Ofrendas en el ritual umbandista

¡La Umbanda mis hermanos y hermanas pasa por un momento de espiritualización y religión sin espiritualización es solo un montón de dogmas!

Psicografiado por Géro Maita
http://ceuesperanca.blogspot.com/

Pregunta: ¿Cuál es la finalidad de las ofrendas dentro del ritual Umbandista?

Baiano José: Sé que mi respuesta va a decepcionar a muchos hermanos y hermanas que dirigen su mediumnidad dentro de la Ley de Umbanda, pero en pleno siglo XXI queda inaccesible todavía acreditar que velas, frutas, paños y flores puedan hacer ocurrir el resultado por sí solo, sin la necesidad de una reforma íntima y una fe impulsada en la propuesta de Jesús en nuestras vidas.
Las ofrendas en su origen africano difieren y mucho del objetivo para el cual son hoy direccionadas, allá tenemos el negro que debido a la época en que se encontraba ofrecía a los Orixás lo que tenía de mejor dentro de su casa. Tomemos como ejemplo cuando vamos a recibir visitas en nuestra casa, siempre gustamos de ofrecer lo que tenemos de mejor y en esta localidad el negro ofrecía lo que le faltaba a mesa, ahí vemos el fundamento de la “comida” dentro del ritual Umbanda, originando la fiesta conmemorativa del OLUBAJÉ.
En los días actuales con una gama de informaciones que nos llegan a través de los medios de comunicación como: sitios, medios de comunicación televisivos, libros de diversos autores, etc… Todavía encontramos hermanos y hermanas ensuciando cascadas, playas, campos, bosques, etc… llevando a estos locales “comida” para conseguir éxito financiero, amor, salud, paz y armonía, dones que compete a cada uno buscarlos a través del empeño y de la actitud de progreso y esto no compete a este o aquel Orixá cuya finalidad en la naturaleza como esencia divina es bien diferente de lo que infelizmente todavía presenciamos en las “Casas de Santo”, “Terreiros” y “Santuarios”. ¡Santo no come hijos míos, porque no existe materia carnal para esto! la activación del elemento vegetal puede ser hecha mentalmente a través de una oración con fe y devoción. Tomemos como ejemplo, si uno de mis hermanos o hermanas desean hacer una ofrenda a Oxum en una cascada, puede dirigirse a la misma llevando flores que deberán ser plantadas, acto este que preserva, no choca y mantiene la actitud de respeto para esta fuerza denominada Orixá. Tras la plantación, podemos entonar de forma sencilla un cantico para Oxum y con fe y devoción hacer nuestra oración que les aseguro mis hermanos y hermanas será escuchada de la misma forma. Hoy se cometen excesos en nombre de la Umbanda y los mismos más sirven de “muleta vibratoria” de lo que “fundamento doctrinario”. No ayuda dirigirnos a un punto donde se concentra ésta o aquella fuerza de Orixá, para ensuciar y contaminar este santuario natural. El hecho de ofrendar a inicio impresiona por los colores, formas y esencias que componen una ofrenda, pero vale recordar que esto se va a descomponer con el tiempo, generando nauseas, asco e infelizmente criticas clasificando la Umbanda como “¡manifestación de bajo espiritismo!
No tenemos intención de ofender a aquellos que creen que el “sabonete” y el manjar para Iemanjá va a traerles algo, esto es una cuestión doctrinaria en que muchos todavía necesitan de esta “muleta” para desarrollar su fe y fortalecer su creencia. Por tanto, si trajeres tu presente al altar, y allí te acordares de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu presente delante del altar, y vete, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presentes. – (S. Mateo, cap. V, vv. 23 y 24). Cuando dice: “y vete, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tus presentes”, Jesús enseña que el sacrificio más agradable al Señor es lo que el hombre haga de su propio resentimiento; que, antes de presentarse para ser por él perdonado, precisa el hombre haber perdonado y reparado el agravo que haya hecho a alguno de sus hermanos. Solo entonces su ofrenda será bien aceptada, porque vendrá de un corazón expurgado de todo y cualquier pensamiento malo. Él materializó el precepto, porque los judíos ofrecían sacrificios materiales; le cumplía conformar sus palabras a los usos todavía en boga. El cristiano no ofrece dones materiales, pues que espiritualizó el sacrificio, con esto, pero, el precepto todavía más fuerza gana; él ofrece su alma a Dios y esa alma tiene que ser purificada. Entrando en el Templo del Señor, debe él dejar afuera todo sentimiento de odio y de animosidad, todo mal pensamiento contra su hermano. Solo entonces los ángeles llevarán su oración a los pies del Eterno. He aquí lo que enseña Jesús por estas palabras: “deja allí tu presente delante del altar, y vete, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tus presentes”.