Hace algún tiempo, expuse un tema denominado el ternario de la oración; y, pues no lo he encontrado, por tal motivo, vuelvo a colocar este tema, para explicar según mi modo de ver, la forma en que se debe hacer una oración.
Forma correcta de hacer una oración.
Considero necesario tratar de dar alguna explicación sobre el uso del ternario en la práctica de la oración cualquiera que ella sea.
Una oración, no debe ser una repetidera de palabras que golpee el oído o una lectura autómata de ella; no, en la oración se deben conjugar tres elementos indispensables e inseparables, como lo son:
1) La imaginación (translúcido): que consiste en tomar elementos antes percibidos y experimentados, pero no presentes, reflejados en una idea contenida en la memoria a la cual le vamos a dar una forma y así transformarla en nuevos estímulos y realidades;
2) El verbo: La palabra juega un papel muy importante de la oración; en ella, luego de darle forma a la imaginación, pensamiento o idea, se debe darle un nombre a cada una de las imágenes formadas y guardadas en nuestra memoria. Aquí, es necesario tratar de pronunciar muy bien los Nombres Divinos Invocados, se debe usar la prosodia y articular muy bien cada palabra para que produzca el sonido exacto con que cada Nombre se identifica; y,
3) La Chispa: que consiste en el sentimiento o pasión que hay que poner en la oración a medida que van pasando por nuestra mente las imágenes de las palabras que pronunciamos.
En eso se puede resumir el Ternario de la oración; y es justamente por ello que al conjugar o unir el ternario lo centramos en nuestra manos mediante el signo de la oración, que se origina de las 22 letras sagradas, de las cuales las primeras 10 son las principales y Dios en su eterna sabiduría nos dio 10 dedos, 5 en cada mano, los cuales al unirlos, cinco contra o junto a los otros cinco nos hace colocar al Creador en el lugar correcto.
En conclusión, la oración hay que imaginarla, relatarla y sentirla de manera que nos haga erizar, engrifar o encrespar y esa es la señal de que la oración fue bien hecha y las energías invocadas o llamadas se han presentado.
Forma correcta de hacer una oración.
Considero necesario tratar de dar alguna explicación sobre el uso del ternario en la práctica de la oración cualquiera que ella sea.
Una oración, no debe ser una repetidera de palabras que golpee el oído o una lectura autómata de ella; no, en la oración se deben conjugar tres elementos indispensables e inseparables, como lo son:
1) La imaginación (translúcido): que consiste en tomar elementos antes percibidos y experimentados, pero no presentes, reflejados en una idea contenida en la memoria a la cual le vamos a dar una forma y así transformarla en nuevos estímulos y realidades;
2) El verbo: La palabra juega un papel muy importante de la oración; en ella, luego de darle forma a la imaginación, pensamiento o idea, se debe darle un nombre a cada una de las imágenes formadas y guardadas en nuestra memoria. Aquí, es necesario tratar de pronunciar muy bien los Nombres Divinos Invocados, se debe usar la prosodia y articular muy bien cada palabra para que produzca el sonido exacto con que cada Nombre se identifica; y,
3) La Chispa: que consiste en el sentimiento o pasión que hay que poner en la oración a medida que van pasando por nuestra mente las imágenes de las palabras que pronunciamos.
En eso se puede resumir el Ternario de la oración; y es justamente por ello que al conjugar o unir el ternario lo centramos en nuestra manos mediante el signo de la oración, que se origina de las 22 letras sagradas, de las cuales las primeras 10 son las principales y Dios en su eterna sabiduría nos dio 10 dedos, 5 en cada mano, los cuales al unirlos, cinco contra o junto a los otros cinco nos hace colocar al Creador en el lugar correcto.
En conclusión, la oración hay que imaginarla, relatarla y sentirla de manera que nos haga erizar, engrifar o encrespar y esa es la señal de que la oración fue bien hecha y las energías invocadas o llamadas se han presentado.