Y es que el poder de la palabra es uno de los recursos más importantes de la Cábala; “Gloria de Dios es encubrir la palabra y honra de rey es escudriñarla” reza Proverbios XXV, 2.
Los cabalistas ortodoxos aseguran que en la Torá y la tradición judía no tienen ninguna conexión ni toleran la magia en ninguna de sus formas. A pesar de ello, a mediados del pasado año una veintena de extremistas, rabinos y cabalistas entre los que se encontraban viejos conocidos de las fuerzas de seguridad israelíes como Michael Ben Horin o Yosef Dayan, rabino del asentamiento cisjordano de Psagot, se dieron cita en el cementerio de Rosh Pina, al norte de Israel, con objeto de promulgar un Pulsa denura contra el primer ministro Ariel Sharon. El Pulsa denura surge como ultimo recurso cuando todas las posibilidades de justicia humana fallan en la protección del pueblo judío. Consiste en una serie de plegarias en las que se le pide a Dios que juzgue a un individuo catalogado de malvado y peligroso. La plegaria sólo funciona a quien cree en su poder. El que no crea en el poder de la invocación ignorará el “Pulsa” como ignora todas las demás plegarias. Pero Sharon es un judío practicante y debió tomarla en cuenta pues, según el diario Maariv, durmió desde entonces con una pistola cargada "bajo la almohada" y reforzó su protección personal. A día de hoy resulta llamativo el resultado de la operación pues, desde hace meses, el primer ministro se recupera de un derrame cerebral y sigue hospitalizado. ¿Casualidad? Quien sabe