Alguien me puede dar información de está bellisima y gran entidad de Alta Luz?
Espiritista escribió:HUARACAY o GUARACAY, 1620-1678El nombre de la épica del Cacique Jirahara, Huaracay o Guaracay, lo encontramos por primera vez en un trabajo del cronista Torcuato Manzo Núñez, con el título de: “Nirgua y Guaracay” aparecido en la revista “Aravenei” con fecha de diciembre de 1986, números 14-15, pp. 4 a 8, que dirigía el relevante intelectual Dr. Pascual Venegas Filardo. Manzo Núñez nos señala a los frailes Pedro de Aguado y Pedro Simón, como sus principales fuentes históricas. Cita en su artículo a Fray Pedro Aguado: “Los jirajaras que impidieron por tantos años la fundación de Nirgua o Nirva, eran prósperos agricultores y apuestos guerreros. De lo primero da fe el tirano Aguirre a su paso devastador en camino a Barquisimeto, cuando el mismo bandolero dice haber saciado el hambre que los atormentaba saqueando los trojes de maíz y alimentos que tenían los indios en el camino hacia las minas Buría”.
Más adelante menciona a Fray Pedro Simón, en el “expediente del 13 de septiembre de 1620 enviado a las autoridades del Tocuyo, por un Encomendero, quien en su escrito destacaba: “…que Guaracay dominaba con sus aguerridos gandules la extensa zona que atravesaban los caminos reales entre Nirgua y Nueva Segovia. El expediente original que inserta dicho fraile, dice: “el indio que mas daño aze en los caminos reales hassia esta parte es Guaracay, que bibe sobre el rio de buria. en donde más daño aze, es en el camino rl. que ba del valle de las damas a barquisimeto y dicen es capitan y caudillo de otros delincuentes que con el residen en dicha parte y que importa mucho prenderle y hazer justo castigo”. En parte, hemos respetado la ortografía del Expediente. Los Jiraharas, efectuaban los ataques por el camino Real y por Burachiche (Urachiche). El Gobernador Francisco de la Hoz y Berrío, ordenó: “destruir sus labranzas de maíz y conucos de legumbres y platanales”. Los denunciantes situaban la tribu principal en Buría y Tucuragua”, de una banda a la otra que va del valle de Guara y de Burachiche a Barquisimeto*. El temor que infundían los Jiraharas era tan espeluznante que los capitanes de acompañamiento recibían la orden de “… ante todas las cosas hagan lista en el Valle de Guara de la gente que llevan consigo, a los cuales harán que se confiesen y comulguen antes de entrar en dicha provincia de Nirgua”. La gesta de Guaracay quedó eternizada en “Guara” y en los “guaros” del estado Lara.
Nos permitiremos ampliar las respetables informaciones antes mentadas, para facilitar la nítida comprensión de la vida y lucha de los Jirajaras, quienes por más de cien años (100) defendieron a costa de sangre y heroicidad el terruño de sus ancestros entre Barquisimeto y Nirgua. En 1545, después de la retirada obligada de los Welser, llegó a Coro, Juan de Carvajal, el más cruel de los gobernadores enviado de Santo Domingo, en calidad de Teniente de Gobernador, acompañado de Juan de Frías, Juez de Residencia y Gobernador de Venezuela, usurpó a mediado de enero el mando y descargó su instinto asesino en culpables e inocentes, secundado por un grupo de aventureros ambiciosos y criminales. Carvajal solicitó la cooperación de Juan de Villegas, uno de los capitanes que sirvió a Welser, y al mando de 170 arcabuceros salió en los inicios de diciembre al sureste, y en lugar propio fundó el 7 del mismo mes y año, la población de Nuestra Señora de La Concepción del Tocuyo, en una orilla del río Tocuyo. Destacó varias partidas en solicitud de minas, e informando de ricos yacimientos más al noreste, sus delegados en los comienzos de 1546, toparon y quedaron diezmados por una tribu de furiosos “indígenas” que llamaban Jiraharas. En los años sucesivos, recibieron por largos años, el mote de caníbales (antropófagos), primero bajo el mando de Yarimagua (Yaritagua) su primer gran cacique, y al correr del tiempo encabezados por Burachiche (Urachiche) hasta caer rendidos por las fuerzas de Diego Portales Meneses. En algunas historias de Venezuela, se atribuye a los Jiraharas la destrucción criminal en 1597 “de la Encomienda y Misión de Yacambú (cerca de Sanare, estado Lara) donde mataron al misionero Fray Jerónimo del Espíritu Santo y a muchos indios e hirieron al encomendero que pudo escaparse”. Hay más de una versión que culpa del sanguinario acto a la tribu de los Yanaconas, etnia tan belicosa y despiadada como los Jiraharas, exterminada para abrir paso al comercio con los Andes.
En 1995, un estudio del Ateneo de San Felipe (Yaracuy), menciona como jefes Jiraharas a los principales: “Catebo y Manata, su hijo”, dados en Encomienda a Damián del Barrio en 1552, por el capitán Juan de Villegas, después de fundar Nueva Segovia.
*Manzo Nuñez, sentencia: “Guaracay personificó la resistencia Jirajara contra la crueldad de los conquistadores, y al sucumbir bajo la superioridad numérica y logística de sus contenedores, dejó clavada la última flecha de sus disparos certeros, como ejemplo de rebeldía contra los usurpadores del derecho ajeno”
Fuente: Caciques de Venezuela Guerreros de la Resistencia
Autor: Anibal Laydera Villalobos