(Se transcribe tal como fue escrito por la curandera.)

"Seda siete vaños en la corriente o en la regadera en cada mano coge un puño de sal molida y dise:

Mellevo un puño de sal molida no es para crusalme cino para descrusalme mis pies mis mano mi mente y mi suerte y con esta sal saldrá este mal de mi cuerpo corre sal vete mal vastante me has molestado Dios quiera que tevallas casade quientemando y no memolestes mas yono tenecesito vete malminmundo no necesito de ti cino de Dios que desde hoi enadelante el seguirá mis pasos amen,"

Al salir del vaño prende una vela y dise Esta vela ofresco yo a el gran podel de Dios a las tres dibinas personas y a la santicima Trinidad contra todos mis enemigos y enemigas no tengan podel contra mi cuerpo ni contra mi alma y seledebanesca toda mala idea contra mi persona y se le desmalle todo el cuerpo y sus collonturas al pronuncial mi nomvre amen."

LA ORACIÓN DEL TABACO

Es tan variado el folklore venezolano en este tipo de manifestaciones que puede decirse sin ningún género de duda que cada región del país tiene sus propias oraciones cuyo destino es la búsqueda de algo considerado difícil por quien lo desea, por ello se vale de otros medios en donde entra en juego lo desconocido, cuyos personajes son el producto de una determinada época en que la realidad, al unísono con lo sobrenatural, marcharon juntos en el panorama cultural venezolano. La oración que de seguidas se copia es una de tantas que son guardadas celosamente en el arcón de los recuerdos y que aún tienen vigencia en este mundo maravilloso de nuestro folklore. Veámosla;

"En el nombre del gran Dios que ilumina los arcanos, en el nombre de su hijo que nació por obra y gracia del Espíritu Santo que iluminó a Don Juan del Espíritu del Tabaco para pedir en esta oración a nombre de Don Juan de los Encantos para que (aquí el nombre de la persona a quien se desea encantar) sea encantado...A Don Juan de los Pensamientos para que fulano de tal piense en mí... Por Don Juan de los suspiros para que fulano de tal suspire por mí... A Don Juan de la Calle, a Don Juan de los Cuatro Vientos, a Don Juan de los Cinco Sentidos... A Don Juan de las lágrimas... A Don Juan del Amor... Con permiso de San Cipriano... Con permiso del día de hoy... Con permiso de María Lionza... que si fulano de tal tiene pies me busque... que si tiene piernas me alcance... si tiene manos me abrace... si tiene boca me hable... si tiene nariz me huela... si tiene ojos me vea... si tiene oídos me oiga... si tiene mala intención la disuelva por Don Juan del humo, para que con el humo de este tabaco me lo venza y rinda y lo ponga a mis pies por el Anima Sola y Santa Inés del Monte"...

Para conseguir el efecto deseado se compran cinco tabacos de los denominados "caliche" y se preparan con canela, clavo, comino rústico, malagueta, pimienta brava, pimienta guayabita, hojas de laurel y tantas otras especies pueda conseguirse, luego se prepara un quemador con incienso, mirra y carbón de caraña y se hace un saumerio y se pasea por toda la casa; y para finalizar se riega con agua divina la parte donde está parada la persona y se rezan tres Padrenuestros y tres Avemarías.