Por la señal…
Señor mío Jesucristo…

ORACIÓN INICIAL. Postrado a vuestros pies, oh amantísimo protector mío San Antonio, os ofrezco el piadoso ejercicio que voy a practicar para que me alcancéis del Señor el perdón de mis pecados, las virtudes propias de mi estado, la perseverancia final y la gracia especial que solicito con esta devoción. Mas si ésta no me conviniese, obtenedme una perfecta conformidad en el divino beneplácito. Amén.
Rezar a continuación la oración
del martes (o domingo) que corresponda:

MARTES 1º: LA CARIDAD. ¡Oh, llama de amor hacia Dios y el prójimo, San Antonio! Cornpadeceos de mi frialdad en el servicio de Dios y de mis hermanos, y alcanzadme la virtud de la caridad, con la cual pueda lograr todos los bienes temporales y eternos.

MARTES 2º: GOZO ESPIRITUAL. ¡Oh, fidelísimo observador de los divinos preceptos y de la Regla Seráfica, San Antonio! Otorgadme el gozo espiritual en el cumplimiento de mis deberes y seré feliz en este mundo y en el otro.

MARTES 3º: LA PAZ. ¡Oh, pacificador de pueblos y ciudades, San Antonio! Conseguid para mi y para los míos la paz, que vino a traer Jesús a la tierra, y que me otorgue en esta y en la otra vida los derechos de hijo de Dios.

MARTES 4º: LA PACIENCIA. ¡Oh, sacrificado siervo del Altísimo, San Antonio! Conseguidme por vuestros ruegos la paciencia que necesito para llevar la cruz de mis obligaciones, la cual me abra las puertas del cielo.

MARTES 5º: LA LONGANIMIDAD. ¡Oh, generoso abogado de los pobres, San Antonio! Haced que yo me enamore de la longanimidad para merecer de Dios mayores gracias y mercedes y obtener la eterna felicidad

MARTES 6º: LA BONDAD. ¡Oh, dadivoso bienhechor, San Antonio! Dignaos extender la dulce virtud de la bondad hacia mí, para que no me contente con la justicia aparente, sino que sea bueno de verdad ante Dios y los hombres, según El desea.

MARTES 7º: LA BENIGNIDAD. ¡Oh, soberano y suavísimo San Antonio! Alcanzadme una santa benignidad para con mis prójimos, a fin de que no quiera otras armas contra mis enemigos mas que orar por ellos y hacerlos bien.

MARTES 8º: LA MANSEDUMBRE. ¡Oh, humilde y afabilísimo San Antonio! Obtenedme por vuestros méritos aquella mansedumbre que aun a los malos cautiva, y que logre con ella salvarme acompañado de muchos.

MARTES 9º: LA FE. ¡Oh, defensor de la Iglesia y martillo de los herejes, San Antonio! Fortificad en mí más y más la fe, para que goce de sus beneficios incomparables en el tiempo y en la eternidad.

MARTES 10º: LA MODESTIA. ¡Oh, modelo perfectísimo de honestidad, San Antonio! Alcanzadme la modestia, circunspección y recato en obras y palabras, para que pueda y sepa oponerme a las pompas y vanidades que renuncié en mi bautismo.

MARTES 11º: LA CONTINENCIA. ¡Oh virginal amador de Jesús, San Antonio! Suplicad para mí la gracia de la continencia en todos las cosas exteriores referentes a los placeres, honras y riquezas, para que prepare a Cristo digna morada en mi corazón.

MARTES 12: LA CASTIDAD. ¡Oh, lirio de pureza, San Antonio! Tened compasión de mí, para que, a pesar de las dificultades que me rodean, guarde la castidad según mi estado y logre ver a Dios en el cielo.

MARTES 13. ¡Oh, árbol frondoso de virtudes, San Antonio! Sazonad en mi los frutos del Espíritu Santo que en estas trece semanas os he pedido, a fin de que agraden a Dios Nuestro Señor mis obras, y por ellas y su gracia me dé la gloria.
Rezar cada martes un padrenuestro, avemaría y gloria.

Terminar con el responsorio de San Buenaventura y la oración final.

RESPONSORIO DE SAN BUENAVENTURA

Si buscas milagros, mira:
Muerte y error desterrados,
Miseria y demonio huidos,
Leprosos y enfermos sanos.

El mar sosiega su ira,
Redímense encarcelados,
Miembros y bienes perdidos
Recobran mozos y ancianos.

El peligro se retira,
Los pobres van remediados;
Cuéntenlo los socorridos,
Díganlo los paduanos.

El mar sosiega su ira,
Redímense encarcelados,
Miembros y bienes perdidos
Recobran mozos y ancianos.

Gloria al Padre, Gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.

Ruega a Cristo por nosotros, Antonio glorioso y santo, para que dignos así de sus promesas seamos.

ORACIÓN FINAL. Haced ¡oh, Señor! que la intercesión de vuestro confesor San Antonio llene de alegría a vuestra Iglesia, para que siempre sea protegida con los auxilios espirituales y merezca alcanzar los eternos goces. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.