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QUÉ ES “MAGIA MENTAL”?

Quizás el mejor camino para empezar nuestra consideración del asunto será echar una ojeada a las definiciones originales de las dos palabras que componen el título de estas lecciones: “Magia Mental”. Siempre es conveniente recurrir al diccionario cuando se comienza la consideración de alguna materia, pues haciéndolo así inculca uno la idea original en la mente de las personas que usan el término por primera vez, y da al sujeto-pensamiento un firme y sólido fundamento. Se coloca uno en la posición del pensador original y se tiene la ventaja que siempre viene de la posesión de un nuevo pensamiento del venero de la mente. Queda uno capacitado para ver la Idea libre de las excrecencias que la atacan luego.

La palabra “Mental” deriva de la latina mentis, la mente, y Webster define la voz inglesa como “de o perteneciente a la mente”. Las definiciones de la palabra “Mente” son más o menos imperfectas y poco satisfactorias, y esto necesariamente, porque los hombres no conocen la naturaleza real de la mente, y únicamente les cabe definirla en los términos de sus propios estados. Quizás esta definición sea tan clara como otras cualquiera: “Por mente entendemos simplemente aquello por la cual percibimos, pensamos, sentimos y queremos. Así, “Mente” podemos considerarlo como significativo de o perteneciente a aquello por lo cual percibimos, pensamos, sentimos y queremos”. Esto por lo que respecta a la primera palabra.
La segunda palabra, “Magia”, deriva de la palabras persa “mag”, que significa “sacerdote”. Los sacerdotes persas eran “taumaturgos” o “mágicos”, siendo la última palabra derivada de la voz “magos”, nombre de una casta hereditaria de sacerdotes de la antigua Persia y Medea.
Esta orden magiana o culto esotérico del sacerdocio zoroástrico, representaba el centro del antiguo Ocultismo en aquel período de la historia del mundo, y su influencia se dejó sentir en todas partes, y ha continuado hasta nuestros días. Tan altamente eran respetados y considerados sus miembros, que los términos “sabio” y “mago” eran sinónimos. Los “Tres hombres sabios” que acudieron a venerar a Jesús en su nacimiento (Mateo, II) eran conocidos como magos y “hombres sabios de Oriente”. De la palabra “Magos” deriva el término “Magia”, que Webster define como sigue:
“La sabiduría oculta que se supone poseída por los magos; lo que se refiere a los poderes ocultos de la naturaleza; dominio de las fuerzas secretas de la naturaleza; que goza de extraordinarias propiedades; que requiere, aparentemente, más que poder humano”, etcétera.
Así podemos considerar la palabra “Magia” como significando:
“Domino de las fuerzas ocultas de la naturaleza, indicando el termino, la existencia de semejantes fuerzas y la posibilidad de dominarlas o ejercerlas.”