Somos Espíritu

Montones de corrientes religiosas, filosóficas y esotéricas, bibliotecas enteras y millones de personas instruidas en el mundo han estudiado al hombre de múltiples maneras y bajo visiones diversas. Pero acá estamos de nuevo hablando del ser humano sin cansarnos, porque siempre habrá una manera de comprender mejor una enseñanza, y más aún, cuando encontramos a menudo, no la unión de las pequeñas verdades, sino la ilusoria separatividad de los criterios confundiendo nuestra vista y nuestra mente.
Nuestro intento ahora es compartir, bajo una postura abierta, una visión del hombre y su constitución que pueda dar cabida a lo que los Maestros de la humanidad han venido enseñando desde hace bastante tiempo y ha sido interpretado de diversas formas; formas tras las cuales buscamos lo esencial. Uno de esos conceptos esenciales es que el ser humano es un fractal del Universo y de Dios.
La frase célebre de Protágoras: “El hombre es la medida de todas las cosas”, quizás pueda interpretarse como una expresión del egocentrismo humano. Pero si vamos más allá de la apariencia y sin pretender que alrededor del hombre gire el Universo, vemos al ser humano como parte de la Naturaleza, y no podemos negar que en sí mismo contenga la expresión de los reinos de la naturaleza que conocemos (mineral, vegetal y animal) e intuir que si además hay algo en él que lo diferencia de estos reinos, es porque ese “algo” lo comparte con otros reinos que aun desconoce quizás, por ser superiores al suyo.

Ese “algo” que muchos asocian con la mente y con la conciencia del “yo”, diferenciándolo de los otros reinos inferiores, es aquello que a la vez lo conecta con una realidad superior: el plano espiritual. Es por eso que la gran mayoría de las corrientes esotéricas ubican al ser humano en un estado evolutivo intermedio y no en una cúspide de realización. Las enseñanzas antiguas enseñan que el hombre actual, una vez logre concebir su verdadera naturaleza humana, superando sus etapas evolutivas anteriores (físicas y emocionales) comenzará a despertar a su vida real, la vida del Espíritu. Esta enseñanza nos muestra, entonces, que somos una interesante mezcla entre el mundo de lo objetivo, de los sentidos, de lo físico, y el mundo subjetivo de las ideas, de lo “invisible”; una mezcla entre la tierra y el cielo, lo cual, si lo vemos de manera integral, nos muestra que en el ser humano se expresan todos los planos de la manifestación en sus diferentes órdenes.
Si a esto le sumamos lo dicho anteriormente: “Una parte del todo refleja al todo”, esto explica porque somos un microcosmos, en medio de un Macrocosmos al que le llamamos Universo, y que podemos conocer a este último, conociéndonos a nosotros mismos. Esto ha sido dicho ya por muchos pensadores de todos los tiempos y también, por aquellos a quienes llamamos “Maestros” de la humanidad, quienes seguramente hacen parte de esos “reinos desconocidos”. Son ellos también quienes han enseñado bajo diversas formas la expresión numérica de aquello que constituye al hombre.

¿Por qué numérica? Los números son un lenguaje universal, que en el plano físico ayudan en la interpretación de la realidad física por medio de la ciencia y yendo más allá, para la ciencia esotérica se descubren como “principios”. De esto, solo podemos mostrar evidencia cuando observamos, la expresión del número “7” en la naturaleza. Ejemplos demostrados por la física son por ejemplo la degradación de la luz en siete colores, las siete formaciones cristalinas, el sonido musical expresado en siete notas, los ciclos de la gestación de la vida que llevan el ritmo lunar de 28 días, 4 fases de 7 días. En la mujer el ciclo menstrual también comprende 4 fases de 7 días y el tiempo de gestación mínimo en el que un feto está completamente desarrollado para poder nacer es de 36 semanas (9 ciclos de 28 días) y se estima que debe nacer a las 40 semanas (10 ciclos de 28 días).
También el número “3” ha sido considerado un número sagrado y mayormente se ha visto en innumerables explicaciones del origen del Universo y del hombre, a través de la mitología de las civilizaciones antiguas. La “triada “más conocida en occidente a través del cristianismo es la del Padre, Hijo y Espíritu Santo que se definen como las tres naturalezas de un solo Dios o “tres personas distintas” en la Unidad. Pero no es la única expresión triple que se ha dado de la Divinidad. Varias civilizaciones antiguas han expresado esta característica triple de sus dioses, asociándolas a fuerzas o principios en todo el universo cuya presencia se extiende a toda la creación repitiéndose el esquema a medida que llega a sus reinos inferiores. Los griegos asocian estas tres naturalezas o fuerzas a los dioses Zeus, Poseidón y Hades; los egipcios tuvieron tres triadas diferentes, de las cuales la más conocida fue la de Osiris, Isis y Horus; en la india se conoció bajo los nombres de Brahma, Visnu y Shiva. Y los ejemplos abundan
Así pues, la insistente presencia del “3” y del “7” en diversas expresiones religiosas y en las enseñanzas de los guías espirituales de la humanidad, sin que existan aparentemente algún nexo entre estos, solo nos muestra que detrás de ello hay un orden natural pre-establecido que los rige a todos; por eso, el hombre como parte del Universo no está exento de tener en sí mismo ese orden.
Esto no es gratuito ni casual. Todas ellas expresan, según lo explica la teosofía y otras corrientes que estudian comparativamente esos símbolos, los “arquetipos primordiales” o principios inherentes en el Universo y que provienen del “Absoluto”, o como lo llaman algunos “Aquel de quien nada puede decirse”. Ellos han interpretado, a través de la enseñanza antigua, estos principios como: Voluntad, Amor-Sabiduría e Inteligencia Activa. De igual manera las siete formas en que se expresan estos principios dan lugar a la organización de toda la creación, de ahí que todas las cosas muestren poseer siete componentes.
También son muchos los autores que han escrito acerca de los llamados “cuerpos” del ser humano; pero hay algo en lo cual coincidimos todos: en que el ser humano es en realidad un Ser Espiritual que está viviendo una experiencia humana en varios planos de expresión que pueden resumirse en tres: El plano de manifestación física, el plano mental o de conciencia, el plano Espiritual o Monádico, que es el plano del origen, de donde todo procede. En el “Kybalion”, se explican estos planos y se dan a conocer sus correspondientes divisiones séptuples.
Parece difícil entender cómo todo procede de ahí, cuando es invisible y no lo podemos ver; cuando carece de forma y no lo podemos tocar; pero es así, más allá de que nuestra mente aún no esté preparada para asimilarlo. Sólo podemos decir que ésa es la enseñanza de todos los tiempos y en varias formas dicha; y quienes van avanzando en el descubrimiento de sí mismos van encontrando en su progreso evidencias de que es así. En realidad, nadie puede convencernos de eso, cada uno lo descubre a su paso.
Cuando un ser está encarnado y tiene la hermosa experiencia de vida en el Plano Físico, necesita herramientas para poder expresar su Espíritu. De cada Espíritu emanan sus vehículos como una flor que se abre en sus diferentes pétalos, como una máquina que requiere de sus antenas para percibir y las extiende. Los ejemplos son muy pobres a la hora de expresarlo, pero el Espíritu, se proyecta a sí mismo, para poder reconocerse como identidad independiente. Dicha identidad la llamamos Alma, o Ego Superior, y a la suma de ambos podemos llamarlo Yo Superior para diferenciarlo de nuestra personalidad o yo encarnado o inferior.
En los diversos textos esotéricos se encuentra el concepto del “Ego Humano” como identidad que posee el atributo divino de la Autoconciencia, y no como algo inferior que deba rechazarse. Hay que diferenciarlo del concepto común asociado a la expresión de una identidad enmascarada que está influenciada por el miedo al dolor y movido por el deseo egoísta. Ese concepto, en realidad, es el reflejo de la luna sobre el agua, la ilusión que refleja aquello que es el verdadero Ego sobre la personalidad o “ego inferior” (El No-yo). Pero cada uno es libre de utilizar los términos que mejor le parezcan. La aclaración es para evitar la confusión común del lector de textos ocultistas que a menudo incluyen el término “ego” refiriéndose nuestro Yo Superior. El Espíritu, posee entonces un Alma, identidad que permanece y aprende en sus múltiples experiencias de vida y que al, alcanzar la evolución humana, posee esa autoconciencia y con la cual intentamos conectarnos una vez la reconocemos. El alma es el puente que relaciona nuestro “ego inferior”, no-yo o personalidad, con nuestro Espíritu.
El Espíritu (cuyo hábitat es el plano Espiritual) que tiene consigo un Alma humana (que se mueve en el plano Mental o de conciencia), requiere para actuar y aprender en el Plano de Manifestación Física sus propios instrumentos, vehículos o herramientas a los cuales también se les suelen llamar “cuerpos”. Algunos imaginan estos cuerpos como envolturas del Espíritu. Nuestra visión nos inclina a pensar que a diferencia de esta imagen donde el Espíritu pareciera estar atrapado en dichos cuerpos, preferimos visualizar a un Espíritu que es parte y creador de sus vehículos, desplegando sobre éstos los tres principios antes mencionados y que en el hombre pueden verse así:

1. El principio de Voluntad que le da el poder de volición (decisión) y libre albedrío (elección) a nivel mental y astral (emocional, a través del deseo); y a nivel más básico se expresa como principios de Ley y Orden manifestados en las leyes que rigen la naturaleza física y en la existencia misma de la materia.

2. El principio de Amor y Sabiduría-Intuición, cuya expresión se diversifica desde los estados más bajos de instinto hasta el reconocimiento del sentimiento y del altruismo, que opera a nivel emocional y mental; a todos los niveles, representa la Energía vital o el soplo de Vida que permite el movimiento y la existencia misma. En procesos evolutivos posteriores estará presente en la evolución de nuestros vehículos espirituales (planos búdico y átmico).

3. El tercer principio de Inteligencia Activa se expresa a través de las facultades propias de la razón llevada a la acción, de la inspiración creadora, la autopercepción y en síntesis al desarrollo general del alma (plano mental). A nivel físico denso en el automatismo adquirido en el sistema biológico del cuerpo humano (la acción y la forma organizativa que tienen las células como si fueran pequeñas inteligencias independientes y colectivas)
Para visualizar de una forma menos abstracta el descenso del Espíritu desde el plano Mental al Físico podemos tener en cuenta el siguiente ejemplo: Imaginemos una luz magnética que se proyecta desde el “cielo” hacia la tierra, pero que para atravesar dicha “atmósfera” y llegar a la tierra debe atravesar primero el “aire”, el “agua” y finalmente sumergirse en la “tierra” misma. Si esa luz magnética, que sería el equivalente al Espíritu con su Alma (Yo superior), va descendiendo, atraerá para si progresivamente los componentes del “aire” (plano mental inferior), y van formando un vehículo, un instrumento para la mente; atraviesa el “agua” (plano astral) y va atrayendo los átomos o los ingredientes que proceden del agua y así se va formando el vehículo que llamaríamos emocional. Y a medida que atraviesa la “tierra” (plano físico denso y etéreo) va sacando de la energía que vitaliza al planeta, y de los átomos del mismo (que al comienzo provienen de un cuerpo ya formado) todo lo que va a componer un cuerpo etero-físico, es decir, materia sólida, líquida, gaseosa y etérea.

A continuación resumiremos las principales características de los “componentes” de un ser humano encarnado, organizados de manera septenaria, reflejo mismo de la naturaleza, y descritos en orden ascendente (de lo denso a lo más sutil):
Orden VEHÍCULO DESCRIPCIÓN
1 Cuerpo Físico Denso Cuerpo orgánico o biológico, constituido de materia física densa, fácilmente reconocido por nuestros sentidos comunes.
2 Cuerpo Físico Etéreo y Energía Vital Comprende la parte del cuerpo físico que escapa a nuestros sentidos comunes y que mantiene la estabilidad celular, los fenómenos eléctricos y magnéticos de dicho cuerpo y es receptor y conductor de la energía solar (Prana). Este vehículo al estar unido a esta “corriente de vida” o Prana, forma todo un sistema de órganos (chakras) y canales energéticos, que son visibles al desarrollar los sentidos astrales.
3 Cuerpo Astral Es llamado por algunas corrientes cuerpo “Emocional” ya que una de sus funciones es el desarrollo de la sensación en sus diversas etapas. También incluye la percepción, por medio de sus sentidos astrales, del mundo físico más sutil.
4 Cuerpo Mental Inferior Es el cuerpo que alberga parte de la Mente humana cuando entra en contacto con el plano físico y permite la realización de las funciones básicas analíticas, deductivas, ordenadoras, creadoras, entre otras; conserva una memoria limitada a su vida presente, aunque muestre reacciones inconscientes por vivencias anteriores. También ofrece al ser humano la posibilidad de proyectarse al futuro. Todas estas funciones están influenciadas por el deseo (por el placer y la supervivencia), razón por la cual se le llama Mente de deseos o Mente Egoísta.
5 Cuerpo Mental Puro También se le llama Cuerpo Causal en varios textos y es el albergue de la Mente Pura e Inegoísta que le da conciencia superior al individuo y preserva la memoria de todas sus vivencias. Allí se encuentran en síntesis los aprendizajes y se desarrollan las facultades para la evolución. A este nivel, los deseos se transmutan a necesidades espirituales o autorrealización. Es el medio de expresión del Alma *
6 Cuerpo Intuicional Llamado Cuerpo Búdico. Es un cuerpo aun no desarrollado en nosotros, que permanece latente, a la espera de su despertar una vez entremos en coordinación con nuestra Alma. Los esotéricos se refieren a él como cuerpo de Amor-Sabiduría, que podrá albergar más ampliamente dicho rayo o fuerza y es desde su plano (plano búdico) que nos llegan las luces de Fraternidad, Servicio y Conocimiento Espiritual (Sabiduría)
7 Cuerpo Espiritual Llamado Cuerpo Átmico. De igual manera que el anterior, es un cuerpo latente, con el cual se espera finalizar nuestra evolución humana y empezar a identificar nuestra Esencia Espiritual, movidos más directamente por el rayo de Voluntad Espiritual. Es el albergue de nuestra “Chispa Divina”, dentro de lo poco que podemos percibir.

* Es preciso aclarar que mientras un ser permanece encarnado el Alma se encuentra inmersa en el mundo ilusorio y en constante interacción con sus vehículos “físicos”, aunque limitada para transmitir a su parte encarnada todo el conocimiento adquirido. Cuando el Alma regresa a su plano de origen (Mental) puede visualizar más claramente sus aprendizajes, búsquedas, la aplicación de la ley de causa–efecto en su vida, las vivencias de manera más nítida, etc; pero al estar encarnada o apegada al plano físico a través de su permanencia en el plano astral, está “vestida” por sus cuerpos inferiores, generando más dificultad en dicha visión, pudiendo distorsionar su verdadera esencia o incluso negarse a avanzar en su crecimiento. A eso se refieren los ocultistas cuando hablan de la “desconexión” con el Alma; nosotros lo interpretamos como una confusión del Alma al estar inmersa en la “ilusión” y que la hace estar ciega a su naturaleza Mental.
Esta clasificación de los vehículos, hemos procurado que sea abierta e incluyente, teniendo en cuenta las diferencias conceptuales de las diversas corrientes filosóficas y esotéricas; y como nada puede estar exento de error, aclaramos que su finalidad no es mostrarla como última verdad sino aproximarnos básicamente al conocimiento de los instrumentos que como seres humanos poseemos para llevar a cabo nuestro proceso evolutivo. Se ha encontrado en la literatura que los primeros 4 vehículos corresponden a la “Personalidad” del hombre, o “ego inferior”, aspectos cuyo desarrollo debe irse perfeccionando y coordinando dentro sí mismo, de manera que su “alineación” logre en él la integración de sus roles del ego o máscaras con las cuales distorsiona su Identidad o Alma y una vez se logre esta primera meta acceder a la comprensión de su Esencia Espiritual, con lo cual se abriría el portal hacia los reinos suprahumanos.
Todos estos vehículos están constituidos de materia (entendida como energía vibrando en diferentes velocidades), siendo la más perceptible por nuestros sentidos actualmente desarrollados, la del Cuerpo Físico Denso. Pero para evitar confusiones al respecto seguiremos llamando al espacio físico donde se da la “encarnación”, “plano físico”, aclarando que es solo la parte actualmente visible por nosotros, ya que el plano astral y mental inferior, aun sin ser visibles, se consideran esotéricamente parte del Plano de Manifestación Física, como ya se ha mencionado. Por fortuna son cada vez más los seres humanos que han podido comprender y visualizar la existencia de otras realidades, dimensiones o planos de conciencia en donde podemos emplear los vehículos más sutiles realizando acciones de manera menos limitada. Queda a consideración de quienes lean estas páginas tener en cuenta estos comentarios e investigar más a fondo este concepto.

Resumen de los tres planos mayores en los que un Espíritu se mueve bajo la influencia de sus tres aspectos y principios:
PLANO DE
MANIFESTACIÓN FÍSICA
se relaciona principalmente con: PLANO MENTAL
se relaciona principalmente con: PLANO ESPIRITUAL
se relaciona principalmente con:
Principios: Ley, orden, forma


Cuerpos inferiores o de la personalidad (denso, etérico, astral, mental inferior)

El NO-YO Principio de Inteligencia


Cuerpo mental inferior y superior (causal), y búdico, Alma o Ego


PUENTE-CONCIENCIA DEL YO Principio Espiritual y vital (Sabiduría-Amor, energía-vida)

Cuerpo átmico, plano monádico. Energía Universal o Prana


ESPIRITU O MÓNADA

Denyse Gómez

Diálogos sobre Constitución Humana y el Viaje Astral - 1a Parte
Conversan: Daniel Asamuya y Denyse Gómez

Daniel: Bueno, según lo que piensas, ¿cómo se entendería el viaje astral?
Denyse: Aclaro primero que hay muchas cosas que de pronto, por falta de buenas lecturas, retomar los clásicos, retomar las enseñanzas antiguas y esotéricas, desconocemos, y hay que partir de esas bases también para tratar de entender esto.
Lo que voy a entrar a contar no es la verdad de la verdad, es una de las posibilidades, es una explicación más –de todas las que hay-, que parte del análisis de la constitución humana, por lo que empezaremos con la visión oriental basada en los escritos esotéricos de la India.
Daniel: Hay que explicarlo bien, con eso lo podemos subir a la red para compartirlo.
Denyse: O sea, la idea es motivar a la gente para que estudie también otras cosas, que integre conocimiento y no se quede pegado a una sola visión de las cosas. Dentro de lo que yo tuve la oportunidad de estudiar, de algunas enseñanzas orientales, un poco la visión teosófica, que es ecléctica y trata de buscar un punto común en las diferentes enseñanzas de civilizaciones antiguas, se pueden resumir dos visiones acerca de la constitución del hombre: una septenaria y otra ternaria.
La visión oriental habla del número 7 como un número sagrado, un número universal, en el que se puede ver en la naturaleza muchos ejemplos, como en la degradación de la luz, los tipos de cristales, los poliedros o figuras geométricas básicas, los ciclos de la naturaleza, los días de la semana, en fin. Partiendo de esta realidad que nos muestra la naturaleza ellos hablan de que el hombre está constituido por 7 cuerpos, y es importante hablar de esto, porque puede dar pie a sustentar por qué ellos hablan de viajes astrales, cuál es el componente del ser humano que realmente realiza el viaje astral, y qué es lo que ocurre y cómo se mantiene el cuerpo físico vivo mientras ocurre un viaje astral, y cuáles son los límites de un viaje astral.
Entonces, primero habría que ver esta visión de la constitución humana; tratando de ser breve, la constitución septenaria de la que hablan, se refiere a siete cuerpos que actúan interpenetrados en el ser humano encarnado. Obviamente cuando la persona está desencarnada, el espíritu conserva principalmente tres de estos cuerpos y obviamente lo que quedó impregnado del ego inferior o personalidad en su alma…
Daniel: Cómo se llamarían estos tres cuerpos?
Denyse: A estos tres cuerpos los llaman, en lenguaje arcaico hindú: Atma, Budhi y Manas
Entonces el Atma es la Chispa Divina o rayo espiritual, que es la parte de Dios que todos poseemos, es el impulso que nos anima a la evolución, a la búsqueda de nuestro origen, al crecimiento espiritual, es la Luz de la cual estamos todos impregnados.
El cuerpo Búdhico es el cuerpo intuicional, hace relación a la emoción más superior, o sea al sentimiento superior que es el Amor, que comprende el amor impersonal. Es la capacidad de amar a todos y a todo, de una manera equitativa, amplia, que nos mueve hacia el Servicio.
Y el cuerpo Manásico, donde está la mente pura, la mente que podemos llamar universal, que todos los espíritus la poseemos, y que es la posibilidad de poder ver las cosas de manera conceptual, como espíritu; y que es el conocimiento más puro que tenemos sobre las cosas, la que nos permite comprender las leyes del universo, de la vida, y manejarnos con el altruismo también, o sea que no pensemos solamente en nosotros sino, como se dice, la mente desapegada del deseo; por lo tanto es una mente que no es egoísta, por eso es una mente pura; nos ayuda a visualizarnos dentro de un conjunto, la humanidad como un cuerpo en evolución, y no como individuos. Tenemos conciencia de individualidad con esa mente, pero no de seres apartados; como dicen en oriente, nos quita el velo de la falsa separatividad; porque realmente no somos separados, es lo que nos une a los otros seres, en concepto, estamos hablando de una Mente Pura, lo más elevado del Alma.
Entonces hablan de esos tres cuerpos, prácticamente esos sí están integrados y forman como un solo núcleo, y es la parte espiritual más pura que todos los seres humanos poseemos, que es la que nosotros, a través de las canalizaciones de audio-espiritual es la que tratamos de despertar, hasta cierta medida, porque depende de la evolución de cada ser.
Pero es lo que pertenece al plano espiritual-mental (suprafísico); es lo que debería prevalecer aunque obviamente está impregnado, o puede llamarse ‘contaminado’ –según la visión oriental- por el ego inferior, al cual pertenecen los otros cuerpos que voy a explicar.
Esos otros cuatro cuerpos restantes los podemos llamar vehículos; estos vehículos, como su nombre lo indica, son los medios que tiene el espíritu para expresarse, trabajar, aprender, en cada encarnación, que se le llama personalidad, y nosotros les llamamos los vehículos del ego inferior. Son todos en conjunto una gran máscara que nos relaciona con el mundo físico, y para poder intercomunicarnos y podernos relacionar con otras personas, otros seres que están encarnados igualmente.
Ahí hay un asunto que habría que tratar de reconstruir un poquito, tratar de darle una visión mejorada a lo que es el “ego” como una máscara, ya que el ego se ha –de alguna manera- casi…
Daniel: ¿Denigrado, sí? que se lo toma como que no es bueno…
Denyse: Así es, como algo “maldadoso”, como que está cargado de maldad. Sí, han insistido en que el ego es malo. Obviamente todas las apreciaciones que incluyen calificar las cosas como malas o buenas, son categorías humanas; la dualidad sí existe de todas maneras, nosotros no queremos negar la polaridad, y es muy posible que el ego esté dentro de la polaridad negativa, pero no quiere decir que no sea un instrumento, una especie de “traje de buzo”, que nos era indispensable para estar en el “mundo oceánico de la vida encarnada”, y que…
Daniel: Nunca se habló en el Foro de eso, sería ampliarlo porque nadie dice nada de eso, no sé… hasta una opinión de cada uno, cada uno que piense lo que quiera…
Denyse: Podrían ser conceptos nuevos para ellos y cosas que hasta cierto punto pueden herir susceptibilidades, o pueden generar claridad, pero también para otras personas muy arraigadas a otras doctrinas, generar confusión; y por eso es un tema que hay manejarlo con apertura, con delicadeza también, porque no se puede malinterpretar tampoco en el sentido en que nosotros estemos defendiendo el ego…
Daniel: El problema siempre ha sido amplitud de criterio en las personas…
Denyse: A todos nos pasa…
Daniel: Porque yo también he estudiado una determinada cosa, pero yo siempre estoy abierto a otras cosas…
Denyse: A todos nos falta de pronto indagar en otros conocimientos, retomar nuestros orígenes en cuanto al conocimiento, por ejemplo los temas que han tocado otras corrientes recientes, que hay cosas muy válidas, pero hay que ir al origen de eso, porque no es un descubrimiento solamente de cada grupo, hay cosas que no se han inventado, y como decía un maestro, “lo que no es repetición es copia”, entonces hay cosas que realmente han dicho otros, y simplemente se han reunido, se han re-elaborado, se han vuelto a decir, se han organizado en una estructura, en un modelo, y eso es válido
Daniel: En realidad, como te decía, nadie inventa, nadie crea… re-crea.
Denyse: Y es que el conocimiento humano es así, es un constante movimiento de re-crear…
Daniel: Pero se confunden, pueden decir “esto lo hice yo”, “esto lo creé yo”, pero en realidad no es así…
Denyse: Si tomamos en cuenta la evolución de ciertos espíritus, hay espíritus que traen como la noticia de cosas que ya se están realizando, incluidos en otros planetas, en fin…
Pero bueno, para no seguir en este tema, es importante entender esto del ego inferior para ver cómo trabajan estos cuatro cuerpos que hacen parte del ego o personalidad, y que no están abandonados sino que están compenetrados con lo que nosotros llamamos Espíritu-Alma, que frente a eso voy a hacer una diferenciación; porque para los antiguos griegos, por ejemplo, los conceptos de alma y espíritu eran distintos; entonces eso nos facilita la comprensión de lo que podría ser un viaje astral; porque en ese sentido viajaría el alma junto con el espíritu, pero ya hablaríamos un poco mejor más adelante.
Lo importante es entender que la personalidad, como estaba explicando, es un medio, y hay que verlo así; la idea no es tener un traje de buzo muy pesado que nos dificulte nadar en este medio, que es el mundo físico, sino procurar que cada vez sea más liviano ese traje, como una careta por ejemplo donde solamente podamos salir a la superficie a respirar el aire, y sería el equivalente al mundo suprafísico, al mundo de los conceptos y de las ideas; que podamos acercarnos a la superficie, y es lo que debería hacer la persona encarnada, ir buscando más allá.
Hay personas que se quedan sumergidas en el fondo del océano, dormidas, con un traje de buzo sumamente pesado, y no les importa sino proteger ese traje de buzo, e incluso dañar a otros con él, en medio de su nado chocarse con otros sin sentido, a veces con cargas de oxígeno demasiado pesadas porque creen que tienen que poseer toda la vida- ese oxígeno-, sabiendo que en su momento podrán nadar a la superficie y respirar… ¿sí me hago entender con la comparación?
Es la comparación de la persona egoísta, de la que siempre hemos hablado, comparada con la persona que está integrando sus roles de ego; también hemos conversado tú y yo que es importante ser humildes y darnos cuenta de que el ego inferior, al ser un medio, no es algo que se integre totalmente de un momento para otro, sino que es un proceso de vida, tras vida, tras vida, y que justamente en eso consiste la evolución.
La evolución podría llamarse la capacidad que tenemos cada vez más, estando encarnados, de poder acercarnos a la superficie, ir reconociendo de dónde sale el verdadero oxígeno de la vida, que sería la Luz del Padre.
El proceso de integrar el ego es necesario porque de todas maneras estando encarnados necesitamos visualizar las cosas claras, tal y como son, el ego es un obstáculo totalmente; es como tener un traje de buzo con una máscara demasiado grande y puedes confundir un tiburón con un pez pequeño y ese tiburón te come, o sea no puedes ver las cosas como son y este mundo te traga, metafóricamente hablando.
La tarea nuestra es que esos pequeños roles, o grandes roles, que tenemos sean como a manera de lentes que podamos encajarlos unos con otros para poder aclarar nuestra visión en este mundo oceánico que es la vida física. Cuando tenemos los lentes dispersos y separados, vemos un día por un lente, otro día a través de otro lente, y así vamos adquiriendo esas diferentes máscaras en las que no sabemos cómo son las cosas realmente, y adoptamos una actitud que no es realmente la de nuestra Alma pura, no estamos viendo con nuestros verdaderos ojos, o sea, no estamos siendo nosotros mismos.

Sino que estamos viendo las cosas dispersas y actuamos en relación al lente que estemos mirando las cosas; así somos personas desintegradas, pues integrar es precisamente unir, unificar esos lentes; entonces esos lentes no desaparecen sino que se organizan de una manera que podamos ver las cosas siempre de la misma manera, porque son nuestros ojos los que ven y no los lentes.

Los lentes son un medio para poder ver bajo el agua, ojalá la comparación esté clara. Entonces, como puedes darte cuenta, es un trabajo de toda la vida…
Daniel: Sí, obviamente que sí…
Denyse: Y todas las vidas, para toda la existencia, tratar de ver las cosas cada vez más claras, aprender a ver bajo el agua y retomar la enseñanza que hay en ese océano para llevárnosla a la vida real que hay en ese mundo de afuera, que sería el mundo suprafísico.
Entonces, aclarando este punto, ¿qué es lo que necesitamos nosotros para poder ver las cosas a través de esos lentes, para aprender, para conocer, estando encarnados?, ¿cuál es la misión de todos estando encarnados?, necesitamos estos vehículos:
El vehículo físico, que es uno que la filosofía oriental menciona; el vehículo energético, pránico o áurico, como se quiera llamar, que nosotros conocemos como esa estructura de chakras, de líneas energéticas, que algunas de ellas se conocen y se está avanzando más en ese conocimiento a través de la medicina oriental, donde se habla de la bioenergética o el desarrollo de los sentidos psíquicos.

El cuerpo emocional, que algunos esotéricos le llaman astral, que es más sutil que el cuerpo energético, es otra energía más sutil. Cuando alguien se pone enfurecido y vemos la expresión de eso y nos damos cuenta que está operando ese cuerpo, aunque eso hace huella sobre la parte energética y la parte física obviamente.

Y el cuerpo mental: -para que exista esa emoción tuvo que haber precedido un pensamiento, ¿cierto?; en el mundo de las ideas existe este otro cuerpo para ellos, en el que habitan los conceptos; en la personalidad sería el reflejo de la Mente superior y también tiene la capacidad de crear ideas, siendo más sutil que el emocional; este se ve menos. Una emoción se puede visualizar más fácil que un pensamiento. Es más difícil saber qué estás pensando que saber qué estás sintiendo. Por eso se dice que es un cuerpo más sutil.
Entonces esos cuatro cuerpos deberían trabajar conjuntamente hacia una misma finalidad, pero generalmente no es así, a veces se piensa una cosa, se siente otra cosa, se dice otra cosa, se hace otra cosa… y ahí es donde decimos que nuestros roles están desintegrados, porque no organizamos esos cuatro cuerpos.

¿Qué se necesita para tener organizados los cuatro cuerpos? lo que llamamos la conciencia; se dice que la conciencia es atributo del cuerpo mental, o sea es el faro de luz que debe iluminar esos cuatro cuerpos y que es el mensajero, por decirlo así, del cuerpo superior mental que es el Manas, del que hablé ahorita. La Mente pura o Manas tiene como herramienta, para poder conectar el mundo suprafísico espiritual con estos cuatro cuerpos, a la conciencia. En la medida en que esta conciencia va despertando vamos a darnos cuenta que no somos ninguno de estos cuatro cuerpos sino que somos un Espíritu que los utiliza como medios de aprendizaje y de conocimiento en este mundo de encarnados.
Daniel: ¿Te parece que después continuamos?
Denyse: Bueno.


Diálogos sobre Constitución Humana y el Viaje Astral - 2a Parte
Conversan: Daniel Asamuya y Denyse Gómez

Daniel: Continuemos…
Denyse: Ya quedando aclarada la parte de la visión septenaria oriental, en donde ubicamos esos cuatro cuerpos, recordamos de abajo a arriba: el cuerpo físico, el energético, el emocional y el cuarto el mental. Hay que aclarar que tanto el cuerpo emocional como el mental, que nosotros tenemos como seres encarnados, son una especie de espejo o reflejo de los verdaderos que harían parte del espíritu, o sea el cuerpo Manásico y Búdhico, que serían las forma de “emoción” y mente más puras que tendría la parte espiritual.
Pero como en toda manifestación, todo tiende a materializarse en el mundo físico, a convertirse en energía que podamos utilizar en este plano, se distorsiona un poco; como el ejemplo que nos dieron en cierta canalización, de la vara que se metía en el agua, que en el aire se veía muy bien, pero si la mirábamos bajo el agua la veríamos torcida, distorsionada, ¿recuerdas? Ese ejemplo es muy claro.
Las emociones y los pensamientos que tenemos como encarnados son como esa vara que se ve distorsionada…
Daniel: Parecería que está torcida…
Denyse: Pero no es así, proviene de un origen en donde es recto, es puro, pero realmente nosotros lo vemos así por nuestra personalidad, porque hacen parte del ego inferior, están impregnadas de egoísmo. Por eso esos pensamientos que tenemos como encarnados son egocéntricos, son pensamientos del aquí y ahora, de que mañana qué voy a hacer, de que yo qué voy a buscar para poder sobrevivir, de que tengo que comprar los alimentos, que tengo que vestirme, que tengo que estudiar para mañana un examen…

Todos esos pensamientos son propios de la personalidad, pero obviamente si tenemos conciencia despierta, y sentido de trascendencia, los podemos convertir en algo más importante, como decir que aquellas cosas tienen una finalidad y es estar bien, cuidarme, aprender para ayudar a los demás, en fin… Entonces ya empiezan a aparecer esos conceptos, a filtrarse los conceptos superiores en nuestra mente de encarnados.
La conciencia es la que nos permite unir esos conceptos, pero mientras seamos egoístas nos vamos a olvidar de esos conceptos superiores y vamos a estar siempre divagando de las ideas del aquí y ahora, de resolver el ya, de con la mente puesta solo en sobrevivir; que es buscar justificar nuestras necesidades, pensar en nosotros mismos sin tener en cuenta a los demás; y eso lleva obviamente a emociones densas.
Ahora, para hablar de la parte del viaje astral, como tal, es bueno comparar esta constitución septenaria con la visión griega, que simplifica más la constitución humana, entonces no la vemos ya tan separado, sino la vemos como un conjunto integrado.
Ellos hablan del Soma, que para ellos es la unión de lo etero-físico, o sea del cuerpo físico, y se llama etero-físico porque ocupa un espacio físico, y le llaman éter a la parte de la materia que permite la unidad entre los componentes de la materia y su conexión con la energía que le da vida.; sumado a lo energético o pránico, que sería lo que le da vitalidad a este cuerpo material, entonces por eso le llaman Soma, porque el uno no podría estar sin el otro.
De ahí viene la etimología de “somático”, porque tiene relación el cuerpo y a su energía vital que lo mantiene vivo. Si la energía vital desaparece, el cuerpo es un cadáver, así de simple. Este soma está interceptado, llamémosle así, por otro vehículo o cuerpo que para los griegos sería el Alma, y ahí vemos la diferenciación que ellos hacen entre alma y espíritu.
Porque el alma es una traducción de la palabra ‘psique’, de ahí psicología… Psique viene de la mitología, una semidiosa, una mujer que se volvió inmortal, una mujer que tuvo que aprender a través del amor lo que era la eternidad, y aprender a discernir… bueno, es un mito bastante bonito, en donde se explica lo que el alma del ser humano tiene que hacer, el trabajo que le corresponde hacer como puente, entre el mundo de los “dioses” (espiritual), y el mundo físico, porque al ser humana, tenía de ambos mundos, las dos mezclas.

Entonces, ¿qué es lo que explican de “psique”?, que es la traducción de “alma” etimológicamente hablando, y era el componente emocional y mental del ser humano en su totalidad, tanto superior como inferior. Para ellos es el reflejo, el espejo del espíritu como identidad o Individualidad, como le llaman en otras corrientes. En esta visión occidental no se hace la diferencia entre la mente superior de la inferior, ni del amor puro de las emociones propias de las persona encarnada, las emociones egoístas. Todo ello hace parte del Alma y así lo hemos acuñado nosotros.
Todo esto es alma, tanto emociones como pensamientos, ideas, conceptos, todo eso hace parte del alma humana; y el Nous es ya esa Chispa Divina, el espíritu puro, pero que está intersectado o, mejor, interpenetra todo lo demás, y es la que le otorga al Alma, esa capacidad de elevar las emociones al Amor puro, de elevar los pensamientos a conceptos más universales, las ideas de ser libres, el altruismo y el servicio, toda la parte que no es egoísta.

O sea que el Alma tiene esa doble naturaleza, es parte del mundo físico, pero también parte del mundo suprafísico. Entonces si tomamos en cuenta esa visión griega podría decirse que aquello con los que nosotros contactamos, con los que permanentemente hablamos, sería realmente una aleación de alma-espíritu; ¿por qué?, porque allí se conserva la memoria y la carga emocional de todo eso que han vivido emocionalmente, o sea psicológicamente, las personas, estén o no encarnadas.
Entonces el trabajo psicológico que hacemos justamente con ellos es el análisis de esas vivencias que han quedado impregnadas en su Alma; lo que ayer conversaba contigo es justamente eso, que pareciera –y es una conclusión tratando de unificar conceptos- y es que cada vez que un ser desencarna, y cada vez que está tratando de elevarse un poco más espiritualmente, es un trabajo de alivianar cada vez más esa Alma.
Y te ponía la comparación del que nace con la bolsa vacía en cada encarnación, pero que cuando muere se lleva esa bolsa llena, llena de nuevas ideas que aprendió y de nuevas emociones vividas, o revividas; hay personas que se la pasan llenando la bolsa de lo mismo, y no superan ni depuran nada; recibieron la bolsa llena, que sería el alma, de todas esas experiencias emocionales y mentales para el mundo suprafísico, y cargan un montón de bolsas acumuladas, todas disgregadas, sin relacionarlas unas con otras, sin entender la causa de por qué se vivió o se sintió de diferente forma en cada encarnación, por lo tanto es un alma muy pesada, son almas que todavía están tan impregnadas de su máscara egoica reciente, que no logran encontrar su propio espíritu, su propia esencia espiritual.
En la medida que la persona relata sus vivencias, -por eso se habla de descarga cuando se hace audio-espiritual-, ¿qué es lo que logran hacer?, darse cuenta que aquellas cosas no pueden seguirles pesando, empezar a entenderlas de una manera que no sea egoísta, a encontrar la raíz de por qué les ocurrió y aprender de ello… Entonces ahí se integran estas bolsas, se logra depurar, se logra alivianar la carga del Alma, y el Alma cada vez empieza…
Daniel: Pero eso no siempre iría con la elevación espiritual, por así decir, pasar de un plano del “error” a uno de “Luz”, aunque no sé si hablar de esta clasificación porque hay muchas confusiones sobre ello…
Denyse: Ahí tenemos algunos conceptos distintos, pero bueno, es la manera en la que se algunos han llamado a estos planos, aunque son más bien categorizaciones del estado espiritual de una persona, lo cual no comparto, ya que ningún espíritu es perfecto como para no tener “errores” ni tan denso como para no tener algo de luz, así sea tenue (su parte de Dios)…pero podemos entender el elevarse como ese avance del alma en lograr una mayor identificación con el Espíritu, un despertar y se diga: “yo no soy solamente un alma con cuerpo, sino que estos son un medio para yo aprender… soy un espíritu, soy parte de lo sagrado, parte de Dios, y simplemente tengo vehículos con los que voy retomando conciencia, mi alma con quien me comunico y sus medios con los que he sentido, he creado ideas, he aprendido…”

Hay un mito egipcio muy bonito que habla de eso y ayer cuando conversé contigo entendí mejor. Cuando pesaban el corazón en el juicio a Osiríaco, pensaba en porqué el corazón del muerto tenía que pesar más liviano que una pluma. El corazón representa la psique para los egipcios, o sea la memoria, la mente, pero también una parte emocional, es el alma; es el peso del Alma.
Daniel: Tiene que pesar como una pluma (sonrisa)…
Denyse: Y entonces decían que para poder liberarse de la rueda de las encarnaciones, de volver a encarnar y volver a aprender tenía que el alma pesar menos que una pluma; yo preguntaba: ¿por qué tiene que ser más liviana? Bueno, porque tiene que ser más sutil, pensaba yo; y con esta explicación de las bolsas, y que uno en cada encarnación va recopilando todo este tipo de experiencias en sentimientos y pensamientos que se viven y se acumulan en el alma, ahí fue cuando entendí mejor: Mientras la persona no logre tomar conciencia de todas esas experiencias, integrar emoción y sentimientos, y liberarlas de su personalidad, o sea lograr la integración, poco a poco, paulatinamente en cada vida, esa Alma no va a alivianarse.

Entonces una de las metas importantes en la evolución es esa, ir alivianando el Alma para que cada vez sea menos necesario volver a pasar por experiencias de dolor y de encarnación nuevamente, o al menos hacerlo cada vez con más conciencia de servicio como misión común, para la cual uno asume las vivencias en este plano para, no solo seguir aprendiendo sino además poder enseñar lo aprendido; recordar, enseñar y dar una guía; que es lo que algunas personas hacen, y afortunadamente eso pasa para que no nos sintamos todos solos.

Ahora sí, directamente hablando de la parte del viaje astral; ¿qué es lo que dicen algunos esotéricos en relación con el estudio comparativo de estas enseñanzas?, para algunos es parte de los fenómenos psico-pránicos, en donde las personas usan sus cuerpos más sutiles (no materiales), su vehículo energético y sus vehículos psíquicos.
Hay personas que saben manejar su mente, a punto de convertirse en mentalistas por ejemplo, y otros van a manejar su cuerpo energético, pueden ampliar su cuerpo etérico y la proyectan al exterior, o pueden –como lo que haces tú- canalizar entidades; dicha capacidad requiere una habilidad psico-pránica, en la cual abres un canal, ampliando tu energía psíquica (mental y emocional), para poder lograr ser permeable a que otros conceptos de otras entidades sean trasmitidas.
Y este otro fenómeno que sería el viaje astral que tampoco es algo muy común, no es que todo el mundo tenga la capacidad de hacerlo concientemente –durante el sueño se realiza inconcientemente-, sino que requiere de ciertas técnicas, de cierto estudio, y como se explicó en las diferentes sesiones, una capacitación también; porque si alguien lo hace de manera natural, es porque de por sí su organismo, su mente, sus emociones, sus vehículos están prestos y preparados para hacerlo.
Cuando alguien tiene un desdoblamiento, y conozco personas que lo hacen, y no saben ni siquiera qué es, y dicen: “Vi mi cuerpo en la cama, y después sentí una presión, una taquicardia, una sensación horrible, cuando desperté…”
Daniel: A mí de joven, de chico, me pasaba así
Denyse: Ahá, a mi hermana también… yo también tuve una que otra experiencia también, pero las evité; de pronto no era el momento, era por desconocimiento de muchas cosas en ese tiempo; el caso es que este fenómeno es real, las personas dan testimonio permanentemente. He conocido también casos de personas que lo hacen para fines terapéuticos incluso, también personas que lo han hecho en otros estados, lo que llaman estados alterados de conciencia, pero que no han sido muy positivos, puesto que son personas que no están muy integradas, y desafortunadamente cuando lo hacen bajo el efecto de las drogas, alcohol, también pueden llegar a generarse problemas; porque estas sustancias también desestabilizan, puede decirse que se liberan un poco de la mente analítica, que es uno de los obstáculos cuando no sabemos manejar la mente, entonces la mente nos mantiene aquí ahora, pero si la podemos controlar, y hacerla un poquito a un lado, podemos llegar también a abrir, a permear, ese campo etérico, esa energía volverla más abierta para que pueda darse eso.
¿Cómo explican básicamente lo que ocurre? Si nos basamos en estas visiones en las que se habla de la psique, sería el alma la que realizaría entonces el viaje astral, entendiendo lo que hemos explicado hasta el momento. Lo del cordón de plata es algo que sigue en discusión. Yo considero que sigue en discusión porque no se pueden echar por la borda el testimonio de las personas que se han visto el cordón de plata cuando tienen un desdoblamiento, y es muy curioso que coincidan los testimonios en esa versión.

Lo que pasa es que si vamos a explicar eso desde el fundamento de que el alma no sale, sino que es una amplitud de conciencia simplemente, porque no somos capaces de hacer uno, no lo hemos vivido, pues entonces obviamente va a ser como difícil que quepa la posibilidad del cordón de plata.
Daniel: Entonces uno podría ser atacado, por ejemplo por seres densos…
Denyse: No puede ser atacado.
Daniel: ¿No podría ser atacado así, sin desdoblarse, en el caso en que sería una amplitud de conciencia?; porque se dice que uno podría ser atacado por entidades densas, pero si es amplitud de conciencia, entonces no…
Denyse: Ahí no ocurre nada; es que se está diciendo que es un proceso de canalización prácticamente; cuando se habla de una amplitud de conciencia…
Daniel: No es canalización, no…
Denyse: O sea el viaje astral no lo considero así, pero si se dice que es una mera amplitud de conciencia se está reduciendo a que la persona realmente está ahí donde está, el alma está ahí donde está, no tiene sino una proyección energética o mental, una apertura de un canal, un ojo, que se abre más y que hace que tengamos un contacto directo con nuestro Yo Superior, y que ese Yo Superior es el que “viaja” conceptualmente y nos cuenta todo…
Daniel: Pero eso sería una canalización… el Yo Superior, como quien dice, vendría a decirme qué le anda pasando a él…
Denyse: Exactamente; entonces estaríamos anulando totalmente lo que es un viaje astral. Pero para muchos es evidente que existen, y se supone que también dentro de las historias de muchos iniciados, cuentan relatos de personas que han sido Maestros y a sus discípulos les han enseñado a través de esta vía, por las distancias que existían sobretodo anteriormente que eran de difícil acceso unos a otros, y se cuentan cosas muy bellas de los Maestros que fueron precursores de estas escuelas.
Daniel: Cuando se habló de la amplitud de conciencia también habría que ver qué es lo que quiso decir, por ejemplo un amigo del foro hace poco sobre la amplitud de conciencia, pero habría que ver qué quiso decir él…
Denyse: No podemos negar que existe amplitud de conciencia en el sentido de que cambiamos la visión de nuestras cosas estando en plano astral, obviamente, pero de ahí a pensar que el Alma se quede y solamente estamos percibiendo algo en mayor medida, entonces es negar el mismo viaje; por eso se llama viaje, y quién viaja es el Alma.
Daniel: Y ¿qué pasa con la parte física?
Denyse: Sí, las personas que creen en los cascarones astrales, lo digo en general para no dar un criterio de existencia o no existencia, las personas que creen que hay entidades por ejemplo recién desencarnadas, porque al estar recién desencarnado apenas estamos asimilando e integrando el Alma a la parte espiritual, todavía estamos apegados a nuestro rol, todavía queremos estar aquí; si hay entidades recién desencarnadas, que obviamente pueden estar en cualquier parte, pueden, y si son espíritus densos que están apegados a un rol, y quieren volver a sentir las cosas del mundo físico y para ello “preservan” sus cuerpos astral y mental inferior, ¿cómo no puede haber un riesgo ahí? Porque si sale la parte emocional y mental, y nos queda la parte energética, ellos justamente están así… La parte energética de ellos, obviamente porque al cortarse, como se dice aunque sea metafórico, el cordón de plata, se integra a la energía del planeta que es a su vez parte de la Energía universal o Prana. El cuerpo físico se desintegra como sabemos en la misma Tierra. Pero el alma no purificada está fácilmente disponible a una temprana reencarnación o para poder, si es una entidad densa, buscar quien esté en ese estado para lo que llaman la famosa ‘posesión’. Al menos es una de las posibles teorías sobre este fenómeno.
Daniel: Obviamente tiene que salirse para que exista eso, si no, no…
Denyse: Claro tiene que salirse, si no sale no podría darse eso…
Daniel: Como dije, algo que dice mi hermano, esto yo lo comparto porque no me gusta decir algo, y pensar otra cosa. Yo sinceramente –tal vez un día me dé cuenta que no es así-, pero hoy por hoy, mi deber es ser sincero, yo creo que el alma está conmigo, como te decía siempre, dentro y fuera de mí; no anda por ahí…
Denyse: Y esa es la transmisión que he recibido desde hace muchos años, pero es difícil de entenderlo, y por eso se ha hablado de estas otras visiones para poder darle más claridad racional a las cosas
Daniel: Sí, por eso; si cierra otra cosa, bueno, me parece perfecto…
Denyse: Es difícil hablar de porcentajes de espíritu encarnado y en el suprafísico, pero sin tocar ese tema, que sería para otra conversación, es importante analizar lo del viaje astral, cuál de las dos visiones se va a tomar, porque si se toma la visión simple de espíritu--parte encarnada, donde el alma no sale del cuerpo, obviamente porque no hay una diferencia entre alma y espíritu…
Daniel: Sería tratar de acercarnos más a la verdad…
Denyse: …entonces difícilmente vamos a aceptar la existencia del cordón de plata, difícilmente vamos a aceptar la posibilidad de que exista la posesión… no se puede obviamente. Pero si se ve desde la luz de esas antiguas enseñanzas, donde hay una delimitación clara entre lo que es el cuerpo emocional y mental, que forman parte de la psique, o sea el alma de la parte encarnada, entonces ahí sí podemos explicarlo más fácil de que sí puede darse ese viaje, de que sí puede existir ese cordón –así sea de manera metafórica- porque debe haber algo que conecte lo emocional con lo energético, para mantener la vida; y explicar por qué otras personas se lo han visto.
Daniel: Eso quedaría. ¿Qué otros temas podríamos tocar?
Denyse: Yo pienso que con esto se da fundamento de lo que se ha tratado de explicar de por qué el alma podría salir del cuerpo, de por qué podría haber peligros, en fin… Porque había que explicar lo otro, la constitución septenaria y la ternaria, para poder entender por qué puede ser posible bajo esa visión que el alma “viaje” y tenga otras experiencias fuera del cuerpo físico, porque si no, no habría sustento para justificar ese tipo de fenómenos.

DANIEL ASAMUYA