Esta es una pregunta que muy frecuentemente me hacen algunos practicantes del ocultismo. La respuesta a tal interrogante es muy sencilla, "no saber".

El operador mágico, debe estar dotado de ciertas cualidades que le ayudan primeramente a comprender, para luego saber. De manera que, debe ser muy observador; cuidadoso; detallista; constante; incansable; estudioso; disciplinado; organizado; preocupado; atrevido; vigilante; desprendido de pasiones; y por sobre todo, conocedor de los principios básicos en que se desenvuelven las fuerzas o energías del cosmos; entre otras. De manera, que debe comprender y saber como se desenvuelve la energía una vez que es liberada; o mejor, extraída de un lugar y enviada a otro sitio; para ello, debe saber de física y con ello, de magnetismo que a su vez comprende el electromagnetismo.

También debe saber, como incide la energía de los astros en la operación que se propone a realizar; esto es muy importante, ya que la energía, por decirlo de alguna forma, esta ligada entre si por los denominados campos magnéticos; ello, es lo que permite que se mantenga un orden en el universo y a la vez que se restablezca el orden donde se da el caos.

Debe aprender también a equilibrar dichas fuerzas energéticas; esto, para que no escape de tu control y también para que no se produzca un torbellino de energía circulante que no logre su objetivo y se regrese sin cumplir su fin. Esto, entre otros elementos que son indispensables para que se llegue a producir un fenómeno mágico.

Por ello, el cuidado que se debe tener para realizar una práctica, ya que esta libera cierta cantidad de energía magnetizada que debe ser controlada, para que no afecte al dueño de la operación y le produzca efectos aún contrarios a los esperados.