(recomiendo no realizar estas prácticas)
Uriel se destaca como un mensajero de Dios en el Libro apócrifo de Enoch, de donde la magia enochiana deriva (vía John Dee). Él no es uno de los ángeles bíblicos (Rafael, Gabriel, Miguel) pero es a menudo incluido junto a ellos para elaborar un cuaternario claramente delineado. Le es comúnmente atribuido el elemento tierra.

Este ritual para obtener la posesión de Uriel ha sido adaptado de una operación descrita en "El Libro de Magia Ceremonial" de A. E. Waite. (Decidimos prescindir de ciertas cosas, por razones prácticas.)

Materiales: Un frasco pequeño de vidrio, lleno con agua fresca; Tres velas blancas; Cinta adhesiva negra para hacer un triángulo en el piso.

Mientras las preparaciones son hechas, el/los participante/s cantarán:

¡Gabamiah Adonay Agla,
O Lord Dios de Poderes, ayudame/ayudanos!


Las velas son colocadas en las esquinas del triángulo y encendidas. El operador toma posición dentro del triángulo y entra en trance con su método preferido.

Uriel es evocado en el pequeño frasco de agua por el/los participantes, quienes ahora comienzan a cantar:

Uriel, Serafín, Josata, Ablati, Agla, Caila.

Una vez que Uriel se ha manifestado en el agua, el operador abre el frasco y lo bebe. Uriel luego toma posesión del cuerpo físico del operador.

Hasta ahora hemos obtenido resultados excelentes mediante este método. La posesión por el ángel parece tener su propia cualidad peculiar: Curiosamente impersonal y mecanicista, al mismo tiempo con cierta forma cargada de emotividad. Uriel parece tener dificultades en descender y presentarse a un nivel humano. Tiene una tendencia a hablar en Enochiano, o mezclar este con el idioma usado por el operador.