"Los trastornos del sueño provocan somnolencia diurna excesiva y aumentan el riesgo de accidentes automovilísticos; pero además, cuando una persona duerme mal, su riesgo de infartos y embolias también se incrementa.
Se apunta que el trastorno del sueño más común es el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS), que está relacionado con el sobrepeso y la obesidad.
Se advierte que si una persona ronca no es porque esté durmiendo muy profundamente, como erróneamente se piensa; sino porque el aire no está pasando libremente por la garganta y esto implica riesgos.
Este flujo intermitente de aire predispone a la persona a padecer hipertensión arterial sistémica y pulmonar (lo que comunmente se le llama tensión alta), arritmias nocturnas, infartos y embolias.
Las personas que tienen este problema roncan tres o cuatro veces y luego se percibe un silencio, que es el momento en que dejan de respirar, ahí es cuando bajan los niveles oxígeno y todo el organismo se ralentiza, el corazón, los pulmones, el cerebro, los músculos.
Cuando ya es peligroso, el cerebro detecta ese peligro y se activa un reflejo que hace que la persona ronque muy fuerte para romper la apnea, vuelve a respirar y todo lo que estaba lento se acelera, estos cambios son los que aumentan el riesgo cardiovascular."
Fuente: Alberto Labra del Blog Terapia Integral.
Que pasen un hermoso día, Meredith
Se apunta que el trastorno del sueño más común es el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS), que está relacionado con el sobrepeso y la obesidad.
Se advierte que si una persona ronca no es porque esté durmiendo muy profundamente, como erróneamente se piensa; sino porque el aire no está pasando libremente por la garganta y esto implica riesgos.
Este flujo intermitente de aire predispone a la persona a padecer hipertensión arterial sistémica y pulmonar (lo que comunmente se le llama tensión alta), arritmias nocturnas, infartos y embolias.
Las personas que tienen este problema roncan tres o cuatro veces y luego se percibe un silencio, que es el momento en que dejan de respirar, ahí es cuando bajan los niveles oxígeno y todo el organismo se ralentiza, el corazón, los pulmones, el cerebro, los músculos.
Cuando ya es peligroso, el cerebro detecta ese peligro y se activa un reflejo que hace que la persona ronque muy fuerte para romper la apnea, vuelve a respirar y todo lo que estaba lento se acelera, estos cambios son los que aumentan el riesgo cardiovascular."
Fuente: Alberto Labra del Blog Terapia Integral.
Que pasen un hermoso día, Meredith