ENFERMEDAD:

Es uno de los males que más atormenta a la humanidad. Generalmente, se entiende la apariencia de enfermedad como algo casual e impredecible que procede de lo externo, de una agresión fortuita procedente del plano, de los microbios o gérmenes que están en el aire o viene por herencia y no hay ninguna responsabilidad ni culpa en esta situación. Por tal incomprensión, no se acepta como cosecha propia ni se aprenden las debidas lecciones. La resistencia a la enfermedad, por verla como una consecuencia de lo externo, hace que sea difícil la curación.

Es preciso saber que uno mismo se crea sus propias enfermedades por el mal uso del Poder Interno y del libre albedrío. Las causas son internas, no están fuera ni se deben a la casualidad por lo tanto,  nadie, al enfermarse, es una víctima de algo fortuito que lo atacó y no sabe de dónde viene. Resulta cierto también que, al alterar la normal armonía con emociones discordantes palabras, pensamientos no correctos, malas costumbres y bajar de vibración, se abre una brecha en el aura por donde se pueden colar los microbios a través de las vías respiratorias, circulatorias, digestivas.

Algunas enfermedades, sobre todo si son congénitas, se manifiestan como karmáticas y tienen su origen en vidas pasadas; pero, siempre, la causa está en uno mismo, salvo casos excepcionales de servidores de la luz quienes, por la labor que están cumpliendo, son atacados por la Otra Polaridad a nivel no visible, en lo cual no tienen culpa ni se trata de nada karmático. Igualmente sucede con los achaques en las personas mayores.

Resumiendo las causas de la enfermedad, están las siguientes: 1- Mal uso de la energía vital por el abuso y desviación. 2- Maltrato al cuerpo físico por vicios, excesos y falta de dignidad, de valoración. 3- Mala alimentación. 4-Falta de descanso, trabajar mucho, dormir poco. 5- Vicios y malas costumbres, fumar, drogarse, bebidas alcohólicas, sexo desviado, etc. 6- Caer en generación y extremos perjudiciales con una conducta impropia y excesiva, lo cual rompe la balanza energética del equilibrio. 7- Pensamientos, sentimientos y emociones discordantes, odio, temor, violencia, sobresalto, tristeza y depresión, resentimiento, venganza, etc. 8- Daño infringido a otra personas o a uno mismo, a los animales y la naturaleza en esta vida o en pasadas encarnaciones. 9-Condiciones del plano, contaminación del aire, del agua y los alimentos. Estas son las enfermedades más perjudiciales, sugestiones, mal enfoque y uso del gran poder de la atención hacia lo no correcto como violencia, sexo degenerado, vulgaridades, perversidad y sus consecuencias.

Todo ello crea un desbalance energético que rompe la armonía natural, produce la enfermedad como un motivo de reflexión y rectificación de conducta porque, luego, hay que responsabilizarse, aceptar lo que uno mismo generó, aprender la lección y rectificar. Deben saber que el cuerpo físico, está el Poder Regenerador revitalizarse y curarse normalmente. Por ello, al enyesar y poner clavos en los huesos rotos, la gente se cura normalmente, después de pasar cierto tiempo. Toda persona tiene, dentro de sí, el Poder Sanador, Regenerador y Revitalizador. La dependencia de los médicos y sistemas del plano se debe a la formación recibida desde niños, a las creencias, por lo tanto, mientras esto sea necesario y se crea en la en la Medicina externa, es muy necesaria, pero se agiliza la curación cuando lo espiritual interviene para suavizar la situación.

Hay que valorar el cuerpo físico como perfecto instrumento en al plano, regalo del Altísimo y darle buen uso, cuidarlo debidamente, no abusar de él, degenerarlo ni caer en excesivas complacencias, pero no todo está ahí porque existen los otros vehículos, el pensamiento y el sentimiento son importantes, las creencias. Es preciso practicar la Ley de Mentalismo, base fundamental de la vida, estar alerta y no dormirse en la nube rosada.

AE/pch