Lo tenía por aquí, y al releerlo me pareció que podría ser un texto de interés en este foro.
Espero lo disfruten!
Allan Kardec, al codificar en su tiempo la filosofía Espiritista, sabia, y así lo afirmó, que no estaba diciendo la última palabra ni fijando conceptos definitivos. Como toda enseñanza debe ser gradual, en su tiempo dio a conocer cuanto entonces era conveniente y prudente ofrecer a las masas, ansiosas de un conocimiento racional y satisfactorio sobre la razón de ser de la vida humana.
Los seres del espacio, a través de distintas mediúmnidades, han venido descorriendo más y más el velo que nos oculta la vida en el Más Allá, mediante una serie notabilísima de obras mediumnicas, que han descorrido la cortina, permitiendo ir conociendo como se desarrolla la vida de las almas en las esferas espirituales que circundan el planeta Tierra.
En la obra “Espiritismo” escrita por Sir Arturo Conan Doyle, cuya fama mundial hace innecesaria aquí su presentación, el se refiere a la notable mediúmnidad del gran sabio sueco Manuel Swedenborg, que dice lo siguiente:
“Allí encontró que el otro mundo consistía en un número de esferas diferentes con variados grados de luminosidad y felicidad, a cada una de las cuales vamos después de la muerte, según las condiciones espirituales que tenemos en vida. Allí somos juzgados de manera automática por una especie de ley espiritual que determina el resultado último por el resultado total de nuestra vida, de suerte que la absolución o el arrepentimiento en el lecho de muerte son de poco provecho. Encontró en aquellas esferas que las escenas y las condiciones de este mundo están reproducidas con fidelidad, así como el armazón general de la sociedad. Halló casas en las cuales vivían familias, templos en los cuales se adoraba, salones en los que la gente se reunía para fines sociales, palacios en los cuales habitaban soberanos.”
No hubo detalle insignificante para su observación en las esferas espirituales. Habla de la arquitectura, del trabajo de los artesanos, de las flores y los frutos, de los bordados, de la literatura, de la ciencia, de las escuelas, de los museos, de los colegios, de las librerías y de los deportes”. Fueron muchas las informaciones que Dios mandó al mundo a través de Swedenborg y también referida por espiritistas iluminados, como Davis que en su visión vio una disposición del Universo que corresponde muy aproximadamente a la de Swedenborg y a lo que más tarde dijeron los espíritus y fue aceptado por los espiritistas. Vio una vida que se parecía a la de la Tierra, una vida que puede llamarse semi-material, con placeres y objetivos adaptados a nuestras naturalezas, que la muerte no modifica en modo alguno. Vio estudio para los estudiosos, labor genial para los enérgicos, arte para los artistas, belleza para los amantes de la Naturaleza, reposo para los cansados. Vio fases graduales en la vida espiritual, a través de las cuales se asciende a lo sublime y a lo celestial.
En el libro Historia del Espiritismo, Sir Arthur Conan Doyle hace referencia al mensaje del espíritu Lester Coltman, y dice: Estimo perfectamente explicable el interés de los seres de la tierra en averiguar la forma en que están constituidos los hogares y los establecimientos en que se llevan a cabo los trabajos en el plano espiritual, pero no es cosa fácil hacer una descripción de ellos en términos terrenales, el visitaba un laboratorio, donde encontraba facilidades tan completas como extraordinarias para llevar a cabo los experimentos. El decía que tenia casa propia, verdaderamente deliciosa, con una biblioteca donde había toda clase de libros de consulta; históricos, científicos, de medicina y de todos los géneros de literatura. El decía que para el, en el plano espiritual esos libros eran tan interesante como lo son para los hombres en la tierra. Que tenía una sala de música con todos los instrumentos. Cuadros de rara belleza y muebles de exquisito gusto. Que desde sus ventanas admiraba un paisaje extraordinario bello que se extendía en suaves ondulaciones y que cerca de su casa existe otra comunal donde vivían en feliz armonía varios espíritus de los que trabajan en el laboratorio.
Es la tierra perfeccionada. Allí existe lo que se podría llamar la cuarta dimensión, pero no se puede describir claramente. Para que nos podamos hacer una idea más exacta del reino de las almas es como un campo infinito poblado de estancias y moradas, en cada una de las cuales viven las inteligencias desencarnadas realizando las obras a que les lleva la vehemencia de sus afectos, sus convicciones y sus anhelos.
Los umbrales del Más allá albergan un recóndito secreto.
Solos a los iluminados y a los videntes les es dado hallar la clave que ayude a proyectar una luz en medio de tan tremenda ignorancia. Francisco Cándido Xavier es uno de ellos. Su palabra implica un mensaje proyectado, a través de los años, con lucidez que no decae y que estimula a recorrer, con la imaginación, ese sendero que, al fin, no es más que Liberación.
Mientras nos hallamos en el cuerpo material, no hacemos una idea exacta de lo que es, en realidad, la vida más allá de la muerte.
El cielo está en todas partes; por todas partes se encuentra lo inconmensurable, lo insondable y lo infinito; en todas partes hay un hormigueo de soles y de esferas, en medio de las cuales la Tierra es una unidad mezquina.
En el seno de los espacios, no hay más que moradas circunscritas a las almas. Siendo libres y puras, estas recorren la inmensidad y van a donde las llevan sus afinidades y sus simpatías. Los Espíritus inferiores, cargados por la densidad de sus fluidos, permanecen como aferrados al mundo donde han vivido, circulando por la atmósfera o mezclándose con los humanos.
Los goces y las percepciones del espíritu no resultan del ambiente que ocupa, sino de su estado personal y de los progresos realizados. Cada uno lleva en si su gloria o su miseria.
La condición de los Espíritus en la vida de ultratumba, su elevación, su felicidad, todo depende de su facultad de sentir y de percibir, que es proporcional a su grado de adelanto. Los Espíritus de orden inferior, son como ciegos en medio de la Naturaleza llena de sol, como sordos en un concierto, permanecen indiferentes e insensibles ante las maravillas del infinito.
Estos Espíritus, envueltos en fluidos espesos, soportan las leyes de la gravitación y son atraídos por la materia. Bajo la influencia de sus apetitos groseros, las moléculas de sus cuerpos fluiditos se cierran a las percepciones exteriores y les hacen esclavos de las mismas fuerzas que gobiernan a la humanidad. Las almas se agrupan y se escalonan en el espacio según el grado de pureza de su envoltura; la categoría del Espíritu está en relación directa con su constitución fluidita, la cual es su propia obra, el resultado de su pasado y de todos sus trabajos. Ella es la que determina su situación: en ella es donde encuentra su recompensa o su castigo. Mientras que un alma purificada recorre la vasta y radiante extensión, y mora a su voluntad en los mundos y apenas ve limites de en su impulso, el Espíritu impuro no puede alejarse de los mundos materiales.
Entre estos estados extremos, hay numerosos grados intermediarios que permiten a los espíritus agruparse y constituir verdaderas sociedades celestiales. La comunidad de ideas y de sentimientos, la identidad de sus gustos, de opiniones y de aspiraciones atraen y unen a esas almas que forman grandes familias.
La vida del Espíritu avanzado es esencialmente activa, aunque sin fatigas. Las distancias no existen para el. Se transporta con la rapidez del pensamiento. Su envoltura, es semejante a un vapor ligero, que ha adquirido la sutilidad que es invisible para los Espíritus inferiores. Ve, oye, percibe, no ya con los órganos materiales, que se interponen entre la Naturaleza y nosotros e interceptan el paso a la mayor parte de las sensaciones, sino directamente, sin intermediarios, con la total integridad de su Ser. El Espíritu elevado nada, de cualquier modo, en el seno de un océano de sensaciones deliciosas. Cuadros cambiantes se desarrollan ante su vista, armonías suaves lo arrullan y le encantan. Y aunque sus impresiones son exquisitas, puede sustraerse a ellas y recogerse a voluntad, envolviéndose en su velo fluidito y aislándose en el seno de los espacios.
El Espíritu avanzado queda libre de todas las necesidades del cuerpo. La alimentación y el sueño no tienen para él ninguna razón de ser. Al abandonar la tierra, deja para siempre, los vanos cuidados, las alarmas, todas las quimeras que emponzoñan la existencia terrenal. Los Espíritus inferiores llevan consigo, más allá de la tumba, sus costumbres, sus necesidades, sus preocupaciones materiales. No pudiendo elevarse por encima de la atmósfera terrestre, vuelven a participar de la vida de los humanos, a intervenir en sus luchas, en sus trabajos y en sus placeres. Sus pasiones y sus apetitos, siempre vivos, les abruman, sobreexcitados por el continuo contacto con la humanidad y la imposibilidad de satisfacerlos supone para ellos una causa de tortura.
Los espíritus no necesitan de la palabra para comprenderse. Su pensamiento se refleja en el Espíritu como una imagen en el espejo, cambian sus ideas sin esfuerzo y con una rapidez vertiginosa. El espíritu elevado puede leer en el cerebro del hombre y discernir sus más secretos designios. Nada le queda oculto. Escruta todos los misterios de la Naturaleza, y puede explorar a voluntad las entrañas del planeta y el fondo de los océanos, así como considerar en ellos los restos de las civilizaciones desaparecidas. Atraviesa los cuerpos más densos y ve abrirse ante si dominios impenetrables para el pensamiento de los hombres.
Entre el acto de perder el cuerpo físico y la iniciación de la reencarnación tenemos el tiempo, y el contenido de ese tiempo reside en nosotros mismos. La muerte nos reconduce a la intimidad del hogar interior.
Muchos de los liberados de la envoltura física, conservan tan fuerte afinidad con los intereses terrenales, que la vista no se les modifica de pronto, y prosiguen viviendo en la Tierra con las mismas expresiones con que la dejaron.
Muchas personas se despiden del mundo carnal sin obstáculos y sin desagradables incidentes, otras duermen larguisimos sueños y otras no perciben nada por su inconsciencia infantil en que yacen sus impresiones.
Los recién libertos comúnmente necesitan del socorro espiritual de los seres queridos, para desembarazarse sin demora de las ligaduras que aun les unen al cuerpo físico. Con el auxilio de los que quedan, a través de la oración, y del pensamiento fraterno, los que parten siguen libremente al encuentro del porvenir.
Si resulta fácil dejar el vehiculo físico, es muy difícil abandonar la vieja morada del mundo. Los hilos morales son mucho más fuertes que las ligaduras de la carne.
Si el hombre complicó el destino, asumiendo graves compromisos con sus semejantes, a través de acciones criminales, se debatirá, llorara, y reclamará en vano, porque las leyes que mantienen en conexión los astros del Cielo y las células de la Tierra, determinan su encarcelamiento en sus propias creaciones interiores.
Si el bien salva e ilumina, el mal pierde y oscurece. No es nada fácil abandonar solo, sin mayor experiencia en la espiritualidad superior, el domicilio de los hombres. Innumerables entidades inferiores cercan a los desencarnados, intentando encadenarlos a las sensaciones del plano físico. Los pensamientos desordenados de millones de personas encarnadas y desencarnadas del ambiente humano, crean verdaderos campos de imantación a los cuales no se sustrae fácilmente el alma.
En todas partes, en torno al hombre, existen mundo reales registrando vida abundante e intensa; y si el lo ignora es porque se complace en la ceguera. No investigó jamás las profundidades oceánicas, ni podrá intentarlo todavía. No obstante debajo de las verdes aguas agitadas, no existe un mundo completamente organizado, pero si un universo que asombraría por su grandiosidad y por su ideal perfección. En el propio aire que respira, en el suelo que pisa, el hombre encontraría núcleos de vida organizada, obedeciendo al impulso inteligente y sabio de las leyes magnánimas fundamentadas en el pensamiento Divino, que impulsa al progreso, en la conquista de lo más perfecto. Le bastaría al hombre preverse de los aparatos necesarios, para averiguar la veracidad de esas colectividades desconocidas que, por ser invisibles unas y apenas sospechadas otras, no por eso dejan de ser concretas, armoniosas y verdaderas.
Después de la muerte, antes que el espíritu pueda orientarse, gravitando hacia el verdadero “hogar espiritual” que le corresponde, siempre será necesario que permanezca en una “antecámara” en una región cuya densidad y configuraciones aflictivas, en lo local, corresponderán a los estados vibratorios y mentales del recién desencarnado. Se detendrá ahí, hasta que sea naturalmente “des animalizado”, es decir, hasta que se deshaga de los fluidos y de las fuerzas vitales de que se halla impregnados todos los cuerpos materiales. Se comprende que la estancia en ese umbral del Más Allá, será temporal, aunque generalmente penosa. Según haya sido el carácter, las acciones practicadas, el genero de vida y el genero de muerte que haya tenido la entidad desencarnada, tal será el tiempo y las penalidades que le esperan en el local descrito. Existen algunos que apenas se demoran algunas horas, otros se quedaran por meses o años consecutivos, regresando a la reencarnación sin alcanzar la Espiritualidad. Los suicidas por ejemplo se quedan allí el tiempo que restaron a la vida.
El umbral está situado entre la Tierra y el Cielo, es una región dolorosa de sombras, erguida y cultivada por la mente humana, en general rebelde y ociosa, desvariada y enfermiza. El inmenso Umbral, está a la salida del campo terrestre, vive repleto de hombres y mujeres que atravesaron la gran frontera, en plena conexión con la experiencia carnal.
No debemos creer que los servicios de rescate y de expiación, que la esfera carnal sea la única capaz de ofrecer la bendita oportunidad de sufrimiento áspero redentor.
En regiones sombrías, fuera de ella, las cuales no podemos ignorar, hay oportunidades de tratamiento expiatorio para los deudores más infelices, que voluntariamente contrajeron peligrosos debitos para con la Ley.
El umbral es una localidad del llamado “astral inferior” donde se establecen los espíritus de baja vibración espiritual, que precisan pagar por infracciones cometidas contra las leyes de Dios. En general… suicidas, homicidas, almas desajustadas y cometedoras de grandes delitos.
En esa región el espíritu, sufre incesantemente con la visión de su suicidio o de su crimen. Algunas veces, por años, sin parar de revivir la situación de su suicidio o de su crimen, siente la carne dilacerada por el proyectil, ve la condición desesperada de sus hijos que por ventura tenga, y constantemente es acusado de asesino, en una guerra psicológica fuera de nuestra comprensión.
Sintiendo a veces mucha hambre y sed insoportables, a veces por años seguidos. Siente frió y calor inenarrables. Y muy frecuentemente sienten su propio cuerpo siendo consumido por los gusanos, lo ve deteriorándose y siente todas las sensaciones provenientes de este estado de putrefacción. EL umbral está repleto de desesperados, son criaturas que se rebelan y se demoran en mezquinas edificaciones. Es zona de verdugos u de victimas, de explotadores y explotados.
El umbral es un lugar de extremo dolor, De llorar y crujir de dientes, y muchos espíritus ignorantes pasan allí largos años, ignorando la condición algunos de desencarnados.
Casi todas estas almas, situadas en cavernas, absorben las energías de los encarnados y les vampirizan la vida, como si fuesen lampreas insaciables en el océano del oxigeno terrestre. Suspiran por el retorno al cuerpo físico, ya que no perfeccionaron la mente para la ascensión, y persiguen las emociones del campo carnal con el desvarió de los sedientos en un desierto
La estancia allí, es temporal, hasta que le sea permitida una nueva encarnación para que pueda, bajo el yugo de la materia, rescatar mejor sus deudas para con Dios o expiar para que pueda continuar caminando para adelante en su evolución.
Después de cada desencarnación, la gran mayoría regresa habitualmente a las zonas purgatoriales de las que procede…
Es por el pensamiento que los hombres encuentran en el Umbral los compañeros afines a las tendencias que cada uno atrae. Toda alma es un imán poderoso. Los misioneros del Umbral encuentran fluidos pesadísimos emitidos sin cesar por millares de mentes desequilibradas, en la práctica del mal, o terriblemente flageladas en los sufrimientos rectificadores.
Hay sitios en el umbral donde no hay organización perceptible u ostensiva, todos gritan y nadie tiene razón. Pese a las sombras y a las angustias allí no falta la protección divina. Cada espíritu permanece en el solo el tiempo necesario. Es por eso que el señor permitió que se instalasen muchas colonias espirituales como la de Nuestro Hogar, consagradas al trabajo y al socorro espiritual.
Las Colonias Espirituales se esparcen sobre toda la superficie del Planeta, construidas bajo los más variados motivos de sus fundadores. “Nuestro Hogar” fue construido por Portugueses que desencarnaron en Brasil a partir de 1500 a de Cristo en una región espiritual habitada por indios brasileños desencarnados que allí habían construido una pequeña aldea primitiva en los moldes de las tribus brasileñas.
La Colonia Transitoria “Nuestro Hogar” como se puede ver en su localización geográfica en la Tierra, posee actualmente más de un millón de habitantes. Se tiene fotos, y dimensiones de cómo es esta Colonia, es muy grande, y para tener una idea de su extensión podemos imaginar la ciudad donde vivimos con un millón de habitantes.
Existe en “Nuestro Hogar” un vehiculo de transporte conocido por el nombre de Aerobús. Para tener una idea de la extensión de la colonia, desde la Casa de Gobernación este Aerobús parando, de 3 en tres Km., a alta velocidad, lleva 40 minutos hasta el Parque de las Aguas.
Las construcciones principales son la casa de Gobernación está en el centro de una estrella de seis puntas, (seis Ministerios) siendo estos: Ministerios de Regeneración, de Auxilio, de Comunicación y Esclarecimientos que están ligadas las actividades de la esfera terrestre y los Ministerios de Unión Divina y Elevación que están ligados a las Jerarquías Planetarias Superiores.
De una a otra parte del conjunto residencial que está fuera de ese círculo es constituido por personas ligadas a los funcionarios de los Ministerios y pueden ser transmitidos a otros de acuerdo con la voluntad de sus propietarios. Esto es posible como incentivo a los recién llegados desencarnados que se motivan a la transformación interior a fin de, con el esfuerzo y aprendizaje a poder adquirir un espacio para sus familiares cuando desencarne en la Tierra.
Más allá de esas residencias, protegiéndolas están grandes murallas protectoras, citadas en casi todas las colonias espirituales en las proximidades de la Tierra o dentro de sus vibraciones.
La gran plaza que está frente a la Gobernación está en condiciones de recibir a un millón de personas. Esto nos hace comprender que el diseño no refleja la dimensión y las proporciones de esa región espiritual.
Podemos imaginarnos estar sentados en un banco de esta plaza, donde veremos que el suelo es semejante a la piedra de alabastro; y que, tras de nosotros, están lindas fuentes multo coloridas cercadas de flores delicadas y graciosas.
Observando las inmensas torres que se pierden en las nubes, se ve el movimiento de silfos y sílfides – elementales del hogar – haciendo movimientos coloridos y diseños como pequeñas formas transparentes. La presencia de seres elementales en “Nuestro Hogar” es citado en varios pasajes de los libros de Francisco Candido Xavier.
Vamos intentar dar una idea general de algunos locales de esta ciudad:
En las casas de los trabajadores de dentro de la estrella, pertenecen provisoriamente los funcionarios próximos a aquel ministerio. Si hubiese algún cambio de modalidad, el cambia también de residencia.
Los funcionarios más graduados por el tiempo de servicio, dedicación, espiritualidad moran más próximos a la Plaza Central.
Ya en las casas de fuera del diseño de la estrella son residencias de usos diversos, como hablamos y que pueden ser transferidos como son en la Tierra los objetos de Herencia.
En el diseño aparecen apenas algunos cuadros, más, en la realidad son muchos más cuadros que se pierden de vista y que se alargan hasta la muralla.
Las residencias en “Nuestro Hogar” acaban asumiendo las características y formas de acuerdo con el gusto de sus moradores. Cada morador tiene sus propias flores, trepadoras, pérgolas, como afirman diversos libros espiritas.
También existen parques arborizados donde existen otras grandes construcciones que no fueron diseñadas o detallada en la plantilla que existe de nuestro Hogar.
En Nuestro Hogar la producción de vestuario y alimentación elementales pertenece a todos en común. Los que trabajan adquieren justos derechos, cada habitante recibe provisiones de alimento y ropa en lo que se refiere estrictamente necesario, pero los que se esfuerce en la abstención de bonus hora, consiguen ciertas prerrogativas en la comunidad social. El Espíritu que aun no trabaja, es recogido allí, pero los que cooperan pueden tener casa propia. El ocioso vestirá sin duda, pero el operario esforzado vestirá lo mejor que le parezca.
La verdadera ganancia del ser es de naturaleza espiritual y el bonus hora, en Nuestro Hogar, se modifica en su valor substancial, según la naturaleza de los servicios. En el Ministerio de Regeneración, está el Bonus Hora de Regeneración; en el Ministerio de Esclarecimiento, el Bonus Hora de Esclarecimiento y así respectivamente. Las adquisiciones fundamentales están constituidas de experiencia, educación, enriquecimiento de bendiciones divinas y extensión de posibilidades, siendo la asiduidad y dedicación los factores predominantes.
Rodeando a toda la ciudad espiritual hay una gran muralla protectora, donde son mantenidas grandes bacterias de proyección magnética para la defensa contra los grupos de espíritus inferiores y seres de Jerarquías contrarias al proyecto de salvación de la Tierra.
Por fuera de la muralla, están los campos de cultivo de vegetales destinados para la alimentación pública.
En los parques públicos que hay entre las residencias, existen otras edificaciones que sirven como recintos maravillosos para conferencias de Ministros y visitantes.
Cada Ministerio posee lugares especiales. En el Ministerio de Regeneración fueron utilizados los escenarios bíblicos. Así, los diversos salones del Parque tienen bancos y mecedoras, esculturales en la forma del suelo, forrados con césped y hojas suaves, dando una gran sensación de estar junto al Tiberiades oyendo las palabras de Jesús.
Las flores de ese local, muestran diferentes colores cada mes. Este recinto maravilloso para tener una idea de sus proporciones, acomoda confortablemente a más de 30.000 personas.
Las fábricas también están fuera de la estrella principal y son responsables por la fabricación de zumos, tejidos y artefactos en general. La vida continua y las personas perciben que permanecer solo usufructuando las condiciones de la ciudad espiritual no es una cosa agradable. Trabajar pasa a ser un remedio y un placer.
El diseño del templo por arriba es uno de los templos de iniciación del ministerio de la Unión Divina, construido en estilo egipcio. En determinado horario, el Gobernador de la Ciudad se reúne en una gran Asamblea para la oración del día, que es asistida por todos los moradores de la colonia, por una especie de televisión más moderna.
En el Bosque de las Aguas existe un inmenso reservado de agua que abastece a todas las actividades de la ciudad. El posee un flujo, como el de un río, que pasa por la ciudad y se dirige rumbo al gran océano de sustancias invisibles para la Tierra. En este Bosque se reúnen, también, los seres que planean la reencarnación como compañeros de jornada.
Otras colonias también mencionadas por André Luíz y otros instructores de la espiritualidad a los diversos Médiums, como Divaldo, Chico Xavier, Abel Glaser podría ser la:
La Colonia Socorrista de Moradia, una de las más antiguas, está dedicada a la atención de la población del Umbral.
La Colonia Campo de Paz, de la cual habla el Espíritu André Luíz en, Los Mensajeros, está situada muy cerca de la Tierra.
La casa Transitoria de Fabiano, es de asistencia a los desencarnados, citada en el libro, “Obreros de la Vida Eterna”.
La Colonia redención, citada en el libro “Más allá de la Muerte”, descrita por Otilio Gonçalves, la Colonia de la Música, la Colonia de los Escritores, Alpha I, la Colonia Gordemonio, habitada por Espíritus pervertidos y malhechores y, citada en el libro “Apenas una Sombra de Mujer”, etc.
Otra colonia muy conocida y muy bien detallada es la de Alborada Nueva posee más de 250 mil habitantes y está situada en la cuarta capa alrededor de la tierra, por encima de la ciudad de Santos en el estado de San Paulo.
Es una ciudad espiritual creada hace más tiempo que la mayoría de las colonias que permanecen en las zonas umbralinas de ese planeta.
Fue planeada hace muchos siglos por aquellos que siendo Ingeniero Constructores de Jesús, conocen la Tierra su pasado lejano y su futuro distante.
Brasil aun no existía en la faz del globo y “Alborada Nueva” ya estaba fijando sus alicientes a través de sus trabajadores de Cristo que sabían del destino de Brasil, cara a la importancia de su localización en las camadas vibratorias alrededor del Planeta.
Participaron en su crecimiento las personas conocidas por la tierra con el nombre de D, Pedro II y Gandhi.
Para el viajante de caminos sombríos en las camadas densas del mundo espiritual en torno a la Tierra, surgió una luz, como un pequeño punto, que iría creciendo dentro de un panorama primitivo y oscuro, en un brillante azul. Superponiéndose al azul, surge el blanco, que torna infinitamente mayor y ya se parece a una nube.
El blanco y el azul provienen de la Ciudad Espiritual, y su frondoso portón dorado traza una placa con el nombre de la ciudad sustentada por esferas luminosas de metal dorado.
La casa principal de reuniones de los dirigentes de la colonia. Es de forma circular. El campo vibratorio manifiesta la imagen de una inmensa estrella de ocho puntas. Para aquellos que se encuentran perdidos en el mundo espiritual la primera visión de la colonia es la de una inmensa Luz en la oscuridad. Al aproximarse se ve como una inmensa nube y se ve que allí existe una gran comunidad.
Ligado a la puerta principal hay un gran muro de 15 metros de altura, macizo que emite una potente vibración magnética de protección. Sobre este muro están torres de 10 metros de altura de forma cónica que es asistido por espíritus guardianes. Ocho construcciones de la colonia poseen torres con puntas de estrellas. Las torres de estas ocho construcciones están ligadas por flujos magnéticos y forman el diseño de una estrella de ocho puntas. Verdes las que parten de la Casa Central; Azules las que forman el cuadrado y blancas las que forman la estrella.
Hay en ella dos puestos de socorro que sirven de intermediarios entre el mundo espiritual y el plano material.
Los palacios más suntuosos de la Tierra no son nada comparados a estas áreas
Todos los que hemos leído las obras de Andre Luíz, comprendemos mejor el papel de los campos magnéticos y su importancia en una colonia de trabajadores de Luz en una región de vibraciones espirituales inferiores del mundo astral.
La División Administrativa consta:
Núcleos Generales de Desenvolvimiento
Coordinadores Especializados.
Unidad Divina de Elevación.
La División Geográfica consta:
Edificio Central (Coordinadora General)
Núcleos Espirituales de Desenvolvimiento
Coordinadores Especializados.
Unidad de Divina Elevación.
Casa de los Niños.
Casa de Reposo
Centro de Aprendizaje de la Luz Divina
Casa de la Sublime Justicia
Rincón de la Paz
Bosque de la Naturaleza Divina
Bosque de la Alimentación
Plaza central
Torres de Defensa e Higienización
Sectores Ambiéntales
Puestos de Socorro
Todos ellos desarrollan actividades funcionales, como se realizan aquí en los ministerios de la Tierra, solo que aquí si existe la imperfección, y el Hombre ejerce la mayoría de las veces mal esos ministerios. Allí siendo el mundo Espiritual, y en una zona como es de cierta elevación todo es llevado a cabo con una coordinación especializada, propia de la seriedad y rectitud de sus moradores.
Alborada Nueva tiene un tren eléctrico, que parte rumbo al Umbral, una región oscura y densa, como ya describimos y en el camino los Espíritus Inferiores tiran pesados objetos en los carriles suspendidos. Dotados de un campo magnético repulsor, el vehiculo instantáneamente repele ese bloqueo, en una verdadera operación “limpia –carriles”
La Heredad Central en el último piso se realiza las reuniones mensuales. Las paredes están formadas de cristales y la Luz de la colonia pasa por ellos. Una gran mesa y al fondo grandes estanterías con centenares de libros. En esta sala, al fondo, hay estatuas con semblantes diversos donde figuran D. Pedro II y Gandhi
Son 42 Consejeros, portando una vestimenta azul clara. La reunión es abierta por uno de los secretarios. Citaremos algunos trechos de la Abertura de una de esas reuniones Mensuales.
La actual coordinación de esta colonia está a cargo de Caibar Schutel.
Su más importante sector es el de la Casa de Reposo y Hospital. Comprende un trabajo muy amplio desenvuelto por Scheilla que coordina 14 equipos cuyos coordinadores forman el Consejo de la Casa de reposo.
Existe una gran integración de los trabajos de los seres espirituales de este Hospital con decenas o centenas de organizaciones físicas en la Tierra. En este grupo existen los grupos de rescate tanto en el mundo espiritual como en el mundo material en los casos ya citados para los diversos eventos cataclismaticos que ocurran.
En las Colonias Espirituales, existen las mismas leyes de gravedad que controlan la Tierra, con sus días y sus noches, aunque las estaciones no tengan los rigores que en nuestro globo, ya que son suprimidos por factores de armonía existentes en las Colonias. Y esto ocurre, porque en la mayoría de las Colonias que conocemos están circunscritas a la atmósfera de la Tierra.
La descripción de estas colonias espirituales como la de otros locales espirituales llevaría demasiado tiempo y la finalidad de esa conferencia es despertar su atención para esta realidad, como es la de la existencia de Ciudades espirituales.
Cada ciudad que existe alrededor del planeta, por haber sido creadas hace mucho tiempo, poseen un estilo antiguo: las paredes son claras y clásicas y las preferencias recaen en los modelos griegos, romanos y egipcios con extensas avenidas. Muchos pájaros y frutas, muchos lagos y planicies coloridas.
Más, no todos los seres con algún esclarecimiento, al desencarnar en la Tierra van a estas colonias. Muchos van a otros planetas.
ANTE LAS PUERTAS LIBRES
Una antigua leyenda egipcia nos narra la historia de un pececito llamado Bermejo.
En el centro de un hermoso jardín, había un gran lago adornado de ladrillos azul turquesa.
Alimentado, por un diminuto canal de piedra, escurría sus aguas del otro lado, a través de una reja muy estrecha.
En ese reducto acogedor, vivía toda una comunidad de peces repapilándose, rollizos y satisfechos. Eligieron a uno de los ciudadanos más grandes para los encargos de rey, y vivían allí, plenamente despreocupados, entre la gula y la pereza.
Entre ellos había un pececito, menospreciado de todos.
No conseguía pescar la más leve larva, ni refugiarse en los nichos de barro. Los otros voraces y gordinflones, arrebataban para si todas las formas y ocupaban, displicentes, todos los lugares consagrados al descanso.
El pececito Bermejo que nadaba y sufría. Era visto, en carreras constantes, perseguido por la canícula atormentada por el hambre.
Sin encontrar estancia alguna, se puso a estudiar con mucho interés. Hizo un inventario de todos los ladrillos que adornaban el borde del pozo, registró todos los huecos existentes en el, y sabia, con precisión, donde se reuniría la mayor masa de lodo por ocasión de los aguaceros.
Después de mucho tiempo de observación, descubrió la verja del desagüe. Frente a la improvista oportunidad de aventura benéfica, reflexionó consigo mismo:
¿No será mejor pesquisar la vida y conocer otros rumbos?
Optando por el cambio. En el traspasar de la verja perdió varias escamas, al atravesar el pasaje estrechísimo.
Pronunciando votos renovadores, avanzó optimista, encantado con los nuevos paisajes, ricos de flores y sol que lo enfrentaban, y, siguió, embriagado de esperanzas…
En breve alcanzo el gran rió, e hizo innumerables conocimientos.
Encontró peces de muchas familias diferentes, hombres y animales, embarcaciones y puentes, palacios y vehículos, cabañas y árboles.
Consiguió, de ese modo, alcanzar el océano, ebrio de novedad y sediento de estudio. Fascinado por la pasión de observar, se aproximo a una ballena más de lo que debía y fue engullido por ella.
En apuros, afligido oro a Dios de los peces que le ayudase, y su oración fue escuchada, porque el valiente cetáceo comenzó a sollozar y vomito, restituyéndolo a las corrientes marinas.
Plenamente transformado en sus concepciones del mundo, pasó, a observar a las infinitas riquezas de la vida. Encontró plantas luminosas, animales extraños, estrellas movibles, y diferentes flores en el seno de las aguas. Sobre todo, descubrió la existencia de muchos pececitos estudiosos y delgados, tanto como el, junto a los cuales se sentía maravillosamente feliz.
Ahora vivía sonriente y calmado, en el Palacio de Coral que el mismo eligió, con centenares de amigos, el supo por sus estudios, que solo en el mar las criaturas acuáticas disponían de más sólida garantía, ya que cuando el estío se hiciese más arrasador, las aguas de otra altitud continuarían corriendo hacia el océano.
El pececito pensó, pensó… y sintiendo inmensa compasión de aquellos con los que había convivido en su infancia, deliberó consagrarse a la obra del progreso y salvación de ellos.
¿No seria justo regresar y anunciarles la verdad? ¿No seria noble ampararlos prestándoles, a tiempo, valiosas informaciones?
No lo dudo.
Fortalecido por la generosidad de hermanos benefactores que vivían con el, en el Palacio de Coral, emprendió en largo viaje de vuelta.
Tomo el rió, del rió se dirigió a los regatos y d y de los regatos se encaminó a los canalitos que lo condujeron al primitivo hogar.
Esbelto y satisfecho como siempre, por la vida de estudio y servicio a la que se consagraba, varó en la reja y procuró, ansiosamente, a los viejos compañeros.
Estimulado por la proeza del amor que efectuaba, supuso que su regreso causaría sorpresa y entusiasmo general. Seguramente la colectividad entera celebraría el hecho, pero, enseguida, verificó que nadie se movilizaba.
Todos los peces continuaban pesados y ociosos. Grito diciéndoles que había vuelto, pero nadie le prestó atención ni se acordaban de el. Ridiculizado, procuró al rey y le comunicó la reveladora aventura.
El rey, algo entorpecido por la manía de grandeza, reunió al pueblo y permitió que el mensajero se explicase.
El benefactor despreciado, valiéndose de la ocasión, esclareció con énfasis, que había otro mundo liquido, glorioso y sin fin. Aquel pozo era una insignificancia que podía desaparecer, de un momento a otro. Que más allá del desagüe aproximo, se desdoblaba otra vida, y otra experiencia. Allí fuera corrían regatos ornados de flores, ríos caudalosos repletos de seres diferentes y, por fin, el mar donde la vida aparece cada vez más rica y más sorprendente. Poco a poco describió todas las maravillas que había descubierto. El les dijo que deberían adelgazar, convenientmente, absteniéndose de devorar tanta larva y tanto gusano, en las grutas obscuras y aprendiendo a trabajar y estudiar tanto como fuese necesario para la venturosa jornada.
Tan pronto terminó, carcajadas estridentes le coronaron la prédica. Lo tacharon de fantasioso. Ninguno creyó en el, y el soberano acompañándolo a la reja del desagüe le manifestó con ironía ¿No ves que no cabe por aquí ni siquiera una de mis aletas? ¡Gran tonto! No nos perturbes el bienestar… Nuestro lago es el centro del Universo… ¡Nadie posee vida igual a la nuestra!
Expulsado a golpes de sarcasmo, el pececito realizó el viaje de regreso, y se instaló definitivamente, en el palacio de Coral, aguardando el tiempo.
Después de algunos años apareció pavorosa y devastadora sequía. Las aguas descendieron de nivel. Y el pozo donde Vivian los peces, glotones, se secó, compiliendo a la comunidad entera a perecer, atollada en el lodo.
El esfuerzo de Andre Luíz, buscando encender luz en las tinieblas, es semejante a la misión del pececito Bermejo.
Encantado con los descubrimientos del camino infinito, nos habla informa y esclarece…
Con todo hay muchos peces humanos que sonríen y pasan, entre la mordacidad y la indiferencia, procurando rutas pasajeras o peleando larvas temporales.
Esperan un paraíso gratuito con milagrosos deslumbramientos, después de la muerte del cuerpo.
El Codificador del Espiritismo Allan Kardec conversó con espíritus terrestres que estaban morando en otros planetas. Este tema es muy interesante y abre las puertas del infinito a aquel que abre las puertas de su corazón.
El intercambio con lo invisible es un movimiento sagrado en función restauradora del Cristianismo puro; por tanto, que nadie se descuide de las necesidades propias en el lugar que ocupa por la voluntad del Señor.
Andre Luíz nos dice que la mayor sorpresa en la muerte carnal, es la de colocarnos cara a cara con nuestra propia conciencia, donde edifiquemos el cielo, nos estacionamos en el purgatorio y nos precipitamos en el abismo infernal; y nos recuerda que la tierra es un taller sagrado y que nadie lo menos preciará sin conocer el precio del terrible engaño al que se sometió su propio corazón.
Guardemos la experiencia en el libro del alma. Ella dice muy alto que no le basta al hombre apegarse a la existencia humana, sino que necesita aprovecharla dignamente, que los pasos del cristiano en cualquier escuela religiosa, deben dirigirse verdaderamente a Cristo, y que, en nuestro campo doctrinario necesitamos en verdad del Espiritismo y del Espiritualismo, pero más, mucho más, de Espiritualidad
Y para terminar ésta conferencia, permítanme repetir aquí lo dicho por el espíritu de Lester Coltman (trascrito por Sir Arturo Conan Doyle), con el ruego de que el lector lo medite profundamente:
"Por amor de Dios, sacude y despierta a ésas gentes que no quieren creer. El mundo necesita saber lo que pasa aquí. SI YO EN LA TIERRA HUBIESE SABIDO LO QUE AQUÍ ME ESPERABA, MI VIDA HABRÍA SIDO MUY DISTINTA".
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Espero lo disfruten!
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Allan Kardec, al codificar en su tiempo la filosofía Espiritista, sabia, y así lo afirmó, que no estaba diciendo la última palabra ni fijando conceptos definitivos. Como toda enseñanza debe ser gradual, en su tiempo dio a conocer cuanto entonces era conveniente y prudente ofrecer a las masas, ansiosas de un conocimiento racional y satisfactorio sobre la razón de ser de la vida humana.
Los seres del espacio, a través de distintas mediúmnidades, han venido descorriendo más y más el velo que nos oculta la vida en el Más Allá, mediante una serie notabilísima de obras mediumnicas, que han descorrido la cortina, permitiendo ir conociendo como se desarrolla la vida de las almas en las esferas espirituales que circundan el planeta Tierra.
En la obra “Espiritismo” escrita por Sir Arturo Conan Doyle, cuya fama mundial hace innecesaria aquí su presentación, el se refiere a la notable mediúmnidad del gran sabio sueco Manuel Swedenborg, que dice lo siguiente:
“Allí encontró que el otro mundo consistía en un número de esferas diferentes con variados grados de luminosidad y felicidad, a cada una de las cuales vamos después de la muerte, según las condiciones espirituales que tenemos en vida. Allí somos juzgados de manera automática por una especie de ley espiritual que determina el resultado último por el resultado total de nuestra vida, de suerte que la absolución o el arrepentimiento en el lecho de muerte son de poco provecho. Encontró en aquellas esferas que las escenas y las condiciones de este mundo están reproducidas con fidelidad, así como el armazón general de la sociedad. Halló casas en las cuales vivían familias, templos en los cuales se adoraba, salones en los que la gente se reunía para fines sociales, palacios en los cuales habitaban soberanos.”
No hubo detalle insignificante para su observación en las esferas espirituales. Habla de la arquitectura, del trabajo de los artesanos, de las flores y los frutos, de los bordados, de la literatura, de la ciencia, de las escuelas, de los museos, de los colegios, de las librerías y de los deportes”. Fueron muchas las informaciones que Dios mandó al mundo a través de Swedenborg y también referida por espiritistas iluminados, como Davis que en su visión vio una disposición del Universo que corresponde muy aproximadamente a la de Swedenborg y a lo que más tarde dijeron los espíritus y fue aceptado por los espiritistas. Vio una vida que se parecía a la de la Tierra, una vida que puede llamarse semi-material, con placeres y objetivos adaptados a nuestras naturalezas, que la muerte no modifica en modo alguno. Vio estudio para los estudiosos, labor genial para los enérgicos, arte para los artistas, belleza para los amantes de la Naturaleza, reposo para los cansados. Vio fases graduales en la vida espiritual, a través de las cuales se asciende a lo sublime y a lo celestial.
En el libro Historia del Espiritismo, Sir Arthur Conan Doyle hace referencia al mensaje del espíritu Lester Coltman, y dice: Estimo perfectamente explicable el interés de los seres de la tierra en averiguar la forma en que están constituidos los hogares y los establecimientos en que se llevan a cabo los trabajos en el plano espiritual, pero no es cosa fácil hacer una descripción de ellos en términos terrenales, el visitaba un laboratorio, donde encontraba facilidades tan completas como extraordinarias para llevar a cabo los experimentos. El decía que tenia casa propia, verdaderamente deliciosa, con una biblioteca donde había toda clase de libros de consulta; históricos, científicos, de medicina y de todos los géneros de literatura. El decía que para el, en el plano espiritual esos libros eran tan interesante como lo son para los hombres en la tierra. Que tenía una sala de música con todos los instrumentos. Cuadros de rara belleza y muebles de exquisito gusto. Que desde sus ventanas admiraba un paisaje extraordinario bello que se extendía en suaves ondulaciones y que cerca de su casa existe otra comunal donde vivían en feliz armonía varios espíritus de los que trabajan en el laboratorio.
Es la tierra perfeccionada. Allí existe lo que se podría llamar la cuarta dimensión, pero no se puede describir claramente. Para que nos podamos hacer una idea más exacta del reino de las almas es como un campo infinito poblado de estancias y moradas, en cada una de las cuales viven las inteligencias desencarnadas realizando las obras a que les lleva la vehemencia de sus afectos, sus convicciones y sus anhelos.
Los umbrales del Más allá albergan un recóndito secreto.
Solos a los iluminados y a los videntes les es dado hallar la clave que ayude a proyectar una luz en medio de tan tremenda ignorancia. Francisco Cándido Xavier es uno de ellos. Su palabra implica un mensaje proyectado, a través de los años, con lucidez que no decae y que estimula a recorrer, con la imaginación, ese sendero que, al fin, no es más que Liberación.
Mientras nos hallamos en el cuerpo material, no hacemos una idea exacta de lo que es, en realidad, la vida más allá de la muerte.
El cielo está en todas partes; por todas partes se encuentra lo inconmensurable, lo insondable y lo infinito; en todas partes hay un hormigueo de soles y de esferas, en medio de las cuales la Tierra es una unidad mezquina.
En el seno de los espacios, no hay más que moradas circunscritas a las almas. Siendo libres y puras, estas recorren la inmensidad y van a donde las llevan sus afinidades y sus simpatías. Los Espíritus inferiores, cargados por la densidad de sus fluidos, permanecen como aferrados al mundo donde han vivido, circulando por la atmósfera o mezclándose con los humanos.
Los goces y las percepciones del espíritu no resultan del ambiente que ocupa, sino de su estado personal y de los progresos realizados. Cada uno lleva en si su gloria o su miseria.
La condición de los Espíritus en la vida de ultratumba, su elevación, su felicidad, todo depende de su facultad de sentir y de percibir, que es proporcional a su grado de adelanto. Los Espíritus de orden inferior, son como ciegos en medio de la Naturaleza llena de sol, como sordos en un concierto, permanecen indiferentes e insensibles ante las maravillas del infinito.
Estos Espíritus, envueltos en fluidos espesos, soportan las leyes de la gravitación y son atraídos por la materia. Bajo la influencia de sus apetitos groseros, las moléculas de sus cuerpos fluiditos se cierran a las percepciones exteriores y les hacen esclavos de las mismas fuerzas que gobiernan a la humanidad. Las almas se agrupan y se escalonan en el espacio según el grado de pureza de su envoltura; la categoría del Espíritu está en relación directa con su constitución fluidita, la cual es su propia obra, el resultado de su pasado y de todos sus trabajos. Ella es la que determina su situación: en ella es donde encuentra su recompensa o su castigo. Mientras que un alma purificada recorre la vasta y radiante extensión, y mora a su voluntad en los mundos y apenas ve limites de en su impulso, el Espíritu impuro no puede alejarse de los mundos materiales.
Entre estos estados extremos, hay numerosos grados intermediarios que permiten a los espíritus agruparse y constituir verdaderas sociedades celestiales. La comunidad de ideas y de sentimientos, la identidad de sus gustos, de opiniones y de aspiraciones atraen y unen a esas almas que forman grandes familias.
La vida del Espíritu avanzado es esencialmente activa, aunque sin fatigas. Las distancias no existen para el. Se transporta con la rapidez del pensamiento. Su envoltura, es semejante a un vapor ligero, que ha adquirido la sutilidad que es invisible para los Espíritus inferiores. Ve, oye, percibe, no ya con los órganos materiales, que se interponen entre la Naturaleza y nosotros e interceptan el paso a la mayor parte de las sensaciones, sino directamente, sin intermediarios, con la total integridad de su Ser. El Espíritu elevado nada, de cualquier modo, en el seno de un océano de sensaciones deliciosas. Cuadros cambiantes se desarrollan ante su vista, armonías suaves lo arrullan y le encantan. Y aunque sus impresiones son exquisitas, puede sustraerse a ellas y recogerse a voluntad, envolviéndose en su velo fluidito y aislándose en el seno de los espacios.
El Espíritu avanzado queda libre de todas las necesidades del cuerpo. La alimentación y el sueño no tienen para él ninguna razón de ser. Al abandonar la tierra, deja para siempre, los vanos cuidados, las alarmas, todas las quimeras que emponzoñan la existencia terrenal. Los Espíritus inferiores llevan consigo, más allá de la tumba, sus costumbres, sus necesidades, sus preocupaciones materiales. No pudiendo elevarse por encima de la atmósfera terrestre, vuelven a participar de la vida de los humanos, a intervenir en sus luchas, en sus trabajos y en sus placeres. Sus pasiones y sus apetitos, siempre vivos, les abruman, sobreexcitados por el continuo contacto con la humanidad y la imposibilidad de satisfacerlos supone para ellos una causa de tortura.
Los espíritus no necesitan de la palabra para comprenderse. Su pensamiento se refleja en el Espíritu como una imagen en el espejo, cambian sus ideas sin esfuerzo y con una rapidez vertiginosa. El espíritu elevado puede leer en el cerebro del hombre y discernir sus más secretos designios. Nada le queda oculto. Escruta todos los misterios de la Naturaleza, y puede explorar a voluntad las entrañas del planeta y el fondo de los océanos, así como considerar en ellos los restos de las civilizaciones desaparecidas. Atraviesa los cuerpos más densos y ve abrirse ante si dominios impenetrables para el pensamiento de los hombres.
Entre el acto de perder el cuerpo físico y la iniciación de la reencarnación tenemos el tiempo, y el contenido de ese tiempo reside en nosotros mismos. La muerte nos reconduce a la intimidad del hogar interior.
Muchos de los liberados de la envoltura física, conservan tan fuerte afinidad con los intereses terrenales, que la vista no se les modifica de pronto, y prosiguen viviendo en la Tierra con las mismas expresiones con que la dejaron.
Muchas personas se despiden del mundo carnal sin obstáculos y sin desagradables incidentes, otras duermen larguisimos sueños y otras no perciben nada por su inconsciencia infantil en que yacen sus impresiones.
Los recién libertos comúnmente necesitan del socorro espiritual de los seres queridos, para desembarazarse sin demora de las ligaduras que aun les unen al cuerpo físico. Con el auxilio de los que quedan, a través de la oración, y del pensamiento fraterno, los que parten siguen libremente al encuentro del porvenir.
Si resulta fácil dejar el vehiculo físico, es muy difícil abandonar la vieja morada del mundo. Los hilos morales son mucho más fuertes que las ligaduras de la carne.
Si el hombre complicó el destino, asumiendo graves compromisos con sus semejantes, a través de acciones criminales, se debatirá, llorara, y reclamará en vano, porque las leyes que mantienen en conexión los astros del Cielo y las células de la Tierra, determinan su encarcelamiento en sus propias creaciones interiores.
Si el bien salva e ilumina, el mal pierde y oscurece. No es nada fácil abandonar solo, sin mayor experiencia en la espiritualidad superior, el domicilio de los hombres. Innumerables entidades inferiores cercan a los desencarnados, intentando encadenarlos a las sensaciones del plano físico. Los pensamientos desordenados de millones de personas encarnadas y desencarnadas del ambiente humano, crean verdaderos campos de imantación a los cuales no se sustrae fácilmente el alma.
En todas partes, en torno al hombre, existen mundo reales registrando vida abundante e intensa; y si el lo ignora es porque se complace en la ceguera. No investigó jamás las profundidades oceánicas, ni podrá intentarlo todavía. No obstante debajo de las verdes aguas agitadas, no existe un mundo completamente organizado, pero si un universo que asombraría por su grandiosidad y por su ideal perfección. En el propio aire que respira, en el suelo que pisa, el hombre encontraría núcleos de vida organizada, obedeciendo al impulso inteligente y sabio de las leyes magnánimas fundamentadas en el pensamiento Divino, que impulsa al progreso, en la conquista de lo más perfecto. Le bastaría al hombre preverse de los aparatos necesarios, para averiguar la veracidad de esas colectividades desconocidas que, por ser invisibles unas y apenas sospechadas otras, no por eso dejan de ser concretas, armoniosas y verdaderas.
Después de la muerte, antes que el espíritu pueda orientarse, gravitando hacia el verdadero “hogar espiritual” que le corresponde, siempre será necesario que permanezca en una “antecámara” en una región cuya densidad y configuraciones aflictivas, en lo local, corresponderán a los estados vibratorios y mentales del recién desencarnado. Se detendrá ahí, hasta que sea naturalmente “des animalizado”, es decir, hasta que se deshaga de los fluidos y de las fuerzas vitales de que se halla impregnados todos los cuerpos materiales. Se comprende que la estancia en ese umbral del Más Allá, será temporal, aunque generalmente penosa. Según haya sido el carácter, las acciones practicadas, el genero de vida y el genero de muerte que haya tenido la entidad desencarnada, tal será el tiempo y las penalidades que le esperan en el local descrito. Existen algunos que apenas se demoran algunas horas, otros se quedaran por meses o años consecutivos, regresando a la reencarnación sin alcanzar la Espiritualidad. Los suicidas por ejemplo se quedan allí el tiempo que restaron a la vida.
El umbral está situado entre la Tierra y el Cielo, es una región dolorosa de sombras, erguida y cultivada por la mente humana, en general rebelde y ociosa, desvariada y enfermiza. El inmenso Umbral, está a la salida del campo terrestre, vive repleto de hombres y mujeres que atravesaron la gran frontera, en plena conexión con la experiencia carnal.
No debemos creer que los servicios de rescate y de expiación, que la esfera carnal sea la única capaz de ofrecer la bendita oportunidad de sufrimiento áspero redentor.
En regiones sombrías, fuera de ella, las cuales no podemos ignorar, hay oportunidades de tratamiento expiatorio para los deudores más infelices, que voluntariamente contrajeron peligrosos debitos para con la Ley.
El umbral es una localidad del llamado “astral inferior” donde se establecen los espíritus de baja vibración espiritual, que precisan pagar por infracciones cometidas contra las leyes de Dios. En general… suicidas, homicidas, almas desajustadas y cometedoras de grandes delitos.
En esa región el espíritu, sufre incesantemente con la visión de su suicidio o de su crimen. Algunas veces, por años, sin parar de revivir la situación de su suicidio o de su crimen, siente la carne dilacerada por el proyectil, ve la condición desesperada de sus hijos que por ventura tenga, y constantemente es acusado de asesino, en una guerra psicológica fuera de nuestra comprensión.
Sintiendo a veces mucha hambre y sed insoportables, a veces por años seguidos. Siente frió y calor inenarrables. Y muy frecuentemente sienten su propio cuerpo siendo consumido por los gusanos, lo ve deteriorándose y siente todas las sensaciones provenientes de este estado de putrefacción. EL umbral está repleto de desesperados, son criaturas que se rebelan y se demoran en mezquinas edificaciones. Es zona de verdugos u de victimas, de explotadores y explotados.
El umbral es un lugar de extremo dolor, De llorar y crujir de dientes, y muchos espíritus ignorantes pasan allí largos años, ignorando la condición algunos de desencarnados.
Casi todas estas almas, situadas en cavernas, absorben las energías de los encarnados y les vampirizan la vida, como si fuesen lampreas insaciables en el océano del oxigeno terrestre. Suspiran por el retorno al cuerpo físico, ya que no perfeccionaron la mente para la ascensión, y persiguen las emociones del campo carnal con el desvarió de los sedientos en un desierto
La estancia allí, es temporal, hasta que le sea permitida una nueva encarnación para que pueda, bajo el yugo de la materia, rescatar mejor sus deudas para con Dios o expiar para que pueda continuar caminando para adelante en su evolución.
Después de cada desencarnación, la gran mayoría regresa habitualmente a las zonas purgatoriales de las que procede…
Es por el pensamiento que los hombres encuentran en el Umbral los compañeros afines a las tendencias que cada uno atrae. Toda alma es un imán poderoso. Los misioneros del Umbral encuentran fluidos pesadísimos emitidos sin cesar por millares de mentes desequilibradas, en la práctica del mal, o terriblemente flageladas en los sufrimientos rectificadores.
Hay sitios en el umbral donde no hay organización perceptible u ostensiva, todos gritan y nadie tiene razón. Pese a las sombras y a las angustias allí no falta la protección divina. Cada espíritu permanece en el solo el tiempo necesario. Es por eso que el señor permitió que se instalasen muchas colonias espirituales como la de Nuestro Hogar, consagradas al trabajo y al socorro espiritual.
Las Colonias Espirituales se esparcen sobre toda la superficie del Planeta, construidas bajo los más variados motivos de sus fundadores. “Nuestro Hogar” fue construido por Portugueses que desencarnaron en Brasil a partir de 1500 a de Cristo en una región espiritual habitada por indios brasileños desencarnados que allí habían construido una pequeña aldea primitiva en los moldes de las tribus brasileñas.
La Colonia Transitoria “Nuestro Hogar” como se puede ver en su localización geográfica en la Tierra, posee actualmente más de un millón de habitantes. Se tiene fotos, y dimensiones de cómo es esta Colonia, es muy grande, y para tener una idea de su extensión podemos imaginar la ciudad donde vivimos con un millón de habitantes.
Existe en “Nuestro Hogar” un vehiculo de transporte conocido por el nombre de Aerobús. Para tener una idea de la extensión de la colonia, desde la Casa de Gobernación este Aerobús parando, de 3 en tres Km., a alta velocidad, lleva 40 minutos hasta el Parque de las Aguas.
Las construcciones principales son la casa de Gobernación está en el centro de una estrella de seis puntas, (seis Ministerios) siendo estos: Ministerios de Regeneración, de Auxilio, de Comunicación y Esclarecimientos que están ligadas las actividades de la esfera terrestre y los Ministerios de Unión Divina y Elevación que están ligados a las Jerarquías Planetarias Superiores.
De una a otra parte del conjunto residencial que está fuera de ese círculo es constituido por personas ligadas a los funcionarios de los Ministerios y pueden ser transmitidos a otros de acuerdo con la voluntad de sus propietarios. Esto es posible como incentivo a los recién llegados desencarnados que se motivan a la transformación interior a fin de, con el esfuerzo y aprendizaje a poder adquirir un espacio para sus familiares cuando desencarne en la Tierra.
Más allá de esas residencias, protegiéndolas están grandes murallas protectoras, citadas en casi todas las colonias espirituales en las proximidades de la Tierra o dentro de sus vibraciones.
La gran plaza que está frente a la Gobernación está en condiciones de recibir a un millón de personas. Esto nos hace comprender que el diseño no refleja la dimensión y las proporciones de esa región espiritual.
Podemos imaginarnos estar sentados en un banco de esta plaza, donde veremos que el suelo es semejante a la piedra de alabastro; y que, tras de nosotros, están lindas fuentes multo coloridas cercadas de flores delicadas y graciosas.
Observando las inmensas torres que se pierden en las nubes, se ve el movimiento de silfos y sílfides – elementales del hogar – haciendo movimientos coloridos y diseños como pequeñas formas transparentes. La presencia de seres elementales en “Nuestro Hogar” es citado en varios pasajes de los libros de Francisco Candido Xavier.
Vamos intentar dar una idea general de algunos locales de esta ciudad:
En las casas de los trabajadores de dentro de la estrella, pertenecen provisoriamente los funcionarios próximos a aquel ministerio. Si hubiese algún cambio de modalidad, el cambia también de residencia.
Los funcionarios más graduados por el tiempo de servicio, dedicación, espiritualidad moran más próximos a la Plaza Central.
Ya en las casas de fuera del diseño de la estrella son residencias de usos diversos, como hablamos y que pueden ser transferidos como son en la Tierra los objetos de Herencia.
En el diseño aparecen apenas algunos cuadros, más, en la realidad son muchos más cuadros que se pierden de vista y que se alargan hasta la muralla.
Las residencias en “Nuestro Hogar” acaban asumiendo las características y formas de acuerdo con el gusto de sus moradores. Cada morador tiene sus propias flores, trepadoras, pérgolas, como afirman diversos libros espiritas.
También existen parques arborizados donde existen otras grandes construcciones que no fueron diseñadas o detallada en la plantilla que existe de nuestro Hogar.
En Nuestro Hogar la producción de vestuario y alimentación elementales pertenece a todos en común. Los que trabajan adquieren justos derechos, cada habitante recibe provisiones de alimento y ropa en lo que se refiere estrictamente necesario, pero los que se esfuerce en la abstención de bonus hora, consiguen ciertas prerrogativas en la comunidad social. El Espíritu que aun no trabaja, es recogido allí, pero los que cooperan pueden tener casa propia. El ocioso vestirá sin duda, pero el operario esforzado vestirá lo mejor que le parezca.
La verdadera ganancia del ser es de naturaleza espiritual y el bonus hora, en Nuestro Hogar, se modifica en su valor substancial, según la naturaleza de los servicios. En el Ministerio de Regeneración, está el Bonus Hora de Regeneración; en el Ministerio de Esclarecimiento, el Bonus Hora de Esclarecimiento y así respectivamente. Las adquisiciones fundamentales están constituidas de experiencia, educación, enriquecimiento de bendiciones divinas y extensión de posibilidades, siendo la asiduidad y dedicación los factores predominantes.
Rodeando a toda la ciudad espiritual hay una gran muralla protectora, donde son mantenidas grandes bacterias de proyección magnética para la defensa contra los grupos de espíritus inferiores y seres de Jerarquías contrarias al proyecto de salvación de la Tierra.
Por fuera de la muralla, están los campos de cultivo de vegetales destinados para la alimentación pública.
En los parques públicos que hay entre las residencias, existen otras edificaciones que sirven como recintos maravillosos para conferencias de Ministros y visitantes.
Cada Ministerio posee lugares especiales. En el Ministerio de Regeneración fueron utilizados los escenarios bíblicos. Así, los diversos salones del Parque tienen bancos y mecedoras, esculturales en la forma del suelo, forrados con césped y hojas suaves, dando una gran sensación de estar junto al Tiberiades oyendo las palabras de Jesús.
Las flores de ese local, muestran diferentes colores cada mes. Este recinto maravilloso para tener una idea de sus proporciones, acomoda confortablemente a más de 30.000 personas.
Las fábricas también están fuera de la estrella principal y son responsables por la fabricación de zumos, tejidos y artefactos en general. La vida continua y las personas perciben que permanecer solo usufructuando las condiciones de la ciudad espiritual no es una cosa agradable. Trabajar pasa a ser un remedio y un placer.
El diseño del templo por arriba es uno de los templos de iniciación del ministerio de la Unión Divina, construido en estilo egipcio. En determinado horario, el Gobernador de la Ciudad se reúne en una gran Asamblea para la oración del día, que es asistida por todos los moradores de la colonia, por una especie de televisión más moderna.
En el Bosque de las Aguas existe un inmenso reservado de agua que abastece a todas las actividades de la ciudad. El posee un flujo, como el de un río, que pasa por la ciudad y se dirige rumbo al gran océano de sustancias invisibles para la Tierra. En este Bosque se reúnen, también, los seres que planean la reencarnación como compañeros de jornada.
Otras colonias también mencionadas por André Luíz y otros instructores de la espiritualidad a los diversos Médiums, como Divaldo, Chico Xavier, Abel Glaser podría ser la:
La Colonia Socorrista de Moradia, una de las más antiguas, está dedicada a la atención de la población del Umbral.
La Colonia Campo de Paz, de la cual habla el Espíritu André Luíz en, Los Mensajeros, está situada muy cerca de la Tierra.
La casa Transitoria de Fabiano, es de asistencia a los desencarnados, citada en el libro, “Obreros de la Vida Eterna”.
La Colonia redención, citada en el libro “Más allá de la Muerte”, descrita por Otilio Gonçalves, la Colonia de la Música, la Colonia de los Escritores, Alpha I, la Colonia Gordemonio, habitada por Espíritus pervertidos y malhechores y, citada en el libro “Apenas una Sombra de Mujer”, etc.
Otra colonia muy conocida y muy bien detallada es la de Alborada Nueva posee más de 250 mil habitantes y está situada en la cuarta capa alrededor de la tierra, por encima de la ciudad de Santos en el estado de San Paulo.
Es una ciudad espiritual creada hace más tiempo que la mayoría de las colonias que permanecen en las zonas umbralinas de ese planeta.
Fue planeada hace muchos siglos por aquellos que siendo Ingeniero Constructores de Jesús, conocen la Tierra su pasado lejano y su futuro distante.
Brasil aun no existía en la faz del globo y “Alborada Nueva” ya estaba fijando sus alicientes a través de sus trabajadores de Cristo que sabían del destino de Brasil, cara a la importancia de su localización en las camadas vibratorias alrededor del Planeta.
Participaron en su crecimiento las personas conocidas por la tierra con el nombre de D, Pedro II y Gandhi.
Para el viajante de caminos sombríos en las camadas densas del mundo espiritual en torno a la Tierra, surgió una luz, como un pequeño punto, que iría creciendo dentro de un panorama primitivo y oscuro, en un brillante azul. Superponiéndose al azul, surge el blanco, que torna infinitamente mayor y ya se parece a una nube.
El blanco y el azul provienen de la Ciudad Espiritual, y su frondoso portón dorado traza una placa con el nombre de la ciudad sustentada por esferas luminosas de metal dorado.
La casa principal de reuniones de los dirigentes de la colonia. Es de forma circular. El campo vibratorio manifiesta la imagen de una inmensa estrella de ocho puntas. Para aquellos que se encuentran perdidos en el mundo espiritual la primera visión de la colonia es la de una inmensa Luz en la oscuridad. Al aproximarse se ve como una inmensa nube y se ve que allí existe una gran comunidad.
Ligado a la puerta principal hay un gran muro de 15 metros de altura, macizo que emite una potente vibración magnética de protección. Sobre este muro están torres de 10 metros de altura de forma cónica que es asistido por espíritus guardianes. Ocho construcciones de la colonia poseen torres con puntas de estrellas. Las torres de estas ocho construcciones están ligadas por flujos magnéticos y forman el diseño de una estrella de ocho puntas. Verdes las que parten de la Casa Central; Azules las que forman el cuadrado y blancas las que forman la estrella.
Hay en ella dos puestos de socorro que sirven de intermediarios entre el mundo espiritual y el plano material.
Los palacios más suntuosos de la Tierra no son nada comparados a estas áreas
Todos los que hemos leído las obras de Andre Luíz, comprendemos mejor el papel de los campos magnéticos y su importancia en una colonia de trabajadores de Luz en una región de vibraciones espirituales inferiores del mundo astral.
La División Administrativa consta:
Núcleos Generales de Desenvolvimiento
Coordinadores Especializados.
Unidad Divina de Elevación.
La División Geográfica consta:
Edificio Central (Coordinadora General)
Núcleos Espirituales de Desenvolvimiento
Coordinadores Especializados.
Unidad de Divina Elevación.
Casa de los Niños.
Casa de Reposo
Centro de Aprendizaje de la Luz Divina
Casa de la Sublime Justicia
Rincón de la Paz
Bosque de la Naturaleza Divina
Bosque de la Alimentación
Plaza central
Torres de Defensa e Higienización
Sectores Ambiéntales
Puestos de Socorro
Todos ellos desarrollan actividades funcionales, como se realizan aquí en los ministerios de la Tierra, solo que aquí si existe la imperfección, y el Hombre ejerce la mayoría de las veces mal esos ministerios. Allí siendo el mundo Espiritual, y en una zona como es de cierta elevación todo es llevado a cabo con una coordinación especializada, propia de la seriedad y rectitud de sus moradores.
Alborada Nueva tiene un tren eléctrico, que parte rumbo al Umbral, una región oscura y densa, como ya describimos y en el camino los Espíritus Inferiores tiran pesados objetos en los carriles suspendidos. Dotados de un campo magnético repulsor, el vehiculo instantáneamente repele ese bloqueo, en una verdadera operación “limpia –carriles”
La Heredad Central en el último piso se realiza las reuniones mensuales. Las paredes están formadas de cristales y la Luz de la colonia pasa por ellos. Una gran mesa y al fondo grandes estanterías con centenares de libros. En esta sala, al fondo, hay estatuas con semblantes diversos donde figuran D. Pedro II y Gandhi
Son 42 Consejeros, portando una vestimenta azul clara. La reunión es abierta por uno de los secretarios. Citaremos algunos trechos de la Abertura de una de esas reuniones Mensuales.
La actual coordinación de esta colonia está a cargo de Caibar Schutel.
Su más importante sector es el de la Casa de Reposo y Hospital. Comprende un trabajo muy amplio desenvuelto por Scheilla que coordina 14 equipos cuyos coordinadores forman el Consejo de la Casa de reposo.
Existe una gran integración de los trabajos de los seres espirituales de este Hospital con decenas o centenas de organizaciones físicas en la Tierra. En este grupo existen los grupos de rescate tanto en el mundo espiritual como en el mundo material en los casos ya citados para los diversos eventos cataclismaticos que ocurran.
En las Colonias Espirituales, existen las mismas leyes de gravedad que controlan la Tierra, con sus días y sus noches, aunque las estaciones no tengan los rigores que en nuestro globo, ya que son suprimidos por factores de armonía existentes en las Colonias. Y esto ocurre, porque en la mayoría de las Colonias que conocemos están circunscritas a la atmósfera de la Tierra.
La descripción de estas colonias espirituales como la de otros locales espirituales llevaría demasiado tiempo y la finalidad de esa conferencia es despertar su atención para esta realidad, como es la de la existencia de Ciudades espirituales.
Cada ciudad que existe alrededor del planeta, por haber sido creadas hace mucho tiempo, poseen un estilo antiguo: las paredes son claras y clásicas y las preferencias recaen en los modelos griegos, romanos y egipcios con extensas avenidas. Muchos pájaros y frutas, muchos lagos y planicies coloridas.
Más, no todos los seres con algún esclarecimiento, al desencarnar en la Tierra van a estas colonias. Muchos van a otros planetas.
ANTE LAS PUERTAS LIBRES
Una antigua leyenda egipcia nos narra la historia de un pececito llamado Bermejo.
En el centro de un hermoso jardín, había un gran lago adornado de ladrillos azul turquesa.
Alimentado, por un diminuto canal de piedra, escurría sus aguas del otro lado, a través de una reja muy estrecha.
En ese reducto acogedor, vivía toda una comunidad de peces repapilándose, rollizos y satisfechos. Eligieron a uno de los ciudadanos más grandes para los encargos de rey, y vivían allí, plenamente despreocupados, entre la gula y la pereza.
Entre ellos había un pececito, menospreciado de todos.
No conseguía pescar la más leve larva, ni refugiarse en los nichos de barro. Los otros voraces y gordinflones, arrebataban para si todas las formas y ocupaban, displicentes, todos los lugares consagrados al descanso.
El pececito Bermejo que nadaba y sufría. Era visto, en carreras constantes, perseguido por la canícula atormentada por el hambre.
Sin encontrar estancia alguna, se puso a estudiar con mucho interés. Hizo un inventario de todos los ladrillos que adornaban el borde del pozo, registró todos los huecos existentes en el, y sabia, con precisión, donde se reuniría la mayor masa de lodo por ocasión de los aguaceros.
Después de mucho tiempo de observación, descubrió la verja del desagüe. Frente a la improvista oportunidad de aventura benéfica, reflexionó consigo mismo:
¿No será mejor pesquisar la vida y conocer otros rumbos?
Optando por el cambio. En el traspasar de la verja perdió varias escamas, al atravesar el pasaje estrechísimo.
Pronunciando votos renovadores, avanzó optimista, encantado con los nuevos paisajes, ricos de flores y sol que lo enfrentaban, y, siguió, embriagado de esperanzas…
En breve alcanzo el gran rió, e hizo innumerables conocimientos.
Encontró peces de muchas familias diferentes, hombres y animales, embarcaciones y puentes, palacios y vehículos, cabañas y árboles.
Consiguió, de ese modo, alcanzar el océano, ebrio de novedad y sediento de estudio. Fascinado por la pasión de observar, se aproximo a una ballena más de lo que debía y fue engullido por ella.
En apuros, afligido oro a Dios de los peces que le ayudase, y su oración fue escuchada, porque el valiente cetáceo comenzó a sollozar y vomito, restituyéndolo a las corrientes marinas.
Plenamente transformado en sus concepciones del mundo, pasó, a observar a las infinitas riquezas de la vida. Encontró plantas luminosas, animales extraños, estrellas movibles, y diferentes flores en el seno de las aguas. Sobre todo, descubrió la existencia de muchos pececitos estudiosos y delgados, tanto como el, junto a los cuales se sentía maravillosamente feliz.
Ahora vivía sonriente y calmado, en el Palacio de Coral que el mismo eligió, con centenares de amigos, el supo por sus estudios, que solo en el mar las criaturas acuáticas disponían de más sólida garantía, ya que cuando el estío se hiciese más arrasador, las aguas de otra altitud continuarían corriendo hacia el océano.
El pececito pensó, pensó… y sintiendo inmensa compasión de aquellos con los que había convivido en su infancia, deliberó consagrarse a la obra del progreso y salvación de ellos.
¿No seria justo regresar y anunciarles la verdad? ¿No seria noble ampararlos prestándoles, a tiempo, valiosas informaciones?
No lo dudo.
Fortalecido por la generosidad de hermanos benefactores que vivían con el, en el Palacio de Coral, emprendió en largo viaje de vuelta.
Tomo el rió, del rió se dirigió a los regatos y d y de los regatos se encaminó a los canalitos que lo condujeron al primitivo hogar.
Esbelto y satisfecho como siempre, por la vida de estudio y servicio a la que se consagraba, varó en la reja y procuró, ansiosamente, a los viejos compañeros.
Estimulado por la proeza del amor que efectuaba, supuso que su regreso causaría sorpresa y entusiasmo general. Seguramente la colectividad entera celebraría el hecho, pero, enseguida, verificó que nadie se movilizaba.
Todos los peces continuaban pesados y ociosos. Grito diciéndoles que había vuelto, pero nadie le prestó atención ni se acordaban de el. Ridiculizado, procuró al rey y le comunicó la reveladora aventura.
El rey, algo entorpecido por la manía de grandeza, reunió al pueblo y permitió que el mensajero se explicase.
El benefactor despreciado, valiéndose de la ocasión, esclareció con énfasis, que había otro mundo liquido, glorioso y sin fin. Aquel pozo era una insignificancia que podía desaparecer, de un momento a otro. Que más allá del desagüe aproximo, se desdoblaba otra vida, y otra experiencia. Allí fuera corrían regatos ornados de flores, ríos caudalosos repletos de seres diferentes y, por fin, el mar donde la vida aparece cada vez más rica y más sorprendente. Poco a poco describió todas las maravillas que había descubierto. El les dijo que deberían adelgazar, convenientmente, absteniéndose de devorar tanta larva y tanto gusano, en las grutas obscuras y aprendiendo a trabajar y estudiar tanto como fuese necesario para la venturosa jornada.
Tan pronto terminó, carcajadas estridentes le coronaron la prédica. Lo tacharon de fantasioso. Ninguno creyó en el, y el soberano acompañándolo a la reja del desagüe le manifestó con ironía ¿No ves que no cabe por aquí ni siquiera una de mis aletas? ¡Gran tonto! No nos perturbes el bienestar… Nuestro lago es el centro del Universo… ¡Nadie posee vida igual a la nuestra!
Expulsado a golpes de sarcasmo, el pececito realizó el viaje de regreso, y se instaló definitivamente, en el palacio de Coral, aguardando el tiempo.
Después de algunos años apareció pavorosa y devastadora sequía. Las aguas descendieron de nivel. Y el pozo donde Vivian los peces, glotones, se secó, compiliendo a la comunidad entera a perecer, atollada en el lodo.
El esfuerzo de Andre Luíz, buscando encender luz en las tinieblas, es semejante a la misión del pececito Bermejo.
Encantado con los descubrimientos del camino infinito, nos habla informa y esclarece…
Con todo hay muchos peces humanos que sonríen y pasan, entre la mordacidad y la indiferencia, procurando rutas pasajeras o peleando larvas temporales.
Esperan un paraíso gratuito con milagrosos deslumbramientos, después de la muerte del cuerpo.
El Codificador del Espiritismo Allan Kardec conversó con espíritus terrestres que estaban morando en otros planetas. Este tema es muy interesante y abre las puertas del infinito a aquel que abre las puertas de su corazón.
El intercambio con lo invisible es un movimiento sagrado en función restauradora del Cristianismo puro; por tanto, que nadie se descuide de las necesidades propias en el lugar que ocupa por la voluntad del Señor.
Andre Luíz nos dice que la mayor sorpresa en la muerte carnal, es la de colocarnos cara a cara con nuestra propia conciencia, donde edifiquemos el cielo, nos estacionamos en el purgatorio y nos precipitamos en el abismo infernal; y nos recuerda que la tierra es un taller sagrado y que nadie lo menos preciará sin conocer el precio del terrible engaño al que se sometió su propio corazón.
Guardemos la experiencia en el libro del alma. Ella dice muy alto que no le basta al hombre apegarse a la existencia humana, sino que necesita aprovecharla dignamente, que los pasos del cristiano en cualquier escuela religiosa, deben dirigirse verdaderamente a Cristo, y que, en nuestro campo doctrinario necesitamos en verdad del Espiritismo y del Espiritualismo, pero más, mucho más, de Espiritualidad
Y para terminar ésta conferencia, permítanme repetir aquí lo dicho por el espíritu de Lester Coltman (trascrito por Sir Arturo Conan Doyle), con el ruego de que el lector lo medite profundamente:
"Por amor de Dios, sacude y despierta a ésas gentes que no quieren creer. El mundo necesita saber lo que pasa aquí. SI YO EN LA TIERRA HUBIESE SABIDO LO QUE AQUÍ ME ESPERABA, MI VIDA HABRÍA SIDO MUY DISTINTA".
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Yo vengo de todas partes,
Y hacia todas partes voy:
Arte soy entre las artes,
En los montes, monte soy.
Yo sé los nombres extraños
De las yerbas y las flores,
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.
(José Martí, 1891, Cuba)
Y hacia todas partes voy:
Arte soy entre las artes,
En los montes, monte soy.
Yo sé los nombres extraños
De las yerbas y las flores,
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.
(José Martí, 1891, Cuba)