Buenas noches hermana:
Te puedo decir que la meditación te va a llevar a controlar tu mente y tu cuerpo, si controlas tu posición, la respiración, automágicamente vas a relajarte, tendrás dominio de tu concentración y por ende será más fácil cualquier situación particular; pero "ojo" la meditación es una parte de "muchas cosas" que tienes que hacer y "precisamente" no lo puedes hacer sin un guía espiritual, de todas formas aplaudo tu interés en la meditación que te va a beneficiar infinitamente en cualquier campo de tu vida y sobre todo tu salud.
"...Si no cuido mi mente, mi cuerpo y mi espíritu poco podré darle al semejante que tengo a mi lado..."
La meditación, sobre todo al principio, es un ejercicio de paciencia, de constancia; por esto mismo, es conveniente practicar en grupo y, preferentemente, con alguien que corrija la postura y fije las pautas a seguir. Una vez aprendida la técnica (si es que hay alguna técnica), acostumbrado a la postura y fijada la rutina, se puede intentar la meditación en solitario.
En todo caso, la práctica en grupo refuerza la rutina y evita el desánimo. Por el contrario, meditar en soledad puede conducir a una práctica más auténtica, aunque resulte más difícil perseverar. Puede ser una buena idea combinar los dos métodos: practicar solo habitualmente, y acudir a retiros de grupo o, aisladamente, a un Centro de Meditación.
Meditar es, Observar sin juzgar.
¿Es preciso un Maestro? La meditación es “contemplación”. En este sentido no se precisarían grandes o complicados conocimientos que aprender para poder meditar, y la función del Maestro podría llegar a considerarse como la de un mero instructor que nos proporciona una técnica concreta.
Sin embargo, el Maestro de meditación es mucho más que un instructor puesto que él mismo debe dominar esta ciencia y disponer de una agudeza psicológica que sólo la práctica proporciona.
El Maestro es básico al principio y recomendable más adelante para corregir y guiar al discípulo por la sutil senda de la meditación. Finalmente, no hay que olvidar que el mejor Maestro lo llevamos en nuestro interior.
¿Porqué meditar? La práctica de la meditación surge para tratar de encontrar respuesta a los grandes interrogantes que se nos plantean en relación con nuestra naturaleza más profunda: ¿quién o qué soy?, ¿de dónde vengo y adónde voy?, ¿porqué existo?, ¿cuál es mi misión aquí?, etc.
Además de buscar respuestas lógicas en la ciencia y la filosofía, o de fe en la religión, con la meditación se pretende trascender el estado ordinario de conciencia y traspasar, de algún modo, la realidad ordinaria, despertando a otra visión de las cosas que nos llena, y da sentido a nuestra existencia.
Paradójicamente, la meditación debe practicarse sin un objetivo concreto, sin esperar un logro determinado, ni siquiera el más elevado.
¿Porqué se insiste tanto en tener la espalda recta durante la meditación? Casi todas las escuelas de meditación insisten en mantener la espalda recta como base de la mejor postura a adoptar para la práctica. Con la espalda recta y vertical, perfectamente alineada, se mantiene más fácilmente la atención despierta y la inmovilidad; además, la energía fundamental en el cuerpo circula con mayor libertad.
¿Es necesario sentarse con las piernas cruzadas? Resulta conveniente, aunque no imprescindible. La meditación que proviene de Oriente, se practica tradicionalmente con las piernas cruzadas. De esta forma, la espalda se sostiene recta sin esfuerzo y la postura puede mantenerse durante largo tiempo.
¿Cuál es el mejor momento para meditar? Cualquier momento es bueno para meditar aunque los momentos más favorables son el amanecer y el anochecer, pues en estas horas se relaja el ritmo frenético de la vida ordinaria.
¿Son necesarios los rituales en la meditación? Dependiendo de las escuelas, el ritual cobra más o menos importancia. Cuando la meditación se asocia a una religión (budismo, hinduismo) el ritual es muy importante, utilizando el simbolismo y el atractivo escondido en el mismo para “cautivar” a los practicantes. El ritual no deja de ser un objeto más de concentración y como tal puede utilizarse, aunque en una práctica profunda no sea en absoluto necesario. Por otro lado, es muy dificil no efectuar ningún tipo de ritual, aunque se trate sólo de un simple saludo.
Efectos de la meditación regular. En el aspecto puramente físico, la meditación tiene efectos relajantes, combatiendo la hipertensión y el estrés. Psicológicamente, proporciona seguridad en uno mismo, confianza, fuerza mental, concentración y memoria. Pero sus efectos más importantes se hallan a nivel espiritual…
Importancia de las manos durante la meditación. Las manos, consideradas como una extensión de nuestro cerebro, sirven para reforzar la expresión y mostrar el estado de ánimo. Su posición durante la meditación es muy importante; se debe procurar una posición simétrica y simbólica.
Los ojos, ¿deben estar cerrados o abiertos? También depende de la escuela. En Yoga se suelen mantener cerrados y en el budismo entrecerrados. En los tipos de meditación en que se utiliza un objeto de concentración visible, evidentemente deben estar abiertos. En cualquier caso, la mirada debe estar perdida en el infinito.
¿Es conveniente quemar incienso durante la meditación? Durante la meditación se pretende inhibir los pensamientos y todo tipo de sensaciones, abstrayéndose a las mismas. Con el incienso se crea una atmósfera que controla nuestras sensaciones olfativas conduciéndolas a una regularidad, a un ritmo, al cual nos acostumbramos favoreciendo así la abstracción mental.
¿Cuánto tiempo hay que practicar? Partiendo de la base de la regularidad en la práctica, el tiempo de la misma se irá incrementando progresivamente pudiendo oscilar entre 10 minutos y 1 ó 2 horas (o más) para cada sesión. La progresión en el tiempo de práctica debe ser muy lenta pero constante, dado que es fácil rendirse al aburrimiento, la falta de concentración, la desgana, la dispersión mental, etc.
Generalmente, a partir de la media hora o los 45 minutos, la práctica se torna más fácil y “especial” (aunque al principio también puede que duelan más las piernas).
Todo el mundo es perfectamente capaz de meditar. Pero no hay que esperar resultados maravillosos al principio.
Consejos:
1. Anotar en un papel todas las dudas que surjan sobre meditación y luego analizarlas una por una. Se descubrirá que después de un análisis detallado, muchas de las dudas son infundadas y algunas incluso ridículas.
2. Si tras este ejercicio, aún se tienen serias dudas que impidan practicar la meditación, hay que buscar un instructor o instructora competente que ayude a clarificar dichas reservas.
Aburrimiento. La meditación (que consiste en no hacer nada, más que prestar atención) rápidamente desemboca en aburrimiento para la mente superactiva, la cual recurre enseguida a distintas soluciones que la liberen del aburrimiento. Acepta el aburrimiento y, al menos temporalmente, haz del mismo el centro de la atención.
Sueño. Muchos principiantes sucumben al sueño porque de forma inconsciente se asocia con una ralentización de los procesos mentales durante la meditación. Consejos:
1. Comprobar que la postura es la correcta.
2. Mantener los ojos más abiertos.
3. Si es preciso, levantarse y practicar meditación caminando (o una o dos asanas de estiramiento apropiadas) durante unos minutos, antes de sentarse de nuevo.
Malestar físico.A menudo, desde el mismo momento en que se adopta la postura, la conciencia del cuerpo se magnifica ante la más mínima sensación corporal. Incluso un insignificante picor puede constituir el mayor de los inconvenientes. Siente el picor, respira a través de él y continúa con la meditación. De hecho, la sensación de picor puede dotar de energía adicional para concentrarse mejor. Si la sensación se escapa de control, sencillamente ¡ráscate!. No hay que hacer una montaña de un grano de arena.
Pensamientos negativos. La meditación puede destapar las tendencias negativas que residen en el subconsciente. Enfrentarse cara a cara con nuestra negatividad puede ser realmente molesto.
Consejos:
1. No retener conscientemente los pensamientos o sensaciones negativas que puedan surgir.
2. Recordar que uno no es sólo las sensaciones y pensamientos que surgen.
3. Optar por cultivar el opuesto exacto de cualquier pensamiento o sensación negativa que aparezca en la pantalla mental. Por ejemplo, si de repente aparecen pensamientos oscuros de resentimiento sobre alguien, simplemente hay que hacer surgir pensamientos de amor y amistad proyectándolos a todo lo que nos rodea.
La meditación es una práctica que te desconecta con este mundo "loco" que vivimos lleno de ruidos, gritos, agresiones, luces etc etc etc y te conecta con la paz profunda de tu propio ser, de allí es que comienzan nuestras propias sanaciones , si la practicas, que la disfrutes a plenitud!.
Que mi mamaita santa te guie todo los días
Cariños