Ògún, con su espada nos hace más fuertes y aparta el mal, venga él de donde viniera, abre nuevos horizontes y nos guía rumbo a la victoria en nuestras guerras personales. Ògún es homenajeado el 23 de Abril, que es el día de este Òrìşà guerrero, sin temor y nos da fuerza a cada día para nuestras batallas. Este es el día más propicio para pedir su protección y hacer nuestras ofrendas al "Señor de la Guerra" por un año más de victorias contra nuestras batallas personales y nuestros enemigos que por envidia pueden lanzarnos cargas negativas.
23 de Abril es el día de Ògún, en este día homenajeamos a Ògún, este Òrìşà tan querido, sin temor y que nos trae, con la fuerza de su espada, persistencia y coraje para el triunfo. El homenaje a Ògún es hecho en el Candomblé con su plato predilecto, la "feijolada de Ògún", un plato típico de la cocina bahiana que es una característica de la "regla de Osha" en Brasil, que recurre mucho a la cocina bahiana en detrimento de los sacrificios animales que son más un abuso de parte de los demandantes y practicantes de cultos de origen bantú en suelo brasileño.
En Umbanda, basado en los criterios de cada Terreiro tenemos la interpretación literal y africana del Òrìşà del mismo modo que una interpretación anímica y simbólica tocante a las energías sutiles que identificamos como referidas a esa fuente que la irradia y podemos servirnos de ellas gracias a la dinámica de sus falanges espirituales dentro de la religión.
Ògún, por su naturaleza batalladora, tiene el poder de vencer las batallas y traer prosperidad para toda nuestra familia. Los hijos de Ògún cargan consigo una disposición extraordinaria, son personas batalladoras y que nunca desisten de sus objetivos, encuentran siempre en Ògún la fuerza que necesitan para continuar con los ojos en el horizonte anhelado, por más que los obstáculos intenten desanimarlos.
Ògún está siempre muy próximo a los humanos y es representado también por San Jorge, el "Santo Guerrero"; a pesar de Ògún ser asociado a la guerra, así como San Jorge, la violencia no lo sintetiza, pues es también dotado de gran sensibilidad, amor fraterno y jamás se deja llevar por el poder conquistado. Ògún es símbolo de prosperidad, de claridad de nuevas fronteras, del trabajo, de la actividad sobre la naturaleza y de la búsqueda de nuevos conocimientos y del dominio de la tecnología por el hombre.
Aunque Ògún [Guerra] no es el astro Marte, se cree por el estudio que en el plano material los elementos que se imantan y emanan una irradiación que vibra en correspondencia a Ògún suele ser la expresión de su energía, así, si bien uno no es el otro, se sabe que las irradiaciones del astro Marte corresponden en concordancia vibratoria y alegórica de Ògún. Así referimos entre sus cualidades:
Se asocia con nuestros impulsos de conquista y el sentido del olfato. Es el encargado de llevar a cabo las funciones de actuar, conseguir, atacar, defender, etc. Por tanto, las personas con iniciativa y emprendedoras que no temen las dificultades tienen un Marte fortalecido. En cambio, las personas con falta de decisión, exceso de agresividad o con problemas en la relación con los hombres suelen tener alguna cuestión que aprender con su Marte personal. A Marte le gusta ser líder y tener objetivos a los que pueda aspirar. Dice "Quiero llegar a… y lo voy a conseguir". Marte es fundamental para ponernos en marcha, llevar a cabo nuestras motivaciones y alcanzar la auto-realización. Valentía, coraje y fuerza de voluntad.
¡Lucha cobarde! Es el macho quien lucha con otro macho para conseguir a la hembra. Marte se prueba continuamente a sí mismo para obtener sus propósitos. Un Marte dominador hace que esa persona sea valiente y sacrifique o entregue su energía en pos de lo que quiere o ve que merece la pena.
Con Marte quieres vencer y ser el primero. Es el guerrero con ambición y deseos. Capaz de correr riesgos para llegar a su meta si es necesario.
Marte es nuestra energía física en movimiento, el motor que convierte la energía en trabajo. Por ello, segrega adrenalina.
A su vez, le da importancia a la eficacia y al rendimiento: se esfuerza para conseguir algo en concreto.
Es quien nos ayuda a decir NO cuando no queremos algo. Con Marte imponemos nuestra voluntad y obtenemos poder personal.
Los hijos de Ògún tienen fuerte tendencia al liderazgo, luchan bravamente hasta la victoria. A veces son egoístas y alborotadores, gustan de comprar peleas de amigos.
Con temperamento caliente (¿o será mejor decir colérico-sanguíneo?), se irritan fácilmente. Son personas inteligentes, alegres y gustan de compartir las alegrías. Así como su Òrìşà son mujeriegos, fiesteros. Cuando ponen una cosa en la cabeza, nadie la saca. Gastan aquí lo que ganan allí. Generalmente son de estatura media a alto, fuertes y de musculatura definida.
Los hijos de Ògún tienen un comportamiento a veces peleón, pero con un gran sentido de honra. El liderazgo de este Òrìşà con los caminos hacen que sus hijos gusten de viajar mucho y no consigan fijarse en un mismo lugar por mucho tiempo. Son persistentes en cuanto a sus objetivos y una vez que tengan uno en vista, difícilmente algo o alguien conseguirá hacerlos desistir de seguir el camino escogido. La natural expansividad también lo lleva a ser un líder nato.
El tipo físico atribuido a los hijos de Ògún es el atlético, musculoso, con mucha energía, por eso se interesan por practicar deportes en el cual gastan energía. Son del tipo que dan valor a la libertad sin fijarse a los valores comunes de la sociedad (valores materiales).
Las personas de Ògún por las propias características de este Òrìşà son siempre valientes, impetuosos, sin temor, tienen coraje, objetivos, sienten un gusto por cambios de lugares, por conquistas y asuntos ligados al dominio de herramientas y tecnología.
Son grandes negociantes, amante fiel y bien dedicado a la familia, son también verdaderos guardianes de su propio patrimonio, generalmente son personas bonitas, talentosas e inteligentes.
Los hijos y protegidos de Ògún reciben de él ese gusto por la libertad y el coraje para enfrentar las mayores batallas de la vida. Cuando el asunto es el corazón, los hijos de Ògún se muestran personas bastante egoístas. Si estuvieran enamorados, hacen de todo para conquistar a quien desea sin preocuparse si está dañando a alguien o no. Adoran tomar la iniciativa en la hora de la conquista y saben cómo usar el encanto para atraer a quien desea. Como no desisten fácilmente, es difícil alguien escapar de su red. Tras ganar el corazón de la persona amada, hace de todo para que ella sea feliz a su lado. Se entregan por entero y ama casi que ciegamente. Su fidelidad es grande y solo es capaz de traicionar si la persona amada no está siendo sincera con sus sentimientos. Posesivas, no esconden su celo y son capaces de armar grandes problemas cuando su sangre hierve.
Acostumbran salirse muy bien en profesiones que envuelvan el raciocinio rápido (como las militares) o entonces energía física (como los deportes). También destacan en el área de administración, comercio e ingenieros. Su ambición es grande, y para llegar a donde desea, traza planes bien objetivos. Como no gustan de estar parados, acostumbran de vez en cuando conseguir un empleo más y eso es también la manera de mejorar su cuenta bancaria, ya que gusta de gastar.
Por ser bastante exaltados, pierden la cabeza y lanzan todo para lo alto en un gesto impulsivo. Eso hace que cambie de empleo con facilidad. Con el tiempo madura y aprende a controlar esa energía intempestiva. Así fácilmente alcanza cargos importantes, ya que impresionan por la capacidad de resolver los problemas más complejos.
Por ser ansiosos y tensos, los regidos por Ògún, tienen como puntos débiles la cabeza, el hígado y el estomago. Enfermedades como jaquecas y gastritis son señales de que necesitan controlar el estrés. Una manera saludable es hacer caminatas a solas o deportes colectivos. Dormir bien también es importante para terminar cada vez mejor, pues una buena noche de sueño es capaz de transformar su humor.
Su saludo es ¡Ogunhé! u ¡Ogum Yé!
Última edición por Alianza Naiguatá el Dom Abr 23, 2017 5:47 pm, editado 1 vez (Razón : Era necesario añadir y quitar, reorganizar algunas cosas.)
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.