Nacimiento del Espiritismo:

El Espiritismo formó parte de una importante planificación que dio paso a la entrada del siglo veinte y estableció las bases fundamentales a posteriores actividades espirituales, que eran muy necesarias por entonces, las cuales requerirían tener contacto con lo superior por vía telepática: Tres de ellas fueron muy importantes: La labor realizada por Josefa Rosalía Luque Álvarez, el interesante trabajo de Amalia Domingo Soler y la Actividad Yo Soy en América.

Aunque la Otra Polaridad logró, aparentemente, ocultar los esfuerzos del movimiento conocido como Espiritismo, no pudo apagar la llama de la comunicación con lo superior ni impedir la labor realizada por los pioneros: Josefa Rosalía Luque Álvarez, Amalia Domingo Soler, ni de muchos otros seres de la Legión de Honor encarnados en misión de servicio para ayudar a la humanidad.

Las bases fundamentales de la Obra de Luz de logramos construir, llamada Espiritismo, son dos principalmente: La posibilidad de comunicación con seres invisibles que nos transmiten grandes verdades por vía telepática y el adecuado uso del razonamiento para entenderlas. Estas dos formas de conocimiento fueron estudiadas anteriormente por la filosofía; aunque con cierta incredulidad. En el Espiritismo, se unieron ambas, pues son el resultado de las facultades de la mente que, al complementarse, amplían el horizonte mental del conocimiento y forman el equilibrio perfecto para poder ver con mayor amplitud. De esta manera, la telepatía y el razonamiento abren la puerta a superiores comprensiones.

Por tal razón, la gran labor del espiritismo fue tan duramente atacada por la Iglesia y la ciencia, ya que removía sus principales bases y principios fundamentales como: la fe ciega y la limitada materialidad. Utilizaron la herramienta milenaria del temor para ocultar lo que ya había visto anteriormente; pero, como nada se pierde a lo largo del camino evolutivo, ahora, en los tiempos modernos, hay un redescubrimiento de la gran labor realizada y silenciada, que volverá a brillar como una preciosa joya de luz.

Quienes leen los libros de Saint Germain (Ray Sol) se sorprenden al observar las coincidencias existentes con los libros que quedaron en mi encarnación como Allan Kardec. Le digo que no puede ser de otra manera porque, en ambos casos, la fuente de procedencia es la misma: los Altos Planos de Luz de otras Dimensiones. Informamos que, a la Obra Ray Sol, le corresponde ir más lejos, ya que ha de durar mucho más tiempo. La flor de loto blanca de la interna comunicación abre ahora mucho más sus pétalos para reflejar verdades magníficas de la obra de Dios en sus aspectos desconocidos.

AE/pch