Cacique Yare

Valeroso cacique de vastas regiones hasta la tierra Barloventeña, quien con coraje inaudito supo vengar el sacrificio del gran Caudillo Tamanaco,al enviar al Jefe conquistador la cabeza del capitán español quien ordenó el trágico martirio de Tamanaco.

Esta acuñación, además del rostro del Cacique Yare, vengador de Tamanaco, se reproduce a la izquierda la cabeza degollada de Tamanaco y a la derecha un trapo con la cabeza del Capitán hispano que ordenó el martirio de dicho héroe.

Cacique Yoraco

Valeroso y nómada jefe de los valles de Tácata, quien después de un combate sangriento cuerpo a cuerpo con el Conquistador Garci-González, deseó estrechar la manos de su heróico adversario y supo conquistar su admiración y amistad. Esta acuñación simboliza la unión de la raza india y española.

Cacique Naiguatá
El Cacique Naiguata, fue un cacique caribe de Venezuela que se opuso a la colonización española a mediados del siglo XVI de quien heredan el nombre tanto el cerro como el pueblo de Naiguatá en el estado Vargas, en Venezuela, era un indígena venezolano que vivió en la época pre colonial.

Según las leyendas indígenas era fuerte y en cierta manera romántico. Como rasgo curioso de su espíritu tenía verdadero amor por las gaviotas, por esto Naiguatá pasaba horas y horas contemplando embelesado a dichas aves, hoy desaparecidas de la zona.

Se dice que le gustaba estar solo, y en todo caso acompañado de sus gaviotas que eran su única compañia.

También se dice que en la época en que los españoles llegaron a su territorio el los recibió, pero hubo uno de los españoles mato de un arcabuzaso a una de sus amadas gaviotas, enfurecido por lo que consideraba un acto salvaje Naiguata le pidió al comandante de los españoles le entregara el cabo que habia matado al ave pero el comandante español se nego, por lo que Naiguatá asaltó el fuerte de los españoles hasta dar con el autor de la muerte de su gaviota y cuando lo iba a matar una ola de gaviotas cruzo el cielo, Naiguata interpretó ello como una señal de perdón que le otorgaban las gaviotas a ese hombre y lo dejó ir libre.

Naiguatá murió de vejez años despues.

Cacique Manaure.

Esta Plaza esta dedicada al Cacique Manaure que “jamás empeñó palabra que no cumpliera“. Manaure está representado con la mano tendida en un gesto simbólico de hospitalidad con la cual recibió a Juan de Ampíes.

“Cacique” era el término usado por las tribus para denominar a su Jefe, el cual era escogido por su valentía y por sus actos de sacrificio por la tribu.

“Caquetíos” y “Jirarajaras” eran los grupos indígenas o tribus que ocupaban la zona de Falcón antes de los Tiempos de la Conquista. Según el Obispo Ballesteros, la comarca de la Ciudad de Coro estaba poblada por catorce o quince mil indios…Los “Jirajaras” ocupaban las montañas al Sur de Coro.

Reina del Guácharo

La Cueva del Guácharo se encuentra ubicada en las montañas del norte del estado Monagas. Tiene una longitud de 5.362 metros e innumerables pasadizos y galerías.

El paseo que generalmente se ofrece a los turistas, se extiende hasta el Salón Precioso, descubierto por el científico Agustín Codazzi, a unos 1.500 metros de la entrada. Durante dicho recorrido por las distintas galerías se pueden apreciar las estalactitas y estalagmitas, las cuales pueden adquirir diversas formas tales como la Virgen del Carmen, la Virgen del Valle, cabezas de elefantes, etc.

Esta cueva debe su nombre ya que en la misma, viven y tienen sus nidos los guácharos, las cuales son aves nocturnas que por no poder soportar la luz, viven en la oscuridad de cuevas profundas. Sólo salen en las noches cuando van a buscar los frutos con que se alimentan y que consiguen a muchos kilómetros de donde viven. Son aves gregarias, es decir, que andan siempre en grupo. Pasan el día en los nidos, digiriendo el alimento que recolectaron y tragaron en la noche. Una vez digerida la pulpa de los frutos, vomitan las semillas y las conchas y las arrojan al piso de la cueva.

Cuenta una historia que existió una hermosa y valiente reina indígena chaima llamada Urimare, hacia finales del año 1400 d.c. La misma protegía la hoy llamada Cueva del Guácharo, ubicada en el estado Monagas en Venezuela. Guácharo en idioma chaima es traducido como “el que llora y se lamenta”.

Existía la creencia en aquel entonces que allí habitaban las almas de los muertos, por eso se escuchaban terribles lamentos a los alrededores de la cueva, nadie tenía permitido la entrada pues difícilmente saldrían con vida.

Por ello, Urimare constantemente tenía guardianes que protegían que nadie se acercara a la cueva.

Sin embargo un día ocurrió una terrible desgracia, llegaron unos hombres blancos, cargados con poderosas armas desconocidas hasta ese entonces y penetraron la cueva, esto realmente se convirtió en una catástrofe, al descubrir, que después de varias horas, los hombres salieron vivos y caminando como si nada les hubiera
pasado. De allí que la población chaima y en especial la reina Urimare derramos muchas lagrimas de impotencia y de dolor al asumir que si aquellos hombres habían derrotados a sus ancestros mucho mas rápido lo harían con su pueblo

Cacique Tiuna

Indio de la región de Curucutí, que se enfrentó a Diego de Losada en la batalla de Maracapana en 1568.

Cuando la concentración indígena reunida en Maracapana decide, ante la ausencia del Guaicaipuro,una parte dispersarse y la otra avanzar hacia la recién fundada ciudad de Santiago de León de Caracas, Losada logró poner en retirada a ésta última luego de un sangriento combate; sólo quedó Tiuna en el campo y desafió a Losada con una media espada enastada en palo de guaica.

Losada delegó en Francisco Maldonado la contestación al reto, pero éste fue herido por un lanzazo de Tiuna; en socorro del herido intervinieron Juan Gallegos, Gaspar Pinto y Juan de San Juan; Tiuna logró herir a Gallegos y San Juan y fue muerto de un flechazo disparado a traición por un indio criado de Maldonado


Cacique Paramaconi


Cacique de los indios taramainas (llamados también toromainas) que habitaban en la zona nor-central de Venezuela. Después de haberse establecido los españoles en el valle de Caracas, Paramaconi, aliado con Guacaipuro, fue uno de los jefes de la sublevación general de indígenas de esa zona que estalló a mediados de 1561.

Mientras Guacaipuro atacaba las minas de la región de Los Teques, Paramaconi asaltaba con sus guerreros el hato de San Francisco, fundado por Francisco Fajardo en el valle, cerca del río Guaire.

Durante este combate, una estampida del ganado vacuno que tenían los españoles desbarató a los taramainas y los obligó a retirarse. Poco más tarde, Paramaconi y otro indígena de nombre Toconai se enfrentaron en un encuentro personal con Juan Rodríguez Suárez y Juan Jorge Quiñones, logrando herir al primero de éstos; el compañero de Paramaconi resultó muerto, pero el cacique se salvó adentrándose en el monte.