El carnaval
El carnaval es el periodo en que la “¡bruja está suelta!”, pero ¿pero ocurre de hecho en ésta época?
Bien, existen espíritus que cuando encarnados, se desequilibran y toman el camino de los vicios, contrario a las virtudes. Muchos se vician en alcohol, en sexo, drogas, etc. Al desencarnar, estos espíritus continúan viciados, y andan vagabundeando por ahí a procura de alguien que está bebiendo, teniendo relaciones sexuales, drogándose, para que a través de estas personas ellos continúen alimentando sus vicios.
Como el inconsciente colectivo de la población en el carnaval es el que “está todo liberado”, estos espíritus son naturalmente atraídos en masa para los locales de fiesta. Cuando bebemos, alteramos nuestra consciencia para el polo negativo, y pasamos a atraer más allá de los espíritus viciados, los alborotadores (kiumbas), que estarán incentivándonos al máximo para que hagamos algo errado.
Algunos espíritus viciados en sexo, llegan hasta a estimular los órganos genitales de hombres y mujeres para que ellos sientan un deseo descontrolable de relacionarse, así proporcionando la preciosa energía sexual a estos viciados.
¿Entonces no puedo aprovechar el carnaval?
PUEDE. La felicidad es siempre bienvenida, lo que está vetado son las exageraciones.
¿Quiere aprovechar?
Protéjase. Umbandistas: firmen sus izquierdas, firmen sus fuerzas, enciendan la vela para el ángel guardián. Tomen baños de hierbas, hagan magia.
¿Sabe lo que está realmente liberado en el carnaval?
Hagan sus protecciones, seguranzas, no importa cuál fuera su religión o su creencia.
A los médiums nuevos, ustedes están con un campo muy abierto. Por lo tanto, si no se sintieran bien en algún lugar, NO PIENSEN DOS VECES ¡salgan! Si sienten necesidad, no titubeen en procurar ayuda de alguien que esté capacitado para ayudarte.
Entonces ¿usted comparte el carnaval? ¡Éste es un excelente periodo para usted proyectar todo lo que desea para éste año!
¡Saravá!
Por Carla Guedes
Bien, existen espíritus que cuando encarnados, se desequilibran y toman el camino de los vicios, contrario a las virtudes. Muchos se vician en alcohol, en sexo, drogas, etc. Al desencarnar, estos espíritus continúan viciados, y andan vagabundeando por ahí a procura de alguien que está bebiendo, teniendo relaciones sexuales, drogándose, para que a través de estas personas ellos continúen alimentando sus vicios.
Como el inconsciente colectivo de la población en el carnaval es el que “está todo liberado”, estos espíritus son naturalmente atraídos en masa para los locales de fiesta. Cuando bebemos, alteramos nuestra consciencia para el polo negativo, y pasamos a atraer más allá de los espíritus viciados, los alborotadores (kiumbas), que estarán incentivándonos al máximo para que hagamos algo errado.
Algunos espíritus viciados en sexo, llegan hasta a estimular los órganos genitales de hombres y mujeres para que ellos sientan un deseo descontrolable de relacionarse, así proporcionando la preciosa energía sexual a estos viciados.
¿Entonces no puedo aprovechar el carnaval?
PUEDE. La felicidad es siempre bienvenida, lo que está vetado son las exageraciones.
¿Quiere aprovechar?
Protéjase. Umbandistas: firmen sus izquierdas, firmen sus fuerzas, enciendan la vela para el ángel guardián. Tomen baños de hierbas, hagan magia.
¿Sabe lo que está realmente liberado en el carnaval?
Hagan sus protecciones, seguranzas, no importa cuál fuera su religión o su creencia.
A los médiums nuevos, ustedes están con un campo muy abierto. Por lo tanto, si no se sintieran bien en algún lugar, NO PIENSEN DOS VECES ¡salgan! Si sienten necesidad, no titubeen en procurar ayuda de alguien que esté capacitado para ayudarte.
Entonces ¿usted comparte el carnaval? ¡Éste es un excelente periodo para usted proyectar todo lo que desea para éste año!
¡Saravá!
Por Carla Guedes
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.