"Existen Maestros y Ángeles en los Mundos Internos trabajando en la curación de los enfermos, entre ellos se encuentra el Maestro Paracelso, Maestro Galeno, Maestro Hipócrates, Ángel Adonai, Ángel Rafael (Médico de Dios), Hermes Trismegisto, Huiracocha.
En el Templo de Alden se encuentra un Santuario de Curación en la Quinta Dimensión, ahí los Maestros de la Medicina Universal, asisten a todo aquel que acude en busca de ayuda, todo gnóstico auténtico sabe que en este templo los Venerables Maestros analizan los cuerpos internos de los pacientes. Sientan a sus enfermos en un sillón, bajo luces de colores primarios: Roja, Amarilla y Azul. Estos colores tienen la facultad de revelarles a los Maestros las larvas que el enfermo carga en su cuerpo Astral las cuales provocan la enfermedad que más tarde se manifiesta en el cuerpo físico.
La luz astral es la base de todas las enfermedades y la fuente de toda vida. Toda enfermedad, toda epidemia tiene sus larvas astrales que, al coagularse en el organismo humano, producen la enfermedad. Cuando el enfermo acude a pedir ayuda, los Maestros atienden el llamado y trabajan con infinito amor y paciencia hasta extraer y desintegrar las larvas, y entonces proceder a curar el cuerpo con fórmulas exactas. Al sanar el cuerpo astral, el físico sanará matemáticamente, puesto que todo padecimiento físico es consecuencia de la enfermedad de los átomos astrales del mismo órgano; curada la causa se cura el efecto; es bueno saber que la recuperación se realiza si la Ley Divina lo permite. Es claro que los maestros de la ciencia sanan los cuerpos internos medicinándolos y el resultado más tarde es la curación del organismo físico; sin embargo, hay enfermedades kármicas muy graves, resultado de malas acciones cometidas en vidas anteriores, cuando el castigo es muy severo la curación se hace imposible; sin embargo, los maestros de la medicina asisten y tratan de salvar al paciente.
Cuando la persona no debe un Karma muy grave, los maestros de la ciencia pueden curar al enfermo, aunque éste no consulte a ningún doctor. Empero es conveniente saber que por estos tiempos están apareciendo muchas enfermedades desconocidas, resultado espantoso de la perversidad humana; tales enfermedades suelen ser mortales.
El cerebro tiene un tejido muy fino, que es el vehículo físico de los recuerdos astrales. Cuando este tejido se daña se imposibilitan los recuerdos de lo que soñamos y sólo se puede remediar el daño en el templo de Alden mediante la curación que realizan los Maestros al discípulo.
Toda persona enferma puede escribir una carta dirigida a los Maestros de la Medicina Universal del Templo de Alden con la petición de curación de tal o cual órgano o parte del cuerpo afectada. La carta debe ser escrita con el puño y letra del enfermo, luego debe perfumar la carta con incienso y enseguida quemarla, para lo cual se necesitan los siguientes elementos:
1.- Un poco de sal (cualquier sal).
2.- Un poco de alcohol.
3.- Un poco de incienso (de preferencia del natural que sale de la corteza de los arboles) si no se consigue incienso se puede utilizar en su lugar, Mirra o Copal ya que cualquiera produce un aroma delicioso.
4.- Un poco de carbón encendido para quemar el incienso y perfumar la carta
5.- Dos recipientes adecuados: uno para el carbón donde se depositara el incienso que perfumará la carta, y otro para encender el alcohol y la sal.
6.- La Carta escrita por el interesado.
Una vez reunidos todos los elementos se procede a trabajar para hacer llegar la parte astral de la carta a los maestros de la siguiente manera:
Relajamos el cuerpo físico y el cuerpo mental vocalizando varias veces el Mantram PANDER (Paaaaaaaaaaaannnnndeeeeeerrrrrrrrrrrrrrrrrrrr).
Se pide a nuestro Ser Interior que nos invoque en nombre del Cristo, por la majestad del Cristo, por el poder del Cristo, a los Venerables Maestros de la Medicina, rogando la curación del órgano u órganos enfermos.
Después se vacía el alcohol sobre el recipiente que contiene la sal y se procede a encender el fuego. Ahora el interesado debe ponerse de rodillas (si le es posible) y con muchísima fe vocalizará el Mantram: OM TAT SAT OM (Oooooommmmm Tat Sat Ommmmmmmm varias veces. Al mismo tiempo que se pronuncia el mantram empezamos a sahumar (perfumar) nuestra carta en el humo del incienso, de tal manera que quede bien impregnada y con mucha devoción y respeto hacemos la petición a los Maestros de la Medicina universal:
Venerables Maestros de la Medicina Universal, pedimos que la parte astral de esta carta sea llevada al templo de Alden en la quinta dimensión para que nuestra petición de curación sea atendida de acuerdo a la Ley Divina y nunca a nuestra voluntad. Aquí en estos momentos la carta está lista para ser quemada. Los maestros de sabiduría leerán la carta y asistirán al enfermo.
Es obvio que todo servicio o favor debe ser pagado a la Ley Divina con buenas obras, de lo contrario pagaremos con dolor y sufrimiento."
En el Templo de Alden se encuentra un Santuario de Curación en la Quinta Dimensión, ahí los Maestros de la Medicina Universal, asisten a todo aquel que acude en busca de ayuda, todo gnóstico auténtico sabe que en este templo los Venerables Maestros analizan los cuerpos internos de los pacientes. Sientan a sus enfermos en un sillón, bajo luces de colores primarios: Roja, Amarilla y Azul. Estos colores tienen la facultad de revelarles a los Maestros las larvas que el enfermo carga en su cuerpo Astral las cuales provocan la enfermedad que más tarde se manifiesta en el cuerpo físico.
La luz astral es la base de todas las enfermedades y la fuente de toda vida. Toda enfermedad, toda epidemia tiene sus larvas astrales que, al coagularse en el organismo humano, producen la enfermedad. Cuando el enfermo acude a pedir ayuda, los Maestros atienden el llamado y trabajan con infinito amor y paciencia hasta extraer y desintegrar las larvas, y entonces proceder a curar el cuerpo con fórmulas exactas. Al sanar el cuerpo astral, el físico sanará matemáticamente, puesto que todo padecimiento físico es consecuencia de la enfermedad de los átomos astrales del mismo órgano; curada la causa se cura el efecto; es bueno saber que la recuperación se realiza si la Ley Divina lo permite. Es claro que los maestros de la ciencia sanan los cuerpos internos medicinándolos y el resultado más tarde es la curación del organismo físico; sin embargo, hay enfermedades kármicas muy graves, resultado de malas acciones cometidas en vidas anteriores, cuando el castigo es muy severo la curación se hace imposible; sin embargo, los maestros de la medicina asisten y tratan de salvar al paciente.
Cuando la persona no debe un Karma muy grave, los maestros de la ciencia pueden curar al enfermo, aunque éste no consulte a ningún doctor. Empero es conveniente saber que por estos tiempos están apareciendo muchas enfermedades desconocidas, resultado espantoso de la perversidad humana; tales enfermedades suelen ser mortales.
El cerebro tiene un tejido muy fino, que es el vehículo físico de los recuerdos astrales. Cuando este tejido se daña se imposibilitan los recuerdos de lo que soñamos y sólo se puede remediar el daño en el templo de Alden mediante la curación que realizan los Maestros al discípulo.
Toda persona enferma puede escribir una carta dirigida a los Maestros de la Medicina Universal del Templo de Alden con la petición de curación de tal o cual órgano o parte del cuerpo afectada. La carta debe ser escrita con el puño y letra del enfermo, luego debe perfumar la carta con incienso y enseguida quemarla, para lo cual se necesitan los siguientes elementos:
1.- Un poco de sal (cualquier sal).
2.- Un poco de alcohol.
3.- Un poco de incienso (de preferencia del natural que sale de la corteza de los arboles) si no se consigue incienso se puede utilizar en su lugar, Mirra o Copal ya que cualquiera produce un aroma delicioso.
4.- Un poco de carbón encendido para quemar el incienso y perfumar la carta
5.- Dos recipientes adecuados: uno para el carbón donde se depositara el incienso que perfumará la carta, y otro para encender el alcohol y la sal.
6.- La Carta escrita por el interesado.
Una vez reunidos todos los elementos se procede a trabajar para hacer llegar la parte astral de la carta a los maestros de la siguiente manera:
Relajamos el cuerpo físico y el cuerpo mental vocalizando varias veces el Mantram PANDER (Paaaaaaaaaaaannnnndeeeeeerrrrrrrrrrrrrrrrrrrr).
Se pide a nuestro Ser Interior que nos invoque en nombre del Cristo, por la majestad del Cristo, por el poder del Cristo, a los Venerables Maestros de la Medicina, rogando la curación del órgano u órganos enfermos.
Después se vacía el alcohol sobre el recipiente que contiene la sal y se procede a encender el fuego. Ahora el interesado debe ponerse de rodillas (si le es posible) y con muchísima fe vocalizará el Mantram: OM TAT SAT OM (Oooooommmmm Tat Sat Ommmmmmmm varias veces. Al mismo tiempo que se pronuncia el mantram empezamos a sahumar (perfumar) nuestra carta en el humo del incienso, de tal manera que quede bien impregnada y con mucha devoción y respeto hacemos la petición a los Maestros de la Medicina universal:
Venerables Maestros de la Medicina Universal, pedimos que la parte astral de esta carta sea llevada al templo de Alden en la quinta dimensión para que nuestra petición de curación sea atendida de acuerdo a la Ley Divina y nunca a nuestra voluntad. Aquí en estos momentos la carta está lista para ser quemada. Los maestros de sabiduría leerán la carta y asistirán al enfermo.
Es obvio que todo servicio o favor debe ser pagado a la Ley Divina con buenas obras, de lo contrario pagaremos con dolor y sufrimiento."