Los espíritus de María Lionza, ¿santos o sencillamente espíritus?
En Venezuela existe una gran lucha de poderes en el campo de la religiosidad, uno de esos tantos detonantes es el concepto popularizado de denominar santos a los espíritus venerados en la fila del culto a María Lionza en paralelismo con el concepto que albergan santeros (producto de su sincretismo) y los fieles devotos a la Iglesia Católica. Algunos afirman, la no canonización de los espíritus de guerreros indígenas, africanos, negros, etc., haría, según la interpretación católica que éste concepto esté errado, así mismo, los santeros en su interpretación también vinculados a la iglesia católica, señalan como un error éste denominativo, pero no en base a la no canonización sino a la ausencia de atributos divinales puritanos que postulen a éstos espíritus como seres encantados, servidores directos de Dios. ¿Será que en la actualidad el concepto de santo está doblegado a los católicos y ellos compraron esa autoría? Hoy vengo en defensa, ¡Sí! En defensa de los espíritus de María Lionza quienes tienen el mismo derecho que cualquier otra línea religiosa de ser denominados “los santos de María Lionza” según un concepto más antiguo que las tergiversaciones religiosas de una institución que ha sabido desplazar muy bien y mover las piezas que lo favorezcan en el campo de batalla espiritual, así mismo, como las líneas religiosas que dieron su brazo a torcer en la imposición de dichas interpretaciones.
Los santos (< latín sanctus, -i; griego αγίος (hagios), hebreo qâdosh ['elegido por Dios']) son hombres o mujeres distinguidos en las diversas tradiciones religiosas por sus atribuidas relaciones especiales con las divinidades o por una particular elevación ética; este segundo sentido se preserva en tradiciones espirituales no necesariamente teístas.
Los vocablos hebreo y griego para “santidad” transmiten la idea de puro o limpio en sentido religioso, apartado de la corrupción. La santidad de Dios denota su absoluta perfección moral.
En la tradición cristiana se trata de personas destacadas por sus virtudes y son como modelos capaces de mostrar a los demás un camino ejemplar de perfección.
En la Iglesia católica el reconocimiento de un «santo» se produce después de un proceso judicial llamado canonización.
En el budismo, al no existir el concepto de Dios, un santo es una persona iluminada o cercana a la iluminación, y por consiguiente, al Amor Universal.
(…) los antiguos griegos entendían por "santo" a una persona que peleaba por su religión, es decir que los santos eran guerreros religiosos. En la misma religión católica se pueden encontrar muchos casos de santos que originalmente fueron también guerreros o daban su vida -mártires-. Por diferentes motivos, la imagen de los santos cambió con el tiempo hasta nuestros días en que se entiende por santo a una persona muy pacífica. Sin embargo, en castellano, inglés y francés (al menos) no se desarrolló un nuevo término para los guerreros religiosos (…) Se debe agregar, que la traducción de la palabra santo viene del griego cuyo significado es diferente del de dios; es decir que estas personas son separadas por alguien considerado "especial" y que lo que se considera actualmente como santo es una desviación del significado en sí de dicha palabra, a causa de la creencia de las personas.
Entendemos hoy, que por la desviación, el sincretismo o la imposición de otras religiones en el marco del culto ha dado origen a diversidad de ideas e interpretaciones de la estructura base que hoy se muestra sumisa a los dogmas católicos, pero, ¿qué sería del culto sin esa estructura ajena? Evaluemos la situación… Entre los mitos relativos a María Lionza encontramos a la princesa aborigen que encantada en un lago se torna una diosa regente de poderes naturales, hoy jerarca de legiones de espíritus que luchan haciendo su voluntad y persiguiendo el cumplimiento de sus ideales. ¿No son por efecto, los santos de María Lionza todos aquellos que entre las filas de sus legiones se lanzan en la batalla haciendo del querer de su líder su propia voluntad?
María Lionza, para unos diosa, para otros espíritu, todos tienen la libertad para pensar en ella de la manera que lo encuentren más convincente, pero, si procuramos irnos a raíces, apartar el fruto de las fusiones contradictorias nos encontraremos con los mitos aborígenes que ya la reconocían antes de forjarse su culto y le veneraban como diosa encantada, un mito que se repite fuera de Venezuela en cuyo contexto, ni siquiera modifican su simbolismo para decir, ésta diosa sería reina en un palacio natural de donde comandaría a todos sus guerreros, LOS SANTOS DE SU DIOSA.