de fracaso. Necesitan ser confortados, aceptados y apoyados por otros, con lo cual pierden su autonomía y pasan a depender de energía externa.

¿Qué hacer?
No le pongas límites a tus sueños. Cerciórate de lo que tú necesitas y anhelas alcanzar; reconoce que si es que no has hecho todo lo necesario y justo para lograrlo. Mirando hacia adentro y alcanzando una mayor claridad acerca de tus motivaciones e impulsos, sabrás qué tan genuino es tu interés y que tan ciertos tus esfuerzos. No sigas los sueños de otros ni hagas lo que se supone que debes hacer.

Toda crisis es una oportunidad para encontrarse con uno mismo. Ellas, las crisis, nos invitan a estimular la creatividad y la destreza, esperanzas, aperturas, sinceridad, calma y confianza interior; todo ello necesario para los nuevos comienzos, nuevos proyectos para la recuperación y curación.

Mensaje - Consejo
Después de la tormenta vuelve la calma. Después de duras pruebas, viene el nuevo amanecer. Siempre hay nuevas oportunidades, nuevos comienzos. En esa certeza consiste el valor de la esperanza. Ten presente que si nos centramos en lo externo perderemos el rumbo. Busca dentro ti tu sueño y verás cómo todo en tu entorno se transforma en oportunidad, empuje y apoyo.

Afirmación
Abro mi corazón y libero mis miedos y dudas. Hoy decido comenzar a darme oportunidades generosamente. No busco soluciones prácticas o respuestas finales, sino la esperanza que vive en mí, de que puedo lograr mi armonía. Voy por buen camino mientras mis objetivos y aspiraciones están basados en la acción constructiva.

La luz de la estrella guía mis esfuerzos.