Extracto para Meditar y Tomar Consejo:
...Yo conocía a una señora que tenía hecho Oshún y un día dio un tambor. Hay una joven muy bonita que ese día iba a bailar y la dueña de la casa tenía un traje precioso para que ella lo estrenara. La joven por determinada razón que se desconoce, no pudo asistir al toque. El tambor no se suspendió y se presentaron otros Iyabó, entre ellos una morena bien fea, pero de bailar elegante. Cuando el toque estaba a todo andar, la morena entra en trance. Algunas de las mujeres que participaban la llevan para un cuarto con la idea de vestirla con el traje nuevo. Por una ley de la santería, cuando el tambor es en honor a Oshún si una persona monta ese santo hay que darle lo que se tenga para ella.Una Iyalocha se acerca a la dueña de la casa y le pide el vestido nuevo para vestir a la Oshún. «¿Qué tú dices, yo darle a esa negra tan fea mi vestido ele- gante?». La Oshún en trance nada escuchó, le pusieron un pañuelo y salió bailando. Bailaba con un estilo majestuoso y bello y así fue saludando a sus hijos y a otros, cuando de pronto se tropieza con la dueña del tambor, le dice «Orno, de manera que tu dijiste que la Achó estaba muy lindo para que lo usara mi caballo?, pues guárdalo porque tú lo vas a necesitar» y la Oshún siguió bailando divina.Pasado tres días la mujer del tambor murió de muerte natural. Como desde niña había coronado santo, era menester vestirla con la mejor ropa.La vistieron con el traje que le negó a la Oshún negra, fea y desencajada.En Guanabacoa dieron un tambor maravilloso y entre los que acudieron estaba Agapito Buena Noche, un babalawo de mucha sapiencia.El tambor estaba en su apogeo cuando se montó una Oshún. Agapito tenía hecho Ifá, pero Oshún era su madre. Esta se le acercó mientras bailaba y saludaba y le pidió Owó y él le dijo que no tenía dinero. Oshún siguió bailando y pronto regresó a pedir de nuevo Owó, Agapito volvió anegarse. La bailarina encantada haciéndose la desentendida le insistió por tercera vez y Agapito Buena Noche que tenía el bolsillo repleto volvió adecir que no tenía. « ¿a mí tú me vas a decir que no tienes Owó para tu mamá?» dijo Oshún enfadada. Yo no sé que le sucedió a Agapito que le gritó «sí, yo tengo pero por mis c... no te voy a dar nada».Oshún se echó a reír y siguió bailando, el hombre se fue. Se terminó el tambor y a poca distancia apareció el auto desbaratado de Agapito yéste muerto y con los testículos desprendidos.Tengo una amiga, justamente el otro día estuvo aquí; ella tenía que hacerse Oshún, pero siempre lo posponía por una razón u otra. Un día va a registrarse y Oshún le dice que la estaba esperando. Ella explicó no tener dinero, la situación estaba muy dura, etc., Oshún le dijo: «bueno, yo te voy a ayudar».Mi amiga Pastora, que es como se llama, va a una fiesta al Vedado,conoce a un hombre, se enamoran y por fin se comprometen. El era cocinero de no sé qué lugar, tenía cierta solvencia y le promete ayudarla a hacerse santo y Pastora se hizo santo. El día del Itá Oshún le dijo que debía casarse con aquel señor, pero cuidado de no abandonar sus cosas,debía matrimoniarse y salir del marco donde vivía porque sus hijos eran candela, pero reiteró que no abandonara su casa, pues un día podía verse sin llave y sin llavín con Oshún en una jaba y sentada en un parque.A Pastora le iba todo de maravillas; se casó con Seguro Matienso, un hombre de su casa y bien enamorado. Un día éste le dice «múdate conmigo» y mi amiga, sin meditarlo, le vendió su casa a una artista de Tropicana y se fue con sus hijos a vivir al Cerro con Seguro. Todo lo maravilloso perdió su brillo, comenzaron a surgir los disgustos y problemas; imagínate los hijos, un mal día el marido malhumorado se plantó en el medio de la sala y gritó:«todo el mundo para afuera». Aquel hombre se imaginó siendo Oggún, cogió un machete y ya tu sabes, o se iban o aquello terminaba como la batalla de Peralejo.
Una mañana un pariente mío se encontró a Pastora sentada en el parque de la Fraternidad y llevaba una jaba y dentro de esto a Oshún.La mamá de Armando Larrinaga tenía que hacerse Oshún, pero murió sin el santo.Armando va a un tambor, baja Oshún y le dice que tiene que coronarla para con ello compensar un poco la falta de la madre «Oshún ¿yo?». El decía que era muy hombre para asentarse ese orisha. «Shangó,Oggún, Elegguá, pero Oshún ¿qué le pasa a ésta?».«Mira, mi hijo no seas soberbio, todo es por tu bien, cumple con el mandato que tu Iyá no cumplió». «No, no, ni hablar, Oshún ni vomitando».Transcurridas unas semanas Armando Larrinaga empezó con una tos y un catarro que no se le quitaba. Entró en el cuarto a coronar Oshún vomitando sangre y limpiándose el mismo, pues todo el mundo pensaba que estaba tuberculoso y hizo Oshún y la sangre se acabó, conozco que está divino.Lo que le pasó a Consuelo Garrapatía fue tremendo; el santo se lo había dicho, que no cohabitara con sus hijos para evitar la muerte. Ella erauna raulata linda, de pelo largo y hermoso. El Obbá le llegó adecir que Oshún la quería tanto que estaba dispuesta a complacerla entodo, hasta en la muerte si se lo pedía.Consuelo no hizo caso y siguió viviendo con sus hijos, que eran unos alacrancitos. Cuando no era un problema era el otro, a cada rato había broncas entre hijos y cuñados. Un viernes santo, de semana santa,estalló la guerra; el marido de la hija de Consuelo y sus hermanos formaron la de San Quintín. Consuelo desesperada salió corriendo al patio y alzando los brazos gritó «¡Ay! Oshún mándame la muerte, lo que quiero es morirme» y a la hija de Oshún le dio una cosa y la llevaron para el hospital, pero al final no fue nada grave. La regresaron a la casa, la tensión aparentemente había bajado y las aguas vueltas a su curso normal, pero de pronto, de nuevo se alzaron las voces y aquellos morenos parecían unos apalencados, con machete en mano y todo. La pobre Consuelo, de nuevo al patio «Oshún, Oshún» y pracatá, el paro le dio y allí mismito quedó.
IRNA Un encuentro con la Santería, el Espiritismo y el Palo Monte.
...Yo conocía a una señora que tenía hecho Oshún y un día dio un tambor. Hay una joven muy bonita que ese día iba a bailar y la dueña de la casa tenía un traje precioso para que ella lo estrenara. La joven por determinada razón que se desconoce, no pudo asistir al toque. El tambor no se suspendió y se presentaron otros Iyabó, entre ellos una morena bien fea, pero de bailar elegante. Cuando el toque estaba a todo andar, la morena entra en trance. Algunas de las mujeres que participaban la llevan para un cuarto con la idea de vestirla con el traje nuevo. Por una ley de la santería, cuando el tambor es en honor a Oshún si una persona monta ese santo hay que darle lo que se tenga para ella.Una Iyalocha se acerca a la dueña de la casa y le pide el vestido nuevo para vestir a la Oshún. «¿Qué tú dices, yo darle a esa negra tan fea mi vestido ele- gante?». La Oshún en trance nada escuchó, le pusieron un pañuelo y salió bailando. Bailaba con un estilo majestuoso y bello y así fue saludando a sus hijos y a otros, cuando de pronto se tropieza con la dueña del tambor, le dice «Orno, de manera que tu dijiste que la Achó estaba muy lindo para que lo usara mi caballo?, pues guárdalo porque tú lo vas a necesitar» y la Oshún siguió bailando divina.Pasado tres días la mujer del tambor murió de muerte natural. Como desde niña había coronado santo, era menester vestirla con la mejor ropa.La vistieron con el traje que le negó a la Oshún negra, fea y desencajada.En Guanabacoa dieron un tambor maravilloso y entre los que acudieron estaba Agapito Buena Noche, un babalawo de mucha sapiencia.El tambor estaba en su apogeo cuando se montó una Oshún. Agapito tenía hecho Ifá, pero Oshún era su madre. Esta se le acercó mientras bailaba y saludaba y le pidió Owó y él le dijo que no tenía dinero. Oshún siguió bailando y pronto regresó a pedir de nuevo Owó, Agapito volvió anegarse. La bailarina encantada haciéndose la desentendida le insistió por tercera vez y Agapito Buena Noche que tenía el bolsillo repleto volvió adecir que no tenía. « ¿a mí tú me vas a decir que no tienes Owó para tu mamá?» dijo Oshún enfadada. Yo no sé que le sucedió a Agapito que le gritó «sí, yo tengo pero por mis c... no te voy a dar nada».Oshún se echó a reír y siguió bailando, el hombre se fue. Se terminó el tambor y a poca distancia apareció el auto desbaratado de Agapito yéste muerto y con los testículos desprendidos.Tengo una amiga, justamente el otro día estuvo aquí; ella tenía que hacerse Oshún, pero siempre lo posponía por una razón u otra. Un día va a registrarse y Oshún le dice que la estaba esperando. Ella explicó no tener dinero, la situación estaba muy dura, etc., Oshún le dijo: «bueno, yo te voy a ayudar».Mi amiga Pastora, que es como se llama, va a una fiesta al Vedado,conoce a un hombre, se enamoran y por fin se comprometen. El era cocinero de no sé qué lugar, tenía cierta solvencia y le promete ayudarla a hacerse santo y Pastora se hizo santo. El día del Itá Oshún le dijo que debía casarse con aquel señor, pero cuidado de no abandonar sus cosas,debía matrimoniarse y salir del marco donde vivía porque sus hijos eran candela, pero reiteró que no abandonara su casa, pues un día podía verse sin llave y sin llavín con Oshún en una jaba y sentada en un parque.A Pastora le iba todo de maravillas; se casó con Seguro Matienso, un hombre de su casa y bien enamorado. Un día éste le dice «múdate conmigo» y mi amiga, sin meditarlo, le vendió su casa a una artista de Tropicana y se fue con sus hijos a vivir al Cerro con Seguro. Todo lo maravilloso perdió su brillo, comenzaron a surgir los disgustos y problemas; imagínate los hijos, un mal día el marido malhumorado se plantó en el medio de la sala y gritó:«todo el mundo para afuera». Aquel hombre se imaginó siendo Oggún, cogió un machete y ya tu sabes, o se iban o aquello terminaba como la batalla de Peralejo.
Una mañana un pariente mío se encontró a Pastora sentada en el parque de la Fraternidad y llevaba una jaba y dentro de esto a Oshún.La mamá de Armando Larrinaga tenía que hacerse Oshún, pero murió sin el santo.Armando va a un tambor, baja Oshún y le dice que tiene que coronarla para con ello compensar un poco la falta de la madre «Oshún ¿yo?». El decía que era muy hombre para asentarse ese orisha. «Shangó,Oggún, Elegguá, pero Oshún ¿qué le pasa a ésta?».«Mira, mi hijo no seas soberbio, todo es por tu bien, cumple con el mandato que tu Iyá no cumplió». «No, no, ni hablar, Oshún ni vomitando».Transcurridas unas semanas Armando Larrinaga empezó con una tos y un catarro que no se le quitaba. Entró en el cuarto a coronar Oshún vomitando sangre y limpiándose el mismo, pues todo el mundo pensaba que estaba tuberculoso y hizo Oshún y la sangre se acabó, conozco que está divino.Lo que le pasó a Consuelo Garrapatía fue tremendo; el santo se lo había dicho, que no cohabitara con sus hijos para evitar la muerte. Ella erauna raulata linda, de pelo largo y hermoso. El Obbá le llegó adecir que Oshún la quería tanto que estaba dispuesta a complacerla entodo, hasta en la muerte si se lo pedía.Consuelo no hizo caso y siguió viviendo con sus hijos, que eran unos alacrancitos. Cuando no era un problema era el otro, a cada rato había broncas entre hijos y cuñados. Un viernes santo, de semana santa,estalló la guerra; el marido de la hija de Consuelo y sus hermanos formaron la de San Quintín. Consuelo desesperada salió corriendo al patio y alzando los brazos gritó «¡Ay! Oshún mándame la muerte, lo que quiero es morirme» y a la hija de Oshún le dio una cosa y la llevaron para el hospital, pero al final no fue nada grave. La regresaron a la casa, la tensión aparentemente había bajado y las aguas vueltas a su curso normal, pero de pronto, de nuevo se alzaron las voces y aquellos morenos parecían unos apalencados, con machete en mano y todo. La pobre Consuelo, de nuevo al patio «Oshún, Oshún» y pracatá, el paro le dio y allí mismito quedó.
IRNA Un encuentro con la Santería, el Espiritismo y el Palo Monte.