Espiritismo y Catolicismo: proselitismo anti-espiritista 1zw0v2s
 
Pese a la polémica existente hoy día en el seno espirita con relación al florecimiento de un espiritismo más orientado hacia la religión y el servicio al prójimo de lo que volcado al estudio empírico del fenómeno, me atrevo a colocar a continuación, la opinión (podría decir esclarecimiento) de Ramatís con respecto al interrogatorio que se le hizo con respecto a la finalidad y misión que tiene el espiritismo (doctrina kardeciana) desde su aparición y sincretización interreligiosa.
 
Aclaración: lo que leerá a continuación no es un determinante de directriz para la doctrina espirita (aclaratoria que hago a los espiritas ortodoxos decantados por la pureza doctrinaria) y puede tomarse como una opinión. No se admiten en el presente tema conductas proselitistas y sectarias orientadas a la difamación de este u otro autor de libros espiritas ni agresiones ideológicas dirigidas hacia adeptos de otras ideologías.

ESPIRITISMO Y CATOLICISMO
PROSELITISMO ANTI-ESPIRITISTA
 
Pregunta: ¿Qué nos podéis decir sobre las campañas siste­máticas que llevan a cabo los sacerdotes católicos contra el Espiritismo, utilizando el recurso de la hipnosis?
Ramatís: Nosotros, espíritus, que observamos las cosas desde nuestro plano de vida, creemos, que esas campañas son de excelente provecho para que los espiritas demuestren la segu­ridad y eficiencia que contiene el Espiritismo, y aunque se trate de fenómenos de hipnosis y letargia con la finalidad de herir y desmoralizar a los simpatizantes kardecistas, nada podrán hacer en ese sentido. Así como el temple resalta la condición del acero, el Espiritismo se manifiesta más sólido que nunca en sus principios, después de las agresiones adversas, recordándonos al ave Fénix que resurge de sus propias cenizas.
 
Es necesario que se ilumine todo su contenido superior e inalterable. Los adversarios ayudan extraordinariamente, por­que sus críticas se colocan en un ángulo impersonal y señalan equívocos o distorsiones de los mismos espiritas, abriendo ca­mino hacia una purificación superior. Ninguna doctrina espi­ritualista fue tan combatida y perseguida como el Cristianismo, sin embargo, su continuidad y sobrevivencia vital, se le debe a sus adversarios, que la eternizaron a través del martirio a las figu­ras como las de Jesús, Pedro, Pablo, María de Magdala y tantos otros, glorificados por el amor incondicional, entregándose a la humanidad sin distinción de credos, razas o colores. El sacri­ficio de los seguidores de Jesús, desde las persecuciones en Judea hasta el holocausto en los circos romanos, divulgó el Cristianismo con más éxito, que si lo hubieran hecho a través de eximios oradores. Lo mismo sucedió con el Espiritismo. Su principal fuerza para sobrevivir la tomó desde el momento que comenzaron las campañas, de los ataques y sarcasmos que sufrió por parte del Clero. La quema de las obras espiritas en la hoguera del Santo Oficio, en Barcelona, fue el sello de­finitivo de su glorificación entre los hombres.
 
A nuestra forma de ver, los sacerdotes que incursionan por las diferentes latitudes del globo y principalmente sobre algu­nas naciones americanas, como son Argentina y Brasil, en su campaña febril de ridiculizar al Espiritismo, se debería homena­jearlos por parte de los espiritas, en base a su eficientísimo trabajo de "testear" los valores que la doctrina encierra, y además, por exponer en público las cualidades morales prego­nadas por Allan Kardec. Jamás los espiritas podrán pagarles un trabajo tan útil y necesario, en verdad, están separando la cizaña del trigo, lo falso de los verdaderos, puesto que divulgan y se­ñalan aquello que no es Espiritismo.
 
Pregunta: Sin embargo, podrían causar impresiones nega­tivas en el público lego, puesto que mezclan la fenomenología mediúmnica espirita, con la hipnosis y letargia. ¿Cuál es vues­tra opinión?
Ramatís: Los fenómenos de hipnosis y letargia, no desmien­ten ni destruyen la realidad de la fenomenología mediúmnica, mejor aún, la confirman. A través de esa práctica citada, los sacerdotes católicos terminan convenciendo al público lego en la materia, sobre la existencia irrevocable del espíritu en el hombre. Por lo tanto, corrobora la enseñanza espirita, porque una vez probada la existencia del espíritu, presente y activo en las experimentaciones de la hipnosis y letargia en la esfera del sacerdocio católico, resta solamente encarar la tesis de cada doctrina o religión, en lo tocante a la manera de creer y juzgar a ese espíritu.
 
Dice el Catolicismo, que el alma es creada en la hora del nacimiento de la persona, después de la muerte física, ella va hacia el cielo, cuando es virtuosa, o hacia el infierno cuando es pecadora. El sacerdocio católico asegura que los muertos no pueden comunicarse con los vivos, conforme a la prohibición de Moisés, y si realmente sucede, ¡son las artimañas utilizadas por el Diablo, que se divierte engañando a los hombres ingenuos! En fin, después resulta, que los mismos sacerdotes comprobaron por la letargia y la hipnosis, que el alma es una realidad y ha­bita en el cuerpo del hombre, resta apenas, discutir las teorías católicas y espiritas, respecto a su manifestación.
 
Pregunta: Según el Espiritismo y el Catolicismo, ¿cuál de las dos tiene mayores divergencias respecto al comportamiento del alma?
Ramatís: El Espiritismo diverge del Catolicismo, puesto que enseña que el alma del hombre se originó a través de los tiempos y forjó su conciencia por medio de todas las especies de animales inferiores, hasta adaptarse al cuerpo humano, en una evolución paralela con la modificación de la materia hacia es­tados superiores. Después de la muerte del cuerpo físico el alma retorna a su mundo espiritual, donde continúa trabajando y estudiando para seguir perfeccionándose. Después, vuelve a encarnarse nuevamente, a fin de recapitular sus lecciones apren­didas y corregir los errores de las existencias pasadas, bajo la disciplina rectificadora de la Ley del Karma. Es importante observar, que no va hacia ningún paraíso de los ociosos o infierno de los pecadores errados, después de una sola existencia en la carne. Eso sería absurdo e injusto, por parte de Dios, al crear almas, que en tan poco tiempo, serían virtuosos y otras, fatalmente pecadoras.
 
Evidentemente, la tesis espirita es mucho más lógica, cuan­do admite la reencarnación como camino de recuperación, para que el alma errada pueda volver a reajustarse ante la Ley de Causas y Efectos o llamada de otra forma; la Ley del Karma. Además, si el alma proviene de Dios y penetra en el cuerpo humano, conforme dice el Catolicismo, entonces es viable que pueda volver a reencarnarse de nuevo en la tierra. Si consiguió encarnarse por primera vez, también podrá hacerlo otras diez, veinte o cien, ¿por qué habría de quedar truncado su perfec­cionamiento? Y, si las almas hicieron lo más difícil —subir al cielo, también podrían efectuar lo más fácil— bajar a la tierra. Probablemente, Dios no creó las almas por algún capricho tonto o acicateado por el sadismo de exiliarlas de la tierra, para des­pués negarles el justo placer de visitar a sus parientes y fami­liares humanos. Aun sería razonable, que los pecadores no pudieran salir del infierno para comunicarse con los vivos, pero, eso no se justifica con los virtuosos, que merecen otro trata­miento divino.
 
Resumiendo, el alma del católico desciende de Dios, habita el cuerpo por una sola existencia y después retorna al cielo o al infierno, estando terminantemente prohibido visitar nueva­mente al planeta, donde los más longevos, alcanzan a vivir casi cien años. Mientras tanto, el alma de los espiritas, también descienden de Dios, cuyo ente, se desprende de la masa espiri­tual, o espíritu grupo y habita, gradualmente, los reinos mineral, vegetal, animal y finalmente se fija como centella cons­ciente para dirigir la forma humana. Durante su progreso espiritual, sutiliza la materia que le sirve de sustentáculo en el mundo planetario, pues nace y renace tantas veces, como le fueran necesarias para su "autoconocimiento" y purificación de su cuerpo periespiritual, exigido en su mundo de origen. Con­forme a la explicación espirita, el alma progresa y se angeliza en forma independiente de privilegio o prohibición divina. Es un autodidacta que erra o acierta, sufre y goza, ignora y sabe, hasta completar el ciclo terrestre y ser merecedor para ingresar a otros mundos más venturosos.
 
Por eso, los sacerdotes católicos contribuyen satisfactoria­mente a favor del Espiritismo, respecto a sus prácticas hipnóticas o letárgicas, comprobando ante el público asistente, la irrevo­cable verdad, de la existencia del alma. Lo incomprensible para ese sujeto llamado público, es que la misma tesis católica que aprueba la existencia del alma, por el otro lado la niega rotundamente.

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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal? 
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.