Reflexión de Dios
Pai Joao de Aruanda
Pai Joao de Aruanda
Me acuerdo de un día en que alguien criticaba a compañeros de otras religiones y su forma de culto, de adoración a Dios. El comentario era hecho por un compañero espirita que defendía la “pureza doctrinaria” y la ortodoxia reinante en diversos sectores del movimiento espirita.
El Pai Joao, que conoce bien el valor del silenciar y del enmudecer, sabe detectar el momento en que es pertinente hacer sus observaciones. No se callaría frente de algo que pudiese perjudicar “a los hijos de nego viejo”, como habla.
Al contar este episodio, parece que veo nuevamente a mi padre (que nunca fue espirita, pero siempre convivió con la mediumnidad) a alborotar por la casa en que morábamos, mientras mi madre todavía estaba encarnada. Él reclamaba del Pai Joao, que informaba a Everilda Batista de las actitudes menos confesables del marido y de los hijos: ¡Este viejo murió, pero olvidaron de enterrar su lengua! ¡Ella continua por ahí, hecho un azote!
El Pai Joao, que conoce bien el valor del silenciar y del enmudecer, sabe detectar el momento en que es pertinente hacer sus observaciones. No se callaría frente de algo que pudiese perjudicar “a los hijos de nego viejo”, como habla.
Al contar este episodio, parece que veo nuevamente a mi padre (que nunca fue espirita, pero siempre convivió con la mediumnidad) a alborotar por la casa en que morábamos, mientras mi madre todavía estaba encarnada. Él reclamaba del Pai Joao, que informaba a Everilda Batista de las actitudes menos confesables del marido y de los hijos: ¡Este viejo murió, pero olvidaron de enterrar su lengua! ¡Ella continua por ahí, hecho un azote!
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.