Ángel de la guarda


Bien, los Ángeles de la Guarda nos protegen y acompañan a cada día y ese acompañamiento también está en las horas de trabajo (sesiones). Sí, porque estamos en una corriente espiritual donde espíritus sin luz y perturbados, confusos, en fin vienen contra nosotros; los Orixás, Guías, Entidades nos protegen, pero la presencia del Ángel de la Guarda antes y después de la incorporación es por demás importante.

Un ejemplo, normalmente cuando una persona sufre un trabajo de “demanda”, un trabajo contra el bienestar de ella, el primer reflejo que se nota es el debilitamiento de su Ángel de la Guarda, haciéndolo distante y dejando a la persona vulnerable.

Es común que los Guías/Entidades del terreiro, cuando se vienen al frente de una persona con demanda, vengan a pedir un “fortalecimiento para el ángel de la guarda”, o sea, un refuerzo para restaurar los lazos entre usted y su Ángel de la Guarda. Este refuerzo consiste en traerlo a él más cerca de usted, con más fuerza para protegerte contra los “ataques” de la demanda. ¿Y para los médiums? Con toda la certeza, para los médiums, los Ángeles de la Guarda son tan importantes como los propios Orixás y Entidades.

Cuando el médium va a incorporar, para que la Entidad se aproxime, el Ángel de la Guarda permite el pesaje para ocurrir la incorporación. Cuando la Entidad está incorporada en el médium, el Ángel de la Guarda permanece al lado, pues el médium está protegido por energías de la Entidad que está allí.

Cuando hay el proceso de desincorporación, el Ángel de la Guarda se aproxima más, para mantener el equilibrio del médium.

Por tanto, los médiums deben estar atentos para no ofrecer resistencia en la hora de la desincorporación de esta Entidad, pues existe una hora cierta en que la Entidad debe dejar la materia y el ángel de la guarda se aproxima, no dejando la materia desprotegida.

Su Ángel de la Guarda, siempre anda con usted en cualquier lugar que usted esté, pronto a protegerle; aunque usted no lo vea.

Lo que llamamos intuición, muchas veces es la manifestación de nuestro Ángel de la Guarda que procura siempre lo mejor para nosotros (aquella voz en la cabeza que dice, no hagas esto, no vayas por ese camino, etc.).

Nuestro Ángel de la Guarda es aquel que nos protege a todo instante de nuestras vidas…

Por esto, debemos realizar siempre el asentamiento del Ángel de la Guarda con un vaso con agua al lado de un local y hacer oraciones al Ángel de la Guarda regularmente, pidiendo siempre que nos guíe por los caminos correctos de la vida y que nos proteja. Para quien cree es muy fácil sentir, oír y presenciar la manifestación de los ángeles en nuestra vida dando inspiración para algo que ocurrirá en nuestros días, pero para personas que no creen que los ángeles existen es totalmente difícil mantener el ángel próximo de él, este pensamiento negativo y destructivo para el ángel lo enflaquece y acaba por distanciarlo.

El cielo no tiene entradas, allá no precisamos golpear; pues llegando al fin de la jornada, siempre hay alguien para recibirnos. ¡Su ángel de la guarda te llama! Cuando el médium queda en medio en trance tras la incorporación, algunos dirigentes colocan la mano sobre el corazón del médium y dicen: “¡Fulano su ángel de la guarda te llama!”.

Esta era una práctica común antiguamente (no hay como datar precisamente) de curanderas. Ellas utilizaban esta frase como una pequeña oración para personas que no se encontraban plenamente conscientes por varios motivos (mediumnizadas, epilepsia, desmayo, etc.).

Tal práctica tal vez haya sido traída para nuestra amada Umbanda por alguna Negra Vieja, ya que es de pleno conocimiento nuestro que muchas de ellas fueron eximias curanderas.

El Ángel de la Guarda es visto como el mentor de nuestra razón, de nuestra consciencia; de esta forma este es un llamado al restablecimiento de la consciencia con implicaciones mágicas. Al hacer referencia a nuestro Ángel de la Guarda, nos llama de vuelta al dominio de las facultades en el cuerpo físico tras el trance mediúmnico, ocurre una especie de invocación a nosotros mismos.

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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal? 
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.