ELEVACION DEL ALMA
Cada hombre es responsable de hallar su destino, es obligación y prioridad poner nuestra mirada en temas sublimes. Desintoxicarnos de la vanidad del mundo y sacarnos la venda que cargamos. Cada hombre debe vencer su naturaleza, debe dominar a la bestia salvaje que oculta bajo su piel.
Es deber de cada mortal buscar la elevación de su espíritu, conociendo que por cada renuncia llevada a cabo, seremos seres idóneos capaces de atesorar sabiduría celestial, verdadero conocimiento transformador que permitirá a nuestros ojos ver la luz inaccesible.
No hay mayor honor que para un mortal que ser antorcha y brillar en su generación, poder trasmitir luz, paz, amor y esperanza a los que viven en su amarga oscuridad. Ser un verdadero puente que permita a otras almas encontrar el agónico camino de la trascendencia.
Como la semilla cae a tierra y muere para dar grandes cosechas, así el hombre deberá matar su mortalidad para que germine su inmortalidad, cosechando así los frutos del desapego.
Es ese momento sublime y trascendente, cuando la gloria inconmensurable nos inunda. Es en ese momento mágico donde el fuego nos seduce y se extingue toda resistencia. Es allí cuando verdaderamente no es revelado el camino. La total convicción pulveriza a la razón y la conciencia es arrastrada por las corrientes de amor del Gran Espíritu.
Atte. Mago Blanco
Argentina.
