SANTO TOMÁS DE AQUINO, patrón de las universidades. Nace en el Castillo de Rocaseca, cerca de Nápoles, Italia, en 1225. Es el último hijo varón de una numerosa familia de doce hijos. Su padre se llamaba Landulfo de Aquino. Cerca del Castillo donde nació estaba el famoso convento de los monjes Benedictinos llamado Monte Casino. Allí lo llevaron a hacer sus primeros años de estudios. Los monjes le enseñaron a meditar en silencio. Es el más piadoso, meditabundo y silencioso de todos los alumnos del convento. Lo que lee o estudia lo aprende de memoria con una facilidad portentosa.

Continúa sus estudios por cinco años en la Universidad de Nápoles. Allí supera a todos sus compañeros en memoria e inteligencia. Conoce a los Padres Dominicos y se entusiasma por esa Comunidad. Quiere entrar de religioso pero su familia se opone. El religiosos huye hacia Alemania, pero por el camino lo sorprenden sus hermanos que viajan acompañados de un escuadrón de militares y lo ponen preso. No logran quitarle el hábito de dominico, pero lo encierran en una prisión del castillo de Rocaseca.

Tomás aprovecha su encierro de dos años en la prisión para aprenderse de memoria muchísimas frases de la S. Biblia y para estudiar muy a fondo el mejor tratado de Teología que había en ese tiempo, y que después él explicará muy bien en la Universidad.

A los 27 años, en 1252, ya es profesor de la famosísima Universidad de París. Sus clases de teología y filosofía son las más concurridas de la Universidad. El rey San Luis lo estima tanto que lo consulta en todos los asuntos de importancia. Y en la Universidad es tan grande el prestigio que tiene y su ascendiente sobre los demás, que cuando se traba una enorme discusión acerca de la Eucaristía y no logran ponerse de acuerdo, al fin los bandos aceptan que sea Tomás de Aquino el que haga de árbitro y diga la última palabra, y lo que él dice es aceptado por todos sin excepción.

Pocos meses antes de morir tuvo una visión acerca de lo sobrenatural y celestial, y desde entonces dejó de escribir. Preguntado por el Hermano Reginaldo acerca de la causa por la cual ya no escribía más, exclamó: "Es que, comparando con lo que vi en aquella visión, lo que he escrito es muy poca cosa".

Santo Tomás logró que la filosofía de Aristóteles llegara a ser parte de las enseñanzas de los católicos. Este santo ha sido el más famoso profesor de filosofía que ha tenido la Iglesia.

Tan importantes son sus escritos que en el Concilio de Trento (o sea la reunión de los obispos del mundo), los tres libros de consulta que había sobre la mesa principal eran: la Sagrada Biblia, los Decretos de los Papas, y la Suma Teológica de Santo Tomás.

El Sumo Pontífice lo envió al Concilio de Lyon, pero por el camino se sintió mal y fue recibido en el monasterio de los monjes cistercienses de Fosanova. Cuando le llevaron por última vez la Sagrada Comunión exclamó: "Ahora te recibo a Ti mi Jesús, que pagaste con tu sangre el precio de la redención de mi alma. Todas las enseñanzas que escribí manifiestan mi fe en Jesucristo y mi amor por la Santa Iglesia Católica, de quien me profeso hijo obediente". Murió el 7 de marzo de 1274 a la edad de 49 años.

Fue declarado santo en 1323 apenas 50 años después de muerto. Y sus restos fueron llevados solemnemente a la Catedral de Tolouse un 28 de enero. Por eso se celebra en este día su fiesta.

ORACIÓN A SAN TOMÁS DE AQUINO PARA LOS ESTUDIANTES. OH inefable Creador nuestro, altísimo principio y fuente verdadera de luz y sabiduría, dígnate infundir el rayo de tu claridad sobre las tinieblas de mi inteligencia, removiendo la doble oscuridad con la que nací: la del pecado y la ignorancia! ¡Tú, que haces elocuentes las lenguas de los pequeños, instruye la mía, e infunde en mis labios la gracia de tu bendición! Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facilidad para atender, sutileza para interpretar y gracia abundante para hablar. Dame acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar. ¡OH Señor! Dios y hombre verdadero, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

RITUAL PARA EXÁMENES CON SANTO TOMÁS.

** Para pedir suerte a este santo en los exámenes, enciéndele una vela blanca, al lado de una imagen o estampita suya, recita su oración y visualiza que te llena de tranquilidad para el examen. Además puedes programar con Reiki una vela naranja con aroma a melocotón para él o los exámenes y ofrecerla al santo.

* Para este ritual cogeremos un puñado de arroz, que trituraremos y después rociaremos con agua. Cuando tengamos una pasta, la pondremos encima de una hoja de papel en la que habremos escrito el nombre de la asignatura y dibujaremos un espiral sobre la pasta circunscrita dentro de un triángulo formado por tres velas de color rojo, verde y blanco.

El día antes de los exámenes encenderemos las 3 velas y repetiremos en cada una de ellas: "Por Santo Tomás, mañana aprobarás".

SAN CUPERTINO. Este santo milagroso intercede ante Dios para ayudar a los estudiantes en épocas de exámenes y grandes desafíos para que puedan superarlos, pues es patrón de los estudiantes, pilotos, astronautas, aviadores, viajeros de avión. Su festividad es el 18 de septiembre. Especialmente se lepide si se tiene dificultades para aprender o memorizar las cosas, así como si eres de los que los nervios le juegan malas pasadas haciendo que se te olvide todo lo estudiado.

José nació en 1603 en el pequeño pueblo italiano llamado Cupertino. Sus padres eran sumamente pobres. El niño vino al mundo en un pobre cobertizo pegado a la casa, porque el padre, un humilde carpintero, no había podido pagar las cuotas que debía de su casa y se la habían embargado. A los 17 años pidió ser admitido de franciscano pero no fue admitido. Pidió que lo recibieran en los capuchinos y fue aceptado como hermano lego, pero después de ocho meses fue expulsado porque era en extremo distraído.
Al verse desechado, José buscó refugio en casa de un familiar suyo que era rico, pero él declaró que este joven "no era bueno para nada", y lo echó a la calle. Se vio entonces obligado a volver a la miseria y al desprecio de su casa. La madre no sintió ni el menor placer al ver regresar a semejante "inútil", y para deshacerse de él le rogó insistentemente a un pariente que era franciscano, para que le recibieran al muchacho como mandadero en el convento de los padres franciscanos.

Sucedió entonces que en José se obró un cambio que nadie había imaginado. Lo recibieron los padres como obrero y lo pusieron a trabajar en el establo y empezó a desempeñarse con notable destreza en todos los oficios que le encomendaban. Pronto con su humildad y su amabilidad, con su espíritu de penitencia y su amor por la oración, se fue ganando la estimación y el aprecio de los religiosos, y en 1625, por votación unánime de todos los frailes de esa comunidad, fue admitido como religioso franciscano.

Lo pusieron a estudiar para prepararse al sacerdocio, pero le sucedía que cuando iba a presentar exámenes se trababa y no era capaz de responder. Llegó uno de los exámenes finales y el pobre Fray José la única frase del evangelio que era capaz de explicar completamente bien era aquella que dice: "Bendito el fruto de tu vientre Jesús". Estaba asustadísimo, pero al empezar el examen, el jefe de los examinadores dijo: "Voy a abrir el evangelio, y la primera frase que salga, será la que tiene que explicar". Y salió precisamente la única frase que el Cupertino se sabía perfectamente: "Bendito sea el fruto de tu vientre".

Fue ordenado sacerdote en 1628, se dedicó a tratar de ganar almas por medio de la oración y de la penitencia.

El día de la Asunción de la Virgen en el año 1663, un mes antes de su muerte, celebró su última misa. Y estando celebrando quedó suspendido por los aires como si estuviera con el mismo Dios en el cielo. Muchos testigos presenciaron este suceso.

Murió el 18 de septiembre de 1663 a la edad de 60 años.

ORACIÓN A SAN CUPERTINO. Querido Santo, purifica mi corazón, transfórmalo y hazlo semejante al tuyo, infunde en mi tu fervor, tu sabiduría y tu fe. Muestra tu bondad ayudándome y yo me esforzaré en imitar tus virtudes. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

ORACIÓN A SAN CUPERTINO PARA LOS ESTUDIANTES. Amable protector mío, el estudio frecuentemente me resulta difícil, duro y fatigoso. Tú puedes hacerlo fácil y agradable. Escucha mi plegaria. Yo te prometo un mayor esfuerzo en mis estudios y una vida más digna de tu santidad. Gloria...
OH Dios, que dispusiste atraerlo todo a tu Unigénito Hijo, elevado sobre la tierra en la cruz, concédenos que, por los méritos y ejemplos de tu seráfico confesor José, sobreponiéndonos a todas las terrenas tentaciones merezcamos llegar a Él, que contigo vive y reina, por los siglos de los siglos. Amén.

** Para pedir a San Cupertino su ayuda, ofrécele una vela blanca, junco con una imagen suya o estampita, y llévalo contigo el día del examen. Reza su oración y visualiza que todo te sale bien al realizar el examen, visualiza que son preguntas sencillas y que ya te has aprendido.

Un truco que puedes usar, si los nervios te dejan la mente en blanco ante un examen, es que mientras estudies, tengas a mano un algodón empapado en esencia de romero, o bien una ramita de esta planta, huélela varias veces mientras estudias. El día del examen si ves que se te olvidan las cosas, huele el algodón o la rama de romero.

RITUALES PARA LOS ESTUDIOS. No existe ninguna fórmula mágica para aprobar exámenes, si es que no se estudia, pero podemos ayudarnos de ciertas prácticas para que la materia se nos quede mejor, no perder los nervios o para que nos toque un examen más fácil, por ejemplo. Pero siempre hay que estudiar.

* Para este ritual necesitas un trozo de papel pequeño. Un bolígrafo. Una vela amarilla. Una hoja de Laurel. Una imagen o estampita de San Cupertino. El procedimiento es sencillísimo, lo único que tienes que hacer es escribir en el trozo de papel lo siguiente: “Con este ritual, pido a todas las fuerzas que me protegen que me iluminen el día del examen y me ayuden a desarrollar mejor la comprensión de la asignatura (aquí dices el nombre de la asignatura)”. Todo esto debes hacerlo con la vela encendida y mirando la llama. Ofrece esta vela a San Cupertino. A continuación, envuelve la hoja de laurel con ese papel y hazle varias dobleces. Deja que la vela se consuma y lleva el día del examen ese papel con la hoja de Laurel dentro.

OTROS RITUALES PARA FAVORECERNOS EN LOS EXÁMENES.
1- Necesitarás un cuarzo citrino y una vela blanca. Antes que nada debes programar el cuarzo para que te ayude en los estudios, colócatelo en el centro de la frente e imprégnalo con tu energía, visualiza que los exámenes y las pruebas te salen muy bien, siente seguridad y confianza. Puedes aplicar los símbolos Reiki al cuarzo para potenciarlo y amplificar sus energías. Antes de programarlo lávalo con agua y sal, cárgalo a la luz del sol un día entero. Y pasa sobre él incienso de jazmín, de hierbabuena o eucalipto. Cuando comiences a estudiar, enciende la vela blanca, y recita la oración que está más abajo, sosteniendo el cuarzo en tu mano izquierda (si eres diestro, en la derecha si eres zurdo). Y mantén el cuarzo en tu mano mientras estudias, el día del examen, deberás tener el cuarzo en la misma mano.
Oración. "En luna y sol quiero recordar
aquello que no me da la felicidad
para un alto promedio obtener
y un triunfador poder ser...
examendi protente! (examen aprobado!)".

La vela debe permanecer encendida mientras estudias, al finalizar la sesión de estudio, debes apagarla.

2-Para este ritual necesitas, una vela malva claro, una vela azul, una vela roja, una hoja de papel blanca, tijeras, una foto de tipo carné de la persona a la cual va dirigida el sortilegio, una cazuelita de barro, lápiz, cerillas. Comienza dibujando un triángulo en la hoja y recortándolo con la tijera. Dentro del triángulo se escribe el nombre y apellidos de la persona interesada y a continuación la petición, por ejemplo “Deseo aprobar la asignatura pendiente”, o “Deseo aprobar esa asignatura difícil”, etc. Luego se pega la foto en el centro del triángulo, encima de lo escrito. A continuación se toma la cazuelita, se escribe el nombre de la persona a la que va destinado el sortilegio en cada vela con el lápiz y estas velas se colocan en cada vértice del triángulo, colocando el en vértice superior la vela roja, y en la base la azul y la malva. Con las cerillas se encienden las velas; primero la de color malva, a continuación la azul y por último la roja. Una vez encendidas las velas se colocan las manos al lado de las llamas y se dice el deseo pidiendo ayuda para que la persona se recupere en sus estudios o apruebe el examen. Recita también una oración de gratitud al Santo o Santa, al Universo, dios, etc. en quien tú tengas fe.
3- Este ritual se hace pidiéndole a San Judas Tadeo necesitarás incienso, velas y datos concretos como fecha, día, hora o lugar del examen. Diez días antes del examen, recitaremos una novena a San Judas Tadeo, antes de comenzar encenderemos una vela color blanca o anaranjada, dejando que se consuma.

Para el día del examen se encenderá una vela grande, un velón del mismo color que las velas que se han usado en el recitado de la novena, en la que con un objeto punzante grabaremos en los laterales lo dicho, (nombre completa de la persona, fecha, día, hora o lugar del examen, etc.) la encenderemos antes de salir de casa, dejándola sobre un objeto que impida que pueda ocasionarse algún accidente casero.

Novena a San Judas Tadeo: Oración propia de la Novena. Glorioso San Judas Tadeo, por los sublimes privilegios con que fuiste adornado durante tu vida; en particular por ser de la familia humana de Jesús y por haberte llamado Él a ser Apóstol; por la gloria que ahora disfrutas en el Cielo como recompensa de tus trabajos apostólicos y por tu martirio, obtenme del Dador de todo bien las gracias que ahora necesito (mencione los favores que solicita).

Que guarde yo en mi corazón las enseñanzas divinas que nos has dado en tu carta: construir el edificio de mi santidad sobre las bases de la santísima fe, orando en el Espíritu Santo; mantener en el amor de Dios y esperando la misericordia de Jesucristo, que nos llevará a la vida eterna; y procurar por todos los medios ayudar a quienes se desvíen.

Que yo alabe la gloria y majestad, el dominio y poder de aquel que puede preservar de todo pecado y presentarme si mancha a nuestro divino Salvador, Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Consagración a San Judas

San Judas, Apóstol de Cristo y Mártir glorioso, deseo honrarte con especial devoción. Te acojo como mi patrón y protector. Te encomiendo mi alma y mi cuerpo, todos mis intereses espirituales y temporales y asimismo los de mi familia. Te consagro mi mente para que en todo proceda a la luz de la fe; mi corazón para que lo guardes puro y lleno de amor a Jesús y María; mi voluntad para que, como la tuya, esté siempre unida a la voluntad de Dios.

Te suplico me ayudes a dominar mis malas inclinaciones y tentaciones evitando todas las ocasiones de pecado. Obtenme la gracia de no ofender a Dios jamás, de cumplir fielmente con todas las obligaciones de mi estado de vida y practicar las virtudes necesarias para salvarme.

Ruega por mi Santo Patrón y auxilio mío, para que, inspirado con tu ejemplo y asistido por tu intercesión, pueda llevar una vida santa, tener una muerte dichosa y alcanzar la gloria del Cielo donde se ama y da gracias a Dios eternamente. Amén.

Oración final

¡OH Dios! Tú diste a conocer tu nombre
por medio de los Apóstoles,
por intercesión de San Judas,
haz que tu Iglesia continúe fortaleciéndose
y aumente el número de sus fieles.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén.

4- Con Reiki. El Reiki, también nos puede ayudar a pasar los exámenes con buena nota. Tan solo necesitas saber los datos concretos, como fecha, hora, nombre del profesor@, lugar, y tus datos. Envía Reiki a distancia, visualizando que ese día todo te sale como esperas, que te sabrás las respuestas y que harás un buen examen con muy buena nota. Para esto necesitas tener los símbolos de 2º nivel, no se te olvide. Antes de empezar puedes encender una vela blanca e incienso de jazmín o loto.

NOTA: ya sabes no se te olvide estudiar y no lo dejes para el día antes de la prueba.