Tras la aparición del espiritismo como la tercera revelación, los Espíritus y su fenomenología han pasado a manifestarse de manera palpable y brindar testimonio sobre el más allá incluso en aquellas religiones que negaron la existencia y autenticidad de las manifestaciones espiritas. Ha sido, pues, a través del fenómeno conocido como sincretismo que él se ha unido al espiritualismo para impartir la ciencia espirita y abrir los horizontes a la mejor aceptación y entendimiento sobre los Espíritus y el mundo en el cual habitan, a través de lo cual, podemos contemplar nuestro destino futuro y comprender nuestro destino inmediato desde una perspectiva no material.
 
Consecuencia de eso, hoy disponemos de un abanico de espiritualismo de naturaleza espirita, ramificados e identificados como el "espiritismo folclórico" de cada nación y genéricamente englobado bajo el denominativo universal de: espiritismo. Pero, ¿por qué relacionarse con Kardec y no con otra filosofía, doctrina, culto o religión de los que hay en el mundo desde la antigüedad y que se hallan igualmente sujetos a un fenómeno y función productiva de índole espiritual? ¿Qué tiene el espiritismo? ¿Qué me ofrece? ¿Para quién va dirigido? Esas son las preguntas claves a responder si se desea resolver la problemática del dilema de la "no identidad filosófica, doctrinaria y/o religiosa".
 
¿Cómo entender al espiritismo y el aporte de Kardec como la vía filosófica, científica, religiosa y moral más apropiada si es que me hallo naufragando, descargando en cada puerto ideológico pero no consiguiendo asentarse de manera satisfactoria?
 
Bien, el espiritismo con su codificación trae a colación una revelación espiritual, un subproducto consecuente de los antecedes monoteístas revelados a través de Moisés y posteriormente Jesús, ambos debatidos e incomprendidos, pero ahora situado en la moldeablidad que permite el ajuste de los factores que permiten el adecuado entendimiento de la dinámica espiritual, de modo que no se trata de un sistema de creencia, se trata de un sistema que persigue la obtención de respuestas y comprensión de la existencia misma con relación a Dios.
 
El espiritismo es la ciencia nueva que viene a revelar a los hombres, con pruebas irrecusables, la existencia y la naturaleza del mundo espiritual, así como sus relaciones con el mundo corporal. Nos muestra ese mundo, no ya como algo sobrenatural, sino, por el contrario, como una de las fuerzas vivas y que incesantemente obran en la naturaleza, como el origen de una multitud de fenómenos incomprensibles hasta ahora y relegados, por esa razón, al dominio de lo fantástico y lo maravilloso. A esas relaciones Cristo hace alusión en diferentes circunstancias, y por eso muchas de las cosas que dijo son todavía ininteligibles o han sido falsamente interpretadas. El espiritismo es la clave con cuya ayuda todo se explica fácilmente.
 
El espiritismo es la tercera revelación de la ley de Dios, pero no está personificado en ningún individuo, porque es producto de la enseñanza impartida, no por un hombre, sino por los Espíritus, que son las voces del Cielo, en todos los lugares de la Tierra y a través de una multitud innumerable de intermediarios. El espiritismo es, en cierto modo, un ser colectivo que comprende el conjunto de los seres del mundo espiritual, cada uno de los cuales trae a los hombres el tributo de sus luces para hacerles conocer ese mundo y la suerte que en él les espera.

Si usted es una persona cuyas angustias se hallan situadas en el pantano de la incertidumbre, y constantemente se pregunta ¿quién soy yo?, ¿por qué existo?, ¿por qué existen los demás?, ¿qué hacemos aquí?, ¿hemos venido a hacer algo en particular?, ¿por qué nacemos?, ¿por qué nos morimos? ¿de dónde venimos?, ¿a dónde vamos? ¿hay algo después de la muerte?, ¿hubo algo antes de la vida?, ¿por qué la vida es tan injusta?, ¿por qué hay niños que, desde su nacimiento, que en su vida han hecho daño a nadie, sufren tan atrozmente, por hambre, guerra, miseria, enfermedades, abusos, malos tratos, porque no los quiere nadie, mientras otros nacen sanos, en un entorno feliz y son amados?, y ¿por qué unas personas enferman y otras no?, ¿por qué unas personas viven mucho tiempo y otras mueren casi al nacer?, ¿por qué existe el sufrimiento y la maldad?, ¿por qué hay gente buena y gente mala?, ¿gente feliz y gente desgraciada?, ¿por qué he nacido en esta familia y no en otra?, ¿por qué me pasan estas desgracias a mí y no a otra persona?, ¿por qué le pasa tal otra desgracia a otra persona y no a mí?, ¿de qué depende todo eso?, ¿por qué no soy feliz?, ¿por qué quiero ser feliz?, ¿cómo puedo ser feliz?, ¿encontraré un amor que me haga feliz?, ¿qué es el amor?, ¿qué son los sentimientos?, ¿qué es lo que yo siento? ¿merece la pena amar?, ¿sufrimos más cuando amamos o cuando no amamos?... Si usted se plantea esas preguntas todo el tiempo, y le interesa más entender que creer o contemplar lo fantástico de la fenomenología, muy probablemente el espiritismo sea un sistema que se entienda bien con usted, ya que más que el fenómeno, el espiritismo enseñanza por la vía educativa la mecánica que permite mantener constante la dinámica espiritual, con ello aprovechar mejor la vida presente y futura.
 
Así como Cristo dijo: “No vengo a derogar la ley, sino a cumplirla”, el espiritismo dice también: “No vengo a derogar la ley cristiana, sino a cumplirla”. No enseña nada contrario a lo que Cristo enseñó, pero desarrolla, completa y explica, en términos claros para todo el mundo, lo que sólo se dijo con una forma alegórica. El espiritismo viene a cumplir, en los tiempos predichos, lo que Cristo anunció, y a preparar el cumplimiento de las cosas futuras. Por consiguiente, es la obra de Cristo, que Él mismo preside, así como preside lo que también anunció: la regeneración que se opera y que prepara el reino de Dios en la Tierra.
 
Si usted se halla en una situación de inconformidad e insatisfacción con respecto a lo que ha conocido y probado, no lo ha encontrado compatible o capaz de corresponder con su necesidad, es probable que usted se halle ideológicamente situado en el lugar equivocado. No por ello quiere decir que el espiritismo será perfecto, pero podría ser para usted una vía a través del cual examinar por un ángulo diferente la realidad que nos rodea y confrontar la vida de una manera distinta.

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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal? 
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.