Un conjuro es una fórmula religiosa o mágica que se presume capaz de evitar o expulsar a un demonio, a la mala suerte o a la enfermedad. Se considera que el conjuro le da a, la persona que lo pronuncia, ooder y dominio sobre los espíritus, bestias malignas y cosas por el estilo, y le proporciona protección contra la brujería. En tiempos medievales los conjuros se usaban en diferentes conecciones, tanto dentro de la Iglesia como fuera de ella. Imagen: Folio 290 del Codex Gigas.

El exorcismo es la expulsión del poder del demonio de los seres humanos y objetos. Los excorcismos se practican en varias ocasiones en la Iglesia medieval, por ejemplo, como parte de los bautismos y como primera etapa en muchas bendiciones. El “exorcismo solemne” se utilizaba para expulsar el demonio dentro de personas poseídas. El exorcismo nunca fue de naturaleza privada, sino que siempre fue llevado a cabo exclusivamente por la autoridad de la Iglesia.