Hola, leyendo por aquí y por allá de nuevo encontré esto que me gustaría compartir:
"Cuando pensamos en situaciones estresantes, también rememoramos momentos en los que nos hemos sentido abatidos y angustiados, pero lo que rara vez pensamos es que nosotros mismos podemos convertirnos en nuestros peores enemigos cuando nos dejamos llevar por otros o cuando no podemos controlar nuestros propios 'demonios'.
Estos son algunos de esos “apropiadores de energía” que debes aprender a reconocer para alejar de tu vida y poder desarrollarte libremente.
1) Tener deudas pendientes:
Tener deudas no siempre tiene que ver con una cuestión financiera.
También podemos tener cosas pendientes que debemos hacer o decir y que nos insumen tiempo y energía mientras pensamos en cómo definirlas.
Intenta no atrasarte en el cumplimiento de tus obligaciones y de esta manera descartar una preocupación de tu vida.
2) Anhelos postergados:
Estos deseos en los que siempre estamos pensando nos restan energía y no nos dejan avanzar.
No te detengas en la idea constante de algo que no puedes concretar.
Proyecta la manera y cumple con tus objetivos sin dilación para que los deseos postergados no te resten energía ni te frustren.
3) Entorno quejoso:
Ese compañero de trabajo que se queja del jefe, o ese vecino de enfrente que no deja de hablar mal del de al lado, no son positivos para tu vida.
Aléjate de esas personas que te quitan energía e influyen de manera negativa restándote optimismo.
4) Estancamiento:
No te dejes estar.
No hay nada tan negativo como el dejar que las cosas simplemente fluyan sin intentar nada nuevo que le de otros aires a tu vida y te impulse a vivir cosas mejores.
¡Enfrenta el siguiente paso!
5) Relegar lo que amamos hacer:
Todos tenemos obligaciones y sabemos que en la vida a menudo existen obligaciones que no podemos evitar, pero tener que vivir permanentemente atado a situaciones o tareas que no queremos hacer, nos irá desgastando emocionalmente hasta convertirnos en seres depresivos e incluso afectará nuestra salud.
¡Dedícate a cosas que te hagan feliz!
6) Mantener el orden:
Un ambiente desordenado equivale a una vida desordenada.
Esto poco a poco te hará sentir frustrado y en un estado de estrés permanente.
Ordena tu lugar de trabajo, la habitación en la que pasas tanto tiempo e incluso deshazte de cosas que ya no usas.
Acumular desgasta y ata.
7) Provocadores tóxicos:
La gente tóxica está en cualquier parte.
La encontramos en el ámbito laboral, en la familia, e incluso en los amigos y se trata de personas que con su negatividad nos arrastran a un terreno insalubre en el que definitivamente no debemos caer.
Procura alejarte de estos individuos que llevan su pesimismo a cuestas sin entrar en conflicto para no cargarte con sus propias frustraciones.
Aprende a perdonar:
Es importante no confundir el perdón con el fracaso.
Muchas personas creen que si perdonan están perdiendo una batalla cuando en realidad están ganando en tranquilidad y salud.
No te ates a personas o situaciones del pasado que no pueden volver de ese lugar.
“Lo pasado, pisado” puede sonar muy trivial pero sigue siendo un antídoto contra el desgaste psicológico y emocional que supone vivir atormentado por algo que ya no podemos cambiar.
¡Suéltalo y déjalo ir!
9) Aprende a aceptar:
Este consejo está muy ligado con el perdón, porque aunque las situaciones que debemos aceptar parezcan complejas, en realidad no tienen muchos misterios y simplemente se trata de darle el lugar que tienen hechos que no podemos modificar.
Intentar cambiar lo que no podemos cambiar implica un desgaste de energía que podemos utilizar en cosas positivas que nos generen satisfacción y alegría.
10) Cuida tu salud:
No dejes pasar el tiempo y visita al odontólogo, el oculista y tu médico de cabecera.
Mantener bajo control tu organismo te brindará una sensación de seguridad que liberará tu mente de esa preocupación y te dará las energías necesarias para nuevos emprendimientos."
Tendré que repetírmelo una 1000 veces, para que no olvide.....
Mucha Felicidad para todos, Meredyth
Fuente: Saludable.Gurú.com Por Guru en Marzo del 2017 en Buenos Hábitos
"Cuando pensamos en situaciones estresantes, también rememoramos momentos en los que nos hemos sentido abatidos y angustiados, pero lo que rara vez pensamos es que nosotros mismos podemos convertirnos en nuestros peores enemigos cuando nos dejamos llevar por otros o cuando no podemos controlar nuestros propios 'demonios'.
Estos son algunos de esos “apropiadores de energía” que debes aprender a reconocer para alejar de tu vida y poder desarrollarte libremente.
1) Tener deudas pendientes:
Tener deudas no siempre tiene que ver con una cuestión financiera.
También podemos tener cosas pendientes que debemos hacer o decir y que nos insumen tiempo y energía mientras pensamos en cómo definirlas.
Intenta no atrasarte en el cumplimiento de tus obligaciones y de esta manera descartar una preocupación de tu vida.
2) Anhelos postergados:
Estos deseos en los que siempre estamos pensando nos restan energía y no nos dejan avanzar.
No te detengas en la idea constante de algo que no puedes concretar.
Proyecta la manera y cumple con tus objetivos sin dilación para que los deseos postergados no te resten energía ni te frustren.
3) Entorno quejoso:
Ese compañero de trabajo que se queja del jefe, o ese vecino de enfrente que no deja de hablar mal del de al lado, no son positivos para tu vida.
Aléjate de esas personas que te quitan energía e influyen de manera negativa restándote optimismo.
4) Estancamiento:
No te dejes estar.
No hay nada tan negativo como el dejar que las cosas simplemente fluyan sin intentar nada nuevo que le de otros aires a tu vida y te impulse a vivir cosas mejores.
¡Enfrenta el siguiente paso!
5) Relegar lo que amamos hacer:
Todos tenemos obligaciones y sabemos que en la vida a menudo existen obligaciones que no podemos evitar, pero tener que vivir permanentemente atado a situaciones o tareas que no queremos hacer, nos irá desgastando emocionalmente hasta convertirnos en seres depresivos e incluso afectará nuestra salud.
¡Dedícate a cosas que te hagan feliz!
6) Mantener el orden:
Un ambiente desordenado equivale a una vida desordenada.
Esto poco a poco te hará sentir frustrado y en un estado de estrés permanente.
Ordena tu lugar de trabajo, la habitación en la que pasas tanto tiempo e incluso deshazte de cosas que ya no usas.
Acumular desgasta y ata.
7) Provocadores tóxicos:
La gente tóxica está en cualquier parte.
La encontramos en el ámbito laboral, en la familia, e incluso en los amigos y se trata de personas que con su negatividad nos arrastran a un terreno insalubre en el que definitivamente no debemos caer.
Procura alejarte de estos individuos que llevan su pesimismo a cuestas sin entrar en conflicto para no cargarte con sus propias frustraciones.
Aprende a perdonar:
Es importante no confundir el perdón con el fracaso.
Muchas personas creen que si perdonan están perdiendo una batalla cuando en realidad están ganando en tranquilidad y salud.
No te ates a personas o situaciones del pasado que no pueden volver de ese lugar.
“Lo pasado, pisado” puede sonar muy trivial pero sigue siendo un antídoto contra el desgaste psicológico y emocional que supone vivir atormentado por algo que ya no podemos cambiar.
¡Suéltalo y déjalo ir!
9) Aprende a aceptar:
Este consejo está muy ligado con el perdón, porque aunque las situaciones que debemos aceptar parezcan complejas, en realidad no tienen muchos misterios y simplemente se trata de darle el lugar que tienen hechos que no podemos modificar.
Intentar cambiar lo que no podemos cambiar implica un desgaste de energía que podemos utilizar en cosas positivas que nos generen satisfacción y alegría.
10) Cuida tu salud:
No dejes pasar el tiempo y visita al odontólogo, el oculista y tu médico de cabecera.
Mantener bajo control tu organismo te brindará una sensación de seguridad que liberará tu mente de esa preocupación y te dará las energías necesarias para nuevos emprendimientos."
Tendré que repetírmelo una 1000 veces, para que no olvide.....
Mucha Felicidad para todos, Meredyth
Fuente: Saludable.Gurú.com Por Guru en Marzo del 2017 en Buenos Hábitos