VIDA ENTRE VIDAS:
Es la etapa que se desenvuelve después de haber desencarnado, entre la última vida terrena y la próxima encarnación. Se trata de un tiempo transitorio de espera que ha de ser valorado, bien aprovechando, porque todas las personas siguen viviendo en el Más Allá, que es el más acá, después de haber pasado por el cambio de morir. Las condiciones son parecidas aquí y allá pues hay calles, casas, hogares, ciudades, montañas, mares y lagos, familias, sociedades. Todo lo que se encuentra en la Tierra, está allí.
Esa vida entre vidas trascurre en el primer plano de la Cuarta Dimensión llamado Astral, donde se encuentran los difuntos que antes estaban vivos. Ellos tienen un cuerpo igual al físico, pero más fino o sutil: El cuerpo etérico. Esa vida viene siendo bastante parecida a la que dejaron pero mejor, más interesante y superada. Ofrece muchas oportunidades de aprendizaje, servicio y corrección puesto que allí, por estar en una consciencia más alta, todos son capaces de ver sus errores y darse cuenta de sus aciertos.
Aconsejados por Representantes de la Junta Kármica, pueden planificar su próxima encarnación si lo sesean, ya que se se trata de algo voluntario, no obligado el hacerlo. En conciencia alta, aceptar los karmas y planifican los dharmas por cumplir. Después, al reencarnar, lo olvidan; pero su Cristo siempre se los recuerda.
El Astral (plano uno de la Cuarta Dimensión) tiene siete niveles o subplanos en donde, por Ley de Vibración, se agrupan las personas afines que desencarnaron, según sus costumbres, idiomas, creencias y parecida mentalidad. Los dos primeros subplanos forman el Bajo Astral, lugar de expiación parecido al Infierno de las religiones. Del cuarto al séptimo subplano, las condiciones de vidas son mejores, más satisfactorias que las Tercera Dimensión.
El tiempo para reencarnar varía según la propia decisión. Actualmente, es de cinco a diez años aproximadamente, aunque hay excepciones. Tal es la forma de existencia en esa continuidad que hay al llegar al Más Allá (Vida entre Vidas). Allí, tienen ocasión de aprender y pueden también planificar la próxima encarnación orientados, aconsejados por los Representantes de la Junta Kármica.
Saludos
Es la etapa que se desenvuelve después de haber desencarnado, entre la última vida terrena y la próxima encarnación. Se trata de un tiempo transitorio de espera que ha de ser valorado, bien aprovechando, porque todas las personas siguen viviendo en el Más Allá, que es el más acá, después de haber pasado por el cambio de morir. Las condiciones son parecidas aquí y allá pues hay calles, casas, hogares, ciudades, montañas, mares y lagos, familias, sociedades. Todo lo que se encuentra en la Tierra, está allí.
Esa vida entre vidas trascurre en el primer plano de la Cuarta Dimensión llamado Astral, donde se encuentran los difuntos que antes estaban vivos. Ellos tienen un cuerpo igual al físico, pero más fino o sutil: El cuerpo etérico. Esa vida viene siendo bastante parecida a la que dejaron pero mejor, más interesante y superada. Ofrece muchas oportunidades de aprendizaje, servicio y corrección puesto que allí, por estar en una consciencia más alta, todos son capaces de ver sus errores y darse cuenta de sus aciertos.
Aconsejados por Representantes de la Junta Kármica, pueden planificar su próxima encarnación si lo sesean, ya que se se trata de algo voluntario, no obligado el hacerlo. En conciencia alta, aceptar los karmas y planifican los dharmas por cumplir. Después, al reencarnar, lo olvidan; pero su Cristo siempre se los recuerda.
El Astral (plano uno de la Cuarta Dimensión) tiene siete niveles o subplanos en donde, por Ley de Vibración, se agrupan las personas afines que desencarnaron, según sus costumbres, idiomas, creencias y parecida mentalidad. Los dos primeros subplanos forman el Bajo Astral, lugar de expiación parecido al Infierno de las religiones. Del cuarto al séptimo subplano, las condiciones de vidas son mejores, más satisfactorias que las Tercera Dimensión.
El tiempo para reencarnar varía según la propia decisión. Actualmente, es de cinco a diez años aproximadamente, aunque hay excepciones. Tal es la forma de existencia en esa continuidad que hay al llegar al Más Allá (Vida entre Vidas). Allí, tienen ocasión de aprender y pueden también planificar la próxima encarnación orientados, aconsejados por los Representantes de la Junta Kármica.
Saludos