La mayoría de los hombres de ciencia responderán tajantemente que no existe tal cosa, y probablemente lo tacharán de superstición. Lo divertido de este tipo de afirmaciones catégoricas es ver como se van desmoronando con el paso del tiempo. El conocimiento científico avanza exponencialmente en la actualidad y cada día se van aclarando fenómenos desconocidos hasta ahora o quizá simplemente se recuperan conocimientos ”perdidos” o malentendidos gracias al paso del tiempo (¿y la acción de las sociedades ocultistas?). Fenómenos como la radiofrecuencia y su importancia en la comprensión del todo como una energía inteligente, el esfuerzo por la unificación de fuerzas de Nassim Haramein y las conclusiones similares desde el modelo matemático vorticial de Marko Rodin permiten acercarnos un poco más a esa “metafísica” del universo que era hasta ahora “magia”.
A pesar de todo este avance vertiginoso aún nos queda TODO por descubrir y donde la ciencia aún no llega, La Magia, La Alquimia y La Cábala y otras disciplinas “ocultistas” en su mayoría despreciadas o vulgarizadas en la actualidad, parecen haber servido a lo largo de la Historia para controlar ciertas leyes naturales desconocidas para la mayoría.
Por tanto… ¿no merece como mínimo la práctica de La Magia a lo largo de milenios un acercamiento desde la curiosidad y el respeto? Si nos damos la oportunidad de llegar un poco más allá y nos remontamos al origen surgen las primeras preguntas.
¿Cuales son los principios básicos de La Magia?
¿Podría ser La Magia conocimiento científico perdido (en estrecha relación con la alquimia y la cábala)?
¿Consiste La Magia en el control de los poderes desconocidos de la naturaleza?
¿Puede cualquier persona hacer auténtica Magia?
¿Como se comienza el viaje iniciático a través del poder creador y transformador de La Magia?
¿Qué relación tiene la Magia con el uso del lenguaje? ¿Qué poder real tiene en nuestro mundo el lenguaje?
Con la información que está en nuestra mano vamos a intentar documentar algunas de estas cuestiones de la manera más sencilla posible:
Según Wikipedia, (a la que recurrimos no por ser la definición más acertada, sino la más “aceptada”) nos encontramos con la siguiente definición:
Magia (del latín magia, derivado a su vez del griego μαγεία, de igual significado que en español, probablemente del antiguo persa magush, que contiene la raíz magh-: “ser capaz”, “tener poder”; haciendo referencia a la antigua casta sacerdotal persa) es un conocimiento artesanal mediante el cual se tiene la capacidad de alteraciones físicas de toda índole, siempre sujetas a las leyes de la naturaleza, y no sólo de las perfectamente conocidas, valiéndose de rituales donde se usan palabras, instrumentos consagrados, con la intervención de entidades sobrenaturales.
Como leemos, el termino “magia” parece significar la capacidad de control de las fuerzas de la naturaleza. Este objetivo es común con el hermetismo, la alquimia, la cábala y otras disciplinas ocultistas basadas en rituales análogos; disciplinas salvaguardadas y transmitidas por ciertas sociedades “herméticas” desde su origen en las primeras culturas de las que se tienen registros “oficiales” en la Humanidad.
La magia, es un conjunto de rituales cuyo objetivo es el control de los atributos de los espíritus universales, entidades sobrenaturales. El conocimiento de la magia permite la comunicación directa (evocación) o indirecta (invocación) con una o varias deidades o fuerzas que tienen poderes sobre las leyes naturales. [...] Básicamente, la praxis mágica consiste en la transacción entre el ser humano y estas potencias para dominarlas a su favor.
¿Qué son estas entidades que cumplen las peticiones del que sabe invocarlas?
Hoy en día encontramos presentes en las tradiciones de todos los pueblos del área islámica entre otras, a entidades como los Djinns (genios) (djinn viene del árabe y significa “oculto”), espíritus de los “pueblos desaparecidos” que habitan el desierto de noche.
La palabra árabe que designa al “loco” es maynun, que etimológicamente significa poseído por los genios.
Los Djinns son equivalentes a los Daimones greco-romanos, en general suelen ser favorables a los pedidos de sus amos, pero existen aquellos que siempre logran transformar el deseo mal pedido en algo negativo y peligroso. El ifrit o efrit es un ser de la mitología popular árabe. Generalmente se considera que es un tipo de genio dotado de gran poder y capaz de realizar tanto acciones benignas como malignas, con lo que presentan un caracter dual que no comparten los otros genios.
¿Por qué es tan importante el lenguaje en la práctica de La Magia?
Los espíritus convocados durante el ritual están obligados a cumplir las peticiones del mago, siempre y cuando éste conozca su nombre o el de sus atributos, o, de modo equivalente, sean representados los trazos que los describen. Los trazos equivalen en este caso al pronunciamiento de sus nombres, pronunciar su nombre o ‘escribirlo’ son una y la misma cosa y por tanto tienen el mismo efecto.
Como vemos, en la historia de la práctica ancestral de La Magia , es importante la pronunciación hablada o escrita de ciertos nombres o palabras concretas que sirven para comunicar con entidades que cumplen las peticiones del mago.
Del mismo modo, dentro de la Cábala encontramos la Gematría, que es una ciencia esotérica que relaciona el sónido con códigos numéricos, ya que tanto el sonido, la música como las palabras utilizadas para la invocaciones despiden un tono o frecuencia vibratoria sónica, para generar los efectos místicos deseados. La cábala, y en concreto la gematría asumen que estas equivalencias no son coincidentes y que cada letra y cada palabra tienen una diferente fuerza creadora que interactua con el universo.
De este modo encontramos que en hebreo “Bestia Apocalíptica” (cxV’) corresponde al 666 , y “Jesús” (Iêsous) al 888.
Letra-Nombre-ValorA pesar de todo este avance vertiginoso aún nos queda TODO por descubrir y donde la ciencia aún no llega, La Magia, La Alquimia y La Cábala y otras disciplinas “ocultistas” en su mayoría despreciadas o vulgarizadas en la actualidad, parecen haber servido a lo largo de la Historia para controlar ciertas leyes naturales desconocidas para la mayoría.
Por tanto… ¿no merece como mínimo la práctica de La Magia a lo largo de milenios un acercamiento desde la curiosidad y el respeto? Si nos damos la oportunidad de llegar un poco más allá y nos remontamos al origen surgen las primeras preguntas.
¿Cuales son los principios básicos de La Magia?
¿Podría ser La Magia conocimiento científico perdido (en estrecha relación con la alquimia y la cábala)?
¿Consiste La Magia en el control de los poderes desconocidos de la naturaleza?
¿Puede cualquier persona hacer auténtica Magia?
¿Como se comienza el viaje iniciático a través del poder creador y transformador de La Magia?
¿Qué relación tiene la Magia con el uso del lenguaje? ¿Qué poder real tiene en nuestro mundo el lenguaje?
Con la información que está en nuestra mano vamos a intentar documentar algunas de estas cuestiones de la manera más sencilla posible:
Según Wikipedia, (a la que recurrimos no por ser la definición más acertada, sino la más “aceptada”) nos encontramos con la siguiente definición:
Magia (del latín magia, derivado a su vez del griego μαγεία, de igual significado que en español, probablemente del antiguo persa magush, que contiene la raíz magh-: “ser capaz”, “tener poder”; haciendo referencia a la antigua casta sacerdotal persa) es un conocimiento artesanal mediante el cual se tiene la capacidad de alteraciones físicas de toda índole, siempre sujetas a las leyes de la naturaleza, y no sólo de las perfectamente conocidas, valiéndose de rituales donde se usan palabras, instrumentos consagrados, con la intervención de entidades sobrenaturales.
Como leemos, el termino “magia” parece significar la capacidad de control de las fuerzas de la naturaleza. Este objetivo es común con el hermetismo, la alquimia, la cábala y otras disciplinas ocultistas basadas en rituales análogos; disciplinas salvaguardadas y transmitidas por ciertas sociedades “herméticas” desde su origen en las primeras culturas de las que se tienen registros “oficiales” en la Humanidad.
La magia, es un conjunto de rituales cuyo objetivo es el control de los atributos de los espíritus universales, entidades sobrenaturales. El conocimiento de la magia permite la comunicación directa (evocación) o indirecta (invocación) con una o varias deidades o fuerzas que tienen poderes sobre las leyes naturales. [...] Básicamente, la praxis mágica consiste en la transacción entre el ser humano y estas potencias para dominarlas a su favor.
¿Qué son estas entidades que cumplen las peticiones del que sabe invocarlas?
Hoy en día encontramos presentes en las tradiciones de todos los pueblos del área islámica entre otras, a entidades como los Djinns (genios) (djinn viene del árabe y significa “oculto”), espíritus de los “pueblos desaparecidos” que habitan el desierto de noche.
La palabra árabe que designa al “loco” es maynun, que etimológicamente significa poseído por los genios.
Los Djinns son equivalentes a los Daimones greco-romanos, en general suelen ser favorables a los pedidos de sus amos, pero existen aquellos que siempre logran transformar el deseo mal pedido en algo negativo y peligroso. El ifrit o efrit es un ser de la mitología popular árabe. Generalmente se considera que es un tipo de genio dotado de gran poder y capaz de realizar tanto acciones benignas como malignas, con lo que presentan un caracter dual que no comparten los otros genios.
¿Por qué es tan importante el lenguaje en la práctica de La Magia?
Los espíritus convocados durante el ritual están obligados a cumplir las peticiones del mago, siempre y cuando éste conozca su nombre o el de sus atributos, o, de modo equivalente, sean representados los trazos que los describen. Los trazos equivalen en este caso al pronunciamiento de sus nombres, pronunciar su nombre o ‘escribirlo’ son una y la misma cosa y por tanto tienen el mismo efecto.
Como vemos, en la historia de la práctica ancestral de La Magia , es importante la pronunciación hablada o escrita de ciertos nombres o palabras concretas que sirven para comunicar con entidades que cumplen las peticiones del mago.
Del mismo modo, dentro de la Cábala encontramos la Gematría, que es una ciencia esotérica que relaciona el sónido con códigos numéricos, ya que tanto el sonido, la música como las palabras utilizadas para la invocaciones despiden un tono o frecuencia vibratoria sónica, para generar los efectos místicos deseados. La cábala, y en concreto la gematría asumen que estas equivalencias no son coincidentes y que cada letra y cada palabra tienen una diferente fuerza creadora que interactua con el universo.
De este modo encontramos que en hebreo “Bestia Apocalíptica” (cxV’) corresponde al 666 , y “Jesús” (Iêsous) al 888.
א Aleph 1
ב Beth 2
ג Gimel 3
ד Dálet 4
ה Hei 5
ו Vav 6
ז Zayn 7
ח Jet 8
ט Teth 9
י Yod 10
כ Caph 20
ל Lamed 30
מ Mem 40
נ Nun 50
ס Samej 60
ע Ayin 70
פ Pei 80
צ Tzadi 90
ק Qoph 100
ר Reish 200
ש Shin 300
ת Tav 400
Es curioso observar como el mismísimo Platón, en su obra Cratilo habla de la Gematría en su forma más simple, explicando que la “fuerza esencial” del nombre de una cosa está en su valor numérico correspondiente, llegando al punto de que palabras con el mismo valor numérico pueden ser intercambiadas en un contexto sin pérdida de significado.
Si (como afirma el griego en el Cratilo)
El nombre es arquetipo de la cosa,
En las letras de rosa está la rosa
Y todo el Nilo en la palabra Nilo.
El Golem, Borges.
Pero antes, en el budismo tibetano encontramos el Mantra, sílabas, palabras o frases sagradas de origen sánscrito que se repiten para invocar a un dios o como apoyo para meditar. Cada mantra se considera el sonido correspondiente a un cierto aspecto de la iluminación y se recita para identificarse con ese aspecto de la mente iluminada.
En el Popol Vuh, libro sagrado Maya de la creación, leemos:
Hablaron entre sí Tepeu y Gucumatz. Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento. Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando amaneciera debía aparecer el hombre.
[...] Así dijeron cuando meditaron y hablaron enseguida. Al punto fueron creados los venados y la aves.
En un antiguo texto egipcio “El Documento de Teología Menfita” (2500 – 2500 A.C.) se dice:
Pero he aquí que el corazón y la lengua tienen poder sobre los demás miembros, por el hecho de que el uno está en el cuerpo, el otro en la boca de todos los dioses, de todos los hombres, de todos los animales, de todos los reptiles, de todo lo que tiene vida, el uno concibiendo, el otro decretando lo que quiere [...] Así se crea todo trabajo y todo arte, la actividad de las manos, el andar de las piernas, el funcionamiento de todos los miembros, según el orden concebido por el corazón y expresado por la lengua y que se ejecuta en todas las cosas.
En un papiro escrito en 310 A.C ” El Libro del Conocimiento de la Génesis del dios Sol y la destrucción de Apop” que narra la creación del mundo:
El Maestro de Todas las Cosas dijo después de su formación: “Yo soy quien fue formando como KHEPRI. [...] Numerosas son las formas que han procedido de mi boca.
En la mitología egipcia, en el Papiro de Turín, el dios RA descubre que el conocer el nombre de un Dios significa poder controlarlo:
Soy el príncipe, el hijo de príncipe, la progenie de un dios que se hizo dios; soy el grande, el hijo de un grande. Mi padre pensó mi nombre; soy el que tiene muchos nombres, con muchas formas [...] Mi padre y mi madre, me dijeron mi (verdadero) nombre; este había estado oculto dentro de mí desde mi nacimiento para que ese poder y fuerza mágicos no pudiera surgir para cualquiera que deseara hechizarme.
En nuestra propia tradición, en el Génesis.
(1:3) Y dijo Elohim: ‘Haya luz’ y hubo luz
Del Evangelio de San Juan:
“En el principio existía la Palabra [...].
Todo se hizo por ella
y sin ella no se hizo nada de cuanto existe.
En ella estaba la vida”. Evangelio de San Juan
Resulta curioso leer en el Génesis la creación de la Torre de Babel, como los hombres quisieron estar a la altura de los dioses creándose un nombre y como YAHVEH no podía permitirles tanto poder. (Como curiosidad, a la derecha podemos ver un poster conmemorativo del Parlamento Europeo con la reconstrucción de la torre de Babel y estrellas de 5 puntas invertidas, el significado de esto lo dejamos a la interpretación de cada uno):
(11:1-2) Formaba entonces toda la tierra una misma lengua y unos mismos vocablos
(11:4) Ea, edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo y así nos crearemos un nombre.
(11:5-9) YAHVEH bajó para ver la ciudad y la torre que habían construido los hijos del nombre, y díjose YAHVEH: “He aquí que forman un solo pueblo y poseen todos ellos una misma lengua, y este es el comienzo de su actuación; ahora ya no les será irrealizable cuanto maquinen hacer. Ea, bajemos y confundamos ahí mismo su lengua, a fin de que nadie entienda el habla de su compañero.
Y en la Biblia leemos otras muchas referencias a la palabra creadora:
Al principio fue el Verbo y el Verbo se hizo materia
Los Ángeles se sostienen gracias a la “Vibración” de Dios
Toda materia se sostiene gracias al Verbo
Por medio de la Palabra de Jehovah se crearon el cielo y la tierra
Dios tiene miríadas de ángeles que responden a su Palabra y hacen Su Voluntad
Toda creación sea animada o inanimada está sometida a la Palabra de DiosAsí era el lenguaje de los dioses primigenios, lenguaje en el que ninguna palabra era banal, pues existía un nombre para cada cosa y cada cosa era según su nombre. A los dioses, poseedores de ese verbo, coorespondía el poder en exclusiva de nombrar y, ejerciéndolo, daban un sentido a las cosas y un destino a las criaturas. Era un lenguaje esencial, donde no puede darse otra cosa que una absoluta identidad entre el nombre y lo nombrado, pues la denominación alude a la misma esencia de aquello que nomina y le da poder sobre ella.
La sabiduría tradicional china en su lado más práctico confiere al lenguaje una facultad similar de ordenar el mundo y modificar la realidad. Según Confucio:
Si las designaciones no son correctas, los vocablos no pueden ser concordantes; si los vocablos no son concordantes, no tienen éxito alguno los asuntos de estado; si no tiene éxito, no florecen ni los ritos ni la música [..] las penas y los castigos pueden ser justos, el pueblo no sabe cómo actuar. También el sabio, cuando atribuye designaciones, hace siempre de manera que las palabras puedan adecuarse, y, cuando las emplea, hace de manera que se realicen en acción.
Por tanto empezamos a intuir que la palabra en todas las tradiciones es creadora, el nombre tiene dominio sobre lo nombrado. El primer lenguaje fue un lenguaje dador de vida. Bastaba con nombrar para que ese aire vibrante impusiera su peso sobre la materia y lo nombrado cobrara forma.
Después de este primer acercamiento a los fundamentos de la magía, podemos decir que el lenguaje es más importante de lo que parece en la creación de nuestra realidad, llegando a poder dominar los poderes de la naturaleza si se usa correctamente.
Nos seguimos preguntando…
¿y si ciertas personas con este conocimiento trastocasen el lenguaje a lo largo del tiempo para desvirtuarlo y alejarlo de su poder creador?
¿y si ciertas sociedades usasen ese conocimiento mágico ancestral en rituales e invocaciones con fines no muy altruistas?
¿por qué los Papas del Vaticano han tenido en su poder grimorios mágicos?
¿como podemos usar este poder creador a nuestro favor?
Desde luego, continuará, intentaremos usar palabras adecuadas…
Si (como afirma el griego en el Cratilo)
El nombre es arquetipo de la cosa,
En las letras de rosa está la rosa
Y todo el Nilo en la palabra Nilo.
El Golem, Borges.
Pero antes, en el budismo tibetano encontramos el Mantra, sílabas, palabras o frases sagradas de origen sánscrito que se repiten para invocar a un dios o como apoyo para meditar. Cada mantra se considera el sonido correspondiente a un cierto aspecto de la iluminación y se recita para identificarse con ese aspecto de la mente iluminada.
En el Popol Vuh, libro sagrado Maya de la creación, leemos:
Hablaron entre sí Tepeu y Gucumatz. Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento. Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando amaneciera debía aparecer el hombre.
[...] Así dijeron cuando meditaron y hablaron enseguida. Al punto fueron creados los venados y la aves.
En un antiguo texto egipcio “El Documento de Teología Menfita” (2500 – 2500 A.C.) se dice:
Pero he aquí que el corazón y la lengua tienen poder sobre los demás miembros, por el hecho de que el uno está en el cuerpo, el otro en la boca de todos los dioses, de todos los hombres, de todos los animales, de todos los reptiles, de todo lo que tiene vida, el uno concibiendo, el otro decretando lo que quiere [...] Así se crea todo trabajo y todo arte, la actividad de las manos, el andar de las piernas, el funcionamiento de todos los miembros, según el orden concebido por el corazón y expresado por la lengua y que se ejecuta en todas las cosas.
En un papiro escrito en 310 A.C ” El Libro del Conocimiento de la Génesis del dios Sol y la destrucción de Apop” que narra la creación del mundo:
El Maestro de Todas las Cosas dijo después de su formación: “Yo soy quien fue formando como KHEPRI. [...] Numerosas son las formas que han procedido de mi boca.
En la mitología egipcia, en el Papiro de Turín, el dios RA descubre que el conocer el nombre de un Dios significa poder controlarlo:
Soy el príncipe, el hijo de príncipe, la progenie de un dios que se hizo dios; soy el grande, el hijo de un grande. Mi padre pensó mi nombre; soy el que tiene muchos nombres, con muchas formas [...] Mi padre y mi madre, me dijeron mi (verdadero) nombre; este había estado oculto dentro de mí desde mi nacimiento para que ese poder y fuerza mágicos no pudiera surgir para cualquiera que deseara hechizarme.
En nuestra propia tradición, en el Génesis.
(1:3) Y dijo Elohim: ‘Haya luz’ y hubo luz
Del Evangelio de San Juan:
“En el principio existía la Palabra [...].
Todo se hizo por ella
y sin ella no se hizo nada de cuanto existe.
En ella estaba la vida”. Evangelio de San Juan
Resulta curioso leer en el Génesis la creación de la Torre de Babel, como los hombres quisieron estar a la altura de los dioses creándose un nombre y como YAHVEH no podía permitirles tanto poder. (Como curiosidad, a la derecha podemos ver un poster conmemorativo del Parlamento Europeo con la reconstrucción de la torre de Babel y estrellas de 5 puntas invertidas, el significado de esto lo dejamos a la interpretación de cada uno):
(11:1-2) Formaba entonces toda la tierra una misma lengua y unos mismos vocablos
(11:4) Ea, edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo y así nos crearemos un nombre.
(11:5-9) YAHVEH bajó para ver la ciudad y la torre que habían construido los hijos del nombre, y díjose YAHVEH: “He aquí que forman un solo pueblo y poseen todos ellos una misma lengua, y este es el comienzo de su actuación; ahora ya no les será irrealizable cuanto maquinen hacer. Ea, bajemos y confundamos ahí mismo su lengua, a fin de que nadie entienda el habla de su compañero.
Y en la Biblia leemos otras muchas referencias a la palabra creadora:
Al principio fue el Verbo y el Verbo se hizo materia
Los Ángeles se sostienen gracias a la “Vibración” de Dios
Toda materia se sostiene gracias al Verbo
Por medio de la Palabra de Jehovah se crearon el cielo y la tierra
Dios tiene miríadas de ángeles que responden a su Palabra y hacen Su Voluntad
Toda creación sea animada o inanimada está sometida a la Palabra de DiosAsí era el lenguaje de los dioses primigenios, lenguaje en el que ninguna palabra era banal, pues existía un nombre para cada cosa y cada cosa era según su nombre. A los dioses, poseedores de ese verbo, coorespondía el poder en exclusiva de nombrar y, ejerciéndolo, daban un sentido a las cosas y un destino a las criaturas. Era un lenguaje esencial, donde no puede darse otra cosa que una absoluta identidad entre el nombre y lo nombrado, pues la denominación alude a la misma esencia de aquello que nomina y le da poder sobre ella.
La sabiduría tradicional china en su lado más práctico confiere al lenguaje una facultad similar de ordenar el mundo y modificar la realidad. Según Confucio:
Si las designaciones no son correctas, los vocablos no pueden ser concordantes; si los vocablos no son concordantes, no tienen éxito alguno los asuntos de estado; si no tiene éxito, no florecen ni los ritos ni la música [..] las penas y los castigos pueden ser justos, el pueblo no sabe cómo actuar. También el sabio, cuando atribuye designaciones, hace siempre de manera que las palabras puedan adecuarse, y, cuando las emplea, hace de manera que se realicen en acción.
Por tanto empezamos a intuir que la palabra en todas las tradiciones es creadora, el nombre tiene dominio sobre lo nombrado. El primer lenguaje fue un lenguaje dador de vida. Bastaba con nombrar para que ese aire vibrante impusiera su peso sobre la materia y lo nombrado cobrara forma.
Después de este primer acercamiento a los fundamentos de la magía, podemos decir que el lenguaje es más importante de lo que parece en la creación de nuestra realidad, llegando a poder dominar los poderes de la naturaleza si se usa correctamente.
Nos seguimos preguntando…
¿y si ciertas personas con este conocimiento trastocasen el lenguaje a lo largo del tiempo para desvirtuarlo y alejarlo de su poder creador?
¿y si ciertas sociedades usasen ese conocimiento mágico ancestral en rituales e invocaciones con fines no muy altruistas?
¿por qué los Papas del Vaticano han tenido en su poder grimorios mágicos?
¿como podemos usar este poder creador a nuestro favor?
Desde luego, continuará, intentaremos usar palabras adecuadas…