Para explicar la dinámica de interacción espiritual umbandista, utilizaré como ejemplo a un caboclo, Pena Branca.
Metodología de invocación, despacho y despedida (general):
Para su invocación cabe recordar que la metodología de la Umbanda es la sencillez, por eso para su invocación puede entonarse un punto cantado que cumple la función de honrar y evocar.
A su llegada, puede haber mareo (es una energía muy dinámica y se hace típico que la persona sienta frente a cualquier entidad de la Umbanda que todo le diera vueltas). No incorporar bajo concepto alguno, excepto que se tenga pericia para controlar esta energía muy dinámica y fugaz. En ese instante se pronuncia el saludo (específico a cada falange) Oké Aró u Oké Caboclo. Se continúa en lo siguiente:
Con 1 vela blanca (atribución a la falange de Oxalá) o verde (atribución a la falange de Oxossi), con charuto (tabaco) o sin él, se procede a concentrar un pedido y despacharlo. (No hacen faltas oraciones especiales verbales o conjuros).
Cuando se va a retirar, se dice “Saravá”, la persona se levanta una vez terminada, enérgicamente pasa a repetir el proceso por el cual evocó a la entidad que es la entonación de un punto cantado, ahora mentalizando el fin del pedido y despacho para que se retire la entidad.
Es algo simple según pueden ver. Esto aplica para todas las entidades, aunque con el tiempo las firmas y puntos especiales personalizan este tipo de actividades. En todo caso, esto ocurre en quien asiste a un Terreiro y recibe los puntos riscados (firmas) y puntos cantados graduados para la manipulación de fluidos sujetos a algo en específico.
Para pedir, para hacer una simpatía, y para entregar un despacho (trabajo) siempre, en Umbanda, se pasa por el proceso de apertura, la invocación, en presencia de la entidad se realiza la actividad con mucho juicio, se indica la finalización del trabajo, se hace el cierre entonando puntos y se procede a las acciones especiales (en caso de trabajos). No se consiente contaminación, estos objetos deben ser despachados en zonas libres de peligro y ser recogidos; los despachos se ligan a la energía del sitio, por eso no conviene destruirlo o contaminarlo.
Es necesario esperar a que esté presente la entidad, no es recomendable dejar el pedido al aire porque son entidades ocupadas que no van a atender la inconstancia y el asecho de los quiumbas favorece mucho a que esta sea oportunidad de involucro y sustento con la persona que lo llama. Si una persona va a realizar una descarga (despojo, desmanche, corte, limpieza), procede después que confirma la presencia de la entidad, entonces, entona puntos de fuerza a la vez que preserva la concentración en lo que desea conseguir (descargarse) mientras se aplica los yuyos (hierbas) o sahumerios (humos); siempre el canto es el vehículo que dinamiza las energías, esa es la función principal tal cual lo han explicado, sirven para graduar la vibración y darle ritmo y dirección a los fluidos. Al terminar esto, la persona debe retirarse a un escenario donde pueda estar en recogimiento, ya que ahí inicia un periodo de refracción donde está susceptible a fluidos y presencias, consecuencia de la sensibilización que estos puntos producen.
Algo que no se toma muy en cuenta es la función del punto cantado como elemento litúrgico, y se ha tomado la costumbre de oírlos como si se tratase de música. Es cierto que es una manifestación musical, pero su objetivo no es el mismo. Toda persona que entona puntos, se sensibiliza, se expone a fluidos y presencias espirituales y a cada rato aparece uno relatando cómo, por entonar un punto donde y cuando no debe, terminó en una caída libre de un quiumba que luego le produjo mucho malestar. Los puntos mueven fluidos y presencias, y pasar todo el día entonando, mentalizando, y oyendo estos puntos nada más porque son bonitos, porque nos conectan con energías espirituales provenientes de Aruanda, y es algo agradable que es útil al equilibrio energético cuando necesitamos evocar una energía específica, pero que tiene su potencial de riesgo que no es un hecho exagerado sino una realidad que todo principiante en la religión ha sufrido.
Entre el desgaste nervioso, la hipersensibilidad y el flujo continuo de fluidos y presencias, rápido producen agotamiento en la persona la cual va a empezar a tener cuadros depresivos, en primera instancia fruto de la insuficiencia nerviosa, en segunda, de la pérdida de su equilibrio psíquico y emocional, que es campo fértil para el bajo astral.
Algo que había olvidado mencionar es que los puntos se cantan en portugués y pueden ir acompañados del choque de palmas y otras mañas que surgen cuando al entonarse estos puntos vamos cayendo bajo la influencia del fluido. Algunos bailan y chocan palmas, otros recurren al atabaque (tambor) pero nada de esto es programado, forman parte de las mañas que ayudan a fluir en respuesta al fluido que caracteriza el acercamiento de la entidad.
Última edición por Alianza Naiguatá el Dom Ago 14, 2016 8:29 pm, editado 2 veces (Razón : Olvidé añadir algo)
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.